AMOR AUN A LA DISTANCIA.
-¿aún no se puede cruzar el portal?-pregunto preocupado Murata a Shinou que se encontraba concentrando su poder en el agua.
-no… ya es un año y seis meses desde que el portal se cerró-dijo Shinou preocupado viendo fijamente el agua tranquila.
-y es el mismo tiempo en el que Shibuya ha estado en la tierra…-dijo al igual que el rey original viendo la tranquila fuente-¿crees que él lo sello de alguna forma para no regresar?-pregunto preocupado y viendo el rostro contrariado del rey.
-no… de alguna manera siento que mi querido maou quiere regresar, pero al igual que el portal su maryoku están sellados por alguna razón, esto no es culpa de Yuuri sino de otra fuente-dijo preocupado.
-¿eso quiere decir que Yuuri no tiene la culpa de que no esté aquí?-pregunto un voz llorosa y preocupada.
-así es mi querido Lord Von Bielefeld… es algo que está muy por fuera de las manos de Yuuri y mías, algo que ninguno de los dos podemos controlar-suspiro pesadamente viendo a los tres hermanos que tenían las mismas expresiones de preocupación que Murata y él-solo espero que no sean más problemas ya que sin Yuuri aquí sería mucho más complicado, solo diré una cosa mi querido descendiente-dijo yendo asía Wólfram y tómalo por los hombros-Yuuri está sufriendo de no poder estar aquí, por lo que puedo sentir él ha intentado cruzar frecuentemente en estas últimas semanas pero algo o alguien no le permite hacerlo-dijo viéndolo a los ojos con sincera preocupación.
-no importa cuánto más tenga que esperar a mi esposo, yo jure ante ti y ante el proteger a Shin Makoku y a pacto de sangre, así que lo are hasta que regrese mi amado esposo y cuando regrese le daré un buen golpe en el trasero por irse con alguna de sus amates allá en la tierra… ¡hmp!-dijo con orgullo y altanería pero aun así en la voz se podía escuchar la profunda preocupación y tristeza de que su amado esposo estuviera a su lado.
Dos años atrás, justo tres meses después de que su amado Yuuri cumpliera 18 años se habían casado, el mismo maou le había dicho que lo amaba y el soldado sin esperar le pidió que se casaran y el rey con entusiasmo acepto, todos en Shin Makoku y las naciones humanas en las cuales tenían tratados de paz, se les informo de la unión en matrimonio del maou y el noble Bielefeld, la gran mayoría les alegro de la noticia puesto que después de un tiempo veían el profundo amor en la mirada de ambos. Cuando se realizó la boda fue una enorme y bella fiesta con demasiados invitados tanto mazoku y humanos, la familia de Yuuri estaba presente, todos les deseaban dicha y felicidad, la noche de bodas fue inolvidable para ambos al entregarse por primera vez en cuerpo y alma, amándose toda la noche con ternura y fervor, todo en su matrimonio iba de maravilla, cada noche era una experiencia nueva en la cual disfrutaban con intensidad, pasaba el tiempo y su relación solo mejoraba, ambos trabajaban en el papeleo ya que Wólfram al convertirse en concerté real podía ayudar a su amado Yuuri y lo hacía encantado solo por estar más tiempo con su amado rey, con la ya no tan pequeña Greta feliz por verlos casados y felices. Pero un día el maou a la vista de los tres hermanos, Murata, Shinou, Yozak, Gunter y las cuatro habituales sirvientas, cayó por accidente a la fuente y cuando traspaso el portal una intensa luz cegadora salió del agua, después de eso el portal había sido extrañamente sellado por causas desconocidas. Desde ese momento habían pasado un año y seis meses donde el portal aún no se había abierto y el rey concerté estaba totalmente a cargo de una nación que extrañaba a su rey. Nadie sabía que había pasado como para que el portal se sellara tan repentinamente. Wólfram solo sabía que necesitaba la calidez y amor de su esposo. En la tierra se encontraba Yuuri observando el agua de la laguna que estaba en el parque, ya había intentado de todo por regresar a su reino y principalmente a los cálidos y amorosos brazos de su esposo. Desde que traspaso el portal habían pasado meses, había intentado traspasar el portal en esa laguna, en una piscina, en la bañera, en un charco de agua, incluido en mar… pero nada había funcionado, ya no sabía qué hacer, tenía que regresar lo más rápido posible a su reino y con su esposo, antes de que se terminara el tiempo y fuera demasiado tarde, se levantó del césped y se dirigió a su casa.
-ya regrese-dijo melancólico y triste.
-bienvenido Yuu-chan… veo que no lograste traspasar el portal-dijo Miko con tristeza al ver el estado de su hijo menor.
-no… estoy desesperado, quiero regresar… pronto será la hora y estoy lejos de Wolf-dijo triste refugiándose en el cálido abrazo de su cariñosa y protectora madre.
-deseas algo de comer Yuu-chan-pregunto Miko tratando de distraer a su hijo.
-helado de fresa y chocolate amargo-dijo mientras se dejaba guiar a la sala por su madre.
En la sala vio a su hermano y Bob que solo lo vieron con preocupación por lo pálido y ojeroso que se veía, no necesitaban preguntar qué le sucedía al joven maou ya que lo sabían a la perfección, incluso Bob trato de ayudarlo a traspasar el portal con su poder y no lo logro.
-aquí está el helado y el chocolate Yuu-chan-dijo la señora con una sonrisa mientras le entregaba a su hijo el pedido.
-gracias- agradeció secamente.
-pronto se va a cavar el helado y el chocolate tendré que ir por mas-dijo Shori viendo como su hermano comía con lentitud.
-extraño los postres de Effee…-dijo viendo el helado.
-y no solo los postres de Effee-chan, sino también a mi querido Wolf-chan, Yuu-chan-dijo Miko tratando de ser divertida, vio un poco triste como Yuuri solo asistía con la cabeza.
-en tres semanas se cumplirán ocho meses-dijo Shoma asustando a Shori y Miko que no se habían dado cuenta que había llegado de trabajar, Bob ya sabía que había llegado ya que lo había escuchado y Yuuri… a Yuuri solo le importaba comer sin prestar atención a los demás.
La familia del joven rey solo lo miraban con tristeza y Bob con frustración al no poder hacer nada por ese joven de gran corazón, tenían que hacer todo lo posible por abrir el portal pero no encontraban alguna solución, el doctor Rodríguez había estado a cargo de cuidarlo y los visitaba constantemente, Bob, Shori, Shoma y el doctor se habían enfrascado en una ardua investigación en donde no encontraban respuesta alguna para los sucesos que se le habían presentado al joven maou. En esos momentos había llegado el doctor a darle el chequeo semanal al cual era requerido, se había dado cuenta que todo su maryoku realmente no se había sellado sino que se había concentrado creando una barrera protectora.
-bien ya puedes colocarte la camisa Yuuri-kun-dijo el doctor dándole una sonrisa que el joven y apenas respondió con tristeza.
-¿Cómo marcha todo José-san?-pregunto Miko con preocupación.
-bien, pero Yuuri-kun debes mejorar un poco tu estado de ánimo, eso está haciendo estragos en tu salud y en estos momentos debes de mantenerte tranquilo-dijo reprendiendo suavemente a Yuuri el cual sonrió.-bien yo me retiro, tengo trabajo que terminar-dijo el doctor terminando de colocar todo en su maletín.
-yo también me retiro, seguiré viniendo a ver cómo sigue todo y cuídate Yuuri-dijo Bob acariciando con cariño los cabellos de Yuuri.
Miko se ofreció a acompañarlos a la puerta pero en esos momentos en los que los tres salían de la sala Yuuri se levantó del sofá para dirigirse al baño pero sintió un dolor punzante en su bajo vientre asiendo que se detuviera de lo más cercas que tenía y eso era una mesita con un jarrón con flores asiendo que este callera derramando las flores y se formara un charco de agua a sus pies, el estridente ruido atrajo la atención de Shori, Shoma, Miko, Bob y del doctor los cueles aún no habían salido de la casa.
-Yuu-chan/Yuuri-kun-el maou solo logro escuchar eso antes de que una vez más el dolor regresara con más fuera y una la luz cegadora inundara todo el lugar, cuando el lugar regreso a la normalidad vieron que Yuuri no se encontraba… había regresado a Shin Makoku.
En pacto de sangre todos desde hace meses se encontraban deprimidos por la falta de su entusiasta rey, veían al rey concerté estancado de trabajo solo por olvidar si tristeza, cuando faltaban diez minutos para las cuatro de la tarde, se dirigió asía la terraza frente a la fuente en la que lo vio por última vez, ante el llegaron sus hermanos mayores, su madre y la inventora con su linda hija, Gunter y Yozak hablando sobre la última misión del ultimo y les servían las cuatro habituales sirvientas que con comentarios cortos y un poco divertidos trataban de levantar el ánimo sin éxito, cuando estaban por empezar…
-¿los podemos acompañar?-pregunto un sonriente el rey original.
-claro sería un placer su majestad-dijo tratando de sonreír, Wólfram.
-gracias, he venido a informar que aún no sea encontrado la fuente o la causa del por qué el portal y el maryoku de Yuuri ha sido sellado… lo siento tanto el no poder dar más respuestas-dijo Shinou con molestia al no poder hacer más.
Todos los presentes se entristecieron al saber eso y bajaron la mirada, se preocupaban por las cosas terribles que se crían avecinar… en cierta forma se avecinaban sucesos complicados para todos en pacto de sangre… todos empezaron a degustar el té y los deliciosos bocadillos de Effee que sonreía con melancolía ya que el rey era gran fan de ellos, y sin el ahí la merienda era muy fría y silenciosa ya que solo la risa del maou era la que traía felicidad no solo a pacto de sangre sino a Shin Makoku, los presentes de vez en cuando soltaban un comentario o realizaban alguna pregunta, Greta de vez en cuando le realizaba alguna pregunta a Annisina sobre su nuevo libro, pero de un momento a otro una intensa luz cegadora invadió sorpresivamente el lugar.
-¡qué diablos…!-dijo Gwendal tratando de cubrir sus ojos.
-¡¿Qué está sucediendo?!-pregunto preocupada Cheri-sama abrazando protectoramente a Greta que estaba asustada.
-esto es lo mismo que la otra vez-dijo un poco preocupado Conrad.
-¡¡Yuuri!!-dijo de un momento a otro Wólfram.
Todos en el lugar entraron en shock ¿realmente su maou había regresado? Cuando la luz desapareció en la fuente estaba Yuuri de rodillas y sus manos apoyadas en el piso de la fuente.
-¿Qué sucedió…?-al levantar la vista asía el frente vio las caras sorprendidas de todos en el lugar-pac… to… de sa… ngre…-gruesas lagrimas se formaron en sus ojos al verse de regreso en ese bello castillo, pero el dolor punzante y agudo regreso-¡¡¡AH…~!!!-emitió un grito de dolor y abrazo su vientre.
Todos salieron de su shock al escuchar el grito desgarrador que lanzo el maou, vieron cómo se abrazaba, pero a Conrad le dio por ver el agua viendo sangre en ella.
-¡está sangrando!-dijo con fuerza y sorpresa.
Todos fueron asía el, las sirvientas habían ido por Gisela, varios soldados al ver la luz se acercaron para ver que sucedía y se sorprendieron lo que vieron ya que su maou había regresado pero al parecer estaba mal herido, se quedaron a una distancia prudente para no interferir.
-¡Yuuri!-dijo arrodillándose en frente de su esposo-¿Qué sucede?-dijo el ver como el agua seguía tiñéndose de carmín, cuando sostuvo sus hombros viéndole el rostro vio el gran dolor es esta y lo pálida que estaba.
-Wól… fram…-dijo acariciándole el rostro y tratándole de quitarle las lágrimas-regre… se… jus… to… a tiem… po… ¡¡¡AH…~!!!-al decir se volvió a encorvar por el dolor.
-¡Yuuri!-al decir esto lo abraza sintiendo algo realmente sorpréndete, llevo ambas manos asía esa zona sorprendiéndose aún más-¡¿Yuuri?!
-está por nacer-dijo con una sonrisa de ternura a pesar del dolor.
Wólfram lo separo de si y vio como el maou rodeaba con sus manos temblorosas el vientre abultado, llevo sus manos al lado de las de él y sintió como en el interior se movía con desesperación. Todos vieron con asombro el vientre del maou aun embarazado, incluso Shinou estaba sin palabras.
-¡¡¡AH…~!!!-el maou emitió otro grito que estremeció a cualquiera que lo escuchara, logrando que salieran de su ensoñación.
-¡¿en dónde está Gisela?!-grito desesperado el concerté.
-¡ya estoy aquí su majestad!-cuando se acercó al matrimonio y sorprendiéndose solo por unos momentos de la escena frente a ella, pero en segundos se recuperó- tenemos que llevarlo alguna habitación lo más rápido posible la fuente ya se rompió y está a momentos de nacer-dijo con rapidez mientras le trasmitía un poco de su maryoku médico para que el maou ya no sintiera el gran dolor.
Wólfram al escuchar esto tomo a Yuuri en brazos y caminando con rapidez a la habitación de ambos, a cualquiera que los veía se asían a un lado al ver la escena, los demás iban detrás de ellos con preocupación. Al llegar a la habitación solo se le permitió estar dentro de ella a Wólfram el cual no se separaba de su esposo y a las cuatro sirvientas que se movían con rapidez y habilites ayudando con maestría a Gisela. Todo marchaba bien y después de más de cuarenta minutos un fuerte y sano llanto inundo el lugar.
-¡¡Yuuri!! Es hermoso-dijo Wólfram con lágrimas en los ojos mientras veía como Gisela le daba el bebé a su madre.
-¡oh mi bebé!-dijo acunándolo con delicadeza y sorprendiéndose que con solo el contacto se había tranquilizado a tal punto de solo gimotear.
-es un bebé muy sano y fuerte al parecer heredo su poder su majestad Wólfram, maryoku de fuego-dijo Gisela con una sonrisa.
Los dos solo sonrieron con amor y se besaron con cariño, Gisela les dio privacidad retirándose de la habitación, al salir vio la cara de preocupación de la mayoría de pacto de sangre que los extensos y grandes pasillos se reducían a la cantidad de personas las cuales esperaban por noticias de su maou.
-su majestad Yuuri y el bebé se encuentran muy buen-dijo con una sonrisa al escuchar como todos al unísono soltaban un suspiro.
-¿Qué es? ¿niño o niña?-pregunto entusiasmada la princesa.
-es un doncel princesa Greta-dijo con una sonrisa.
-¿un doncel?-pregunto un poco confundida.
-es un hombre que puede dar vida como su majestad Yuuri, pero no sabía que era doncel…-dijo un poco intrigada.
-bueno la única diferencia que hay de un doncel y un varón es que el doncel en su físico es un poco más delicado-dijo Gwendal.
-así como Wólfram-pregunto con curiosidad nuevamente la princesa.
-algo así, pero su majestad Wólfram es varón no doncel-dijo un poco pensativa.
-con la escases de donceles en este mundo y el porcentaje nulo en la tierra ni yo me imaginaba que Shibuya era uno-dijo con pesar Murata.
-es verdad, mi querido gran sabio…-el rey original dijo eso de forma… ¿coqueta? Asiendo sonrojar levemente al sabio-así que esa era la razón por que el portal se selló-dijo lo un poco pensativo.
-cof… ¿Cómo?-dijo recuperándose de la desfachatez de su “amigo”.
-el maryoku de Yuuri no fue sellado, sino que se concentró formando una barrera protectora en el vientre de Yuuri para resguardar el bienestar del bebé, al tener el alma del maou es normal que sucediera eso ya que está protegiendo al futuro maou de Shin Makoku y si eso no fuera poco el propio maou siendo mucho más poderoso de lo que soy yo, lo sello para que Yuuri no viajara entre las dimensiones puesto que eso le podría traer graves consecuencias al embarazo-dijo al entender todo el suceso.
-¿y por qué se selló el portal después de que Shibuya callera al agua…?-dijo Murata viéndolo a los ojos pero a los pocos segundos encontró la respuesta en ellos-el que Shibuya cayera al agua solo fue un mero accidente aun así se iba a sellar viajara o no…-dijo sorprendido.
-así es, pero al parecer solo podía realizar un viaje estando embarazado y con la caída lo desperdicio, pero al parecer el alma del maou sabia donde tenía que nacer el bebé era aquí permitiendo que Yuuri viajera en los últimos momentos antes del parto para que naciera en Shin Makoku, pero aun así que tal vez si tenga algo de culpa mi querido maou-dijo con una sonrisa viendo la sorpresa en los rostros de todos los presentes.
Yuuri se había dormido pero a las pocas horas despertó un poco más recuperado, cuando le contaron el por qué el portal se había sellado Wólfram por fin exploto gritándole y reprendiéndolo del porque era tan enclenque y torpe a lo que Yuuri contesto…
-¡no me digas enclenque que soporte nauseas, mareos, desmayos, cambios de humor y antojos sin ti! ¡Y ni se diga el parto!-dijo enojado con el dormido príncipe entre sus brazos-y no me caí por torpe, me había mareado así que me tropecé cayendo al agua por accidenté, según me dijo el doctor Rodríguez los mareos y nauseas le comienzan a partir de la semana en un doncel, los míos empezaron esa vez… y yo no sabía que estaba embarazado ni que era un doncel hasta que el doctor Rodríguez me reviso cuando me desmaye cuando trataba de cruzar el portal… eso fue a la semana que llegue a la tierra…-dijo un poco pensativo al recordar cómo se había enterado y el alboroto que realizo su familia al saber que estaba embarazado, primero sorpresa y después una gran euforia por la noticia, el solo había llorado desde el principio por la enorme dicha y felicidad que le embargo en ese momento.
-¿y cómo el doctor sabía que eres un doncel si su santidad dijo que en la tierra no hay donceles?-pregunto sospechando un poco Wólfram.
-yo soy el responsable de eso, cuando viaje a la tierra a llevar el alma de Susana Julia, le mencione varias cosas de este mundo a José-san, tal vez recordó lo que le había mencionado y le fue de ayuda para atender a su majestad-dijo Conrad con una sonrisa tranquilizadora.
-¡¡¡YUU-CHAN!!!-Miko llego corriendo al lado de su hijo, detrás de ella venia Shori y Shoma con una cara de preocupación.
-madre-dijo abrazándola con un solo brazo ya que tenía en el otro a su pequeño hijo.
-nos diste un gran susto hijo-dijo Shoma mientras le acariciaba el cabello.
-Yuu-chan… ¿te encuentras bien? ¿No les sucedió nada malo?-pregunto exaltado Shori mientras también se sentaba al lado de la cama abrazándolo protectoramente.
-no sucedió nada malo, todo salió muy bien ¿verdad Gisela?-pregunto con una sonrisa a la joven que sonreía por la escena.
-es verdad, su majestad Yuuri y el pequeño príncipe se encuentran en perfectas condiciones-dijo con suavidad.
-¿quién fue por ustedes si Murata ha estado en un rincón molesto?-dijo sorprendido después de unos momentos al ver a su amigo al lado del gran ventanal con una mueca de molestia extrañamente infantil y tierna.
-yo fui por su familia su majestad-dijo Gwendal entrando la habitación con el rey original en uno de sus hombros.
-¿Por qué no fue Murata?-pregunto curioso por la actitud de su amigo que se levantó para quedar en frente de él.
-por qué un imbécil no me quiso dejar ir y no se la maldita razón-dijo sentándose en la cama y viendo con ternura al bebé que comenzaba a despertar por el alboroto de su alrededor.
-mi amado sabio será mejor que se lo diga mi lady porque a mí no me lo creerá-dijo sonriente el rey ahora desde el hombro de Gisela que sorprendió cuando le dijo unas palabras al oído.
-claro su majestad-dijo Gisela con alegría acercándose al gran sabio y posando una mano en el vientre del sorprendido joven-¡cielos! Tiene cuatro meses de embarazo-dijo sorprendida pero con una sonrisa.
La expresión de Murata solo se ensombreció a tal punto de que a los presentes les diera frio por la baja de temperatura tan repentina, Yuuri solo pego más a su bebé que a pesar de estar despierto no lloraba y mostraba unos hermosos ojos.
-felicidades Shibuya después les traigo un presente para el bebé y para ti por ahora tengo asuntos que atender con un muy antiguo rey desgraciado-dijo mostrando una sonrisa sincera asía el joven maou que solo mostro una sonrisa nerviosa-ahora vamos Shinou al templo-dijo saliendo con rapidez con un lindo carmín en las mejillas.
-si sobrevivo a lo que me espera espero pronto visitarlos mis queridos Lord Von Bielefeld mi preciado Yuuri, ahora tengo que detener a un Gran sabio que sabe cómo hacerme desaparecer sin mucho esfuerzo-dicho esto desapareció del hombro de Gisela.
Los presentes se quedaron sorprendidos y confundidos pero sonrieron al saber que al fin ambos amigos unirían en cierta forma su vida, ya que al igual que Yuuri y Wólfram se daban cuenta de las nada discretas miradas que se daban. En la entrada del templo se encontraba un muy emocionado y desconcertado Murata, ya que no sabía si reír, llorar o ambas, realmente amaba al idiota de su “amigo” pero desde que tomo forma física y no fantasmal, y llegaron a tanto como el entregarse el uno al otro, no habían mencionado nada y no sabía si su “amigo” realmente amaba a su próximo bebé y a él o… sus pensamientos fueron esfumados al sentir unos fuertes y cálidos brazos rodeándolo y pegándolo a un fuerte torso.
-no sabes cuan feliz me haces al saber que la persona a la cual más amo lleva a mi hijo en su interior-Shinou al decir lo último posa una mano en el aun plano vientre de Murata.
-fue otra de tus artimañas ¿verdad idiota?-dijo sonrojado y sumamente avergonzado pero feliz.
-no… sorprendentemente no, pero no voy a negar que deseaba con todo mi corazón formar una familia contigo mi amado Ken-dijo suavemente al oído del escondido joven con un gran carmín en su tez.
-Shinou… te amo-dijo en un susurro que fue milagrosamente escuchado por el rey original el cual sonrió con ternura.
-y yo te amo a ti y a nuestro bebé-al terminar de decir esto atrapa el enterrado mentón del joven y lo levanta para atrapar con suavidad y dulzura los labios rosas pálidos del joven embarazado, al terminar el delicado y tierno beso se vieron a los ojos con amor.
-cof… disculpen la interrupción-Ulrike sonrojada y avergonzada por la escena que presencio se dirigió al rey original que retenía a un avergonzado y nervioso Murata que cedió la batalla enterrándose en el pecho como anteriormente estaba-pero solo quería ofrecerles mis más sinceras felicitaciones a su majestad Shinou y su santidad por el próximo bebé-dijo la sacerdotisa con una gran sonrisa.
-gracias Ulrike-dijo Shinou abrazando con más firmeza al sabio que el solo asistió y en un susurro dijo un “gracias” que fue escuchado por la sacerdotisa asiéndola sonreír aún más.
Mientras esto pasaba en el templo de Shinou, en pacto de sangre en la habitación real se encontraban solo Yuuri, Wólfram y su dormido bebé, tanto Yuuri como Wólfram veían con infinito amor al príncipe que se encontraba profundamente dormido.
-Wolf ¿Cómo le vamos a llamar?-dijo Yuuri acomodándose más en el cálido y protector torso de su esposo.
-mmm… ¿qué tal? ~Yuuto~-pregunto viéndolo a los ojos.
-me gusta ¿Por qué Yuuto?-dijo curioso.
-cuando estabas dormido su santidad nos mencionó algunos nombres por si aún no lo habías escogido, y me gustó mucho el nombre de Yuuto-dijo acariciando el cabello azabache del maou.
-¿y cuál es su significado?-pregunto curioso el joven viendo los hermosos jade de su esposo.
-amable, agradable, cariñoso, afectuoso-dijo pasando un dedo por la mejilla sonrojada del príncipe-y también nos dijo que en la tierra Yuuri y Yuuto tenían un significado parecido a pesar de que aquí Yuuri significa julio… me gusto-dijo viéndolo directo a los ojos.
-a mí también y por estar alejados es normal que por lo menos le nombres… lo siento si no hubiera tropezado…-fue callado por un cálido beso.
-no te preocupes por eso, el que estés aquí con mi hijo en tus brazos es lo más hermosos del mundo-dijo dándole otro beso-además para el segundo y tercer embarazo créeme que estarás aquí y no dejare que te acerques al agua para que no te vallas de mi lado-dijo coqueto.
-¡¿segundo y tercer embarazo?!-dijo sorprendido y sonrojado por la forma sugerente del rey concerté.
-claro…
*** 20 AÑOS DESPUÉS ***
Se encontraban Murata y Yuuri en el jardín de pacto de sangre viendo a sus dos hijos jugar entre los dos, ambos aparentaban entre ocho y diez años pero en realidad Yuuto tenía veinte años y Kenshi, hijo de Shinou y Murata, tenían diecinueve años. Yuuto a pesar de ser tan joven y parecer un niño era realmente hermoso, cabellos, finos y suaves azabaches, unos hermosos y grandes ojos verde oscuros como un profundo bosque, tez blanca, su rostro era muy lindo y tierno, a pesar de ser tan joven demostraba una gran habilidad para la espada y el maryoku de fuego como Wólfram el cual lo instruía. Kenshi un varón muy apuesto, de cabello rubio oscuro, tez blanca, unos profundos y lindos ojos azul oscuro, tenía una gran inteligencia y era un gran estratega como su madre pero al igual que su padre era muy poderoso. Yuuto y Kenshi estaban comprometidos, eso a Wolfram al principio no le gusto pero al pensarlo y meditarlo lo acepto, el joven era hijo del rey original y el gran sabio, sin mencionar que desde que nació Kenshi, Yuuto no se alegaban mucho tiempo, y cuando lo hacían a ambos se les veía bastante deprimidos.
-Ken ¿Cuándo nace el bebé?-pregunto curioso Yuuri acariciando con suavidad el vientre abultado de Murata.
-al parecer en cualquier momento, Yuuri -al decir esto acariciaba una mejilla del pequeño que el maou tenía entre sus brazos-es bueno que este embarazo fue aquí y no en la tierra como el de Yuu-kun-dijo divertido mientras veía a su hijo y a Yuuto jugar.
-es verdad, esta vez a Wólfram le toco atenderme y al parecer no se la deje fácil, aunque ni a mis padres y a Shori se la deje fácil esa vez y mucho más al estar tan deprimido y exigiendo cada dos horas helado de fresa con chocolate amargo o pocky de fresa-dijo divertido viendo a ambos príncipes ahora jugando con tres Kohi’s que los cuidaban encantados.
-ya estuve igual con Shinou… o mucho peor…-dijo con una sonrisa.
Los dos se volvieron a ver y rieron con mucha alegría al recordar los caprichos y berrinches que hacían a sus respectivos esposos, mas por diversión que porque realmente sintieran el deseo o la necesidad. Pero de un momento a otro Murata se quedó en silencio de un momento a otro con una mueca de incomodidad.
-¿te encuentras bien Ken?-pregunto preocupado el maou.
-mmm… Yuuri ¿llamarías a Shinou? Este pequeño ya quiere nacer-dijo con una sonrisa pero su frente estaba perlada por el sudor por el dolor que sentía.
-claro-dijo tranquilo, se levantó del banco donde se encontraban-¡Yuuto…! ¡Kenshi…!-los niños corrieron asía donde se encontraba el maou.
-si… mami/tío Yuuri-dijeron los príncipes al unísono.
-recuerdan cuando nació Willem-vio el asentimiento de los príncipes-bien, quiero que hagan lo mismo que esa vez-dijo con una sonrisa.
Los niños se vieron y sonrieron con complicidad, ambos niños se fueron al centro del jardín y respiraron profundamente para…
-¡¡¡PADRE!!!/¡¡¡TÍO SHINOU!!! ¡¡El bebé ya va a nacer!!-gritaron con gran fuerza, logrando que en todo pacto de sangre se sorprendiera por el gran grito de los príncipes de Shin Makoku.
Shinou y Wolfram se encontraban en una reunión informal con los diez nobles, puesto que el día anterior había tenido lugar un festival en donde se les requería y habían pasado la noche en pacto de sangre. A pesar de que Shinou no ejercía como rey, eso lo dejaba a su maou o en eso momentos en los que se dedicaba a su pequeño, a Wolfram, se interesaba por como fluía la estabilidad de su pueblo. Estaban en una plática amena en la cual giraba en torno a los príncipes y su compromiso que se daban cuenta que de amor y no arreglado, puesto que solo se tenían unas pocas semanas de ello y ellos estuvieron de acuerdo ya que Kenshi sería un buen rey concerté, cuando escucharon el estridente llamado de los príncipes y Shinou palideció al entender las palabras, pero de un momento a otro desapareció, era una de las habilidades que habían permanecido después de que recupero su cuerpo físico.
-Ken…- dijo cuando vio a su esposo encorvado, sus manos en su vientre, Yuuri y los príncipes tratando de reconfortarlo, se acercó a él y lo levanto con sumo cuidado-tranquilo, vamos con lady Gisela-dijo caminando con rapidez hacia el interior del castillo, en una habitación ya se encontraba Wolfram y Gisela para el parto de el gran sabio-Wolfram, lady Gisela.
Gisela y las sirvientas trabajaron con rapidez mientras Shinou le hablaba a Murata con cariño y con voz tranquilizadora, mientras el aun embarazado trataba de seguir las indicaciones, mientras al otro lado de la puerta se encontraba todo el castillo ansioso por el bienestar del gran sabio y el bebé próximo en nacer. Después de unas horas se escuchó un potente y sano llanto que inundo el lugar.
-¡oh! ¡Santidad es una hermosa niña!-dijo Gisela envolviendo ya a una limpia e intranquila princesa que lloraba por la atención de su madre.
Al colocar a la pequeña princesa en el pecho de Murata que al tenerla en sus brazos el abrazo con fuerza y delicadeza mientras la besaba y acariciaba las mejillas sonrojadas y regordetas.
*** AÑOS DESPUÉS ***
-que felices se ven-dijo un orgulloso el gran sabio viendo a los dos hijos de su mejor amigo y a sus hijos conversar con grandes sonrisas.
-es verdad Ken-dijo su amigo viendo como la única mujer de grupo les colocaba unas lindas coronas de flores-Stella es muy linda, espero que en unos años más Willem le pida matrimonio, sería una esposa perfecta para la casa Bielefeld, pero sobretodo el amor que le tiene Willem es muy grande que se ve con solo verlos a los ojos-dijo sonriendo con complicidad.
-es verdad Yuuri, pero Shinou llorara como niño pequeño al ver a su linda niña comprometida y casada, pero no hay mejor prospecto que Willem-dijo respondiendo la sonrisa del maou.
En el jardín se veía a los cuatro príncipes de Shin Makoku sentados en la fuente, los dos varones y el doncel eran muy sobreprotectores con la una mujer de su pequeño grupo, Willem era un atractivo varón de cabello rubio y ojos verdes esmeralda el cual tenía diecisiete años pero aparentaba siete años, una copia perfecta de Wolfram pero con una extraña combinación de la personalidad de ambos padres puesto que era muy amable y un poco ingenuo pero era extremadamente sobreprotector, celoso y obsesivo con una tierna y cariñosa Stella que era una linda copia de Shinou la cual contaba con dieciséis años pero aparentaba cinco años, una hermosa cabellera rubia como los rayos de sol al medio día, solo que en unos centímetros de las puntas era de un azabache intenso y brillante, ojos azules como el hermoso cielo, piel de porcelana, en algunas ocasiones lograba ser igual de infantil que su madre pero cuando la situación lo requería lograba ser mucho más inteligente que su madre y hermanos juntos convirtiéndola en una genio estratega y a pesar de su apariencia frágil y dulce podría derribar fácilmente a su oponente aunque no le gustaba la violencia, ella prefería leer y preparar dulces junto a Effee que le enseñaba con gusto. Todo en Shin Makoku era tranquilidad, mas no paz siempre habría conflictos pero por fortuna mínimos, pero si algún problema sería complicado y peligroso el maou Yuuri y su esposo Wolfram harían por protegerle a su pueblo. En un matrimonio las complicaciones y desacuerdos siempre existirán pero con el amor que se tenían estas parejas se resolvían a la brevedad y con amor.
La distancia ya sea física o del tiempo el amor aún puede abarcar gran parte de un corazón…
No importando cuan larga sea…
Un
Amor a la distancia.
*** FIN ***