El sol empezaba a tornarse de color naranja, los haces de luz entre las nubes se veían perfectos, cerca de la montaña Paoz un Saiyajin de cabello alborotado desnudo, su miembro totalmente erecto, estaba mirando a a otro de cabellos en forma de flama. Estaban muy tímidos, el mayor quería tomarlo como suyo pero él estaba nervioso, cada vez que se le acercaba protestaba
-no Vegeta
-¿Por qué no? Dijiste que me darías – tocándole las nalgas le sonreía pícaramente
Volvió a retirarse de su lado – No, porque tú siempre me lo metes de una sola vez
Era cierto, reflexionó por un rato, cada vez que estaba con él era apresurado y terminaba lastimándolo – Kakarotto – dijo en susurro – te lo prometo, esta vez será diferente – otra vez se le acercó pero más lento, más tímido, lo tomó de la cabellera y lo haló suavemente, sus respiraciones se mezclaron en una sola, estaban deseosos y no aguantaron más uniéndose en un beso dulce y lento, sus lenguas se tocaban causándoles un cosquilleo por todo el cuerpo.
El príncipe cerró los ojos y lo rodeó con una mano, mientras con la otra le agarró el miembro para masajearlo, si quedarse atrás Gokú empezó a quitarle ese traje de pelea dejándolo expuesto ante su deseosa mirada y agarrándole el falo empezó un vaivén lento de arriba-abajo
Ambos hombres jadeaban ahogados entre sus besos, pronto se fue convirtiendo en algo lujurioso, sus manos apretaban la piel del contrario, mordían sus labios queriendo comerse.
Vegeta se separó de su boca y empezó a besarlo en el cuello dejando varios moretones, bajó hasta su pecho y se centró en el pezón derecho, con sus manos le acariciaba la espalda y el rostro, continuó bajando hasta quedar frente a la palpitante erección del menor, tomándola con la mano derecha acercó su boca hasta darle un beso a la rojiza cabeza, abrió sus labios para introducirla y saborearla.
-mmm Vegeta, por favor déjala – Gokú se retorcía de placer, sus palabras eran de negación, pero su cuerpo opinaba lo contrario, sus manos se entrelazaban entre esos cabellos en punta ayudándole a mover la cabeza más rápido, cada succión producía un bello sonido que los excitaba más
Gemidos se ahogaban en la boca del mayor que usando su lengua logró que el otro perdiera la cordura y acompañado de un fuerte grito se liberara en su boca – que rico – tragó esa sustancia blanquecina y le lamió los labios
-¿Qué dices Kakarotto? – le abrió las piernas y se acomodó en medio, una mano empezó a tocarle el anillo carnoso mientras subía para besarlo
-Hazme tuyo – dijo abriéndose más y besándolo con desespero, el príncipe metió tres dedos de su mano derecha entre su boca, gustosamente los empapó de saliva y los sacó para llevarlos a su estrechez – Duele un poco – se quejó al sentir dos de ellos invadirlo
-relájate - le susurró para empezar a moverlos en círculos, sus dedos lo sentían, aquella cavidad estaba húmeda y muy tibia, al sentirla más dilatada un tercer dedo se adentró imitando estocadas, su miembro palpitaba y estaba muy lubricado
El príncipe volvió a acariciarle el pene - ¿puedo? – pidió permiso, y viendo al menor asentir con su boca entreabierta y sus labios llenos de saliva.
Se acomodó dejando su gran palo a punto de abrir a tope aquella entrada
-Hazlo lento – pidió, luego se saboreó los labios al sentir como su cavidad trasera era llenada de ese buen pedazo de carne sus labios se unieron nuevamente, esta vez el menor se hincaba hacia adelante para poder besarlo.
Por su parte el de clase alta se movía lento suspirando cada vez que su miembro se adentraba, al mismo ritmo masturbaba al menor logrando relajarlo por completo.
Pasados los minutos ambos movían a un solo ritmo las caderas, el sonido de la penetración era música a sus oídos, gemían sin pudor alguno, una onda de energía acabo con el pastizal cerca; el príncipe se había transformado en SSJ, su cabello lucía rubio, sus ojos verdes
-Eres muy guapo – el menor lo besó dándole una mordida en su labio inferior – Dame más – gimió en su boca, quería ver esa malicia con la que siempre lo tomaba, ya que esta vez empezó lento era hora de acelerar el ritmo.
Obedeciendo su pedido, el mayor lo tomó de las piernas y las puso en sus hombros, se echó más encima, se apoyó en la tierra con sus manos y pies y empezó a embestirlo con todas sus fuerzas, cada vez que entraba hasta el fondo ese duro órgano daba en un punto que lo enloquecía, sus piernas se entumecieron y rodeándolo por la cintura empezó a masturbarse con la mano derecha mientras enterraba los dedos de su mano izquierda en la tierra – AHHHHHHHHHHHH Vegeta – gritó liberándose sobre su pecho
El menor había llegado al orgasmo y su entrada se contrajo apretando más el miembro del príncipe en el interior – Kakarotto –tartamudeo blanqueando sus ojos y dando su última estocada, dejó su pene dentro llenado de semen aquella estrechez, volvió a besarlo para luego salir de él y acomodarse a su lado rodeándolo con sus brazos
-Estuvo rico – sonrió el menor acariciándole las manos
-podemos repetirlo – Contestó el príncipe besándole el cuello
Gokú se volteó de frente y susurrándole –déjame abrazarte – se durmió entrelazando sus brazos y piernas. Vegeta también estaba algo cansado y dándole un beso en la frente también se dejó dominar del sueño.
°°° Esta vez me trató como si me amara °°° pensó en menor entre sus sueños
El ceño fruncido del de clase alta desapareció y la noche cayó, dos cuerpos abrazados a la luz de la luna se daban el suficiente calor como para no sentir frío