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Solo cambiemos el rumbo por ItIsOnlyLove

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Notas del fanfic:

Bueno, este va a ser mi primer fic en esta pagina, tengo otra cuenta en Wattpad, ademas de ser mi primer Fanfic de Harry Potter, 

Advertencia:  Harry Potter (saga) pertenece a su autora J. K Rowling, la historia que hare es meramente de mi imaginacion, un pequeño romance.

CONTIENE SPOILER.

 

Notas del capitulo:

EL PRIMER CAPITULO, espero qeu lo disfruten, tengo algunos tropiezos encuanto a la redaccion, espero puedan comprender.

El día estaba algo nublado, el estridente sonido que provocaba el expreso Hogwarts retumbo a lo largo del andén nueve y tres cuartos, Albus Severus Potter miraba con algo de miedo a su padre Harry Potter, mientras tenia abrazado a su hermosa madre Ginny,  “Todo estará bien”  entendió a su padre, el asintió algo inseguro, si terminaba en Slytherin sería el hazmerreír de toda la familia, el pánico llego de nuevo a su pequeño cuerpo de  11 años, miro de reojo a su hermano James Sirius Potter, que lo miraba burlón mirándolo con sus ojos marrones, y su prima Rose Weasly llevaba el característico pelo rojo de todos los Weasly que miraba con atención un grueso libro sobre estudios muggles.

El tren retumbo, Albus dio un pequeño saltito, provocando la risa de su hermano mayor,  Albus volteo a verlo y lo fulmino con la mirada, se despidió de nuevo de sus padres antes de salir del andén nueve y tres cuartos, hasta que sus padres desaparecieron junto a sus tíos, su padre había asegurado que Hogwarts era la mejor escuela de magia que podía existir, le había contado desde que era pequeño todas las aventuras que había tenido en aquel castillo, todas las travesuras con su amigo del alma Ron Weasly, que lo mejor era Gryffindor siempre aseguraba su tío Ron, mientras recibía un codazo de su tía Hermione, había crecido junto a las historias que contaban las personas alrededor suyo de la grandeza de Harry Potter, el que libero al mundo mágico de la oscuridad de Lord Voldemord, pero antes cuando su padre era su héroe no importaba mucho, tal vez cuando tenía unos seis o siete años, pero después de los ocho, cuando todos comenzaban a exigir ver la misma  grandeza de su padre en él, el miedo lo atajaba, muchas preguntas rodaban por su cabeza pero el  ¿Seré como él?  Era una de sus más grandes añoranzas pero también de sus pesadillas, no quería parecerse a su padre, ya tenía suficiente con su apariencia, su hermano James era diferente a su padre, era más parecido a su madre, pero él, lastimosamente, tenía los mismo ojos de su abuela, y el mismo pelo desaliñado de su padre, lo que al menos agradecía era no tener aquellas grandes y redondas gafas que cargaba su padre.

El día, no era especialmente bonitos, estaba más bien nublado, pero eso le encantaba podía distraerse al menos unas cuantas horas viendo figuras en las esponjosas nubes, pudo divisar un gran dragón, una ficha de ajedrez y una serpiente, le pareció totalmente hermosa, las serpientes siempre le gustaron, le parecían hermosas, pero eso solo alimentó el miedo de terminar perteneciendo a Slytherin.

-Albus –dijo su hermano James, con voz perezosa –dormiré un poco, así que no hagas ni el más mínimo ruido si no te hare un conjuro vomita babosas.

Albus asistió con algo de miedo, sabía que su hermano no lo haría en el tren, pero cuando estuvieran en Hogwarts…

Miro a su prima Rose, seguía leyendo enfocada su libro de estudios muggles, este sería un viaje muy aburrido, su padre dijo que siempre se llenaba de felicidad al estar en el tren de Hogwarts, pero el solo sentía inseguridad, sabía que si el terminara perteneciendo a Slytherin podía convertirse en otra persona, alimentar su cobardía y convertirla en un arma, algo que él realmente temía, se levantó despacio y salió de la cabina, miro de reojo el gran ventanal donde los árboles pasaban rápidamente pereciendo solo borrones verdes, iba a investigar el vagón, tal vez así podría hacer nuevo amigos, comenzó con el vagón siguiente,  habían chicos de al menos quinto grado, golpeo tímidamente en la puerta abierta, todos los jóvenes que hablaban animadamente del quidditch voltearon a verlo, y luego le sonrieron amablemente.

-¿Te perdiste? –Dijo un chico con ojos ámbares como los de un halcón, pero con mirada amable.

-No… solo estaba aburrido en mi cabina –dijo tímidamente Albus.

Los demás le sonrieron invitándolo a que entrara a la cabina, él se sentó al lado del chico con ojos como los de un halcón, sonrió a todos y luego los adolescentes comenzaron a hablar de quidditch, no era un tema que Albus no supiera, más bien estaba totalmente informado de ello, y aunque era un admirador afiebrado del quidditch profesional él se ponía malo solo con ver una escoba a menos de tres metros de él, la charla fue bastante amena, realmente le gusto hablar con los amables Gryffindor de quinto grado, estar con ellos solo le recordó lo grandioso que era poder pertenecer a Gryffindor.

-¿Por cierto cómo te llamas? –pregunto curioso el de ojos de halcón.

Todos lo miraron algo curiosos, podía ver cierta ilusión en saber su nombre asi que se resigno en la met de no decirle su nombre.

-Albus… Albus Potter.

Después de eso, todos dejaron caer su mandíbula incrédulos, estaban delante del hijo de la mayor leyenda del mundo mágico, el héroe de sus infancias, muchos casi gritan de la emoción y comenzaron a acercase más a él.

-Dime ¿Es verdad que Harry Potter tenía un trato con Voldemort? Dicen que por eso pudo salir vivo del ataque del señor Tenebroso.

-No –dijo el de inmediato –Claro que no mi papá lo venció utilizando la maldición desde el inicio, además después de acabar con todos los Horrocruxes de Voldemort él estaba demasiado débil para aguantar la maldición  que el mismo lanzo.

Todos quedaron en silencio procesando toda la información, Albus se sabía de memoria todo lo que paso en la Batalla de Howgarts donde murió el papá de Ted Lupin, donde murieron sus tocayos Albus Dumbledore y Severus Snape, lo sabía todo, pero eso le tría problemas, no muchos sabían realmente como había terminado Voldemort por lo tanto el hecho de que el hijo del Gran Harry Potter estuviera allí, aclaraba mucho las cosas.

-¡Cuéntanos todo! –respondido una chica con cabello rebelde azabache.

Albus los miro incomodo, no quería contar todas las maravillas que hizo su padre, recordarlas le hacía sentirse peor de  lo normal, se levantó de inmediato  y se disculpó con que tenía que ir al baño, ellos casi no dejaron que saliera de la pequeña cabina, pero se las arregló para salir, y aunque quiso hacer más amigos (no importaba el curso) le era imposible, por alguna cosa del destino terminaban hablando de Harry Potter y como Albus era demasiado impulsivo comenzaba una discusión sobre la verdad de Harry Potter, pero siempre se le escaba que él era su padre.

Huyo de varias cabinas con excusas que llegaban a ser menos creíbles cada vez, como “Se me ha olvidado mi rana de chocolate” o “Recorcholis mi varita” así era como había escapado a las 10 cabinas que había entrado, ya estaba cansado, no ganaba nado con esto, no iría a otra cabina, solo se devolvería tranquilamente a la de él, aburrirse un poco y colocarse la túnica de Hogwarts, eso era lo que ya había decidido hacer, pero pasando de largo en una cabina, vio algo que realmente le acelero el corazón, se devolvió unos cuantos pasos para volver a ver la impresionante imagen, era Scorpius Malfoy totalmente dormido, mientras el único rayo de sol parecía querer perseguirlo para poder contemplar la belleza de aquel muchacho, sus cabello rubio platino algo desordenado brillaba con los rayos del sol, su piel blanca e inmaculada parecía de porcelana, parecía tan suave al tacto que no aguanto las ganas de acercarse para al menos tocarla un poco, se adentró a la cabina que estaba solitaria, miro el paisaje, faltaba al menos una hora para llegar a Hogwarts. Sentía su corazón en la garganta, ¿Qué pretendía hacer Albus? Se acercó al hijo del enemigo jurado de su padre, era un Malfoy, se suponía que ellos estaban llenos de veneno y malos prejuicios, eso era lo que había escuchado espiando a sus padres o tíos, pero siempre se refieren a Lucius, nunca se referían a Draco ni  a su hijo, la curiosidad comenzó a picarle ¿Por qué?  ¿Qué quería averiguar de ese chico? Miro embelesado ¿Por qué le parecía tan perfecto?

Sintió una pequeña punzada por lo que acaba de pensar, una atracción, una pequeña y mínima atracción a un Malfoy, seguro que si James o Rose s e enteran estará muerto.

Un escalofrió le recorrió su cuerpo, miro a bajo y unos ojos grises lo miraban atento, esos ojos que parecían tan salvajes, los ojos de un Malfoy.

-¿Qué quieres? –Pregunto el chico –Si vienes a pegarme o algo solo por mi apellido te juro que hare un Locomotor Mortis.

Albus quedó petrificado, ¿Por qué tendría que pegarle? Levanto sus manos en símbolo de paz, no quería hacerse un enemigo el primer día de clases, Scorpius relajo su mirada, ya no parecía salvaje, era más calmada, parecía un manto de estrellas que según Albus querían envolverlo.

-Entonces ¿Qué quieres? –Pregunto más amable.

Antes no había colocado realmente cuidado a su voz, era hermosa, aterciopelada, tenía cierto tono de inocencia…

-Yo… -trago duro Albus –Solo quería avisarte que llegáremos pronto a Hogwarts.

Fue lo primero que se le ocurrio, Scorpius lo miro acusador, Albus se apresuro a añadir:

-¿Me podrías dejar quedar contigo en esta cabina? –Pregunto totalmente avergonzado.

-¿Para qué? –dijo precavido el joven Malfoy.

Albus lo miro por unos instantes, hasta ahora se daba cuenta que tenía un pequeño golpe en su mejilla izquierda,  Albus lo miro algo apenado, ¿Quién le haría eso a semejante belleza? Después recordó algo fugazmente.

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Días antes de entrar a Hogwarts, había escuchado a su padre mirando una foto de los Malfoy, su tío Ron siempre dijo que los Malfoy eran malas personas, pero su padre siempre le decía que no era así, que los tiempos cambian y las personas igual.

-Yo, no quiero estar en cabinas con muchas personas, mi hermano está dormido y mi prima está devorando un libro –dijo aburrido –Prefiero estar con solo una persona que con muchas.

Scorpius lo miro dudando, pero algo en los ojos esmeralda de aquel chico le decían que no era mentira, que realmente solo se quedaría ahí, sin hacerle daño, al final termino aceptando la propuesta hecha por Albus, este se sentó con una enorme sonrisa, mientras se sentaba al frente de él.

-¿Cuánto tiempo queda? –Dijo amablemente Scorpius.

-Creo que una hora –dijo algo emocionado Albus –Es mi primer año en Hogwarts.

A Scorpius se le iluminaron lo ojos, había otro de primer año que no quería pegarle o escupirle por ser un Malfoy, podrían ser amigos, de eso estaba seguro.

-Mi padre viene muy seguido, dice que no se puede desprender de Hogwarts –dijo con un tono burlón Albus.

-¡Mi padre es todo lo contrario! –Dice Scopius – Detesta ir a Hogwarts, dice que allí cometió muchos errores.

Continuaron hablando así. Hablando de su vida, de sus padres de su familia, la familia de Scorpius era algo estrcita, y sus abuelos aun peor.

-Mis abuelos siguen con el cuento de “sangre sucia” –dijo triste Scorpius –Siguen diciendo que los magos venidos de familias muggles no deberían estudiar en Hogwarts.

Albus miro la cara triste que tenía Scorpius, lo miro de reojo y saco una rana de chocolate que traía en el bolsillo.

-Toma –dijo extendiéndola.

Scorpius la recibió alegre y el saco de su cajita, la cogió rápidamente, antes de que esta saltara y la coloco de una vez en su boca mordiéndola rápidamente para deshacer el hechizo, miro la tarjeta que traía y dio un pequeño saltito de felicidad.

-Tengo a Harry Potter –respondido feliz.

Algo en el fondo de Albus pareció agrietarse.

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-Hoy vi a Harry Potter en el andén nueve y tres cuartos, mi padre me miro feliz –dijo mientras guardaba la tarjeta en su bolsillo delantero – Dijo que debía seguir el ejemplo de los Potter para volverme en un gran mago.

Albus miro sorprendido a Scorpius, ¿Draco Malfoy hablando bien de los Potter? Eso tenía que decírselo de inmediato a sus padres y tíos, eso sería una gran sorpresa para todos en La Madriguera, lo miro sonriente y le dijo.

-¿Eso dijo tu padre? –dijo tratando de sacar un poco más de información.

-¡Claro! –dijo alegre –MI familia le debe mucho a Harry Potter, gracias a él es que aún podemos redimir el apellido Malfoy, mi padre está muy agradecido…

Scorpius lo miro aterrado, como si un dementor estuviera a punto de darle un beso, el volteo rápidamente para mirar atrás esperando un dementor o algo parecido.

-¿Qué?... –dijo Albus – ¿Viste algo detrás mío?

Scorpius relajo la mirada y lo miro interrogándolo.

-¿NO vas a hacerme nada? –Dijo sacando su varita del bolsillo –Soy un Malfoy…

Albus lo miro… y luego soltó a carcajadas ¿Solo por ser un Malfoy iba a matarlo?

-¡Claro que no! –Dijo tratando de calmarse -¿Así que no sabes quién soy?

Scorpius negó lentamente la cabeza, esto era divertido para Albus…

-¡Soy Albus Severus Potter!

La cara que antes estaba medio incomoda, se   colocó pálida como un papel y sus labios que antes eran rojizos estaban algo morados, su mirada de pánico aumento, esto no era nada bueno.

Notas finales:

Espero les haya gustado, dejenme saber si les agrada :D


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