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Una cancion por knaxzerim

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Notas del fanfic:

k.- no nos habiamos percatado que no es posible leerla en su version actual, asi que tras tratar de editarla, optamos por volver a subirla, solo que con algunas correcciones menores

z.- la primera version en verdad es nuestra concentida, pero madre mia cuantas faltas de ortografía tiene

 

Notas del capitulo:

kana.- esperamos que este capi no presente errores

zerim.- la verdad es que es nuestro primer fic extenso y los rews que nos dejaron anteriormente fueron hermosos

kana.- optamos por corregir las faltas de ortografia y no realizamos modificaciones mayores al texto 

zerim.-  yumi moto esperamos aun te guste esta historia

La sala de la habitación estaba iluminada por una lámpara de luz blanca, un chico de cabellos empuntados sostenía en las manos una hoja de registro, las palabras “cumple con todas las expectativas, esperamos asista a la brevedad a este llamado” saltaban en negritas aunque no fuera así, el joven miraba extrañado y al mismo tiempo molesto la puerta del baño de la planta donde se encontraba, donde su compañero de casa se aseaba

 

_Yami, ¿cómo pudiste?

 

Preguntó al aire, no le molestaba que su compañero buscara una nueva oportunidad, le molestaba el hecho que no le avisara y que la dirección de esa empresa estuviera prácticamente en otro distrito. Mientras tanto el mayor de los dos, en apariencia dejaba ver su cuerpo enfundado en un pants gris y una camisa de tirantes gruesos color negro; había escuchado la pregunta, pero fingió no hacerlo y frunció el ceño en clara señal de molestia.

 

_que haces cotilleando entre mis papeles

 

_por qué no me dijiste?

 

_Yugi, sé que no me entiendes, pero necesito salir de ahí.

 

_tanto te molesta hacerte cargo de mí!

 

Era una reprimenda que se esperaba pero que no sabía cómo enfrentar, las cosas se habían salido de control, las cosas, la casa, sus sentimientos, el mismo Yugi estaba cada vez más extraño y con las jornadas de trabajo que se cargaba, él mismo se la vivía de mal humor.

 

_Yami y que pasará con migo

 

_no voy a irme a ningún lado, solo que ese trabajo es una oportunidad única 

 

_que tanto te molesta? Acaso piensas que no lo sé! Pero me preocupas

 

_lo sé y es por eso que quiero salir, dejare ese trabajo que es tan pesado y aprovechare una mejor oferta ahí pagan mejor y es un verdadero reto para mis capacidades.

 

El menor hizo un mohín de resignación, su amigo tenía razón, siempre la tenía, nunca se había equivocado, bueno no lo hacía tan seguido como él.

 

_está bien te apoyaré para eso somos amigos.

 

El pequeño lamentaba la decisión de su oscuridad, lo de menos era que cambiara de trabajo, él jamás le había hecho daño y lo había probado incontables ocasiones.

 

Sin embargo algo pasaría que cambiaría todo. Ahora el faraón vivía en su casa; él trabajaba medio tiempo y Kaiba era su tutor legal desde que su abuelo murió, (¿Por qué? Es un secreto y la razón la explicare después)

 

_bien, Yugi quieres tomar un baño

_si, pero también tenemos que preparar algo para cenar.

 

Sonó el timbre y Yami se apresuró a abrir, en el umbral apareció el castaño más rico de toda ciudad Dominó.      

 

_hola Kaiba!

 

_Yami, buenas noches, estará Yugi?

 

_está tomando un baño

 

_creo que lo esperaré

 

_toma asiento, quieres algo para esperarlo, un café un té

 

_Té estará bien

 

 

Yugi apareció en la sala cubierto con una toalla alrededor de la cintura, al instante se ruborizó, pero se recompuso y le saludó

 

_hola Seto? A que debemos el honor

 

_me han enviado tus calificaciones, de nuevo están bajas ¿qué te está pasando?

 

Yami dejaba una charola con tres tazas de té y unos parquecillos, de inmediato el menor se ruborizó, al escuchar eso venir de la boca de su tutor legal.

 

_bueno es que no me dio tiempo de terminar un trabajo, por eso, no te preocupes puedo arreglarlo.

 

_oye, desde que murió tu abuelo me convertí en tu tutor por decisión propia en lo que cumples la mayoría de edad, pero no entiendo por qué insistes en trabajar si yo puedo ayudarte.

 

_no me sentiría cómodo, Seto solo necesito que firmes las responsivas de la escuela, dado que Yami no tiene registro legal  

 

_está bien, de todas formas ya me harté de estarte suplicando. Por otro lado vine por ti también Yami 

 

Este se empalmó extrañado, Seto se tomaba muy en serio eso de la legalidad de sus responsabilidades, pero tal como lo había dicho antes Yugi, él no tenía registro legal, las referencias que presentaba siempre habían sido una magnífica obra de su mágica computadora y uno que otro amigo en el gabinete gubernamental.

 

_me enteré que dejaste tu trabajo

 

_ah era eso, si lo hice esta mañana por que tengo una mejor oferta.

_y se puede saber ¿de quién?

 

_Kaiba se dice el pecado más no la penitencia

 

_ Yugi tú lo sabes?

 

_eh? No Yami no ha dicho nada.

 

El castaño se despidió, pasado un rato, se negó a cenar con ellos alegando que Mokuba le esperaba en la mansión.

 

_Yugi, te molesta que no trabaje cerca?

 

_No es eso, solo que aun resiento la muerte de mi abuelito, y la escuela y el trabajo, son muchas cosas las que tengo revoloteando en la cabeza.

 

Recordó entonces el suceso, después de marcharse al reino de los muertos, los dioses de su pueblo le pidieron que viviera la vida que le habían quitado, esa que por los males del mundo de había zanjado al crearse el reino de las sombras, se acercó a Yugi que estaba sentado en el pequeño sillón de la sala aun con la toalla alrededor de su cintura.

 

_se va a enfriar el baño, y si sigues así tal vez te resfríes

 

_ya voy

 

Una vez que Yugi desapareció en el umbral, se sujetó la cabeza, con pesadez, eran unos extraños mareos que acudían a él cada vez que se peleaba con su luz, pero una vez cerca de él estos cesaban y parecía que nada había pasado.    

 

_Los dioses me enviaron en un cuerpo independiente después de la muerte del abuelo, justo cuando llegué la única idea en tu mente era el deseo de morir, suicidarte era la única salida que podías vislumbrar a tu soledad.

 

Afirmó el Faraón con un tono divertido Yugi estaba encaramado en la azotea de la casa en pijama, justo en el momento que él llegaba a la casa luego que de buenas a primeras despertara en Ciudad Dominó con su antigua ropa de faraón y por única fortuna las escasas joyas que adornaban su cuerpo. “Ni siquiera lo sabía, estaba dormido” contestaba Yugi una vez que el tema salía a flote, sonámbulo o no, ese chico le preocupaba en sobre manera, pero después de mucho habían podido superar esa etapa.

 

Yugi salió de la ducha luego de un rato, se puso su pijama y después se sentaron a comer, la cena normalmente consistía en algo, ligero, ambos estaban tan acostumbrados a las malpasadas que una cena pesada les caía siempre mal; el menor miraba aun compungido a su contraparte, Yami lo notó aunque no le estuviera viendo y aun con la mirada en el plato de cereal le dijo.

 

_estaré bien en mi nuevo trabajo además las cosas mejoraran, ahora podré ayudarte más y a lo mejor y puedas dedicarte completamente a estudiar.

 

_Yami, aunque pueda, no pienso hacerlo.

 

_Yugi no seas terco

 

_Sabes que no me gusta depender de nadie, así que no debe extrañarte.

 

_Yugi...

 

_olvídalo...

 

El chico se levantó molesto y se dirigió al baño y de inmediato a su habitación, estaba cabreado, pero no con Yami, él siempre estaba a su lado, y era precisamente su cercanía la que lo turbaba, Yami había vuelto casi dos años después que se separaran muchas cosas habían pasado en ese periodo tan corto de tiempo, lo extrañaba eso era verdad, pero su anhelo no era de amistad, era un mero deseo carnal que le excitaba cada noche de soledad después que su abuelito muriera. Pronto la noche se tornó brumosa y se desató una tormenta bastante fuerte con rayos y toda la cosa. A Yugi le asustaban los truenos, los detestaba como si fueran algo peor que los males que antaño había tenido que superar, sin embargo ahora no quiso ir a la cama de Yami para no sentir tanto miedo.

 

_Yugi

 

La voz del faraón se hizo notar frente al pequeño que cubría su cara con las sabanas.

 

_ ¿Qué quieres Yami?

 

El chico se sentó a un costado de la cama, y posó su mano en la espalda del pequeño.

 

_No tienes por qué pasar por esto solo, estoy aquí para protegerte.

 

_Yami, me siento bien es solo que no puedo seguir preocupándome por tonterías

 

_...pequeño...

 

La mirada del mayor estaba cargada de ternura y admiración, aun así dejó ver que estaba preocupado por el chico, a pesar de no decírselo sabía lo que el muchacho de los ojos inocentes sentía por él, o al menos creía saberlo y corresponderlo de una forma fraternal, temía que el corresponderle le haría sentirse ofendido. Así que simplemente lo abrazó.         

 

_Yami porque sigues a mi lado, sabes que soy más fuerte de lo que aparento

 

_El ser fuerte no significa que te cierres al mundo

 

_Yami...mph

 

Un relámpago calló muy cerca de ahí, así que el pequeño se aferró al pecho de Yami. Tras un rato en esa posición el chico se sintió más calmado. Yami lo colocó e nuevo entre las sabanas y se arropó a su lado, Yugi aún no se dormía.

_mañana es mi cumpleaños, te acuerdas?

_si

_quiero que...yo quiero

_qué? Dime si puedo claro que te complaceré

 

Yami se recargó en su antebrazo para darle la cara al Yugi, quien se había levantado, el mayor le gustaba mimar a su contraparte, era una tradición que arraigaba de su antigua vida, amaba mirar a su luz, aunque no sabía a ciencia cierta el por qué.

 

_te amo

 

Susurró Yugi aun con la cara escondida entre el pecho y los brazos de Yami, este se sobresaltó, pero se sintió extrañado, era verdad lo que su aibou estaba diciendo.

 

_Yu...

 

_tal vez sea poca cosa pero, yo….olvídalo 

 

_quien dijo que eres poca cosa

 

Le sujetó la frente besándola en forma protectora, el otro abrió los ojos y sin más se escondió avergonzado de los pensamientos sucios que invadían su mente.

 

_bueno, entonces dime que es lo que quieres que te regale para tu cumpleaños

 

Yugi se molestó ante el comentario, él se había esforzado en dejar sus sentimientos al aire y Yami, salía con lo de su regalo, pero si sus palabras no le convencían, sus acciones si, sonrió con alegría y frunció la boca en una sonrisa macabra.

 

_es que...yo quiero... ¡que tengamos sexo!

 

_Yugi?

 

La proposición le cayó como balde de agua fría, él sabía que Yugi era virgen, pero por dios hace solo treinta segundos le había confesado su amor y ahora quería acostarse con él; eso le hizo caer en la cuenta que no era alguien tan inocente como lo aparentaba

 

_sé que no me quieres como yo...pero al menos cúmpleme este deseo

 

_es una situación más allá de lo ambiguo, Yugi es algo íntimo, que debes estar consciente de lo que estas pidiendo

 

_lo sé pero…aun con la poca cosa que soy…yo

 

_no sé de dónde sacaste esa idea tan estúpida...    

 

_ ¿Qué?...

 

_en verdad, es una idiotez...

_no estoy para soportar que me insultes...solo bastaba que me dijeras que no!!

 

El pequeño se levantó enfadado tiró de las mantas y ocultó su rostro con ellas, al fin se había atrevido a pedirle su más grande deseo y le contesto de una forma muy grosera. Se dirigía a esconderse al baño, cuando unos fuertes brazos lo rodearon por detrás.

 

_es una idiotez que pensara que eres poca cosa... Yugi, pero ¿estás seguro?  

_completamente

_bien pero antes...

 

Retiró las mantas de la cabeza del chiquillo, y se arrodilló ante él

 

_ será un honor para mí que aceptes ser mi pareja

 

Yugi se sonrojo y abrió al máximo sus ojos, aunque la sorpresa era igual para el mayor supo que lo que ambos sentían era un sentimiento muy fuerte, algo que le gustaría cultivar y hacer crecer para merecer el cariño de su luz, le miró a los ojos y una sonrisa como las que antes podían brotar de sus labios con naturalidad.

 

_qué dices, aceptas?

_claro que sí

 

Se arrojó a su cuello y lo besó tiernamente, después de todo sólo una persona antes que Yami lo había besado. Sin embargo el mayor no se conformó con eso así que pidió el acceso a su boca obteniéndolo  casi de inmediato, dos lenguas danzando en una confrontación dónde claramente se veía  quien tenía más experiencia de los dos. Pronto el aire comenzó a ser escaso  y debieron separarse.

 

_bueno, debo cumplir lo deseos del cumpleañero

_Yami...

 

El faraón se dirigió a besar su cuello y a recorrer con ávidas caricias el cuerpo de Yugi por encima del pijama. No era la primera vez que lo tocaba, pero si la primera en la que podía hacerlo como siempre quiso, sintiendo los estremecimientos y la aceptación del pequeño, quien de igual forma se dedicaba a acariciar al faraón y a desvestirle. Yami dormía cubierto con una playera ancha  y sus boxes, le molestaba usar algo más aparte se esas prendas, en ese momento Yugi había retirado ya la playera, y ahora besaba el cuello y el pecho de su oscuridad, en verdad que deseaba ser uno con el faraón de nueva cuenta. Yami se dedicaba a disfrutar el delicado roce de las manitas de su aubou, al parecer el que fuera virgen era algo que ya ponía en duda, pero que ciertamente le importaba un comino, acariciaba su espalda y cabello al sentir el contacto de los dientes del pequeño sobre su clavícula; pero ya no quería solo recibir ahora sería él quien perturbara con sus acciones al pequeño. Detuvo las caricias de Yugi, y literalmente lo arrojó a la cama, la acción era brusca, más la sonrisa que se veía en su rostro tranquilizó al chico, quien ahora estaba recostado en ella con los pies colgando, Yami se posó sobre él con ambos brazos a sus costados, acarició la mejilla de Yugi con la mano izquierda y apoyado en sus rodillas comenzó a desabotonar la camisa del pijama que su luz traía puesto, la visión del pecho blanco de Yugi le pareció la visón más bella de su vida

_no puedo creer que un ángel como tú, quiera ser poseído por alguien como yo                   

_digamos que me sentí atraído por tu mística personalidad

 

Atrajo su boca y demandante la invadió, enrollo su lengua mientras con una de sus manos pellizcaba las tetillas del faraón, un jadeo les separó, Yugi le miro mientras arrastraba su lengua por el lóbulo de su oreja, el estremecimiento del faraón le recordó su harem, y al mismo tiempo una punzada de celos le llenó el estómago de piedras

 

_Yu...Yugi has hecho esto antes?

 

_n…no...

 

Se turbó y sonrojado movió la cabeza enérgicamente, pero no podía sostener la mirada de Yami, este hizo una mueca de entendimiento, y se acercó devolviendo las caricias igual que su luz, estremeciéndolo con su contacto.

 

_no me molesta

 

Yami se abalanzó sobre su cuello, marcándolo con sus labios y la exquisita presencia de sus dientes, pronto solo le restaba retirar el pantalón de Yugi y lo hizo junto con la ropa interior.  El miembro despierto del pequeño era su siguiente objetivo, besó nuevamente al chico en la base del cuello, la barbilla hasta llegar a los labios, mientras hacía esto una de sus manos se dirigía traviesa a la entrepierna del muchacho, acariciando los muslos rodeando hasta los glúteos, y de pronto aprisionando aquel miembro con bruscos movimientos, moviéndolo de arriba hacia abajo, girándolo, y sobre todo acariciando la punta  con su pulgar, ya que esto no solo estremecía al muchacho sino que lo hacía gemir placenteramente.

 

Yugi perdía poco a poco la conciencia, su Yami besándolo como lo hacía, correspondiéndole cada roce con diligencia y experiencia, y sobre todo la forma en como tomaba su miembro y lo estaba masajeando haciendo que se sintiera en las nubes, no podía más sus sentidos embotados reclamaban una salida, una forma de liberarse de todas esas sensaciones juntas, pronto el trabajo de Yami se vio recompensado cuando Yugi se corrió, inundando su mano con semen   

 

_Ahhh Yami Lo...los... lo siento no pude mas

_ no te disculpes, de eso se trata

 

Sonrió con malicia, y atrajo su mano a su boca sorbiendo un poco del orgasmo del pequeño y una vez más atacar sus labios, dándole a conocer su propio sabor. De nuevo el pequeño tomó la iniciativa y se giró sobre Yami, ahora él estaba arriba. Sin abandonar los labios del mayor, se dedicó a recorrer con sus manos el pecho de este, descendiendo a la línea que definía sus glúteos, tomando de forma sorpresiva el miembro de Yami.

 

_oh Yu...Yugi

_espera, esto te gustará.

 

Descendió a su entrepierna, y comenzó a mordisquear sus muslos, para después proceder a meterlo en su boca, despacio comenzó a succionar y dar lametazos de la base a la punta, las acciones del chico asían perder la cabeza al mayor, ¿quién diría que fuera tan bueno?

_Por Ra

 

El trigueño estaba más que hundido, ahogado en el placer que el pequeño le proporcionaba, sus caderas actuando por si solas profundizaban el húmedo contacto de su boca, pero algo le hizo detenerlo, no deseaba venirse en ella, no, debía cumplir el deseo del chico, así que haciendo uso de la poca conciencia que le quedaba lo detuvo, aprisionando sus labios nuevamente.

 

_que haces??

_aun no...

 

Su voz sonaba ronca, se incorporó, y de nuevo tomando la iniciativa se levantó tomando al pequeño por la cintura, elevándolo un poco hasta posesionarlo sobre su erección, esto sería magnífico y al mismo tiempo le daría a Yugi la oportunidad de tomar su propio ritmo.

 

_listo pequeño?

_si

 

Estaba un poco asustado, si era cierto que no era la primera vez que estaba con alguien, pero nunca llegó tan lejos. Pronto sintió el miembro del trigueño invadir sus adentros, sentía que le faltaba el aire en realidad era más de lo que esperaba, dolía como las mil madres, (k.- perdón por la expresión) se dejó ir, sentándose sobre la erección provocando una mueca en el mayor, estaba tan ajustado, pero por alguna razón había olvidado prepararle.

 

Justo en ese segundo, El faraón se encontraba completamente dentro de su aibou, estaba completamente empalado en él, estaba tan apretado que a él también le costaba trabajo respirar, la excitación y las ganas de gritar lo estaban asfixiando.

 

_Oh...Yugi...

 

Un jadeo más siguió a esa confesión, deseaba moverse pero debía darle tiempo al chico de adaptarse a sentir lo mismo que él, para poder hacerle sentir mucho mejor aún. Yugi pareció adivinarle el pensamiento y poco a poco comenzó a embestirse solo, pero cada movimiento le hacía sentir el culo ardiendo como si fuera una tortura extraña, sentía un nudo en la garganta y unas cuantas lagrimas brotar de sus ojos; Yami le detuvo y le recostó en la cama con él entre sus piernas, sus respiraciones estaban agitadas y ambos tenían la mirara vidriosa, uno presa de la congestión de un control que no quería mientras el otro después de sentirse invadido tenía en pensamiento revoloteante de querer detener las cosas en donde estaban, pero un movimiento involuntario de la cadera del mayor le hizo pensarlo mejor: en verdad se sentía muy bien y se sintió mejor cuando Yami aumentó la velocidad, ambos danzando, chocando sus cuerpos, rosando sus pieles y sus adentros, la máxima unión se había consumado en la víspera de las 19 primaveras del joven Yugi. El orgasmo sobrevino en ambos sujetos al mismo tiempo, ambos cansados, y extasiados se desplomaron en el lecho ya sin fuerzas suficientes como para hablar siquiera.

 

_mi ángel, estas bien?

_si, mejor que nunca.

_vamos a descansar.

_creo que deberías tomar otro baño.

_ mañana temprano, ahora hay que descansar.

Ambos se descargaron a los brazos de Morfeo, abrazados como un hermano mayor que protege a su similar.

 

Despertaron temprano, ambos estaban cansados aun, más el pequeño quien sentía molestias en la parte baja de su espalda.  Tomaron un baño juntos y salieron a sus actividades, Yami comenzaba su trabajo esa mañana y pasado el mediodía ambos estaba libres para ir a pasear, fueron al museo de Dominó, y recordaron aquella cita que tuvieron con Tea. Cuando los dos fueron a la arcada y la muchacha se subió a bailar con un fulano que hacia trampa

 

_Estabas espiando??

_no, solo que tenía curiosidad.

_bueno no es muy buena conversando...

_mentiroso

 

Comento el pequeño con un deje de molestia, miró a la acera recordando todo lo que la muchacha le había insinuado a su ahora acompañante, a SU novio y pensó que era “una putita santurrona”

 

_Pero la idea fue tuya

 

Se defendió el mayor, recordando la invitación tan amable que hizo su luz dejándolo al descubierto en medio de la calle, mientras él se replegaba a su habitación mental. 

 

_está bien, al menos no llegaron más lejos

 

Todo el día junto besándose, abrazándose descubriéndose mutuamente, al llegar a casa, notaron que la puerta estaba abierta.

 

_tranquilo, debemos ser precavidos, pero si algo se presenta no dejare que te hagan daño

 

El mayor abrió la puerta, y Yugi entro tras él, un tanto preocupado.

 

_FELICIDADES!!!!!!!!

 

Ambos sujetos respiraron tranquilos al ver a todos sus amigos ahí alrededor de un pastel de cumpleaños.

 

_chicos que susto nos dieron

 

Dijeron los tricolores al mismo tiempo

 

_ Yami, de que podrías preocuparte, te avisamos que le haríamos esta fiesta a Yugi?

_ En serio? Creo que no lo recuerdo

_Yami, como que se te olvidó?

_creo que si

_torpe!!!!

 

Gritaron Joey y Tristán al mismo tiempo mientras le pasaban un brazo por la espalda, riendo con los ojos entrecerrados hasta que Yugi  comentó 

_wow que amables chicos

_cómo olvidarnos de tu cumpleaños

_Bien feliz cumpleaños Yugi

 

Yami se acercó a Yugi mirándolo como gato con un ratón en las garras y a punto de saltarle a bocado, el chico se electrizó mientras sentía sus orejas arder violentamente.

 

_Yami no me veas así

_Así como??

 

Decía mientras se acercaba al pequeño y aprensaba sus labios, describo la escena, Joey y Tristán con los ojos abiertos a mas no poder, Tea tratando de contener las lágrimas, Duke desconcertado sintió de pronto un tic nervioso surgir de su ojo izquierdo, Yugi sonrojado y viendo estrellas mientras que Yami tenía cara de niño travieso al cual la broma le salió bien, y Kaiba (a qué hora llegó Kaiba???) turbado carraspeo un poco para que el ambiente y la tensión se relajaran un poco.

 

_chicos, no coman pan en frente de los pobres

 

Dijo finalmente el rubio que tras superar el shock se decidió a hablar.

 

_disculpen...

 

Dijeron ambos sujetos todos con la cara color granate, después de unos minutos Seto se excusó para irse aun sin Mokuba que acababa de llegar, tras él un par de segundos después Joey le siguió los pasos alegando que ya estaba muy ebrio para su propia seguridad; Mokuba se constipo al enterarse que su “Hermano legal” era pareja oficialmente de Yami, el faraón de antaño que justo ahora era un donnadie, Tea fue acompañada por Tristán y Duke, y dado que ya no tenía mucho que hacer en ese lugar también Mokuba se fue agradeciendo la velada.

 

Salieron de la casa para acompañar al más joven de los chicos, era tan lindo y no querían que le pasara nada un par de calles después la limosina son las letras KC ya le estaba esperando. Esa noche de camino a casa fue la oportunidad perfecta para mirar la hermosa luna que había en el cielo. Tras pasar un rato en el parque cercano decidieron volver.

 

Un par de semanas después esa se había vuelto una costumbre, salían a comprar galletas y café, o simplemente a conversar, ese parque estaba muy cerca de la casa unas cuantas calles y  la mayoría de los vecinos se conocían entre sí. Pero uno de esos días un sujeto alto y corpulento les salió al paso, por reflejo Yugi se replegó a la espalda de Yami quien de inmediato se puso a la defensiva

 

_Hawww que linda parejita, hasta se ven lindos así juntos

_Que quieres, imbécil

_valla el chico puercoespín, tiene agallas

_vámonos Yami

_está bien 

 

Al dar la vuelta y mirar alrededor se dieron cuenta que había más de uno y que por cierto los tenían rodeados, emprendieron la carrera Yami tirando de la muñeca de Yugi sin embargo el menor tenia las piernas más cortas, y menos condición en cuanto Yugi se fatigó ambos fueron a parar al suelo, Yami acunó al menor entre sus brazos buscando algún local abierto una casa que pudiera darles refugio, pero ese lugar estaba muerto inmerso en la oscuridad.

 

_no dejaré que te hagan nada…

 

Llevó la mano a su cuello buscando el rompecabezas milenario y lo pendió al cuello de Yugi, besando su frente y después levantándose. Salió buscando a los tipos, los estaban buscando, el camino único de salida era la calle de empedrado frente al callejón donde se habían arrellanado.

 

_Yami… 

_cuando nos ataquen, corre.

_Yami, ¿Qué dices? No puedo dejarte

_te prometí que nada malo te pasaría, la carretera está cerca detén un auto y ve a casa, ahí estarás a salvo

_Pero...

_no te preocupes por mí, si tu estas a salvo yo me sentiré tranquilo

_yo... ten cuidado

 

Yugi soltó la mano de Yami y ambos se pusieron de pie, nunca creyeron esas leyendas sobre las personas homofóbicas y lo que podían hacerles, ambos corrieron Yami rezagándose a propósito pero al final atraparon a los dos, los tipos atacaron; Yugi le había dado la espalda completamente a su pareja,...intentaba huir tal como le habían dicho...pero fue en vano, no había llegado muy lejos cuando le alcanzaron, al atraparme lo golpearon, y él por instinto se hizo un ovillo, uno de ellos le elevó el rostro un instante y delante de suyo estaba su doble, Yami ileso solo escoltado por dos tipos en apariencia de complexión delgada, nada comparado con los cerdos que ahora le tiraban de la cabellera, mirando como si deseara que lo que le pasaba, sin hacer nada.

 

No pudo mirar su rostro de forma nítida, pero tenía los brazos cruzados frente a su pecho, él no estaba siendo atacado, le mantenían en el piso, pateándolo nada de lo que dijera podía evitar que continuaran con esa tortura. De nuevo un golpe en la cara y sintió algo en lo ojos, un polvo extraño que de inmediato los hizo arder, gritó

 

_YAMI!!! YAMI AYUDAME…NO PUEDO VER!!

 

Pero ni los brazos de Yami, ni tampoco su voz llegaron a sus oídos, fue mucho o poco el tiempo que estuvo en el piso, ya no quería abrir los ojos ya sabía que lo que vería no le gustaba y mucho menos lo asimilaba, sintió algo tibio a su lado pero de inmediato supuso que era uno de los maleantes.

 

Escuchó un rechinido de llantas, varios golpes secos cerca y una voz que le pareció muy conocida.

 

_YUGIIIIII!!!!

 

Lo último que recuerdo un certero golpe en mi cara justo en la acera, sintió sangrar mi frente, arder mi rostro, sentí como si mis orbes se desprendieran  pero nunca sintió el tacto de Yami y mucho menos su voz.... “él no hizo nada para ayudarme”                  

Despertó después de unas 8 horas, pero todo se encontraba en tinieblas. Estaba seguro que había abierto los ojos pero no veía nada, la luz era una percepción acuosa y algunas formas, pero la mayor parte de todo estaba tan borroso e indistinguible que le dolió la cabeza por el esfuerzo.

 

_Yugi

_Tea? Que...que pasa? Por favor enciende la luz

_Yugi...es medio día

_pero…yo no veo nada...

 

La muchacha soltó un ahogado gemido y por el movimiento que escuchó supo que tenía en la mano un pañuelo de papel y ahora se secaba las lágrimas. Entre hipidos comenzó a decir…

 

_los asaltantes te golpearon tan fuerte que...

 

No tuvo corazón para decirlo y rompió a llorar de nuevo, no pudo decir que posiblemente no podría volver a ver, que eso era lo que los médicos de urgencias habían dicho, era un caso perdido.

 

_y Yami, dónde está Yami?

_n...no...no lo hemos encontrado, Kaiba te encontró él fue quien te trajo aquí.

_...no...No puede ser

 

Yugi se levantó...o al menos intentaba hacerlo, pero la imposibilidad de sus ojos, sus heridas y las agujas que permanecían clavadas en su brazo, le impidieron cumplir con su cometido, sus piernas estaban adormecidas y aun con la vista cegada sintió unos puntos en ellas que supuso eran hematomas. 

 

_Yugi cálmate por favor…lo vamos a encontrar…no te preocupes por él 

_no te metas Tea...ese  i...idiota me abandonó 

_Por favor Yugi...no digas eso él...te ama 

 

Le dolía, a ella le dolía en sobremanera el hecho de aceptar que su faraón nunca la amaría a ella, lo había comprobado el día en que hicieron la fiesta, el beso de ambos le rompió el corazón y le abrió la mente; tal vez ese día debía decirlo

 

_y por eso me dejó?...por qué me ama no me defendió?, ahora lo recuerdo…él estaba con esos sujetos al lado y no le estaban haciendo nada

_Yugi...

 

Con lágrimas de rabia en los ojos dejo vaciar su tristeza entre  las  vendas que cubrían su rostro, pronto un lastimero grito de ira y despreció hizo eco dentro de las paredes del hospital  

 

_Yami!!! Lo prometiste, prometiste que no dejarías que nadie me dañara que...que  no te separarías de mí...Yami idiota, porque me dejaste solo de nuevo...Te odio ojalá te hayas muerto!!!!!!!!”

 

 Todo esto se repetía en retrospectiva en un joven ahora de 23 años, su cuerpo era un poco más alto pero conservaba un cierto aire inocente, era extraño pensar que ese muchacho que ahora se hacía a un piano para revivir con una sonata su pasado fuera en años anteriores el famoso “Rey de los Juegos”

 

_Yugi??, en que piensas 

_ Hola amor, en nada en especial...

_ aun lo extrañas, lo sé pero yo lograré hacerte olvidarlo

_Me pregunto ¿qué fue de su vida?

_Lo he buscado, pero pareciera que se lo tragó la tierra.

_por qué lo haces, solo es un capricho, un capricho del pasado

_todo por complacerte

_eres tan bueno con migo

 

 El chico sonrió, pero a pesar de su esfuerzo la tristeza se dejaba entrever en su cara

 

_Te amo, no es para menos      

 

El pequeño tricolor estiraba su mano, y un castaño de ojos azules se le acercaba para besarlo tiernamente y posteriormente abrazarlo de forma protectora. 

 

_¿Cómo están tus ojos?

_ciegos igual que ayer 

_te prometo que encontraré a alguien que pueda curarte, no debe ser tan difícil.

_que más da, si eso hace que estés a mi lado.

_yo no te quiero a mi lado solo por eso, lo sabes bien

 

Comentó el castaño mientras colocaba la cabeza del tricolor entre su cuello y su pecho, Mokuba entró a la habitación, ahora el portaba el cabello corto y sus ojos azules enmarcados con unos elegantes lentes de montura.

 

_Yugi, Tea te está llamando...

 _...dile que no quiero hablar con ella.

_Pero...

_Mokuba por favor!!!

_Hermano, dice que…es referente a Yami 

 

Yugi, sintió formarse un nudo en su garganta, y en vano trataba de ahogar sus lágrimas; Kaiba salió de la habitación junto con Mokuba y le quitó el teléfono.           

 

_Diga??

_Kaiba, podrías comunicarme con Yugi.

_No, no puedo

_Por favor, sé que está cerca, necesito hablar con él.

_Lo  siento, pero no va a ser posible, se encuentra dormido.

_Kaiba no entiendo tu afán, sabes perfectamente que Yugi no te ama y que jamás lo va hacer, no le hagas más daño.

_Tú qué sabes?

_Kaiba no quiero discutir contigo de algo que por demás está dicho. Comunícame  a Yugi.

_No

_solo eso, solo no, olvidas que somos amigos de mucho tiempo antes que tú te convirtieras en su pareja...

_el solo hecho de mencionar tu nombre en esta casa está prohibido, y que decir de ese faraoncete de quinta, lo siento pero MI Yugi no quiere saber nada de una bailarina fracasada y de un traidor.

_Kaiba CALLATE! Sabes perfectamente que Yugi no conoce la historia completa…

_sí, es cierto jamás pudiste cumplir tu tan conocido sueño…_comentó como si no la hubiera escuchado y dile a ese imbécil si es que se encuentra cerca, que se olvide siquiera de volver a verlo, él lo odia y el solo escuchar su nombre le provoca nauseas. Así que gracias por llamar, pero no vuelvas a hacerlo.   

 

Colgó el teléfono a pesar del tono venenoso que había utilizado para zanjar el asunto sabía que las cosas tenían un trasfondo que se encontraba oculto para bienestar mental de su pareja, del chico que por alguna razón primero odiaba a muerte y después le propino un puñetazo romántico robándole el corazón de una.

 

_Yugi quieres ir a cenar con nosotros esta noche

 

Preguntó en voz alta mientras Mokuba se arrellanaba en una esquina mirándole atónito, su hermano siempre defendía lo que era suyo con mucho ímpetu.

 

_claro amor.

 

 Fue la respuesta.

Notas finales:

kana.- esta historia fue iniciada cuando recien comenzabamos la licenciatura junto con mamam

zerim.- muchas cosas han pasado desde entonces, y en verdad maduramos como creativas

kana.- trataremos de actualizar esta historia cada semana, solo con las correcciones correspondientes a la ortografia y puntuacion, aun asi, si es la primera vez que lees esta historia y consideras que te gusta, en verdad te damos las gracias 

zerim.- si no lo es, y piensas que quiza ya esta un poco pasada de moda, tambien te damos las gracias y te entendemos. 

saludos 

 


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