Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dibujando mi historia de amor por Riolu

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

NYAAAAAAAAAAAAAAAAN lo se lo se, mucho tiempo pero no es mi culpa, es de la U por mantener a este gato tan ocupado, aunque ahora finalmente he podido hacer un fic de varios caps para poder mantenerme activo :3, este fic es desde el punto de vista de Ventus nyan, espero les guste y saludos a todos

 


Existen muchas obras de arte en este mundo, muchas de ellas son difíciles de entender y al mismo tiempo son tan hermosas que pueden generar múltiples sensaciones en tu ser, uno siempre está rodeado por el arte aunque no lo note a simple vista, esta tiene tantas formas y estructuras que incluso llega a ser confuso, cada boceto, cada escultura es una obra de arte pero, ¿quién dice que el arte es algo que únicamente se encuentra encerrado en un museo? La gente crea arte a cada momento, cada gesto, cada acción, incluso una buena conversación se convierte en un arte que los que la han realizado pueden clasificarla como tal, pese a ello el arte siempre obedece una regla sin excepción y esa es que existen los motivos y la historia que nos llevó a crearlas, puede ser algo infantil, puede ser por llamar la atención, incluso por alguna cosa frívola como la fama, el dinero, el reconocimiento o el simple deseo de dejarse llevar e investigar su creatividad, muchos de ellos son factores importantes pero algunos también lo hacemos para escribir nuestro pasado, no sabemos en qué momento pero en la vida siempre ocurrirá algo que nos deje marcados para siempre, algo que de algún modo u otro deseamos expresar a alguien, ya sea a un público interesado o en uno que ignora fríamente lo que intentamos decir. Un nombre, una simple etiqueta que se nos da desde que somos pequeños pero uno que siempre colocamos en cada esfuerzo que hacemos, únicamente para poder dejar aunque sea una prueba de nuestra existencia, de que a lo menos dejamos una pequeña marca en el mundo que solo a unos pocos interesara.


Ventus.


Ese es mi nombre, aunque no siempre he sido un artista, de hecho nunca considere siquiera serlo pues ser un artista es algo difícil, es algo tortuoso en que debes esforzarte a cada día para tener la elusiva inspiración, si no eres reconocido debes estar preparado para sufrir el hambre y si trabajas en las calles solo eres un pobre diablo, pero la verdad es que todo el tiempo somos libres, decidimos hacer lo que nos gusta y no aceptamos las críticas negativas de gente que quizás está obligada a ser algo que realmente no es, pero no debería poder decir esto, no tendría el derecho pues no me considero un artista, el motivo es simple, lo único que dibujo es a una persona.


Así es, en mis manos se encuentra mi croquera llena únicamente por dibujos inspirados en una persona, momentos en que la he visto y he estado a su lado, son mis recuerdos que contienen tantas emociones de aquellos momentos que es como si las viera en una película. Así es, en estos dibujos únicamente se encuentra una pequeña historia de amor que siempre que la repaso no puedo evitar sentir tanto que al final no sé qué hacer, reír, llorar, sonreír o sonrojarme como si fuera un tórtolo enamorado, quizás la última pueda definirla más aunque tenga un corazón inseguro, pero tengo una leve esperanza, un pequeño brillo en espera de que ocurra el final y al mismo tiempo deseo que no llegue, así es, mi historia en estos dibujos está incompleta, le falta uno que es supongo yo el final, pero por el temor de saberlo no me he atrevido a tomar el lápiz y comenzarlo. Sin pretenderlo mi mirada se fue a una esquina de la habitación donde se encuentra la ventana, es invierno, es normal que comience a nevar pero al solo ver la nieve caer me da un sentimiento de soledad, no hay nadie en esta casa, fui abandonado por unos días a mi suerte y en completa soledad por los que dicen preocuparse por mí, si claro, ellos están cómodos en un hotel haciendo quien sabe qué cosa mientras que yo me encuentro tirado en mi cama, mis manos me tiemblan pero aun así abro la croquera, comienzo a ver los dibujos una y otra vez sabiendo que no tenía mejor entretención que revivir aquello, pero aun estando consciente de que me espera un torrente de emociones buenas y malas el solo ver aquel dibujo de dos pequeños peleando me hace sonreír, pues es una época a la cual deseaba regresar más que nunca.

************************************************************************


Es el primer dibujo y con ello empezó todo, fue algo muy divertido para mí de hacer, dos pequeños que siempre estaban peleando en todo, el de cabellos negros se llama Vanitas mientras que el rubio era yo, compitiendo en todo,  desde carreras hasta llegar a intentar golpearse con espadas de madera, era una relación extraña pues nuestros padres se llevaban bien unos con otros, quizás por ello éramos obligados a pasar algo de tiempo juntos aunque nos odiáramos, el motivo era muy simple, como el agua y aceite éramos opuestos en absolutamente todo y no había punto en que nos pudiéramos entender, sin embargo debíamos fingir ser agradables ante nuestros padres para evitar problemas, fuera de ello siempre estábamos insultándonos al punto de llegar a los golpes, en más de un punto termine llorando, una táctica vil pues cuando se acercaba a mi yo lo pateaba para dejarlo en el piso con lágrimas en los ojos, recordar ello siempre me hace avergonzarme pues sé que no era justo, un mal inicio que no sé cómo pudo avanzar hasta otros niveles.


En ese momento estaba encerrado en un ciclo, peleas, peleas, insultos y de regreso a las peleas, así siguió por varios meses, pero todos ellos no eran más que fragmentos del primero, pues el segundo dibujo fue el que me rompió la rutina, nuestros padres nos dejaron en una habitación solos mientras ellos hablaban de cosas adultas en la sala, el solo saber que tendría que estar con ese idiota ya era para enfadarme, apenas nos habían dejado solos ya pretendía comenzar a insultarlo, tomando aire comencé a decir cosas que sabía lo irritaban al punto de desear molerme a golpes, siempre me mantenía en guardia preparado para defenderme pero en aquel momento ocurrió algo distinto, eso era que nada funcionaba, por primera vez me estaba ignorando y solo veía por la ventana, prácticamente me acerque a él por la espalda repitiéndolo todo, prácticamente gritándole en el oído manteniendo los puños en alto para pelear pero nuevamente no hubo una reacción, no había un sonido que opacara mi voz, aun así parecía que todo lo que dije en realidad no le llego, solo se mantenía ahí, mirando estático por la ventana y supuse que a lo menos tendría una noche tranquila, sin saber que hacer solo podía ver con que entretenerme, como el infante que era comencé a tomar los juguetes desparramados por la habitación, hacia sonidos de explosiones o una historia que veía en las caricaturas, simulaba tener una gran diversión pero incluso para esa edad me parecía que estaba haciendo el ridículo, por más que lo intentaba no era lo mismo, no me entretenía hacer ello solo, tampoco estar encerrado en ese lugar, deseaba moverme siempre como el adicto al azúcar que soy pero me habían pedido comportarme,  encendí la televisión, le daba todo el volumen pero por más que fuera molesto no me agradaba ese sonido, no era el que esperaba y la volví a apagar, voltee mi mirada hacia el viendo su espalda en espera de alguna palabra, un insulto o agresión para poder agarrarnos a golpes, no por ser agresivo sino porque era lo que siempre pasaba entre nosotros, pero esta vez no llegaba, ignoraba mi presencia y entonces supe que debería empezar con algo más fuerte, le tire una de las almohadas a su cabeza provocando que volteará a verme, sonreí sabiendo que me diría algún insulto pero en lugar de ello dejo el cojín en su lugar para volver a ver por la ventana.


-¡¿Cuál es tu problema?!-le grite ya enfadado provocando que finalmente se dignara a verme directamente, respiraba agitado sintiendo su mirada, dejándome en ridículo y pensé que vendría el insulto pero este solo me sonrió, no con burla o creyéndose mejor que yo, me sonreía como si fuera un amigo o conocido al que no le guardaba rencor.


-No tengo ninguno, de hecho no creo tenerlo con este clima-me respondió señalando la ventana y ladee mi cabeza confundido por ello-cada vez que veo nevar....no lo sé, me siento tranquilo, me trae buenos recuerdos y me es imposible estar molesto sin importar que ocurra, la prueba es que estoy hablando contigo-explicaba con una calma que comenzaba a creer que no era el mismo tipo que me hacía rabiar y enfurecer a cada momento de mi infancia, volvió a desviar la mirada hacia su propia entretención, parecía casi como si estuviera en su mundo personal y nada más existiera a su alrededor, fue en ese momento que conocí el sentimiento de abandono, pero lo extraño era sentirlo por él, por la persona que si de repente desapareciera de mi vida sería la mejor noticia de todas, pero que no me dirigiera la palabra....me dolía. El ambiente era tan tranquilo, no me sentía amenazado como siempre solía pasar ni tampoco encontraba un motivo para ser agresivo, de hecho no encontraba el motivo para siempre pelear con él, su expresión de calma hizo reaccionar algo en mí, con o sin mi presencia él podría está disfrutando el día y mi mirada bajo hacia el suelo, recorría la habitación y solo encontraba paredes que me hacían sentir encerrado, nunca me había sentido solo, pero ahora lo estaba y ello me asustaba, observe su espalda, no me volteaba a ver en ningún momento y me coloque sobre la cama para gatear hasta su lado.


Sin comprenderlo me abrace a él.


Abrazaba su espalda silenciosamente, sentí como si hubiera ladeado su rostro para observarme pero yo tenía mis ojos cerrados, un agradable calor comenzó a recorrerme y mis brazos lo apretaron un poco más fuerte, al momento de abrirlos nuestras miradas por primera vez se encontraron sin un deseo de enfrentarnos, sino más bien de comodidad por la presencia del otro, alzamos la mirada por la ventana y silenciosamente observamos la nieve caer y de algún modo comprendía lo que decía, ver los pequeños copos caer, como todo se tiñe de blanco, incluso el sonido del viento era tan agradable que me había relajado completamente, me acurruque en su espalda sin notarlo y una pequeña sonrisa se formó en mis labios, se sentía bien.


Dos jóvenes observando la nieve caer por la ventana, uno abrazando la espalda del otro y ambos en silencio aunque disfrutando su compañía, ese fue el segundo dibujo que hice y no puedo evitar sentir una gran calma al verlo, fue la primera vez que no estábamos odiando al otro pero tampoco disfrutando como si fuéramos amigos, no sabría explicar el sentimiento, era como si.....fuéramos simples conocidos, sin un rencor en medio, esperando que el otro dijera algo y con ello comenzara todo, sus últimas palabras de aquella noche fueron las que nunca podré olvidar.


"La próxima vez jugaremos juntos en la nieve"

*************************************************************************

-Ojala esa vez fuera ahora-susurre notando como el cielo dejaba caer esos pequeños copos de hielo, avance a mi ventana y apoye mi frente en esta, la gente caminaba por las calles, algunas con paraguas para detener la nieve, otras arrojaba sal en las entradas para evitar que la nieve se acumulará, los pequeños a abrigados salieron para poder jugar, la vista me resultaba tan agradable y entonces un pequeño muñeco de nieve me llamo la atención, tras verlo por unos minutos no pude evitar sonreír, comencé a abrigarme lo más rápido que pude, salí de mi casa y lo busque con la mirada encontrándolo casi tirado en el piso, con mis guantes comencé a acariciar su cabeza sin poder evitar reírme de mi mismo, estaba como un infante haciendo un muñeco de nieve, arreglándolo para que no cayera como aquella vez que me hizo hacer el tercer dibujo.

************************************************************************

Desde aquel día ninguno de nosotros se había hablado lo cual era extraño, incluso después de una pelea en que nos habíamos dejado heridos siempre nos hablábamos aunque fuera solo para volver a insultarnos, pero desde aquella noche él no me dirigía la mirada y ello ya comenzaba a ser molesto, la nieve se había ido pero anunciaban que volvería pronto, mis padres me preguntaban porque estaba ansioso de que llegara y siempre respondía lo mismo, "es una promesa", era increíble que me pusiera tan risueño por una pequeña cosa como el clima, pero era porque sabía que el debería cumplirla y entonces me hablaría, quizás volveríamos a los golpes, más probable es que terminemos enterrando al otro en la nieve pero todo era preferible a sentir que no me dirigía la palabra, es un sentimiento al cual no estoy acostumbrado, no me gusta sentirme ignorado pues si es necesario mis padres dejaban  todo de lado para venir a atenderme, un consentido lo sé, pero cuando uno es pequeño es realmente feliz cuando lo es.


-Ventus deja de mirar por la ventana y ven a comer-llamo mi madre y contra mi voluntad tuve que hacerlo, observaba el exterior por medio de la ventana aunque pudiera sufrir un regaño, esperaba ansioso esos pequeños copos de nieve.


-¿Realmente es muy importante esa promesa?-pregunto mi padre ya cansado de que mirara hacia fuera y me distrajera al punto de haber mordido la servilleta-¿acaso se la hiciste a una chica?-cuestiono mientras mi madre se reía y yo me quedaba sin comprender porque lo hacía.


-No, se la hice.....a Vanitas-susurre sin poder pronuncia la palabra amigo pues sabía que no me consideraba como tal, yo tampoco lo hacía pero para mí que ocurriera eso era algo importante, no lo sabía, simplemente algo dentro de mí me decía que era algo que esperaba ansiosamente, que podría ser un día divertido aunque otra duda vino a mí, ¿realmente estaría bien hacer eso?, solo sería algo de un momento y cuando terminara no sabría qué hacer, darle la mano, irme simplemente, no sabía la respuesta correcta y entonces me quede acostando en el sofá, viendo por la ventana como un cachorro esperando ansiosamente a que lo saquen a pasear, 10 minutos, 20, una hora en que no me movía y finalmente unos pequeños puntos blancos se veían.


-¡Nieve!-grite emocionado al ver como se iban añadiendo más y más copos, di un salto ansioso y entonces comencé a observar esta vez la puerta, si fuera un cachorro hubiera estado moviendo la cola ansioso de poder salir y solo esperaba que la puerta se abriera, pasaba el tiempo, poco a poco mis esperanzas comenzaron a caer pues la puerta no sonaba, me había asomado varias veces para ver por las calles pero no tenía rastro alguno de él, lentamente paso el tiempo y ya eran las 4 de la tarde, tirado en el sofá ocultaba mi rostro en un almohadón sin comprender porque estaba llorando, porque me dolía tanto el que no viniera, más que nada porque me había hecho falsas esperanzas de alguien que no consideraba un amigo....¿por qué extrañaba verlo?


-¿Que paso?-escuche la voz de mi madre y entonces separe mi rostro de la almohada.


-No cumplió su promesa-susurre bajando la mirada, ella me sonrió mientras limpiaba mis lágrimas con su pañuelo y acariciaba mis cabellos.


-¿Sabes hijo?, a veces las personas están ocupadas o simplemente olvidan cosas-susurraba mi madre con un tono comprensivo que solo me hacía entender que el nunca vendría por mí-y hay veces en que en vez de esperar que se cumplan, uno debe ir a que se realicen-continuo provocando que elevara mi mirada y ella sonriendo como solo una madre podría me mostro un suéter junto a una bufanda y guantes-y también volver antes de que anochezca-dijo antes de que me lanzara sobre ella a abrazarla susurrando múltiples gracias, antes de oír otra indicación me encontraba corriendo por las calles arriesgándome a caerme de cara por lo resbaloso que estaba pero no me detenía, tres calles más y finalmente me encontré frente a su casa tocando repetidas veces el timbre.


-..... ¿Ventus?-cuestiono al abrir la puerta y verme agitado por la carrera que había hecho hasta su casa.


-Aff.....Aff....¡nieve!-le grite señalando la calle molesto y este me observo curioso-lo prometiste-dije a lo bajo aunque sabía que me había escuchado-prometiste que....la próxima vez jugaríamos juntos en la nieve-gimoteaba sintiendo como mis ojos se humedecían, lo miraba esperando una reacción pero este estaba demasiado tranquilo y entonces sentí una opresión en el pecho, estaba triste por algún motivo, que hubiera roto su palabra aunque no fuera una promesa realmente, quizás estaba avergonzado por venir ante el como un desesperado pero era necesario, tenía las esperanzas de que aquel chico tranquilo en verdad existiera y no el que solo deseaba molestarme, pero pareciera como si todo no fuera más que una tonta ilusión, temblaba de rabia hacia mí mismo, me había engañado para nada y escuche una pequeña risa bastando para entender que había hecho nada más que el ridículo.


-Me alegra que vinieras-escuche su voz y alce la mirada observando como sonreía-vamos a jugar-me indico mientras se colocaba algo para abrigarse y entonces comenzó a correr por la calle, limpie mis lágrimas con mi manga sin poder evitar seguirlo emocionado terminando ambos en el suelo por el hielo riéndose uno del otro, no creo haber tenido un día más feliz en mi infancia, los regalos, los abrazos, los afectos o recompensa que recibía de mis padres o maestros, en mi infancia no recuerdo haber tenido un día más feliz que aquel en el que me reía junto a él, arrojando bolas de nieve, hacer ángeles de nieve aunque termináramos arrepentidos por terminar mojados, pero algo que siempre quedaría en mis memorias seria aquel muñeco de nieve que hicimos juntos, no era perfecto, estaba muy mal hecho pero aunque él se disculpara no dejaba de sonreír.


Pues era la primera cosa que hacíamos juntos......la primera vez que decidí llamarlo amigo

Notas finales:

nyan nyan reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).