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All of me por Namishawol

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Notas del fanfic:

Dedicado a mi linda jenne <3 

Era la tercera vez que veía la segunda cama contigua a la mía vacía en menos de un mes.

 

— Es una lástima, — escuche decir a la enfermera en el pasillo — es el tercero compañero de habitación de Chanyeol que muere. — suspiró.

 

— Ese es el problema de tener que estar ingresado en la zona de riesgos, tus compañeros de habitación puede que acaben muertos. — la voz ronca del doctor llegó hasta mi habitación y después me oculté bajo las sábanas y di la espaldas a la puerta abierta.

 

Los días se hacían largos y pesados en la blanca habitación del hospital de una pequeña ciudad de Holanda. Los rayos de sol penetraban temprano de madrugada y las enfermeras siempre me traían varios ramos de tulipanes de los jardines del hospital y los dejaban en el alféizar de la ventana. Luego la oscuridad de los países nórdicos europeos cubría el cielo como una espesa manta negruzca y el frío hacía insoportable poder estar en la calle a altas horas… Aunque no es como si yo pudiera salir mucho del recinto.

 

—  Buenos días Chanyeol. — la dulce voz de la enfermera era como un augurio de que algo malo estaba a punto de ocurrir.

 

— Hola. — hable con sequedad y la enfermera lo noto, sonriendo de perfil la mujer cogió uno de mis brazos y suspire mirando hacia la ventana abierta observando las cortinas rojas balancearse… Cortinas rojas como la sangre.

 

—  Veo que ya te sabes la técnica. — añadió la enfermera, hice un gesto con los hombros y me mordí el labio con fuerza sintiendo la aguja de la jeringuilla perforar mi piel.

 

— Después de estar encerrado aquí más de seis meses… Si, digamos que sí. — sentí la presión de la mano de la enfermera sobre mi brazo más fuerte.

 

— Lo siento. — concluyó la mujer mientras con una gasa frotaba dónde me había pinchado, negué con la cabeza y esboce una sonrisa.

 

— No es vuestra culpa. —  la mujer acarició el pelo amistosamente y antes de salir de la habitación me dirigió una mirada.

 

— Ah, se me olvidaba, luego vendrá tu nuevo compañero de habitación. — dijo cerrando la puerta y dejándome de nuevo solo en la sala.

 

No, no quiero ver morir de nuevo a un compañero de habitación.

 

Aquella mañana se pasó más lenta de lo normal y sin dejar de dar vueltas a la idea de que alguien volviera a dormir a mi lado decidí que no quería volver a pasar por esto… No ahora. Estire mis manos hacia la muleta y con cuidado saque mi cuerpo de la cama, conseguí apoyar un pie y con una mano sujetar una de las muletas para así evitar tropezar, después saque la otra pierna. Sonreí idiotizado sintiéndome orgulloso de haber sido capaz de levantarme yo sólo, a continuación camine lentamente hasta salir al pasillo pero inesperadamente alguien choco contra mi pecho.

 

—  ¡Ay! — jadee perdiendo casi el equilibrio, de pronto unas manos sujetaron mi cintura y pude volver a recuperar la postura.

 

—  L-lo siento. — tartamudeó una voz, baje la mirada y me encontré una maraña de pelo rosa sobre mi pecho.

 

—  ¡Chanyeol qué haces fuera de tu camilla! — la enfermera me sujeto de un brazo y junto al chico de pelo rosa me llevaron de nuevo a la habitación sin permitirme siquiera pronunciar algunas palabras — Él es Baekhyun, tu compañero, portaros bien y Baekhyun vigila que el pelinegro este no se largue. — dijo la enfermera en tono amistoso abandonando la sala.

 

— Hola. — ladee el rostro no tenía la fuerza ni las ganas de ver a ese tal Baekhyun  —. Hmm… Creo que te llamas Chanyeol sí no me equivoco. — dejé escapar un suspiro cansado, después gire mi rostro y cuando mis ojos vieron el rostro del pelirosado fue como si la propia barrera que quería haber creado no fuera lo suficientemente resistente y se derrumbara como un castillo de arena.

 

¡Demonios!, tan adorable.

 

— Aja. — dije mirándole, el chico parpadeó varias veces como si no se creyera lo que acababa de oír.

 

 

— Ohhh, tu voz. —  dijo entusiasmado inclinando su cuerpo sobre el mío, eche mi cabeza hacia atrás viendo su rostro muy cercano al mío.

 

— ¿Q-qué le pasa a mi voz? — pregunte alterado, el chico se mordió el labio y después subió todo su cuerpo sobre mi cama y se cruzó de piernas acariciandose la nuca con nerviosismo pero sin apartar su mirada de mi.

 

—  Es perfecta, es grave y aterciopelada y-y cautivadora, me gusta.  — seguramente mis mejillas se encenderían como la alarma de un ambulancia y avergonzado de recibir tales cursiladas gire de nuevo mi cara y encogí mis piernas para evitar así que nuestros cuerpos continuarán acariciándose bajo las telas.

 

— Supongo que gracias. — sonreí con timidez, escuche una suave risa provenir de la boca del bajo.

 

— Dime, ¿por qué estás tú aquí? — sentí como una cadena se enrollaba alrededor de mi cuello con esa pregunta y volví a mirar al chico que me miraba curioso.

 

— ¿Y tú? — cuestione con dureza, el chico pasó la lengua por su boca y después me miró sin lucir una mueca o ningún tipo de expresión negativa a pesar de haberme comportado yo tan a la defensiva.

 

— Yo…

 

— No mejor no. — negué con la cabeza.

 

— Pero si has p-preguntado.

 

 

Prefiero no saber nada de ti, prefiero no tener que derramar una lágrima más por alguien que acabara abandonándome tarde o temprano.

 

 

— Está bien, no tienes porque contestar… Fui grosero. — me excuse, el chico parpadeo y después miró el hacia la ventana con una sonrisa, diciendo algo que no pude entender Baekhyun salió disparado hacía la ventana y asomó medio cuerpo fuera del cristal.

 

— ¡WOW! M-mira Chanyeol, un atardecer en un campo de tulipanes, tienes que verlo… ¡No!, tenemos que verlo juntos. — grito girando su cuerpo y señalándome, trague saliva y baje la mirada hacia mis piernas.

 

— Mis piernas, no creo que me permitan caminar tanto. — hable con tristeza, Baekhyun empezó a correr por la habitación, abrió uno de los armarios y sacó una silla de ruedas plegable.

 

— ¡Ahora no hay excusas! — gritó Baekhyun alzando los brazos, deje escapar una risa y después permití que Baekhyun me ayudara a sentarme sobre la silla de ruedas.  

 

Corriendo a toda velocidad por los pasillos, Baekhyun empujaba la silla de ruedas a toda velocidad y yo sentía el aire golpear contra mi cara como antaño. Cuando salimos al exterior los rayos anaranjados proyectándose sobre un gigantesco campo de tulipanes y enormes molinos de piedra  hicieron que me conmoviera y empezara a llorar sin darme cuenta.

 

—  ¡AAAH! — gritó Baekhyun empujando la silla hacia el campo, empecé a reír con el rostro lleno de lágrimas y saque mis brazos a ambos lados de la silla sintiendo las flores acariciar mi piel —, ¡vamos Chanyeol, grita conmigo!

 

— ¡AAAHHH! — gritamos los dos, después la silla de ruedas comenzó a disminuir la velocidad y admire con un nudo de angustia en la garganta el cielo y sus matices de colores pastel hasta que me di cuenta.

 

—  ¡BAEKHYUN! — gruñí viendo el cuerpo de Baekhyun yaciente en el suelo con las manos sobre su parte izquierda del pecho.

 

<<>> 

 

Abrí lentamente los ojos y de nuevo mi pecho estaba abierto, gire mi cabeza sintiendo un dolor muy profundo y analice la cantidad de cables que sobresalían de mi brazo.

 

—  Baekhyun, dime cómo te encuentras. — escuche la voz de un doctor, gire de nuevo la cabeza y vi la cama de Chanyeol al otro lado de la habitación, vacía.

 

— La operación ha sido un éxito Baekhyun, por fin tienes un corazón que late correctamente. — me levante y retire la mascarilla de oxígeno y varias lágrimas empezaron a descender en mi rostro, me abrí la bata y observe la cicatriz rosada de mi pecho, la acaricie y di gracias por continuar con vida.

 

— ¿De quién? ¿Q-quién ha sido capaz de entregarme su corazón? — tartamudee nervioso, note una extraña atmósfera en la sala y como todos miraban hacia la vacía cama de Park Chanyeol.

 

— Él pidió que fuera anónimo el trasplante.

 

Él

 

Pom

 

Pom

 

Pom

 

Pom

 

¿Por qué mi corazón late tan deprisa?

 

 

— ¿Y Chanyeol? ¿D-dónde está? — pregunte, sentí un dolor en el pecho.

 

 

— Se ha ido.

 

 

—  ¿A dónde?

 

 

— Lejos, por fin se ha curado de-de su enfermedad. — no sé porque a pesar de que esas palabras deberían hacerme feliz creaban una sensación de tristeza y de soledad en mi corazón.



No puedo soportar perder a alguien más, esta vez seré yo el que abandone la habitación. Pero no podía irme así sin más, te dejo una parte de mí, una parte que creía que jamás volvería a latir de felicidad. Mi corazón.

Notas finales:

Llore escribiendo esto chao ;(


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