Bailando Bajo la Luna Roja
Bailaba hermosamente en aquella noche de luna roja, bailaba descalza y en aquel vestido vaporoso en el que se miraba hermosa, tan pura e intocable.
Sus cabellos ondeaban al ritmo de sus movimientos, sus cabellos que eran risos del oro más puro y brillante y eran teñidos de rojo.
Suspiro al verla y a pesar de su hermosura no podía evitar odiarla mientras bailaba, mientras era cruel y hermosa, mientras era aquello que temía y gozaba.
La observo hasta que ella seso su baile de demonio y ángel y súbitamente se sintió observado. Ella sonrío, una sonrisa de amor, de locura y de tristeza.
Porque ella lo sabía, él podía apostar que ella lo sabía…
Se sintió abrazado por aquellos tibios y finos brazos, le sonrío levemente mientras la rodeaba con los suyos.
Suspiro de nuevo mientras ella acomodaba su rostro de muñeca contra su pecho, empezó un pequeño vals donde la música no existía, donde solo era él protegiéndola entre sus brazos.
Elevo su vista a aquella luna hermosa y fría, sonrío a ella y bailo con la joven belleza en sus brazos.
La escucho tararear una canción, aquella que ella solía decir que era de los dos.
La apretó contra su pecho e inclino su rostro hasta aquellos cabellos manchados por aquella luminosidad rojiza, los beso y se mantuvo así, sintiendo la fragancia en ellos.
-te amo
Sintió como ella se movía entre sus brazos y le permitió alzarse para que depositara un beso en sus labios, unos que hace mucho no le contestaban.
-te amo
Escucho esta vez su voz de pajarillo temblar y vio en aquellos ojos la tormenta de tristeza asomar.
-ya no me amas?
-…
-eres mi todo!!
La escucho sin cambiar su semblante, la vio pasar de la tristeza al enojo, del enojo a la tranquilidad para luego sentirse preso de un abrazo más fuerte y desesperado.
-todo lo que hago… Todo lo que he hecho fue por ti.
La vio detenidamente y tomo su rostro.
-lo se
Vio como el rostro de su querida y odiada dama se iluminaba ante sus palabras, ante aquello que él le había quitado hace mucho tiempo haciéndola sufrir.
Seguían aquel baile sin música, simples sonidos de ella arrullándolos a ambos era lo único que los acompañaba en aquella noche, eso y aquella luna roja que los observaba sin descanso, solo observando y esperando.
-te amo
La escucho de nuevo y le sonrío, ella le devolvió la sonrisa.
-eres muy hermosa.
La observo sonrojarse mientras él llevaba una de sus manos a una de aquellas mejillas sonrojadas, ella le miro con sorpresa.
-que?...
-eres hermosa… pero no te amo
Ella derramo unas cuantas lágrimas mientras él le daba un casto beso en los labios y la soltó.
La dejo caer de sus brazos mientras ella se deslizaba hacia el piso sin dejar de verle, sin dejar de llorar dolida.
-porque?...
Rio mientras sacaba un pañuelo y limpiaba aquella daga
-porque?... Me lo preguntas después de tanto tiempo?
Se inclinó hasta quedar a su altura observando su obra; aquella joven diosa llena de carmín, del carmín de su sangre saliendo por aquella herida que él tan amablemente causo.
-te odio
Acaricio aquella mejilla mientras sonreía al observar aquel rostro lleno de dolor, no, ella no mostraría un rostro así solo por una herida, era muy orgullosa para ello, pero si lo haría por lo que el amor de su vida le dijese; lo haría por lo que él dijese.
Le acaricio el cabello y la sujeto de el para que le observara.
-hace mucho tu mataste a quien yo amaba… Hoy te regreso el favor
Le sonrió mientras se inclinaba a besar su mejilla
-bajo una luna roja lo mataste
La escucho reír aun a pesar de que sus lágrimas rodaban por sus mejillas.
-me mataras… lo harás tú? El que nunca tomaría una vida con sus manos?... lo harás Takuma?
-no
Vio cómo su rostro no entendía entonces lo que él aria. Se incorporó dejándola en aquel lugar mal herida, pero no lo suficiente para morir.
-este día el único que morirá seré yo
Le sonrió mientras se retiraba de aquel frío lugar, se fue con una sonrisa dejando atrás los sollozos y palabras de aquella mujer que quería retenerle a su lado.
No volvería, ni a ella ni a nadie, bajo esa luna se quitaría la vida, la vida que en realidad solo existía para ella porque él bajo una luna roja perdió la vida, su vida de cabellos rojos y mirada triste.
-shiki…