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ORFANATO (ChenMin) por CLLCBMHKSG2

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Notas del capitulo:

No sé porque pero, se me dio por empezar una serie de shot's espero les guste

Orfanato

Llegar a un nuevo lugar no es fácil, y mucho menos si ese lugar no es nada más ni nada menos que un orfanato, un sombrío, apretado y asqueroso lugar lleno de mocosos extraños, revoltosos e idiotas que lo único que saben hacer bien es joderte la paciencia, la mayoría de personas las cuales vivían en lugares como esos eran gente huérfana, sin familia o simplemente adolescentes o niños que solo querían escapar de los que todos llamamos padres. Jongdae suspiró, bajando del vehículo, observando con molestia el horrible edificio mal pintado y casi a punto de venirse abajo, que se encontraba frente a él.

Él no debería haber llegado a parar ahí, ese no había sido el plan desde el principio, pero bueno, que se puede hacer, después de todo que tu casa se incendie por accidente con tus padres dentro y que la policía no se haya enterado de quien fue el causante, son cosas que solo podrían pasarle a él.

Que sus padres murieran durante el incendio no fue del todo culpa suya, solo escapó sin ayudar a nadie antes de que el fuego comenzara a quemar gravemente su cuerpo, eso había sido todo, la relación con sus padres no siempre había sido buena, él era rebelde y lo seguiría siendo sin objeción alguna, le gustaba romper las reglas e ignorar la autoridad de los mayores, la vida era para vivirla no para quedarse encerrado dentro de las normas que el mundo establecía.

Cuando se enteró de la muerte de sus padres, decir que se sintió devastado habría sido una vil mentira, fue una sorpresa, sí, pero nada que a él le pudiera doler tan profundamente, se podría decir que su cerebro simplemente asimiló la situación, aunque gracias a eso, fue acusado como sospechoso principal, al no presentar ningún tipo de emoción y tampoco estar herido de gravedad, no era culpa suya haber percibido el olor a gas primero que sus padres. Las ultimas setenta y dos horas en la estación de policía habían sido una tortura psicológica, llena de interrogatorios y miradas de lastima o frialdad absoluta, su estado irritado comenzaba a colmar la paciencia de los policías, pero él no dejaría de joderlos, después de todo, ellos fueron los que lo mantuvieron despierto por tantas horas.

A su parecer, todo resultó una pérdida de tiempo, al final ellos solo le dijeron lo que ya sabía, él era inocente y no solo eso, sino que también huérfano. Suspiró pesadamente tomando sus maletas, caminando hasta la entrada del establecimiento, todo era un asco y su expresión solo empeoraba conforme seguía dando más pasos, su vigilante desde que salió de la estación, abrió la puerta para él, mientras camina a su lado a una distancia prudente, sinceramente, eso le resultaba aún más irritante, tener a alguien encima de ti, gruñó en voz baja, acercándose a recepción, donde una señora mayor los esperaba con una sonrisa.

No necesitaba escuchar nada, tenía su teléfono celular, al igual que algo de ropa salvada del incendio y eso era más que suficiente, las palabras caritativas y llenas de condolencias por parte de aquella señora anciana, lo tenían sin cuidado y despedirse de su vigilante era algo que le importaba menos que nada, fingió escuchar las indicaciones de la anciana mientras lo guiaba por aquellos pasillos mohosos hasta la que sería su habitación. Ella le tendió una llave y le dio la bienvenida, hizo un movimiento algo abstracto y escuchó la puerta cerrarse tras él.

- Maldito orfanato de mierda… - susurró, mientras se tumbaba en aquella fría cama poniendo los audífonos con música estridente en sus oídos. Miró hacia la ventana notando el día, estaba fresco, ni calor ni frío, pero el viento soplaba con algo de fuerza, lo que hacía que sus poros se erizaran, sus ojos comenzaban a cerrarse lentamente, cayendo en un sueño momentáneo.

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Frunció el ceño acostumbrándose a la luz del día, tomó su celular, eran las 12:00 a.m. aún era temprano, se sentó en la orilla de la cama, frotándose los ojos, estirando su cuerpo, su cabeza dolía, solo había dormido 3 horas, pero necesitaba comer, si bien pudo escuchar algo de aquella señora anciana, era que la hora de la comida eran a la 1:00 p.m. tenía tiempo de salir de ahí y conocer un poco más sobre ese lugar, asqueroso. Se puso de pie, estirando su cuerpo, como un gato y guardando su teléfono en el bolsillo de sus pantalones salió de su pequeña habitación, el pasillo estaba vacío, así que aprovechó la poca probabilidad que tenía de no toparse con nadie.

Metió las manos en los bolsillos, y caminó lentamente hasta la estancia principal, habían unas cuantas miradas dirigidas a él, algunos niños correteaban por ahí, tal vez se apresuró un poco a juzgar el establecimiento, no era tan horrendo después de todo, había estado en lugares mucho peores en sus cortos 16 años, y pasaría los próximos dos en ese lugar, así que por lo menos debería acostumbrarse. Su expresión era seria, la misma de siempre, las veces que sonreía y soltaba risas era cuando escucha algo gracioso, y eso no sucedía con frecuencia. Pasear por el establecimiento era curioso, había muchos niños, después de todo era un orfanato y solo aceptaban a hombres, con edades hasta los 17 años.

Chocó con varios niños que corrían sin cuidado alguno, varios de ellos jugaban y otros solo discutían y lanzaban maldiciones, les restó importancia y continuó su camino, miró su reloj nuevamente… 12:45… para su sorpresa había caminado casi una hora, o caminó muy lento o esa prisión no era tan pequeña como pensaba. Ya casi era hora de comer, así que retomó su camino en busca de la cafetería, habría sido algo más simple si aunque sea hubiera habido una señalización o cartel o algo que diferenciara las puertas, pero NO, no había nada así que abrió varias puertas equivocadas.

Caminó por una pasillo bastante amplio y al final de él pudo localizar una puerta doble de color marrón muy oscuro, las cuales se abrieron ante sus ojos causándole algo de sorpresa, un estridente tintineo se escuchó por todo el establecimiento, junto con las palabras “Hora de merendar” , Jongdae podía jurar que una manada de quien sabe que animal, venía corriendo detrás de él, en el momento preciso en que esa bendita campana dejó de sonar, se mantuvo quieto, mientras esperaba a que todos los niños hambrientos que corrían por sus costados ingresaran al comedor, cuando estuvo seguro de que dar un paso no lo lastimaría al chocarse con alguna persona, caminó hacia adentro, mirando todo cautelosamente.

El ambiente de aquel lugar no era mucho más diferente que el de su propia escuela, a la cual, por cierto, no regresaría, después de todo se había graduado ya, por su impresionante inteligencia, pero eso no era de la incumbencia de ninguna persona, volviendo al lugar, las personas te miraban de arriba abajo, mientras que otras solo se ignoraban, y por dentro él lo agradecía, no estaba de ánimo para ninguna pendejada.

Tomó una de esas bandejas y fue por su comida, debía admitir que no se veía tan mal, al menos era algo decente, pero eso tampoco debería ser algo demasiado importante, el comida de todo y su estómago difícilmente rechazaba todo lo que fuera comestible, se sentó en la última mesa del lugar y comió como cualquier chico normal. Sentía varias miradas encima de él pero él las regresaba de igual manera, indiferente. Comió lo que tenía que comer, pero antes de que pudiera levantarse y dejar la bandeja donde estaba, se le acercaron unos muchachos, sentándose en la misma mesa, levantó la mirada y ellos sonrieron petulantes.

- ¿Qué? – su pregunta fue directa. - ¿Eres el nuevo, no? – se escáner mental, solo decía lo que sus ojos percibían, y para sus ojos ese tipo no era nada más y nada menos que el líder del lugar. Jongdae encogió de hombros, restándole completa importancia.

- No lo sé, ¿Qué te hace pensar que soy ese nuevo, del que hablas? – la perspicacia brotaba por cada poro de su cuerpo, su cerebro estaba desarrollado al menos un 90% más que el de una persona normal, era un genio pero estaba dentro de las pocas cosas que le enseñaron sus padres no presumirlo. El tipo estaba nervioso se notaba a leguas, al menos a su criterio, pero no podía mostrarse débil delante de él, quedaría mal en frente de sus amigos imbéciles, así que el sujeto respondería de todos modos. - Creo que eres el único nuevo que ha llegado hoy – dijo burlón, a lo que sus idiotas se rieron también. Jongdae rodó los ojos, bufando ante tal respuesta.

- Entonces acabas de confirmar que tu pregunta no tenía ningún sentido… - el tipo se sintió estúpido, aunque eso no era algo nuevo - …escucha, dime lo que tengas que decir de una vez y si no te importa, me gustaría que no me hicieras tardar más, quiero ir a dormir – El sujeto mostró una gran sonrisa y aplaudió encantado.

- Me has caído bien nuevo, pareces ser alguien diferente a todas estas nenas, bueno, dijiste que vaya al grano y eso haré, desde que vi tu expresión me pareciste alguien interesante, así que hablé con mis amigos y decidimos que sería bueno darte la bienvenida a este lugar – sus idiotas asintieron con expresiones simpáticas, pero la cara del chico genio mantuvo el mismo semblante.

- ¿Y qué clase de “bienvenida” es esa? – el líder rió.

- Estoy seguro de que te gustará, pero no puedes decírselo a nadie, es un secreto – hubo un silencio momentáneo.

- No diré nada, no tengo razones para hacerlo – se encogió de hombros, restándole más importancia de la que usualmente suele restar.

- Me alegra escuchar eso, bueno tu sorpresa te esperará en tu habitación después de la cena – dijo poniéndose de pie junto con sus amigos

– No lo agradezcas, después de todo, es tu regalo de bienvenida – Jongdae se puso de pie, dejando todo sobre la mesa, varias miradas siguieron su caminos, pero estaba cansado y eso era lo de menos.

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El día pasó rápido, al menos para él sí, después del almuerzo solo se dispuso a dormir, la cena sería a las 7:00 p.m., así que tuvo suficiente tiempo para dormir. Se levantó y arrastró los pies hasta el comedor, sentándose en la mesa del fondo otra vez, el líder solo le hizo una seña de que todo estaba bien, la cual correspondió por cortesía, continuo comiendo, estaba tan hambriento que repitió plato y la escena del almuerzo se repitió, los tres tipos se acercaron cuando ya había terminado su cena.

- Tu sorpresa te espera en tu habitación – dijo finalmente para ponerse de pie - …disfrútala –

Jongdae suspiró y decidió dar una vuelta antes de ir por su supuesta sorpresa, se sentó en una banca del jardín y contempló el cielo, le gustaba el cielo, era libre y casi infinito, hacía algo de frío, pero eso no le interesó, un poco de frío no lo mataría.

Caminó arrastrando los pies, estaba cansado todavía, pero esperaba que su “sorpresa” no le hiciera perder más tiempo del necesario, al día siguiente tenía una reunión en la mañana con la encargada del lugar y no quería más sermones.

Metió las manos en sus bolsillos delanteros y caminó con calma, no había muchas personas por los pasillos, a lo mejor se encontraban en sus habitaciones, haciendo quien sabe que, sacó su teléfono y observó la hora…9:30 p.m. era temprano, o al menos lo suficiente como para dormir mucho, se detuvo frente a su puerta y la abrió lentamente, abriendo los ojos de golpe ante…su sorpresa…

Notas finales:

Díganme si les ha gustado 

Un beso grandeee  ^3^


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