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De nuevo por shinobu_k

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Notas del capitulo:
¡Buenas, cuanto tiempo! Sólo un par de cosillas: El fic es sobre KAT-TUN, así que si no conoces el grupo o no entiendes ciertos términos, los aclaro encantada, no temais preguntar que no muerdo :D

En dos semanas termino examenes y pronto seguiré mis otros fics. Por cierto, este sólo tiene dos capítulos, que ya están escritos hasta el final.

Advertencia: Como siempre, no pongo parejas porque me gusta sorprender. Si no te gusta eso, no leas.

Y, Disclaimer: Este fic es sobre personas reales, pero no son hecho reales, o al menos no iban a contármelos a mi, claro XDD Dicho esto, espero que a alguien le guste :DD See U

De nuevo cap 1

Tenía quince años cuando le confesó a su mejor amigo su mayor secreto: estaba enamorado de Jin.

Pero, ¿había forma humana posible de no destrozarle contándole que era correspondido? Si no se lo decía, se moriría de la angustia, y si lo hacía…

- Oye, yo…

Koichi irrumpió en el camerino.

- ¿Qué hacéis aquí aún, enanos? Venga que nos toca…

Ueda asintió y se puso en pie de un salto.

- Vamos. Luego seguimos hablando.

Seguramente ya lo sabía. No habían sido demasiado cuidadosos. Y seguramente, le habían hecho daño sin ser conscientes de ello.

No volvieron a hablarlo. Y desde el día de la confesión, Ueda cambió y no fue más el mismo. Se volvió callado, frío y distante.

Kame fue consciente entonces de sus sentimientos: Tatsuya le odiaba porque él también amaba a Jin.

Dio las cosas por sentado y se equivocó.

***

Habían pasado un año y algunos meses cuando Jin y Kazu tuvieron su primera vez.

Evidentemente a Tatsuya le sentó fatal la noticia y pasó tres días sin hablarle. Justo los mismos que tardó él en recuperarse de la primera noche. Jin había insistido en recuperar el tiempo perdido, y vaya si lo habían hecho y con creces.

Kame pensó que todo iba bien; su familia, su carrera, su vida amorosa, sus amigos… incluyendo a Tatsuya, al que consideraba aún su mejor amigo, a pesar de la fría capa de hielo que les separaba.

Pensó que debía alegrarse entonces por Tatsuya cuando empezó a salir con Junnosuke. Hacían buena pareja, se llevaban bien, parecían felices…

¿Por qué sentía entonces esa carencia, esa opresión, esa ausencia, el vacío y la rabia…?

Quizá pensaba demasiado en Ueda porque le dolía saber que le odiaba.

Kame estaba convencido de ello.

Él llevaba ya dos años y medio con Jin. Junno y Tatsuya habían empezado hacía apenas tres meses.

Para él, su relación sólo se basaba en simples encuentros sexuales. No sabía so aún era amor rutinario o comodidad y miedo a empezar de nuevo.

Por su parte, Junno estaba muy emocionado y Kame no quería que se diera la torta si se enteraba de que Ueda estaba con él para olvidar a Jin o para consolarse o tal vez para olvidarle y no sentirse tan tremendamente solo y triste como le veía él siempre.

Se calló y dejó que las cosas surgieran solas.

Pasó mucho tiempo. Peleas, celos, reconciliaciones, te quieros que parecían dichos por un contestador… Y a veces, incluso una relativa felicidad.

Junno y Tatsuya tuvieron su primera vez y varias otras, pero pronto se terminó sin más, tras una tormentosa discusión y una sucesiva reconciliación igual de rápida.

Desde entonces Junno y Ueda fueron tremendamente buenos amigos y, a Kame le constaba que más de una vez durante los años posteriores, amantes.

Jin se preocupaba demasiado de otras cosas. Ya no le prestaba la atención suficiente. Había dejado de ser la novedad para convertirse en algo demasiado habitual. Eso le desencajó y le aturdió bastante. Por no hablar de cómo se le revolvieron las tripas al verle en Anego…

Kame se había vuelto demasiado dependiente.

Jin buscaba nuevas vías artísticas, se cansaba de las peleas por la serie, estaba harto de ocultar su relación, se quemaba, se agriaba y se enfadaba como un niño.

Finalmente, pasaban dos horas, tres, y se pedían perdón en los pasillos o en el hotel.

Se besaban como antes, gastaban un par de condones y a la mañana siguiente, nadie recordaba lo pasado y otra vez volvía la rutina y lo de siempre ocurría como siempre y sin aliciente alguno. Volvían a mirar sin verse.

Ese mismo verano Tatsuya le felicitó de corazón por el nuevo proyecto. Incluso le ayudó a repasar algunas veces cuando Yamashita no podía quedar.

Temía que igual la serie sería demasiado exitosa y el nuevo Shuji to Akira les alejaría definitivamente. Y eso le dolería demasiado.

No sabía siquiera si podría soportarlo. Estaba demasiado acostumbrado a él.

Cuando Kame le confirmó que el dúo era algo temporal, se alivió enormemente.

Jin ardía en celos. El hecho de ver a Kazu haciendo aquellas escenas con uno de sus mejores amigos era malo, pero verles bailar, cantar juntos…

Fue consciente entonces de su torpeza.

Hacía demasiado que no veía ese brillo en los ojos de Kame, esa mirada de pasión, alegría e ilusión.

Habían perdido eso. Últimamente ni siquiera follaban.

Días después de ver el clip de Seishun no Amigo y la excesiva química que las imágenes destilaban, se decidió a hablarlo con él.

Estaban solos en la habitación de Kame. Éste se metió en su futón y le invitó a acompañarle, pero Jin denegó y se sentó a su lado.

- Tengo que preguntarte una cosa. No quiero que te enfades, pero tampoco puedo quedarme con este resquemor por dentro.

- Habla – le pidió él, apoyado sobre su codo, mientras jugueteaba con la cinturilla del pijama de Jin.

- Va en serio, no tontees.

- Vale, perdón. No sabía que ya te daba asco que te tocara. Perdona.

- ¡No es eso! ¿Qué dices? ¡Más bien al contrario! El problema es que yo te doy asco a ti, parece…

- ¿Qué quieres decir? – le espetó Kame, exasperado – Habla claro ya.

- Dime… ¿Qué pasa con Tomo?

Abrió los ojos como platos.

- No me pasa nada. ¿Por? Estamos trabajando juntos…

- No te hagas el tonto. Estás distinto. Sé sincero… ¿te gusta él? ¿te gusta más que yo…?

- Por supuesto que no. ¿De dónde sacas esa tontería?

- Pues le miras como si estuvieras deseando que fuera tu amigo… íntimo – gruñó, esquivando el tortazo que iba a recibir en plena mejilla.

Kame se incorporó.

- Me voy a otro sitio. No puedo creer lo que acabas de decir. Desconfiar de mí y de tu mejor amigo. Por no nombrar a Toma, porque sabes que Yamashita está loco por él y…

- ¿Te enfadas porque tengo razón?

- ¡Me enfado porque eres un gilipollas integral!

Kame salió dando un portazo y le dejó con la misma duda que antes.

Quizá sí que había sido un poco borde al plantearlo…

***

Cuando amaneció, Ueda estaba apretujado en su futón, respirando contra su espalda, suave y cálidamente. Un brazo le rodeó la cintura.

- Buenos días. ¿Estás mejor? ¿Cómo has dormido? Es un poco estrecho, pero…

Kame se desperezó y le dio un beso en la mejilla. Tatsuya se ruborizó.

- Buenos días. Eres un buen chico. He dormido genial contigo, aunque no soy muy buena compañía cuando me deprimo, como anoche… Qué vergüenza. Lo siento.

Tatsuya se sonrojó de nuevo, al recordar la escena.

Kame había llegado todo alterado, llorando y profiriendo insultos a diestro y siniestro.

No había sabido qué hacer, no era bueno hablando ni dando consejos, así que, sin pensarlo demasiado, le había ofrecido refugio y consuelo en su lecho.

Para su sorpresa, Kazuya había aceptado de buena gana. Se metió en su futón, le abrazó y se quedó dormido con las lágrimas resecas en las mejillas.

Ueda no había podido dormir en toda la noche de la emoción, la excitación y a la vez la tristeza que lo embargaban.

Se sentía ruin y traidor por aprovechar que tenía el cuerpo que tanto deseaba a su merced, pero no pudo evitar la tentación de oler su cuello, rozar con los dedos su boca, el pecho, las caderas y lamer sus lágrimas con ternura.

- ¿Estás más tranquilo?

- No sé por qué sigo con él, ¿sabes?

Aquella revelación le resultó impactante. Pensaba que esos dos eran la pareja perfecta y que estaban genial juntos.

- Yo… No lo sabía. Que estáis mal. Nunca me lo había contado…

- Ya… Bueno… Oye, no le digas que hemos dormido juntos. Quién sabe lo que podría llegar a pensar si se entera…

- De acuerdo – asintió, aunque que le siguiera el juego no quitaba que doliera darse cuenta de que era cierto: no había pasado nada entre ellos – Pero… Me gustaría saber…

Kame estaba a punto de irse.

- ¿Sí?

- Nada, olvídalo. Era una tontería.

- Nos vemos luego. Gracias por todo.

Se aseguró de que no había nadie en el pasillo y salió.

- De nada…

Quería saber porqué Kame le había elegido precisamente a él para desahogarse. Pero era mejor así. No quería oír de nuevo esas palabras que tanto dolían de él; eres mi mejor amigo…

***

Jin se volvió de espaldas y el otro enroscó sus piernas alrededor.

- Sí que lo siento de veras. No seas crío. Vamos a hacerlo… Va…

Jin se volvió muy decidido y metió su lengua en la boca de Kame.

- No nos enfademos más, por favor – le rogó, entre besos y caricias.

Sus dedos se alargaron hasta la entrepierna de Kazuya.

- Qué directo… mmmm…. Me gusta…

Tiró de la cinturilla y se lo bajó.

Kazuya gimió, Jin tiró de él, le subió a horcajadas.

Kame acarició su nuca mientras le masturbaba. Le miró fijamente a los ojos un momento. Creyó ver ese algo que tanto necesitaba y que le excitaba irremediablemente.

Entonces, le pidió lo que nunca había pedido antes, por alguna o por ninguna razón en especial. Simplemente, no había surgido.

Jin accedió, abrió las piernas, la urgencia era grande, el calor insoportable; gimió con esa voz penetrante y sensual que siempre le encendía y le acogió en el cálido interior por vez primera.

Dolió, pero no quería quejarse. Producía placer también, y, además, era algo bonito para Kame, era casi su primera vez. Su primera como activo, al menos.

- Ah… Perdóname… ¿Te duele? Claro, lógico. Debí prepararte – susurró, a modo de disculpa, secándole los lagrimones con la mano – Voy a parar. No ha sido buena idea.

- No. A mi me gusta, aunque duela un poco. Después de todo, esto me hace sentir lo que tú sentías. Puede ser un paso más para conocernos mejor, ¿no?

Kame dudó.

- ¿Estás madurando? No sé si eso es bueno o será algo grave…

Jin se rió.

- Lo dicho. Tengo que lubricarte. De lo contrario, no sé si llegaremos al final o te mataré por el camino.

Asintió.

- Haz lo que tengas que hacer. Confío en ti. Pero de veras, convéncete de esto; te quiero mucho. Y ya sabes lo que me cuesta decirlo…

- Lo valoro mucho más, tranquilo.

- Entonces, fóllame, cariño. Es lo que más deseo…

Kazuya asintió, le besó, Jin enroscó sus piernas en las caderas y le empujó hasta que se rompió de dolor y se derritió de placer…

***

- Si hubiera sabido lo de los “efectos secundarios” no le habría dejado follarme toda la noche, joder.

Yama escupió el sorbo de café de la sorpresa.

- ¿Cómo dices?

- Pues eso. Que me duele, ¿entiendes? El culo. No creía que dolía tanto…

YamaPi removió el café y bajó la voz, mirando en derredor por si venía alguien.

El comedor estaba abarrotado de los Juniors, los de KAT-TUN, NEWS, Kiss, YAYAyah y demás, pero por suerte, habían conseguido apartarse y hablar a solas un rato.

- Es sólo la primera vez. Después te acostumbras.

Jin le miró con suspicacia. Toma venía hacia ellos.

Yama se bebió el café de un trago y le miró interrogante.

- ¿Qué haces… aquí…?

- Vaya forma de saludar. ¿Me puedo sentar?

No había más que sus dos sillas, así que Pi se levantó para dejarle sentar y, para sorpresa de Jin, se volvió a sentar en el regazo de Toma.

- ¿De qué hablabais aquí tan escondidos y solitos?

- Bakanishi ha perdido su virginidad. Analmente hablando, digo.

- No me llames eso.

Toma le sonrió y revolvió su pelo, al tiempo que le felicitaba.

- No es para tanto, hombre- ¿A que casi no duele? – dijo el moreno, pasando su brazo por la cintura de Yamashita. Jin se terminó su café y buscó con la mirada a Kame, pero no le veía por ninguna parte – A mi Tomo-chan, aquí donde le ves, tan remilgadito y tal, me lo propuso un par de días después de su primera vez…

Pi asintió con gesto orgulloso.

- Y bien que te gustó, no lo digas como si te hubiera molestado la propuesta…

Jin localizó a su amante y le llamó con la mano. Había entrado en la sala cuchicheando con Yuto.

- ¡Buenas! – les saludó, trayendo al niño consigo.

O estaba algo obsesionado, o a ese crío le gustaba demasiado SU Kame… Tonteaba, se ponía colorado… Jin se jugaba toda su fortuna a que su primera paja se la había hecho pensando en Kazuya.

Pero eso no eran más que suposiciones y la realidad era que Kame estaba con él.

- ¿De qué hablabais aquí tan escondidos? – preguntó curioso, mirando a Toma y Yama tontear con una piruleta, pasándosela de uno a otro mientras se miraban con cara de tener un calentón impresionante… Kame no sabía si envidiar ese tipo de relación o sentir vergüenza ajena…

- Nada para menores, desde luego.

- Yo también soy menor – le recordó Kazuya – y me temo que imagino de qué estabais hablando…

Yuto suspiró.

- Soy menor, pero no tonto. Luego nos vemos, Kame-kun…

Éste asintió y Yuto se marchó. Jin se incorporó, le empujó contra la pared y le besó. Un beso caliente y salvaje para empezar bien el día de duro trabajo que les esperaba.

Varios de los presentes se volvieron y vitorearon, entre ellos Shoon, que parecía que se había encontrado otro novio nuevo – aunque, siendo Subaru, lo que les habría extrañado sería no verle con alguien… -

- ¿Qué haces? ¿Y si están haciendo algún reportaje para el programa, o un making o un… lo que sea, y nos graban? ¡Gilipollas! – le espetó, furioso, y se marchó a toda prisa, y mirando a todos lados.

- ¡Perdona! – le gritó Jin, en un vano intento de retenerle.

La mitad o más de la sala les miraba, pero el jolgorio anterior había dado paso a los comentarios a media voz y a los susurros.

Kame se volvió, le levantó el dedo corazón y salió por la puerta del comedor antes de que a Jin le diera tiempo a alcanzarlo.

Toma y Yama seguían como si nada, charlando de aquella guisa, cuando volvió a la mesa.

- ¿Le habéis oído? Exagera, ¿no?

- Hombre, yo… - empezó Yamashita. Pero Jin le cortó.

- Pues si os vieran a vosotros así…

- No es lo mismo – respondió Toma – Nosotros estamos tonteando. No dejamos claro nada. Si te ven besándote con alguien, primero, te amonestan, luego, te arriesgas a que te despidan y te anulen la imagen pública. Por no contar la pérdida de fans. Hay un sector de nuestro público al que le encanta que tonteemos y que notan los gestos, las miradas, ven los detalles que no puedes ocultar ni aunque lo intentes… No sé, son más receptivas, supongo… Nuestras emociones nos delatan. Y nuestros ojos, diría yo.

>>Pero no olvides que hay otro grupo que, digamos, son las románticas, que nos aman con locura y fervor, tienen sueños eróticos contigo, sueñan con formar su familia, etc.

- Ah, si – se metió Tomo – He leído sobre el tema en Internet. Se las llama Mary Sues. Pobres. Oye, yo acepto de buen grado todo tipo de amor y lo agradezco mucho, pero tampoco nos pasemos, todo tiene un límite y ellas lo pasan. Hacen una tragedia de todo. No hacen más que engañarse a sí mismas. ¿Te imaginas ser fan de Tatsuya y soñar que se casa contigo? ¡Por dios! Es surrealismo puro. Es decir, es tan gay… Rematadamente.

Toma le dio un cachete en el culo. Yama protestó y se levantó.

- No te metas con Tatsuya, niño malo.

- Lo decía de buen rollo, eh. Que yo adoro a Tatsu y lo sabéis. Era sólo que… tengo razón, ¿no? Nadie podría creer que tuviera novia… Si una fan pensara eso… sería triste…

- De todos modos, son gente que nos apoya, ¿no? Y debemos estar agradecidos por ello… Pero además, es un sector importante en ventas y ya sabes cómo son los de arriba… Y lo que cuenta para ellos, vender…

- Sí – asintió Jin – Aunque sea a costa de nuestra vida privada…

- Bueno, nosotros así lo quisimos. Es el precio que tenemos que pagar por nuestros sueños, supongo… Tomo y yo nos vamos ya – dijo, mirando su reloj – Nos vemos luego, Bakanishi.

- ¡No me llames eso! ¡Y parad ya de hacerlo!

Yama sonrió y se agarró de la cintura de Toma.

- Tenemos que aprovechar el poco tiempo que estamos juntos, ¿no?

- Supongo – suspiró Jin.

Cuando se había quedado solo, llegó Ueda y le comentó si podían intentar un paso que se le había ocurrido para cuando hicieran la coreo del primer single.

Jin accedió de buen grado a cualquier cosa, mientras fuera divertida y Tatsuya pensó que, con suerte, quizá Kazuya…

 

 

 

 

--- Cont. ---

 

 

Adoro a Tatsuya, así que era de esperar que estuviera aquí, ¿no? XD Personalmente, me encanta la parte de Yama Y Toma muejeje. Son un encanto, una de mis parejas favoritas...

Nos leemos ^^

Shinobu


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