Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Al fin y al cabo no somos nada. por HimikoBl

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Se prohibe cualquier copia o adaptación ®

Notas del capitulo:

¿Qué les puedo decir? 

ammm los personajes no me pertenecen, son propiedad de Hoshino Katsura.

y... no sé me ocurre nada más xD asi que disfruten :'D

Me encontraba charlando con mis amigos sobre cosas triviales, cuando percibí  que ya se había hecho demasiado tarde, por lo cual decidí ir a casa, ahí probablemente me encontraría con mi tutor ‘’Cross Mariam’’ él era un hombre bastante peculiar, no podía vivir si no estaba ebrio o en compañía de alguna mujer, pero aun así yo pensaba que era un buen hombre, después de todo él me había cuidado y protegido toda mi infancia luego de la muerte de mis padres.

-Estoy de vuelta…- esperé alguna respuesta, pero nada sucedió, ‘’otra vez solo’’ pensé, no era que me desagradase, sino más bien lo que me molestaba era que aquello significaba que mi tutor estaría bebiendo en algún lugar.

Al cabo de algunos minutos decidí ir de compras, ahí me encontré con un chico de mi clase, era alto de tés clara y cabello negro, además de poseer un carácter arrogante y de pocos amigos, trate de socializar con el dándole un saludo, el cual respondió con un simple ‘’tsk…’’ era muy tonto el pensar que el me saludaría diciendo algo como ‘’Hola Allen, ¿Qué tal tu día? ‘’ pero no perdía nada con intentar. Hace algunos años me había dado cuenta de que ‘’Kanda’’ me gustaba, nunca le había dicho ni expresado nada, ese sentimiento que sentía por él se debía a que había sido el único que me había apoyado cuando había entrado a la universidad, toda mi vida había aguantado las burlas respecto a la cicatriz que tenía en la mejilla y mi no muy común cabello blanco, recuerdo que habían unos tipos que me habían amenazado con golpearme solo por haberme tropezado con uno de ellos, y cumplieron su palabra, a la salida de la universidad tres tipos me habían estado esperando para darme una paliza, yo alcance a racionar al verlos pero aun así  recibí un fuerte puñetazo en la cara, en ese instante Kanda también iba saliendo así que pudo notar que me entraba en un riña, no recuerdo mucho de lo que sucedió ya que me había dado un fuerte golpe en la cabeza, pero al parecer Kanda les había dado una buena golpiza a aquellos tipos, cuando desperté noté que me encontraba en un lugar completamente diferente.

Si ya despertaste puedes largarte a tu casa- ahí pude notar que me encontraba en la habitación de Kanda, luego de eso me despedí cordialmente y me disculpé por las molestias causadas

Pasado bastante tiempo decidí que debía dejar de acobardarme y decirle a Kanda que me gustaba, nunca me había declarado a nadie, ni siquiera podía pensar en que decir, mi mente estaba completamente en blanco, pero aun así me propuse dejarle saber mis sentimientos.

Kanda… eto... Necesito decirte algo-dije con timidez, no solíamos hablar mucho ni nada por el estilo, más bien Kanda era una persona bastante solitaria.

Que quieres Moyashi?- Sí, así era como el me llamaba, no era que me agradase ese apodo, pero ya me había cansado de discutir diciendo que mi nombre era Allen, así que proseguí.

Quería decirte que… es solo que desde hace algún tiempo…- las palabras simplemente se negaban a salir de mi boca.

Si eso era lo que querías decir mejor me voy-

No! Espera – dije tomando su brazo, era, algo que debía decir a toda costa, pero sentía un gran nudo en la garganta- Kanda… tú me gustas- dije casi para mí mismo

¿Qué dijiste?-

Que tú me gustas!- grite completamente sonrojado

Jajá, buena broma, ahora si eso era todo lo que querías decir debo irme-

¡No estoy bromeando! Tú en verdad me gustas-

Aléjate de mí, eres asqueroso-

Kanda…- susurre con el rostro lleno de lágrimas

Lo dejaré claro, no me van los homo, son asquerosos así que aléjate de mí- dijo volteándose para seguir su camino.

No pude decir nada, había tardado años en conseguir el valor suficiente para declararme, y solo había sido peor, me hubiese conformado con verlo de lejos, pero ahora todas mis esperanzas se habían ido por el retrete, decidí volver a casa rápidamente, una vez ahí me encerré en mi habitación, las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, sabía que Kanda no aceptaría mis sentimientos, pero aun así había decidido hacerlo, cosa de la cual ahora me arrepentía con toda mi alma.

Ya habían pasado más de tres días, y yo aún no me atrevía a volver a la universidad, no quería tener que encontrarme con Kanda, no sabía cómo mirarlo. Al poco tiempo después decidí cambiar de Universidad, quería terminar mis estudios de forma tranquila, y claramente con Kanda en la misma facultad no podría mantener la calma.

Traté con todas mis fuerzas de olvidar lo que había sucedido aquel día, pero sus palabras aun resonaban en mi mente, pasaron años y nunca pude superar aquel desamor ni rehacer mi vida con alguien más.

A veces me preguntaba cómo habría sido todo si no hubiese huido tan repentinamente, quería saber que habían hecho mis amigos y Kanda luego de mi ausencia. Nunca volví a ver a nadie de mi antigua universidad, excepto a Kanda. Un día cualquiera me lo tope en la calle trate de ignorarlo y hacer como si no lo conociese, pero al parecer el sí pudo notar mi presencia, nuestras miradas se cruzaron, y tuve un temor horrible de volver a oír tan crueles palabras salir de su boca, así que apuré el paso, al cabo de unas cuadras logré notar que al parecer me estaba siguiendo, quise pensar que todo aquello era producto de mi imaginación, pero aun así traté de perderlo para luego tomar una taxi y volver a mi casa.

Mi tutor ‘’Cross Mariam’’ quien había cuidado de mi desde el fallecimiento de mis padres, podría decir que como hombre el dejaba mucho que desear, y aún más como tutor, pero siempre procuro que yo terminara mis estudios, a pesar de permanecer borracho gran parte del día, sin su apoyo yo jamás habría podido lograr nada, de seguro habría terminado en algún hogar adoptivo durante toda mi infancia, ya que dudaba que con mi extraño color de cabello y mi no muy bella cicatriz de mejilla alguien quisiera adoptarme.

Al cabo de varios años logré sacar mi título profesional, había sido todo tan duro que lo único que me podía reconfortar era que al fin comenzaría a trabajar ayudando a las personas, cosa que consideraba lo más importante.

Hoy era un día normal, pero no como cualquier otro, hoy comenzaría a trabajar como enfermero dentro de una clínica, mis tareas eran bastante simples, debía suministrar los medicamentos y revisar que los pacientes no se quedaran sin suero.

Ya llevaba casi tres meses trabajando en aquel lugar, un día una enfermera había tenido problemas con un paciente un tanto molesto, resultaba que el chico solía insultar a todas las enfermeras al punto de que la mayoría había salido llorando de su habitación, lo primero que pensé fue que de seguro era alguien que tan solo necesitaba algo de atención, después de todo estaba internado por una falla en su corazón, además estaba a la espera de un trasplante de órgano que le pudiera dar una mayor esperanza de vida.

Como era de esperarse fui asignado a la habitación del ‘’chico problemático’’ me puse a revisar sus antecedentes y resulto ser también un estudiante de medicina, él al parecer nunca pudo terminar su carrera por este inconveniente, era por ello que no dejaba tranquilas a las enfermeras si consideraba que estaban haciendo mal su trabajo, revisé su ficha por completo, pero sin notarlo había ignorado su nombre. Entré a la habitación y me quedé pasmado en la entrada, revisé una y otra vez la ficha que me habían entregado, se trataba de Yuu Kanda, sí el mismo que me había rechazado, sentí un vuelco en el estómago ‘’relájate, solo haz tu trabajo’’ pensé, para mi buena suerte se encontraba dormido, al parecer era difícil de despertar, así que pude hacer mi trabajo sin inconvenientes, traté de no sentir lastima por él, sabía que  jamás aceptaría que yo fuera quien lo cuidara, y por ello trate de hacer mis rondas cuando sabía que estaba dormido.

Nunca en mi vida imagine que tendría que ser yo quien cuidase de Kanda, no podía evitarlo pero sentía una gran presión el pecho cada vez que hacia mis rondas, además de un gran temor de ser descubierto, tal vez Kanda podría sentirse asqueado por ser tocado por mi o algo así, lo que más me aterraba era volver a ser rechazado por él, después de todo y a pesar de ya haber pasado varios años aun no podía olvidarlo.

////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Estaba postrado en un maldito hospital en espera de un maldito trasplante de corazón, que nadie quería admitir pero todos sabíamos que jamás llegaría, al parecer había nacido con algún tipo de problema en mi corazón, que al pasar los años se había acrecentado, ahora varios de mis otros órganos y sentidos habían comenzado a fallar como era de esperarse.

Hoy era un día de lluvia, me gustaba ver el cielo plagado de nubes y por ello no dormí, además digamos que sentía algo de curiosidad por la nueva enfermera que me habían asignado, nunca la había visto, y al parecer hacia bien su trabajo, de seguro alguna de las otras le comento que sería mejor hacer sus rondas cuando yo estuviese durmiendo así que me las ingenie para hacerme el dormido y esperar a su turno. Al cabo de varios minutos de espera sentí la puerta abrirse con cuidado, para mi sorpresa no se trataba de una enfermera, si no de lo contrario, nunca pude ver su rostro ya que esta trataba de no mirarme y de mantener la vista baja, abrió las cortinas de par en par casi como si supiese lo mucho que me gustaba la lluvia. Fue en ese momento cuando pude notar que yo conocía aquel inusual color de cabello, el enfermero antes de salir acaricio mi cabeza y dijo ‘’a mí no me engañas’’ luego de oír esas palabras abrí mis ojos de par en par, pero el solo me dio la espalda y salió. Permanecí despierto hasta la noche esperando a que volviese a entrar, pero eso nunca pasó, en su lugar entro una enfermera, la miré a la cara y dije:

¿Dónde está el otro? –

¿Se refiere al otro enfermero?-

Si-

Amm… Él joven me preguntó si podía cubrir su turno ya que se sentía mal-

Tsk… entonces… ¿Cómo se llama?-

Allen Walker- mis ojos se abrieron a más no poder, sabía que lo conocía pero sin haber visto su rostro me era imposible recordarlo.

Había pasado toda la noche tratando de recordar a quien pertenecía ese nombre, al final solo pude lograr dormirme para su siguiente ronda, cuando desperté pude notar las cortinas abiertas otra vez, así  que asumí que ya había pasado por mi habitación.

Al día siguiente el misterioso chico apareció en mis sueños, su extraño cabello blanco me recordaba a un chico que había conocido hace bastante tiempo, en mi sueño él decía que permanecería conmigo, pero de un momento a otro desaparecía sin decir nada, yo comenzaba a buscarlo por todas partes, pero al final nunca lo volvía a ver. Cuando desperté otra vez note que él ya había estado aquí, de alguna forma pensaba que me estaba evitando, ya había pasado casi tres semanas y aun no podía estar  despierto para cuando llegara.

Un día me encontraba semi-dormido, en ese momento pude notar que alguien había entrado a la habitación, todo se encontraba obscuro, trate de adecuar mi vista y pude notar que el misterioso enfermero se encontraba parado frente a mí, él acaricio suavemente mi cabeza.

¿No me recuerdas?- preguntó, yo lo miré confundido.-Descuida, es fácil olvidar a las personas que no son relevantes en tu vida.- dijo con una expresión que denotaba tristeza.

Al fin me había adaptado a la poca luminosidad del lugar, alcé mi vista y logre reconocer al hombre frente a mí.

¿Moyashi?… Nunca imagine volver a verte- Al fin aba había logrado reconocer al chico frente a mí, se trataba de uno de mis antiguos compañeros de universidad, que para mi sorpresa resulto estar enamorado de mí, cuando me declaró sus sentimientos me sentía pasmado, ‘’ me das asco’’ ‘’no me  van los homo’’ aquellas crueles palabras que dije salieron por su propia cuenta nunca pensé que le afectarían tanto mis palabras, pero fue todo lo contrario después de eso me sentí realmente mal, Allen era un buen chico y de nobles sentimientos no merecía ser tratado de tal forma, mucho menos por mí solo por el hecho de haber tenido un mal día , luego de ese entonces  lo busqué por todas partes pero nunca logre encontrarlo, lo único que supe de él  fue que se había cambiado de universidad.

Un día luego de varios meses me topé con Allen en la calle, nos miramos por un par de segundos, casi como tratando de reconocernos, luego se eso Allen aparto la vista y se fue, por mi parte traté de seguirlo, realmente quería disculparme y decirle cuanto sentía haber dicho tan crueles palabras, pero él simplemente desapareció de mi vista.

Pues pensamos lo mismo- respondió con un semblante algo melancólico.

Jajá, y que hay con esa expresión, no me digas que… ¿todavía te gusto?- no sabía por qué había preguntado eso, tal vez solo sentía algo de curiosidad.

No te creas tan importante, lo que sentía por ti murió hace años- dijo con la cara totalmente seria.

Trate de buscar algo que denotara que mentía, pero todo fue en vano.

¿A qué has venido? Ya es demasiado tarde para que sea alguna de tus rondas- dije tratando de cambiar el tema.

En realidad si estoy en una de mis rondas, digamos que te dejé para el último, así que si necesitas algo puedes pedirlo.

¿Podrías darme un poco de agua?- pregunté, casi ya no podía moverme, tenía tantos aparatos conectados que simplemente no podía mover ni un solo dedo, Allen accedió sin decir más y luego de eso solo se despidió y salió.

Al día siguiente Allen parecía distraído, quise preguntar qué sucedía pero preferí no hacerlo, después de todo él estaba haciendo su trabajo y yo era solo un simple paciente así que luego de terminar su trabajo se despidió cordialmente y salió, el resto del día transcurrió tranquilo y sin complicaciones. Luego de eso llego el horario de visitas, yo no solía tener visitas ni nada por el estilo, ni siquiera tenía muchos amigos o alguna novia que me fuese a ver, además mi padre se encontraba de viaje a causa de su trabajo por lo cual pasaba casi todo el tiempo solo, nunca pensé que ese día sería la excepción así que preferí tomar una siesta. De pronto sentí que alguien había entrado, me pareció extraño así que trate de ver de quien se trataba, acababa de despertar por lo cual mi vista era algo borrosa, luego pude notar que se trataba de Allen.

¿Qué sucede? Aún es muy temprano para tus rondas-

No estoy en una- respondió  apuntando su atuendo, era cierto no traía la bata del hospital- es mi hora de almuerzo, pensé que podrías sentirte algo…solitario, disculpa no quise despertarte- dijo saliendo de la habitación.

¡Espera!... puedes quedarte-  dije

Allen se posicionó  en una silla que se encontraba junto a mi cama de pronto todo se volvió silencioso, ninguno de los dos sabía que decir, Allen parecía algo nervioso y estaba comenzado a molestarme el incómodo silencio.

¿Podrías darme eso?- pregunté señalando unas galletas, él solo me las entrego sin decir palabra alguna y así seguimos por varios minutos, sumidos en un muy incómodo silencio.

Sabía que no debía venir, después de todo ni siquiera somos amigos… lamento haberte incomodado- estaba por decirle que no se fuera pero ya era demasiado tarde.

Notas finales:

bueno, espero que le haya gustado, estaré esperando sus reviews.

acepto criticas de todo tipo así que si hay algo que no les gusta diganme para mejorarlo :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).