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No hay mal que por bien no venga por Aphrodita

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No hay mal que por bien no venga

 
 
Aphrodita 
 
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  Hola Yageni, hola todos... ¿Cómo los trata la perra vida? Yo aquí estoy... Ahora les traje un fic pedido por la mencionada anterior... Espero Yageni que te guste aunque sea un poco, al final no resulto ser algo romántico sino una sencilla historia, bueno... Lo de sencilla esta por verse porque en realidad hay enredos y malentendidos pero en fin, en vez de contarles el fic prefiero que lo lean n_n.
 
 
°°°°°°
 
 
One Shoot / Lemon:
 
 
  CAPITULO 1: “Malos pensamientos”...
 
 
  La cama rechinaba acompañando los gemidos y jadeos de los amantes, los cuerpos sudados brillaban a la luz de la luna y las manos afanosas por redescubrir aquellas zonas erógenas que se sabían de memoria como si sus pieles fueran mapas, iban inquietas de un lado al otro.
  A pesar de su inocencia, de su torpeza y de no comprender al 100 % un chiste echo en doble sentido, Seiya tenia la facultad de hacer maravillas con sus caderas, y por todos los Dioses ¿Cuándo, con quien y en donde había aprendido a moverse de aquella forma poco inocente, endiabladamente pecaminosa?... Camino a la perdición eran sus vaivenes alocados, desenfrenados... Por algo, a pesar de tener una bocaza muchas veces desubicada, conseguía amarrar a Ikki como un adicto a la droga. Pero en el fondo, el Pegasus nunca dejaba de ser un niño, inocente y puro, y esa combinación era extremadamente exquisita, o por lo menos así lo veía el Phoenix.
 
--¿Sabes?... –Dijo el morocho como su agitada respiración le permitió sin dejar de hundir sus dedos en los hombros del peliazul --¿Sabes en que pienso?...
---No... Dime... –Eso era obvio ¿Cómo iba a saber en que pensaba?, para sorpresa del mayor su amante le respondió:
--En Shiryu...
 
  ¡Un momento! Se pregunto Ikki aferrando con mas violencia las caderas del pequeño arrancándole gemidos mitad dolor y mitad placer ¿¡Porque demonios su niño pensaba en otro hombre teniendo su miembro metido hasta donde físicamente le era posible?... Sin embargo, a pesar de molestarle un poco aquello, disimulo de la mejor manera.
 
--Ah... ¿Sí?... –De un solo envión, el Phoenix se quito de encima a su amante para acostarlo hábilmente boca arriba y así poder penetrarlo a gusto –Eres un degenerado... –Susurro en su odio sensualmente --¿Quieres un trío?... Sucio... –Aquello, a pesar de celarlo lo motivo como nunca, pero esa motivación se esfumo de golpe cuando Seiya le aclaro:
--¡No!... –Negó el Pegasus infantilmente, y aunque se sonrojo por la vergüenza, esa vergüenza no fue suficiente para evitar que amarrara a su hombre con sus piernas por la espalda para hacer más intenso las penetraciones del otro. –Pensaba en que... Esta muy solo y...
--¡Seiya!... –Reprocho el peliazul decepcionado --¿Ahora, en este preciso momento se te ocurre hablar de un amigo?... ¿No puede ser después?...
--Bueno... –Concedió el morocho, pero enseguida se quejó –¡Pero acaba ya, de una buena vez!... Que me duele y me arde...
--Paciencia... Después de dos es más difícil llegar...
 
  Argumento el mayor esperando la comprensión del otro ya que ambos eran hombres y sabían que con cada eyaculación el esperma disminuía y también el deseo, si bien Ikki estaba gozando le costaba acabar. Pero Seiya también espero comprensión por parte del otro, con tres sesiones su trasero pidió clemencia, aunque en realidad, en el fondo le gustaba esa grata sensación que siempre le quedaba en su cuerpo, todo adolorido y ardoroso.
 
--Además... –Pronuncio el peliazul mordiendo sutilmente el cuello del menor –Es tu culpa... Tu me pones así...
--¡¿Yo que hago?!... –Se defendió inocentemente el Pegasus sin comprender las palabras del otro y automáticamente sintió en su interior como ese calor ya conocido lo inundo por completo.
 
  Con paciencia y suavidad, el Phoenix comenzó a retirar lentamente su pedazo aun semi enhiesto del interior del morocho y aunque este no emitió queja su rostro habló por su cuenta. Ikki no pudo con la imagen de su niño inocente sufriendo y en consuelo besó sus labios dulcemente... Seiya aun adolorido permaneció jadeando boca arriba y con las piernas abiertas.
 
--Oh... Vamos Seiya... Has tenido batallas en donde tu cuerpo ha sufrido mas de lo imaginable... –Se quejó Ikki divertido.
--Pero tu no sabes lo que es enfrentar a Phoenix no Ikki en una cama... –Se defendió el Pegasus y era cierto, ningún golpe enemigo se comparaba con los vaivenes del peliazul.
  Ikki solo rió con aquella afirmación.
--¿Ahora puedo hablar?... –Pregunto el morocho con reproche recordando la interrupción de su hombre.
--Hablas todo el tiempo... –Argumento Ikki sin dejar de besar las mejillas de su pequeño, aun acostado sobre él disfrutando de sus manos que acariciaban su morena espalda.
  Seiya, lejos de enojarse se quedo callado, muy pensativo, el Phoenix espero paciente, supo de quien se trataba pero no se imagino tremenda locura.
--Pensaba en Shiryu... –El Pegasus miro un punto muerto, sin prestar atención a su koibito, analizando aun sus pensamientos y ordenándolos –Esta muy solo...
--Bueno Seiya... Pero eso no es algo que tu puedas cambiar, quizás él esta solo porque quiere...
--Pero... ¿Y si esta solo porque no le han dado opción?... –Retruco el pequeño observando a su hombre luego de mucho tiempo –Nunca lo vi con alguien, nunca lo vi enamorado... ¡Mira! ¡No sé sí hasta es virgen!... –Finalizo con tono dramático, como si ser virgen a los 18 fuera un pecado o un sacrilegio.
--Seiya... No se en que estarás pensando... –El peliazul tembló en ese momento ¿Qué traía entre manos el morocho?. –Pero desde ya te doy mi respuesta: No.
--Ikki... –Interrumpió Seiya con efusividad incorporándose en la cama –Dime ¿Crees, realmente crees que Shiryu es una persona que merezca estar sola?...
Ikki analizo la pregunta antes de responderla y volvió a ser firme con su postura.
--No, no creo que merezca estar solo... Pero eso es algo que ni tu, ni yo podemos cambiar... –El Phoenix tanteo el suelo en busca de las sabanas para taparse, comenzaba a sentir frío.
--¿Por qué no podemos cambiar eso?... –Pregunto el Pegasus hábilmente.
--Hay no... –Sufrió el peliazul --¿Ahora que Seiya?...
--Pues... Estaba pensando... –Hablo el morocho pausadamente y besando el cuello de su amante –En que Hyoga también esta solo...
--Hay por Dionisio... –Dijo Ikki suspirando largamente –No Seiya... Por favor te lo pido... Te lo ruego, no...
--¡Pero amor! Tengo una idea genial... –Aseguro el pequeño sonriendo como ternero degollado para ver si así lograba convencer a su hombre.
--Si... Como la que tuviste el mes pasado con Saori ¿No?... –Le recordó el mayor.
--Bueno... Eso salió mal, pero no fue mi culpa... Shiryu hizo las cosas mal, así no se conquista a una mujer... –Argumento Seiya mirándolo con ojos de enamorado.
--¡Pero si Shiryu ni siquiera estaba interesado en Saori!...
 
  Y eso era 100 % cierto, solo fue una alocada idea del Pegasus para juntar a las dos personas que más solas estaban, pero nunca hubo un interés por ninguna de las dos partes, es mas, cuando se enteraron de los fines del morocho tuvieron semanas de que reírse, aquello era ilógico, tragicómico, sobre todo, teniendo en cuenta que el Dragón no estaba muy seguro de que si le gustaban las mujeres o no.
 
--Bueno... –Se defendió el morocho sentándose sobre las piernas de su koibito --Pero mi tercer ojo me dice que esta vez no me equivoco...
--Seiya... Tu tercer ojo nació atrofiado... –Espeto Ikki arqueando sus cejas.
--No seas así... No es una mala idea...
--¡Es una muy mala idea!... –Contradijo el Phoenix –Seiya...  A ver... –Dijo quitándoselo de encima para hablar seriamente del tema con la esperanza de hacerlo desistir en su locura –Por empezar, no tienes ni idea sobre los gustos de ellos... No sabes sí...
--No... Si... Bueno, no, no lo sé... Pero si Shiryu nunca ha tenido novia es por algo ¿No? Y con Hyoga... Bueno, de él dudo pero... Es ahí donde te necesito a ti...
--¡Ni lo sueñes!... –Exclamo el peliazul firme.
--¡Pero amor!... –Seiya realizó un berrinchito.
--¡”Pero amor” Nada!... ¡¿Estas loco?!... ¿¡Cómo voy a averiguar los gustos de ese Cisne pata sucia!?...
--¡Por Shun!... ¡Por tu otouto!.... –Respondió Seiya consiguiendo calmar apenas la semi furia de su amante.
--¿¡Eh!?...
--Si... Por Shun... –Volvió a afirmar el Pegasus –Él es el mejor amigo de Hyoga ¿O me lo vas a negar?...
--No... –Contesto Ikki mas calmo, asintiendo débilmente con su cabeza.
--Por eso... Si tu me ayudas, las cosas me saldrán bien porque seré más cauteloso... –Argumento el menor con paciencia --Si llegases a averiguar que a Hyoga los hombres no le gustan, desistiré en mi intento...  Yo intentare con Shiryu...
--Pero... –Quiso quejarse el Phoenix –Esta bien... –Concedió al ver la cara de angelito que el morocho hábilmente le estaba haciendo –Pero si llegamos a averiguar que a uno de los dos no les gustan los hombres... Dejaras de lado esta locura de buscarle pareja a tu mejor amigo... ¡Dioses! Que tu seas gay, no quiere decir que el mundo quiera serlo también.
 
  Nuevamente, en vez de ofenderse, Seiya esbozo una cálida sonrisa de agradecimiento, siempre, a la larga o la corta terminaba contando con la ayuda del peliazul, es que a Ikki se le hacia muy difícil decirle que no a su niño, era sin dudas su consentido.
 
--Bueno, ahora cállate y duerme que ya son las tres de la mañana... –Puntualizo el Phoenix.
--¿Qué?... ¿Me quedare aquí? ¿En tu cuarto?.... –Pregunto el Pegasus sonriente acurrucándose en el pecho de su koibito
--Si... Mañana sábado que no tienes clase apenas despertemos tenemos que seguir con esto...
 
  A pesar de tener mucho sueño, el morocho se las arreglo para seguir hablando entre sueños, hasta que Morfeo por fin lo envolvió y el peliazul pudo descansar un poco... Mañana seria otro día ¡Y que día!  Comenzarían así los intentos del menor por conseguirle pareja a su mejor amigo.
 
 
!!!!!!
 
 
  Cuando Seiya pudo salir del cuarto de Ikki, fue a la cocina para prepararse el desayuno, con una taza y tostadas con mermelada se dirigió a la biblioteca en donde supo que hallaría a su amigo Shiryu realizando algún trabajo para la facultad, y así fue...  El Dragón se encontraba sentado en el amplio escritorio rodeado de libros, las hojas de su cuaderno eran puros números y Dioses, cuando el Pegasus se entero de que su mejor amigo estudiaría Astronomía se puso realmente contento, hasta le habían dado ganas de terminar cuanto antes el secundario para así poder estudiar junto a su amigo una interesante carrera como lo era Astronomía y que decepción se llevo cuando se entero que en dicha carrera predominaban la matemática y la física, los primeros años eran puro números, cuentas, formulas, tablas y demás, lo interesante venia después.
 
--Hola Shiryu... ¿Quieres que te ayude?... –Se ofreció un alegre morocho sacando de su burbuja al pelilargo.
--¿Eh?... Seiya... –Reconoció Shiryu –Gracias pero mira que son integrales... –Le advirtió, sobre todo porque aunque a Seiya le interesase los integrales no podría ayudarlo ya que eran avanzados.
--Ah... –El Pegasus ni siquiera supo que eran “Los integrales” ¿Se comía? --¿Y no te puedo ayudar con otra cosa? ¿Con lo de siempre?... –Se ofreció de nuevo.
--Bueno... Ya sabes que puedes hacer... –Concedió el Dragón con una sonrisa, le encantaba recibir la ayuda desinteresada de su amigo.
 
  Automáticamente el morocho menor se puso a ordenar los papeles de su amigo por paginas, es que cuando el pelilargo estudiaba solía desparramar las hojas por toda la mesa y aunque parecía una estupidez lo que Seiya hacia, Shiryu valoraba mucho esa ayuda pues le restaba trabajo ya que era muy tedioso acomodar ciento de hojas sueltas.
  Cuando el Pegasus se canso de ordenar le ofreció un te a su amigo quien muerto de hambre acepto, faltaban pocos minutos para el mediodía y todos ya se encontraban despiertos en la gran Mansión. El morocho encerrado con el Dragón busco su atención, necesitaba saberlo, cuando el pelilargo hizo una pausa para descansar y beber de su te, Seiya encontró ese momento propicio y disimulando que ordenaba aun algunas hojas sueltas comenzó a preguntarle:
 
--Shiryu... ¿Puedo hacerte una pregunta?... –El Pegasus se sintió incomodo ya que nunca había hablado de chicas o de sexo con su mejor amigo, es que Shiryu no solía dar pie para esos temas.
--Adelante... –Concedió el Dragón extrañado por el inusual comportamiento del menor, quien no solía dar demasiadas vueltas cuando quería preguntar algo.
--¿Tienes?... –Seiya se quedo con la pregunta en su boca, no quiso que su amigo se ofendiera pensando que intentaba meterse en su vida --¿Tienes novia Shiryu?...
 
  El Pegasus se quedo mirando el escritorio, se produjo unos segundos tortuosos de silencio, el menor intento levantar su vista para disculparse por su osadía, sin embargo el pelilargo hablo serio, muy serio:
 
--¿Por qué me lo preguntas?...
--Hey... No se contesta una pregunta con otra pregunta... –Se quejo Seiya sintiéndose nervioso. –Es que, no te he visto con ninguna este tiempo y... –Poso sus ojos en los de su amigo para ver si este hablaba o decía algo pero no, Shiryu espero paciente a que su amigo le respondiera su pregunta –Y me preguntaba porque no estas con alguien...
--¿Y a ti que te hace pensar? ¿Cuál es el motivo por el que estoy solo?... –En esa pregunta, el Dragón le respondió a su amigo, recostando la espalda en su silla espero sus palabras, aquello se le hizo muy extraño ¿Por qué el Pegasus le preguntaba aquello? ¿Por qué tanto interés de golpe?.
--No lo se... Es raro porque bueno... –El menor se sonrojo un poco, pero dejando de lado la vergüenza siguió hablando –Eres apuesto, una buena persona, tienes proyectos... Yo no se que tienen las mujeres en la cabeza, se quejan de que no hay hombres y tu estas libre...
  De la manera efusiva hasta enojada en que Seiya dijo eso le arranco al mayor una sonora carcajada.
--Quizás sean otros los motivos ¿No te parece?... –El pelilargo fue sutil, pero su amigo no entendió la indirecta, por eso, con mas confianza continuo con su interrogatorio.
--Dime... ¿Alguna vez has tenido?... ¿Novia?... –En ese momento, al ver el rostro serio de Shiryu, el Pegasus se sintió realmente desubicado y buscó disculparse –Lo siento... De veras Shiryu, lo siento... No es que quiera meterme en tu vida, yo...
--No te preocupes Seiya, pero... No entiendo ¿Qué buscas averiguar?... –El Dragón se canso de dar vueltas. –Nunca te intereso mi vida privada y hoy vienes con todas estas preguntas...
--Pues... Quiero saber un poco mas de ti... –Argumento el morocho dubitativo –Eres mi mejor amigo y nunca hablamos de estos temas... Además...
--No... ---Interrumpió Shiryu sin quebrar su seria postura, en ese momento Seiya se descoloco y para sacarlo de su duda, el mayor volvió a negar: --No... Nunca tuve una novia... –Finalizo con una sonrisa melancólica.
--¿Y te gustaría tenerla?... –Pregunto el Pegasus mas relajado.
--¿Tener a alguien a mi lado? ¿Alguien que me pregunte todos los días como estoy? ¿Qué me llame para saber que estoy haciendo o que hice y deje de hacer? ¿Que me cele por verme hablando con otra persona? ¿Qué todas las noches me abrace haciéndome sentir el calor humano? ¿Una persona que me haga reír? ¿Qué me diga cuanto me quiere y que sonría cuando yo se lo diga?...
--Pues... Si... –Respondió el morocho cuando pudo meter bocado, se encontraba apabullado, nunca lo había visto al Dragón hablar tanto y tan seguido.
--Claro Seiya... Todos queremos tener a alguien... A esa persona especial que hace nuestros días mágicos... –Dijo el pelilargo de pie, con la espalda apoyada en el escritorio –Pero no es tan fácil... Por lo menos para mi...
--¿Por qué?... –Pregunto Seiya en son de reproche, no comprendió lo que su amigo le estaba diciendo --¿Por qué dices eso?...
--Primero porque estoy solo... Esa es la prueba mas fehaciente... Segundo porque Seiya... –Dijo poniendo mas énfasis en sus palabras --¿Quién querría estar con un tipo como yo?...
--¿Por qué dices eso?... –Reprocho el menor dolido por la poca autoestima que se tenia el otro.
--Oh vamos Seiya... La ultima película que vi fue Bambi, pero sin embargo puedo hablarte de los últimos libros... Conozco tanto de tragos como de videos juegos... Creo que Pamela Anderson es una marca de ropa para mujeres y David Beckham algún cantante de música pop... No me gusta mezclar las ensaladas en un mismo plato y duermo con medias... –Shiryu tomo un respiro para luego exclamar a viva voz --¿¡Quien quisiera estar conmigo!? ¿¡Con un tipo aburrido hasta la medula!? Pero ojo... –Finalizo con tono irónico --Se mucho de la medula y puedo estar horas hablando de la medula... --Era algo tragicómico.
--A mi... A mi me pareces una persona muy interesante... –Pronuncio Seiya débilmente.
 
  Shiryu se quedo observando a su pequeño amigo, respirando con dificultad busco la manera de regularizar su respiración, las ultimas palabras se calaron hondo en su persona y creyéndole al Pegasus sonrió abiertamente pues, por algo, por algún extraño motivo ellos dos eran amigos, aunque la mayoría del tiempo el morocho no podía comprender las palabras del Dragón, aunque eran tan distintos, eran amigos... Y muy unidos por cierto; el pelilargo comprendió eso, verlo a Seiya sentado en aquella silla fue la prueba mas latente de que era posible... Sin embargo soñar no cuesta nada, pero a otra cosa mariposa, tenia que seguir estudiando.
  Seiya se fue de la biblioteca con ese sentimiento amargo y doloroso que nos deja la soledad ajena, al quedarse solo, por mas que quiso seguir estudiando un poco mas antes del almuerzo, Shiryu no pudo... El Pegasus revoloteaba en su atormentada mente ¿Por qué esas preguntas? ¿Por qué ese interés?... Acaso, se pregunto el Dragón, ¿¡Seiya tenia un interés mas allá de una simple amistad!? ¡Por todos los Dioses! ¿Por qué? ¿Por qué, con un demonio, esa idea se coló en sus pensamientos? Ahora, para completarlo, el pelilargo estaba mas confundido que antes.
 
 
””””””
 
 
  Las señoras de la cocina prepararon un suculento plato para los niños de la Mansión, quienes se sentaron a comer agradecidos por la calidez de las comadres... Eran tres señoras ya entradas en edad y cada una representaba algo distinto en la vida de los jóvenes. La mayor, Rumiko, era como una abuela, era la mas divertida, a pesar de su edad conseguía arrancar con facilidad carcajadas en el enorme lugar, era la cocinera Mayor. La del medio, Francisca, era la mas dura, siempre retándolos por dejar la ropa tirada en cualquier lado o por no tener la cortesía de levantar los platos y llevarlos a la cocina, se encargaba del orden y la limpieza... Y por ultimo, Kaede, la menor, era la mas comprensiva y tolerante, era la ayudante de Rumiko y Francisca. Estas señoras no vivían en la Mansión, cada una tenia sus esposos e hijos y solo iban un rato a la mañana, hasta la hora del almuerzo y luego a la tarde hasta terminada la hora de la cena. Aun así, formaban parte de la vida de los Santos, claro, siempre desde la cocina.
  Ikki exhalo un suspiro al mismo tiempo que tomó un trago de su vaso, no tuvo escapatoria así que sin mas vueltas, frente a todos pronuncio débilmente con el fin de que solo su otouto, sentado a su lado, lo escuchara:
 
--Shun... Después quiero hablar contigo...
 
  El tono de voz empleado por su niisan y su rígida postura le dio que pensar... ¡Por todos los Dioses! ¿¡Lo había escuchado ayer a la noche cuando se escapo de la Mansión y por eso iba a reprenderlo!? ¿Qué excusa le iba a dar? ¿Y si había visto que se escapaba con Hyoga? ¿Qué le diría para disimular?.
 
--Si... Niisan... –Acepto Andrómeda bajando su vista avergonzado, ya no pudo seguir comiendo, la comida se le había quedado a mitad de camino.
 
  El almuerzo, desgraciadamente para el peliverde termino, quien busco la manera de no quedarse solo un segundo y así evitar que su niisan le increpara su extraños actos nocturnos. Sin embargo por la tarde, cuando cada uno fue a hacer sus quehaceres Shun se vio a solas con Ikki quien se tomo su tiempo para preguntar tremenda estupidez, por Athena ¿Por qué demonios siempre terminaba accediendo a las locuras de Seiya? Claro, era por amor, pero el Phoenix no quiso ver esa realidad.
  Sentado en el sillón, disimulando que leía una revista, precisamente la del cable, Shun observaba de reojo a su hermano.
 
--Shun... –Pronuncio finalmente el peliazul.
--¡Ah!... –Grito Andrómeda sorprendido y asustado, no penso que ese momento llegaría tan rápido.
--¿Qué sucede?... –Investigo Ikki entre divertido y anonadado por el extraño comportamiento de su otouto.
--¡Te juro niisan! ¡Es que recibí un mensaje urgente y tuve que salir!... –Se apresuro a decir el menor, tan nervioso y asustado que sus palabras se entendieron a medias, por suerte.
--¿De que carajo estas hablando otouto?... –Comenzaba a temerle a ese niño.
--¿Eh?... ¿De que querías hablar entonces?... –Shun logro tranquilizar su agitado pulso.
--Del ganso pecho frío... –Dijo el Phoenix y su hermano menor comprendió que se trataba de Hyoga.
--¡El solo me acompaño!... –Nuevamente Andrómeda metiendo la pata.
--¿Eh?... Otouto... ¿Estas bien?... –Pronuncio el peliazul arrugando su frente para ver si tenia fiebre ¿Qué ocultaba el peliverde?.
--¿Eh?... –Ahora si Shun estaba mas que desconcertado --¿¡Entonces de que quieres hablar!?... –Comenzaba a exasperarse.
--Quería saber algunas cosas... Nada mas...
 
  Andrómeda, poco a poco rompió su postura relajándose, quito la revista de su pecho para así prestar mas atención a su niisan, aquello le dio curiosidad ¿Desde cuando su Niisan quería saber algunas cosas del Cisne?.
 
--¿Y?... ¿Y que?... ¿Y que quieres saber?... –Balbuceo el peliverde.
--Dime... Quizás te parezca raro pero... Quería saber si... –Le costaba horrores hacer semejante pregunta, pero Ikki quiso ir poco a poco –Hyoga... Bueno... ¿Es virgen?
--¿¡Y yo porque debo saberlo!?... –Nuevamente Shun temió por su vida ¿Algo supo o intuyo su niisan?
--Por que eres su mejor amigo... –Respondió con tono obvio --¿Quién mas podría saberlo?... ¿Lo es o no?... –Finalizo firme.
--Pues... Que yo sepa... Porque en realidad no lo se, ya que solo somos amigos... –Ya Andrómeda, deja de ponerte en evidencia –No, no es virgen... –Finalizo escondiendo la mirada.
  Asintiendo levemente el Phoenix se contento con la respuesta sin sospechar nada, luego prosiguió sutil con su interrogatorio.
--Y dime... ¿Tiene novia?...
--No... –Respondió el menor con duda –Novio tampoco... Que yo sepa... No... –Acoto innecesariamente aunque ese fue un buen dato para el otro, mas seguro el peliazul continuo.
--Entonces ¿Le gustan los hombres?...
--¡Hay niisan!... ¿¡Cómo pretendes que yo, un simple amigo, porque solo somos amigos, sepa algo tan personal!?... –Se apresuro a decir Shun temblando hasta los huesos, sin embargo rápidamente respondió –Si... No le gustan las mujeres... Así que le gustan los hombres...
--Perfecto... –Asintió Ikki.
 
  ¡Un momento! ¿¡Que quiso decir su niisan con “Perfecto”!?
 ¿Cómo que “Perfecto”? ¿Qué buscaba con aquellas preguntas? Se cuestiono Andrómeda entre asustado y asqueado por sacar conjeturas apresuradas.
 
--¿Le gusta alguno en particular?... –Pregunto el peliazul jugando nervioso con sus manos.
--Niisan... –Reprocho Andrómeda pero rápidamente quito toda idea alocada y morbosa de su mente para poder responder –Que yo sepa no... O sea... –Nuevamente se puso nervioso –Yo no... Yo no se... Digo... Que yo no... ¡Solo somos amigos!.
--Otouto... ¿Tan nervioso te pone hablar de estos temas con tu niisan?... –Inquirió Ikki un poco decepcionado sin suponer que ocultaba su dulce conejito.
--No es eso... Es que... En fin... Eso... –Nada dijo el pequeño.
--Por ultimo, y te dejo en paz... –Pronuncio el Phoenix poniéndose de pie --¿Cómo le gustan los hombres?...
--Eh... Etto... –Balbuceo Andrómeda y rápidamente le dijo –No lo se... Pero creo que no le gustan afeminados, sino bien hombres... Y para nada delicados, llorones y sensibles... Los prefiere morenos y de pelo obscuro... --¿Con que no sabia de los gustos de su amigo? –Sobre todo eso... No le gustan peliverdes... ¡Dioses! ¡Quiero decir: Rubios o con pelos de colores extravagantes!... –Listo, con eso alejaba a su niisan de toda duda.
  Ikki arqueo una ceja y antes de poder pronunciar palabra su otouto se le adelanto.
--Dime ahora tu niisan... ¿Como van las cosas con Seiya?... Digo: ¿Todo bien con la relación?...
--Si... Todo marcha bien... –Respondió el mayo con una sonrisa para luego alejarse.
 
  ¿¡Con que todo bien!? ¿¡Eh!? ¿Entonces porque estaba tan interesado en Hyoga? ¡Eso si que no!... Shun no permitiría que lastimaran a su buen amigo Seiya de esa forma tan desagradable... Nunca espero eso de su niisan, y sentado en el sillón la decepción se vio acompañada de la furia.
  Hyoga no tardo demasiado en ubicar a Andrómeda, en cuanto lo vio solo, se le fue a la humo con el mismo terror que el peliverde tuvo antes, pintado en el rostro.
 
--¡¿Y?! ¿¡Que te dijo tu niisan!?... –El Cisne habló rápido pero intento no elevar la voz para no ser oído por otros.
 
  Shun no termino de subir el ultimo escalón de la escalera que conectaba a l amplio pasillos de los cuarto que vio una cabellera rubia interceptarlo y avallasarlo. Andrómeda aun se encontraba sacando conjeturas y entre asqueado y sorprendido intento responder:
 
--Pues no se... Me dijo muchas cosas... –Las mejillas del menor se tiñeron de un color carmesí, pero esa vergüenza dejo paso a la furia --¡Que asqueroso!... –Exclamo sorpresivamente asustando un poco a su amigo quien parpadeó un par de veces sin poder descifrar si ese calificativo iba hacia él, hacia Ikki o hacia alguien.
--¿Quién?... ¿Yo?...  –El mayor se señalaba con un dedo y por las dudas miro hacia atrás en búsqueda de algo o alguien mas en ese lugar.
--No... Mi niisan... –Corrigió Shun intentando contener su voz en los pasillos.
--Pero al final... –El ruso necesitó saberlo, así que ignoro las inusuales palabras de su amigo para terminar con esa tortura de no saber si despertaría al día siguiente –Voy a morir en los próximos días ¿O no?...
  Shun dejo sus cavilaciones al escuchar esta pregunta y comprendió lo que su amigo intentaba preguntarle, así que le respondió resuelto:
--Ah... No... Aparentemente no sabe nada... –Andrómeda llevo infantilmente sus manos hacia su espalda.
--¿No?... –Se sorprendió Hyoga --¿Y entonces? ¿De que quería hablar?.... –Le había entrado la curiosidad.
--Pues no se... ¡Que asqueroso! ¡No lo puedo creer!... –Recordó el peliverde súbitamente.
--¿Qué no puedes creer y que es asqueroso?...
--Mi niisan... –Respondió el menor con un ligero puchero de reproche.
--¿Por qué? ¿Qué te dijo?... –Hyoga arqueo sus cejas incrédulo de escuchar semejantes acotaciones sobre Ikki.
--En resumen... Solo me pregunto de ti...
--¿De?... ¿¡De mi!?... –El Cisne quiso disimular su creciente nerviosismo e interés por saber que había dicho el Phoenix de él --¿Y que te dijo de mi?...
--Me pregunto cosas... Cosas raras... –Susurro a lo ultimo bajando la voz como quien dice una mala palabra o una ofensa al mismo tiempo que realizo un fugaz levantamiento de cejas.
--¿Cómo que?... –El rubio esbozo una tímida sonrisa de nerviosismo intento seguir disimulando que no le importaba.
--Me preguntó... –Intento Andrómeda hacer memoria –Si eras virgen... Si tuviste novia y si la tenias... Si te gustaba algún chico y finalmente como te gustaban los chicos...
  Fue un segundo en donde el ruso sintió que el oxigeno se había agotado súbitamente en toda la tierra ¡¿Ikki Kido preguntando todas esas cosas de él?!.
--¿Y tu?... ¿Y tu que le dijiste?... –Pregunto con curiosidad esperando que su amigo hubiese hablado bien de él.
--Pues por supuesto le dije la verdad... Que vas de cama en cama... Que para ti solo es sexo... Y que prefieres un travesti antes que a una chica o a un chico porque para ti es como tener a los dos en uno...
 
  El rostro de Hyoga lo dijo todo y si no asesino en ese momento a Shun fue por el extremo cariño que siempre le tuvo, pero antes de que pudiera hacer algo una sonrisa y siguiente risa en Andrómeda delató a este ultimo.
  Aunque respiró aliviado, aquello no fue divertido para el Cisne, se paso lo que quedo de la tarde intentando averiguar lo que el Phoenix había dicho sobre él, pero el peliverde se encontraba muy hermético es que si sus sospechas eran ciertas no permitiría por nada del mundo que uno de sus amigos saliera lastimado de esa forma tan desalmada.

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