Naruto llegaba ya a su casa después de un duro día de misiones y trabajos, Sakura se había ido con Ino-cerda y con Tenten al país de las olas a cumplir una misión, tenían que ir la mayoría de las mujeres de toda la ciudad por lo que quedaban solo los hombres.
Naruto abrió la puerta y penetro en la estancia la cual se encontraba silenciosa y oscura. Dejó las llaves en el cenicero de la entrada, se quitó la ropa y se metió en la ducha.
-Joder, que bien sienta una ducha caliente después de un duro día de trabajo-
Al terminar se puso un pijama y se bajo al salón a ver la tele. Un ruido captó su atención.
-¿Hola? ¿Sasuke?-dijo ya que este tenía la mala costumbre de colarse en su casa por las ventanas.
El rubio se levanto y se dirigió a la cocina, encendió la luz y vio que no había nada raro y una vez más volvió al salón.
Se sentó pero esta vez ya era una voz la que le llamaba.
<Naruto, te deseo. Quiero poseer tu cuerpo>
-¿Quién coño eres?-dijo dando mil vueltas sobre sí.
<No...¿me reconoces por mi voz?>
-Me suena, pero no, no te reconozco-
<Una pena, tendré que hacer que me recuerdes>
En ese preciso instante una lengua recorrió el cuello del rubio a la vez que unos brazos le ataban con fuerza haciendo que temblara.
-Suéltame-
-No. Te dije que me recordarías y me recordaras-le dijo de nuevo la voz.
-Gaara-murmuro el otro.
-Muy bien. Pero ahora tendre que dejarte algo para que nunca te olvides de mi-
Las manos del pelirrojo acariciaron el pecho de Naruto-Suéltame, por favor-
-No-murmuro en su oído Gaara mientras comenzaba a acariciar el lóbulo de la oreja con su lengua haciendo que el Uzumaki se sobreexcitara.
-Serás mío mientras te desee-el pelirrojo bajo sus manos hasta la entre pierna del rubio notando como algo crecía progresivamente en ella-Vaya, parece que mis caricias no te disgustan tanto como dices-
Un mordisco en el cuello del Uzumaki le arrebato un grito de dolor a este.
-¿A... esto te referías con dejarme marca?-decía el rubio entre jadeos.
-No, pero así también vale ¿no?-El pelirrojo le quito la camisa a Naruto y le dio la vuelta quedando cara a cara, le agarró aún más fuertemente y le tiro al sofá, se bajo los pantalones y se sentó al lado del rubio con las piernas abiertas, cogió los cabellos rubios del chico y situó la cabeza del Uzumaki frente a su erección.
-Supongo que ya sabrás lo que tienes que hacer-
-No lo haré-
-En ese caso tendré que obligarte-Gaara le coge de nuevo de los pelos y hace que la boca del rubio coincida con su erección, la cabeza del rubio es obligada a ir salvajemente a arriba y abajo con gran fuerza, haciendo que el pene del pálido chico llegue hasta el fondo de la boca del portador del Kiuby. De los ojos de este brotan algunas lágrimas de dolor mientras Gaara jadea de placer. Este saca la erección de la boca de Naruto, ahora se cambian las tornas.
Naruto se encuentra en la posición en la que Gaara se encontraba antes solo con una diferencia, que él intentaba cerrar las piernas para que Gaara no pudiera hacer lo que tuviera en mente.
-¡No, déjame!-
-Naruto, entrégate a mí-dijo el pálido chico mientras se situaba entre las piernas del rubio y comenzaba a masturbarlo con frenesí. Naruto se llevo la mano a la boca, no pensaba darle ningún gesto de placer al pelirrojo aunque su gran sonrojo lo demostraba. Gaara se percató de ello y se propuso conseguir un gemido del rubio para él así que comenzó a recorrerle la longitud de arriba hacía abajo, luego lo masturbaba y así hasta que Naruto no pudo aguantar más y soltó una tronador gemido que excito de sobremanera al pelirrojo quien, le dio la vuelta al rubio y le penetro con un dedo.
-¡AAAAAAH! ¡ME DUELE!-Naruto lloraba mientras mordía y arañaba el sofá para intentar desatar su dolor.
Gaara complacido por aquellas palabras metió otro dedo y luego otro haciendo que el otro gritara aún más.
(Qué sádico ¬¬ aunque más sádico soy yo que escribo esto)
Una vez hubo preparado la entra coloco el culo de Naruto en posición y este, esperando lo peor hundió la cabeza entre los cojines. Gaara fue despacio, disfrutando de poder saborear la virginidad del rubio y poder acabar con ella. Escuchaba los grititos del rubio y decidió quitarle los cojines viendo su rostro, sonrojado y mojado por las lágrimas.
Gaara comenzó a penetrar a Naruto con fuerza y con cada embestida aumentaba su brutalidad.
El pelirrojo acariciaba al rubio mientras jadeaba, deseaba cada vez con más ansias poseer cada día aquel cuerpo que tanto placer le proporcionaba.
Al salir del rubio este estaba muy colorado y con lágrimas exaltadas aún en los ojos. Gaara le cogió y le coloco encima de una mesa, se paso las piernas por encima de sus hombros y comenzó de nuevo a embestirle ferozmente mientras observaba el rostro del rubio quien intentaba taparse la cara con las manos para que no pudiera verle, pero el otro le cogió las manos y se las coloco a ambos lados de las caderas para poder observar su rostro dolorido lo que le proporcionaba aún más placer y hacía que su erección aumentase aún más.
-Ya...estoy-dijo el pelirrojo mientras salía del rubio y comenzaba a masturbarse junto a la cara del Uzumaki haciendo que todo su semen cayera en la boca del otro, quien intentaba por todos los medios escupirlo pero el pelirrojo le obligaba a tomársela presionando su boca de nuevo con su erección. El joven rubio ya no tenía fuerzas para resistirse, cierta parte de su cuerpo estaba dolorida notablemente.
-Cómetelo todo... así-murmuraba el pelirrojo entre jadeos, su cuerpo se encontraba sudoroso-Descansa mientras me ducho, es posible que tras esto continuemos-dijo besándole.
Al marcharse el rubio intento bajarse al suelo pero lo único que consiguió fue caerse y hacerse aún más daño. No podía mover sus extremidades inferiores debido al dolor que se extendía desde su culo hasta el resto del cuerpo el cual se encontraba igual que el del otro chico, sudoroso. Se quito los restos de semen que recubrían su boca e intento acercarse al teléfono para pedir ayuda. Pero iba muy lento.
-Tengo... que... conseguirlo pero este dolor es tan...-
Cuando por fin llega a donde encuentra su teléfono comienza a marcar el numero de la casa de Sasuke.
<¿Si?>-Sasuke... soy Naruto, ven a...-
La línea se corto.
-Vaya, vaya, intentando pedir ayuda ¿no? ¿Acaso quieres que te castigue aún más? Todavía tengo cargamento que soltar-dice cogiéndole los mofletes.
-Gaara, por favor, aléjate de mi-dice intentando levantarse, pero un simple golpe en la frente por parte del pelirrojo hace que caiga de nuevo al suelo.
Alguien llama a la puerta. Inmediatamente Gaara le tapa la boca al rubio.
-¿Naruto? ¿Qué te pasa? ¿Porqué me llamaste?-La voz de Sasuke se escuchaba desde fuera.
-No te preocupes Naruto, nos volveremos a ver-dice el pelirrojo cogiendo sus pantalones y desapareciendo.
-¡Sasuke estoy aquí!-grito el rubio mientras intentaba coger sus pantalones y colocárselos.
Es verdad lo que le dijo Gaara, le había dejado marcado.