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Steal me por Sakura chi

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Notas del fanfic:

Un universo alterno del manga Koi Suru Boukun

Notas del capitulo:

Holaaaaaa aquí nuevamente Sakura, después de haberle dicho adiós al fandom (me refiero a escribir) había estado de lo más tranquila cuando una idea comenzó a taladrar mi cabeza y me dije a mi misma… Si Morinaga fuera ladrón sería el mejor de todos 7.7 y sin más que decir, más que sí, sí y sí otro universo alterno es que me gustan y que los personajes no me pertenecen, les dejo con este primer capítulo, disfruten la lectura.

Steal me

Cambiar

 

¿A que eres capaz de renunciar por salvar lo único que te queda en la vida? ¿Acaso por razones como esas estas dispuesto a dejar de ser quien eres y optar por la salida más fácil? No son actos de cobardía, son actos de desesperación, ver ante tus propios ojos como lo que más significa para ti poco a poco se va despidiendo de este mundo, la impotencia crece de gran manera dentro de ti, no saber qué hacer, no saber de qué manera ayudar, el miedo te invade y te ciega, no te permite pensar, no te permite razonar, esa sensación de ser inútil era algo que en estos precisos momento le invadía.

Frente a él en aquella humilde casa en la que compartía con la persona que le había prácticamente criado sucumbía ante sus ojos, no sabía qué hacer. Con miedo y temor se acercaba al futon en el piso y con miedo tocaba su hombro… trataba de despertarle, ese cuerpo yacía en el suelo en una fuerte fiebre, lo que creyeron que solo había comenzado como una normal gripe, les golpeaba fuertemente, infructuosamente con paños húmedos trataba desmedidamente de bajar dicha fiebre, había llamado ya al único amigo que poseían, para él en estos momentos un poco de calma llego al terminar la llamada era tranquilizador de cierta manera tener un amigo médico.

Ahora que estaba a la espera de  la salvación de su única familia lo apreciaba en el piso luchando por no sucumbir a la muerte. Apretaba sus puños en desesperación e impotencia, sus ojos se llenaron de lágrimas. Como hubiese querido ser un poco más útil y cuidar de esa persona;  se castigaba a si mismo preguntándose ¿Por qué no logro notar que su salud se ponía mal cada vez más? ¿Por qué no hizo nada hasta que este punto llegara? Todo eso se preguntaba. Estaba decepcionado de sí mismo culpándose ante la espera de aquel que venía en camino lo único que tenía ahora era rezar y esperar que la fiebre bajara y que llegara rápido su amigo para revisarle.

Cada minuto se hacía largo y desesperante, era en estos momentos cuando comenzó a hacer una reflexión de su situación, en que momento todo se tornó de esta manera, habían nacido en el seno de una familia acaudalada pero la vida dio un giro estrafalario que los había dejado a ellos en la nada, sus padres se habían divorciado siendo pequeños, ninguno de los dos se hizo responsables de ellos, por lo que… esa persona que yacía en el piso sobre el futon, su hermano mayor opto por que ambos se alejaran. Su hermano su figura paterna y materna en los años de su pubertad, su consejero en sus años de adolescencia, su amigo ahora que estaba convirtiéndose en un adulto, él que siempre se preocupó por que  nunca les falto nada, aun con las decadencias que la vida les daba. Con esfuerzo su hermano se había encargado de siempre protegerle, de siempre ayudarle, de siempre darle razones para seguir adelante, pero, ahora la vida se encargaba de golpearle y amenazarle de quitarle lo único que le queda, su única familia.

Hay momentos en la vida en lo que comienzas a creer que la vida misma te odia, cuan equivocados estamos, tan errados en nuestros pensamientos que no nos damos cuenta que la vida lo único que busca es hacerte fuerte, mostrarte cosas que jamás hubieras conocido si a eso que llamas “crueldad” no hubiera pasado.

Se necesita un poquito de dolor para conocer la verdadera felicidad en la vida y poder saber cuál será tu camino de ahora en adelante.

El medico había llegado a su humilde vivienda, revisaba minuciosamente a su hermano, mientras su cara mostraba enfado o confusión…

— ¿Desde cuándo esta así?— preguntaba mientras en una libreta anotaba,

Desde unas dos semanas creo que menos pero algo así…— con miedo contestaba,

Necesito hacerle unos exámenes, llamare una ambulancia lo trasladaremos aun hospital…— dijo mientras sacaba de su bolsillo su celular…

No, espera Masaki… no tenemos para pagar uno… no…— rápidamente le detenía y negaba con su rostro…

No te preocupes, yo me hare cargo de eso, la prioridad es saber qué es lo que tiene Kunihiro— diciendo aquello salía de  esa habitación para realizar la llamada respectiva.

Con limitantes enfrentarse a lo que no estás preparado aterra más de lo que debería, unos minutos bastaron para que la ambulancia llegara, rápidamente eran llevados al hospital mientras le realizaban las pruebas a su hermano ahí sentado en la sala de espera, lo único que podía hacer era rezar.

Veía a todos lados, ese hospital era el mejor en la zona, pero así era de costoso, como podría pagar los exámenes de su hermano, a penas y había terminado de estudiar, apenas había cumplido dieciocho años encontrar un trabajo en el cual pudiera cubrir esos exámenes era imposible, no había manera de poder costear lo que le pasaba a su hermano, pero, el dolor en su corazón se presentaba, él había hecho tanto por él ¿acaso él no será capaz de compensarle un poco de todo lo que recibió? No saber qué hacer, no saber que pensar, no saber nada, era lo único en que su cabeza giraba.

Después de un par de horas el doctor se presentaba frente a él…

¿Dónde está trabajando Kunihiro?— preguntaba mientras se sentaba a la par del chico.

Había conseguido un trabajo en un santuario de aves…—respondía algo confuso, al médico de cabellos rubios quien le observaba atento y con el entrecejo fruncido, ante aquella dudosa respuesta, el soltó un suspiro y susurro.

No te mentiré no a ti, Kunihiro tiene una Neumonía tipo Psitacosis…—

¡¿¡¿¡¿UNA QUE!?!?!?— interrumpía aquellas palabras…

Te recuerdo que estas en un hospital… calma… esta neumonía se da por inhalación de polvo en las plumas o en el excremento de los pájaros que posiblemente se encuentren infectados, quiero también hacerte unos exámenes a ti ya que hay probabilidades de que también tengas ese tipo de virus…—decía tratando de ser lo más profesionalmente posible, a pesar de todo eran sus amigos y le afectaba la situación por lo que estaban pasando.

Está bien…— dijo casi inaudible…

Masaki analizo la preocupación en aquel rostro pronto el agrego. —No te preocupes, esto se cura con el tratamiento necesario.

El silencio rodeo a ambos, solo podías escuchar el sonido de los teléfonos sonando uno que otro anuncio por el alto parlante del hospital y algunas máquinas al fondo tintinear con algún paciente, el más joven de los hermanos estaba en un cruel dilema, esa palabra “Tratamiento” Tenía muchos significados para su pobre corazón.

¿quiero pedirte algo Masaki?— expuso finalmente…

Dime— ambos se colocaban de pie…

Sé que apelaras a la estancia de mi hermano en este lugar, pero, su tratamiento… eso lo costeare yo de una u otro manera me hare responsable de eso…— termino de decir con seriedad dibujada en su rostro…

No te sobre esfuerces… todo saldrá bien…— Masaki sintió que los ojos de aquel chico se tornaban brillantes, aunque el pronóstico estaba muy mal para Kunihiro él debía darle fuerzas y ánimos, con aquellas palabras ambos se perdían entre los pasillos.

 

Una semana se había ido entre angustias y sustos, la salud de su hermano no parecía mejorar, necesitaba con urgencia comenzar un tratamiento rigorosamente para poder contrarrestar aquella enfermedad que atentaba con su vida, su estancia en el hospital se hacía posible gracias a la apelación de Masaki que había pedido encarecidamente que le dejaran permanecer ahí y que esa acción podía ser ocupada en un futuro como una labor social que hospital ofrecía, algo que era muy lejos de la realidad, pero para bien o para la mal, les ayudaría a crecer económicamente al hospital al ver que este realizaba “buenas obras”, aunque solo fuera fachada aquello serviría, aunque después de todo tendrían que pagar todo lo que el hospital les brindaba la prioridad era mantener y tratar la enfermedad de Kunihiro a cualquier costo.

Esa enfermedad se hacía cada vez, más fuerte, las defensas de Kunihiro eran demasiado débiles, todo aquel esfuerzo realizado para sacar adelante a su pequeño hermano le pasaban la factura mucho antes de lo que se imaginó.

Despertaba una vez más en aquella habitación blanca, trataba con todas sus fuerzas de poder levantarse pero nuevamente sus débiles brazos lo hacían sucumbir en la cama, respiraba con mucha dificultad con ayuda de una mascaría de oxígeno, tenuemente esa mascara en su rostro lograba disipar y ayudaba a las vías respiratorias de Kunihiro pero por lo menos no habían llegado a entubarlo, y con eso demostraba que aun tenia fuerzas suficientes para seguir viviendo.

La razón de su terquedad por no querer abandonar este mundo era por su principal preocupación… su hermano, todo lo que pensaba era en él, ese era el motivo por el cual debería de seguir luchando, se movía un poco para poder quedar recostado en la cama y ladeando su rostro noto la presencia de su hermano, le observo por un largo rato, élestaba dormido en la silla a un costado de la habitación, dibujo una tenue sonrisa bajo aquella mascara estaba orgulloso, ese era el motor que le permitía seguir… veía como Tetsuhiro comenzaba a abrir sus ojos y llevaba sus manos a su rostro masajeando para poder despertar mejor, al aclarar su visión logro ver a su hermano despierto y alerta le miraba con dulzura y comenzó a reír…

Deberías de dormir un poco más… no seas testarudo…—se acercaba y le acomodaba las sabanas…

—… es…— sus palabras quedaban atoradas en su garganta…

Descansa… sé que todo saldrá bien…— le miraba tratando de contener las lágrimas que amenazaban por salir…

Kunihiro alzaba su mano para sostener el brazo de Tetsuhiro y acércalo más a él… y apenas susurrar en su oído…

Estoy bien…—después de ese acto se volvía a acomodar para volver a cerrar sus ojos producto de la medicación que se le había asignado.

Era imposible negar que el miedo recorrió todo su cuerpo, ver de esa manera a su hermano era algo que jamás se imaginó apenas y podía decir unas cuantas palabras, ya que su garganta se cerraba inmediatamente, se encontraba débil demasiado débil aunque este tratara de ser fuerte era en vano.

 

++S~~*~~M++

 

Se encontraba desesperado sentado en la banca de un pequeño parque cerca del hospital, sus intentos de conseguir algún tipo de trabajo eran echados a la basura, nadie quería darle trabajo a alguien tan joven y sin experiencia, las pocas personas que si le quisieron contratar, la paga era muy por debajo de lo que se imaginó, si lo que quería era pagar todo lo que hacían por su hermano, tenía que trabajar por años incluso al morir, aquello no sería lo suficiente para cancelar aquella factura que con los días crecía cada vez más, estaba tan inmerso en sus pensamientos, que no se daba cuenta de nada de lo que pasaba a su alrededor, estaba llegando a un punto en donde quizás el desaparecer de este mundo sería la acción correcta, pero, no, descartaba aquello ya que no se iba a permitir dejar solo a su única familia en ese estado o mucho menos derrochar todo el esfuerzo que Kunihiro hizo por el en estos años.

Pero las deudas la salud de su hermano y todo en general lo estaban ahogando, ya había vendido lo poco que tenían, aquel pequeño apartamento dentro de poco tendría de que desalojarlo. En sus desesperado accionar logro conseguir un trabajo parcial pero, no había ganado lo suficiente para pagar el alquiler, sabía que podía pedir un poco de paciencia al dueño, pero, al final ¿cómo le pagaría…? acaso habría la manera de salir ganando algo en este situación.

Unas cuantas personas se encontraban de paseo entre el parque repleto de árboles, el clima comenzaba a cambiar, cada vez se hacía más fresco, se venían niños corretear entre las hojas que caían, parejas de enamorados demostrándose cariño en cada lugar que sirviera para ocultarse y robando uno que otros besos y caricias, todos eran ajenos a lo que él le ocurría llego a sentirse muy mal al ver tanta sonrisas las cuales quizás él nunca tendría jamás en su rostro, lentamente el chico sumergido en sus pensamientos se colocaba de pie sin percatarse que una chica corría hacia esa dirección por lo que ambos caían al suelo…

Oye… no estorbes…— le gritaba tratando de ponerse de pie cosa que le fue imposible ya que sus cabellos se habían enredado entre las ropas del chico… —Ah… ay… levántate…— le empujaba tratando que este se levantara…

¡Ahí esta…! ¡Ella es…!—  se oían gritos a lo lejos…

Tsk… demonios…—  

Oye espera… lo siento ¿estás bien?— trataba de llamar a la calma cuando sintió que era jalado rápidamente…

¡¡¡Corre… corre…!!!— gritaba delante de él agarrando por sus ropas y apresurándole…

¿Por qué?— preguntaba muy confuso…

¡¡¡La policía… es la policía corre inútil…!!!— gritaba mientras iba cada vez más rápido…

¿Pero…? yo…— volteaba a mirar hacia atrás y venia que dos policías les gritaban que se detuviera, culpa o no, no permitiría que le atrapasen no correría ese riesgo, comenzaba entonces a correr a la par de la chica, difícilmente aun atorados salían rápidamente del parque, y cruzaban entre las calles esquivando más de un carro y peatones, se metían entre un callejón y se escondían tras un contenedor de basura…

¿En qué momento paso todo?, solo fue cuestión de segundos el verse ahora en esta situación, huyendo sin razón aparente, después de unos minutos callados la chica se giraba a observarle y comenzaba a tratar de soltar su cabello de entre los botones de la chaqueta que llevaba el chico, ella se jaloneaba a costa de severos movimientos y el dolor de eso comenzaba a sentirse, pero parecía que sus cabellos eran lo suficientemente fuertes como para que  tal acción fuera en vano…

Demonios…— comenzaba a irritarse…

Calma… es fácil espera…—  amable y delicadamente tomaba ese cabello entre sus manos y comenzaba a soltarlo… unos cuantos segundos más y ambos eran liberados… —ves no era difícil…— diciendo eso el chico le embozaba una sonrisa,

Oh… gracias…— dijo un poco apenada… y levantándose de ese lugar para irse pero…

Espera… ¿Por qué te seguían? ¿Qué hiciste?— le tomaba de la mano… la chica le veía un poco sorprendida…

No… no es de tu incumbencia…— diciendo aquello trataba de soltarse, extrañada ese sujeto tenía una fuerza sobre humana o a lo mejor no la dejaría ir hasta que le asegurara que era inocente…

Pues si lo es… me involucraste…— dijo colocándose de pie y tomándole ahora por los hombros…

¡Ya…! ok ¡robe!… ¿si…? no es mi campo pero lo necesitaba… ¿contento… y ahora que…? ¿me delataras?…—soltaba todo aquello observándole un poco molesta…

¿Por qué robas? ¿Por qué no trabajas?— le cuestionaba…

Ja… si pudiera ganarme la vida de otra forma lo haría… pero dime… contratarías a una chica ¿que no ha estudiado nunca… y que además es menor de edad? Yo creo que NO… — le dejaba ir un pequeño empujón para así poder soltarse ante los ojos llenos de sorpresa del chico… —Mi familia… mi familia solo la formamos dos hermanos más y yo… tenemos que ver cómo sobrevivir… ya había estado tres semanas en ese parque, no había problemas para nada, ya había identificado a quienes robar, pero apareciste tú y esto no me servirá de mucho— dijo mientras sacaba lo que se encontraba en la cartera que había escondido entre sus ropas… —malditos ricos que apenas andan efectivo… todo es tarjetas…—  diciendo aquello tiraba todo dentro del contenedor.

¿Tiras todo?— le miraba sorprendido…

Eres un novato… es rastreable y a estas alturas tienen reporte de robo, no soy una vulgar ladrona no me insultes…— le miraba indignada

Ladrona al fin de cuentas ¿no?— le cuestionaba ante la reacción de la chica

Creo que ladrón es aquel que roba para satisfacer sus placeres… yo solo trato de sobrevivir… ¿llamarías a eso delito?—  le miraba mientras comenzaba a caminar buscando la salida del callejón en el que se encontraban —Solo hago esto para seguir protegiendo a mi familia, para seguir viviendo… además yo no hago estos tipos de robo… tengo más clase…— diciendo aquello se perdía entre la multitud…

Si lo plantea de esa forma… no se considera malo o ¿sí?— con aquella duda sembrada en su cabeza salía de ese lugar también sin rumbo fijo y con solo una meta, buscar la manera de poder ayudar a su hermano.

Quizás aventurarse a lo que nunca ha hecho, aventurarse a ir en contra de sus principios era algo con lo que aún no se encontraba de acuerdo pero lo intentaría, al día siguiente después de una larga noche donde tuvo una crisis existencial probaría hacer algo que iría en contra de lo que su hermano le había enseñado pero esta era la única manera de hacerlo.

Observa a una chica del otro ladode la calle, pareciera tener dinero consigo, él vestía lo más oscuro que podía con un jeans negro, tenis negros, una camiseta gris y sobre este una chaqueta jeans en negro con capucha, se acercaba lentamente sin levantar sospecha o eso creía, el novato no se había percatado que cerca de la que era su primera víctima estaba un hombre que se había dado cuenta de lo sigiloso y sospechoso que se veía Tetsuhiro, él no noto a aquel hombre solo aprovecharía la oportunidad de que la chica hablaba por celular estaba a punto de tomar la cartera que cargaba esa chica cuando, era rápidamente tomado por el brazo y llevado lejos de ese lugar…

Eres un novato… demonios… ese tipo estaba a punto de matarte si te acercabas más idiota…— le soltaba y se quitaba la gorra que llevaba sobre su cabeza, dejando caer un largo cabello castaño… se giraba a mirarle completamente furiosa…— ¿Qué crees que haces?— le cuestionaba…

Tu… pero…—apenas decía por la sorpresa…

Si vas a meterte a este mundo… debes de ser cuidadoso…— le miraba resignada

Pero nadie observaba…— apenas murmuraba…

Eso es lo que tú crees… observa muy bien… esa muchachita no está sola…—señalaba de donde le había traído…

Así era a simple vista la chica parecía estar sola, pero no era así un hombre siempre estaba unos cuantos pasos detrás de ella, observando a cada persona que se le acercara…

Si te hubieras acercado más, ahorita mismo estuviera recogiendo tu cuerpo muerto… idiota…— le daba un pequeño golpe en la cabeza… — ¿Qué crees que haces?— le miraba curiosa…

Busco salvar a mi hermano…— apenas murmuro… —No sé qué más hacer… estoy… no puedo hacer… nada…— diciendo aquello se dejaba caer al piso ante el asombro de la chica que tenia enfrente…

Vamos levántate… mi nombre es Sora… vamos a otro sitio— expuso mientras se agachaba para ver su rostro y extendiéndole la mano para que le acompañare…

 

—… mi nombre es Tetsuhiro M…—  sus palabras quedaban en el aire ya que la chica se giraba al verle y le negaba con su cabeza…

Solo tu nombre es suficiente…— caminaban cruzando varias calles, en silencio hasta que llegaron a un pequeño edificio de apartamentos, comenzaron a subir las gradas hasta que llegaron y se posicionaron enfrente de una puerta… —Este es el hogar de mi familia…— diciendo aquello abría la puerta haciendo un gesto para que entrare…

Con un poco de miedo entraba en aquel humilde apartamento, miraba cada detalle dentro de aquel lugar, había precisamente lo necesario para estar cómodos, ni más ni menos, miraba como Sora rápidamente se dirigía y colocaba un poco de agua a calentar, le hacía un gesto indicándole que se sentara en uno de los sillones, al poco tiempo el agua estaba lista y preparaba un poco de té para ofrecérselo.

Disculpa la tardanza…—  le extendía la taza de té mientras se acomodaba en un sillón…

Gracias…— le hacía una reverencia y observaba con ambas manos aferradas a la taza a la chica que simplemente estaba en silencio,

Tendrás que aprender rápido, si quieres resultados rápidos… puedo ayudarte… pero no tienes que echarte para atrás en el proceso…— comenzó a decir mientras sus ojos observaban a un costado donde se encontraba un ventana que daba la mejor vista al cielo… —puedes convertirte en alguien grande, siempre y cuando no olvides la razón por la que comenzaste…— le miraba ahora fijamente…

¿qué?... no, espera yo no…— se cortaba ante sus palabras mientras todo él comenzaba a temblar, estaría completamente bien hacer algo como eso…—solo quiero salvar a mi hermano… ese es mi deseo…— murmuraba cabizbajo…

Eso lo harás… puedo pedir un préstamo para apaciguar lo que te pasa… luego me encargo de que lo pagues ¿te parece?— dijo mientras tomaba un poco de té…

¿Por qué me ayudarías de esa forma?— le miraba completamente confuso…

Necesito un compañero… eso es todo… — se levantaba de su sitio y comenzó a caminar para ponerse frente a él… —Te pareces a mi… me veo en ti… por eso quiero ayudarte… ¿aceptas?— extendía su mano en espera de que Tetsuhiro hiciera un movimiento…

¿Tú confías en mí?— le miro confundido ante lo dicho…

Porque no lo haría— respondió sin duda en sus palabras…

No estoy seguro si seré útil, pero acepto…— diciendo aquello se levanta y estrechaba la mano de la chica…

Cuéntame tu problema… y luego comenzamos a prepararte…—

Ambos volvían a sentarse y Tetsuhiro comenzaba a contar todo lo que estaba pasando en esos precisos momentos, puedes llamar al encuentro con esa persona ¿suerte? ¿Destino? Sea lo que fuera, era la salida para su mayor preocupación, después de contar todo aquello, la chica tomaba su celular y hacia una rápida llamada mientras salía de esa habitación…

Correcto o no… es de alguien importante de quien se trata… hare todo lo que este en mi alcance para cuidarle…—  se encontraba con un rostro realmente seguro…llega un momento en donde olvidas que es lo bueno y que es lo malo, comenzaba a tenerle sentido a la frase “el fin justifica los medios” pero si no había otra manera… porque parar a preguntarse si es lo correcto a ¿no?...

Después de varias conversaciones y mover varias cosas, todo estaba listo, una pequeña parte se había concedido como préstamo para poder continuar con los exámenes y medicamentos que su hermano necesitaba, porque aunque habían dicho que ayudarían sin paga alguna por el momento hasta que se curara… se negaban a darle un mejor trato y concederle medicamento alguno, salvo aquel que Masaki personalmente se encargaba de suministrarle…

Gracias por todo hasta ahora Masaki… espero poder tener pronto más dinero para que sigan con el tratamiento…— hablaba por celular desde las afueras del departamento de la chica…

Te dije que no te preocuparas por nada… a pensar de todo personalmente he estado pendiente de tu hermano… se oía amablemente en la otra línea…

Lo sé y te lo agradezco mucho…—

Sea lo que sea… Tetsuhiro ten cuidado… tu hermano te necesita…— añadía preocupado…

Tendré mucho cuidado no te preocupes… regresare pronto… ¿cuento contigo?—

Sí, cualquier cosa que pase me comunico contigo inmediatamente…— le respondía rápidamente

No le digas nada… hasta pronto…—

Él no sabrá nada… nos vemos pronto… y así si más la llamada se cortaba miraba como la noche comenzaba a hacerse presente, observaba como las nubes cubrían a un sol que se despedía por el momento y un hermoso atardecer se presentaba ante sus ojos, se encaminaba nuevamente hacia el departamento ¿era lo mejor que podía hacer? Era lo más rápido que por momento había logrado…

¿Todo bien?— preguntaba una chica presentándose con delantal frente a él…

No te han dicho que eres muy confiada… podría hacerte algo ¿sabes?— decía un poco decepcionado mientras se adentraban y observaba a la chica preparar la cena…

Hacer… ¿qué?... eres muy amable para poder hacerme algo… además aunque no lo creas se defensa personal y en el último de los casos… tú… eres gay…—sus ojos le observaban serenamente ante unos ojos abiertos a mas no poder…

¿Tú... tú?— le miraba completamente sorprendido como rayos ella se había dado cuenta, un sonrojo comenzó a mostrarse en su rostro ¿tan obvio era?

Jajajaja, no eres obvio si es lo que piensas… recuerda ayer, la forma en que soltaste mi cabello, no es de un chico normal… solo fue intuición…— reía ante las reacciones de Tetsuhiro…

La noche llegaba entre anécdotas y sueños, aquellos dos habían pasado el resto de la cena hablando a más no poder.

Cuando eres consciente de algo, se puede denominar como delito, él así lo pensaba, él así lo creía, pero la razón por lo cual lo hacia tiraba todo acto de moralidad, ser capaz de dejar de ser quien eres con tal de salvar lo más preciado en tu vida, a eso era lo que él se enfrentaría, sabe a perfección a que mundo se dirige, sabe que debe de aprender rápido, sabe que no se le tendrá permitido equivocarse, sabe que necesita más dinero, sabe perfectamente que estos momentos no puede darse el lujo de acobardarse.

¿Qué tan lejos serias capaz de llegar por proteger tu familia?

En quince días debía aprender lo básico en el mundo del robo, en quince días debía de por lo menos poder sacar una billetera sin que el propietario se diera cuenta… ¿Por qué comenzar desde lo más básico? Seria de esa forma para hacerlo cauteloso…

Sora tenía dos formas de trabajar, la primera de ellas era por su propia cuenta, robaba aquello que sería fácil de vender a algún excéntrico coleccionista y la segunda para la cual me necesitaba de alguna manera era cuando eran contratada para un robo en específico, aquello te hace pensar que entonces se gana una fuerte cantidad de dinero, la respuesta es si y a la vez no, en ese mundo se maneja un sistema bastante meticuloso para los pagos de los honorarios, ya que solo se entrega una pequeña parte en un cheque o en efectivo mientras la otra se amortiza en acciones en alguna empresa, pero no se podía disponer de eso hasta que se pasaba algún tipo de prueba o algo… es un mundo extraño, pero le  gustase esa forma o no, no daría marcha atrás a su decisión.

Después de quince días de largo entrenamiento regresaban de su viaje…

No sabía que el aluminio podía hacer que pasaras por los sensores sin ser detectados en una tienda…— decía completamente admirado

La vieja escuela… y sus adaptaciones a este tiempo— le contestaba tranquilamente… — ¿Estás listo para lo que se viene?— le preguntaba curiosamente

¿Me crees si te digo que estoy ansioso…?— le miraba para sonreír tan naturalmente…

Así me sentí la primera vez…— le observaba con una nostalgia dibujada en su rostro…

¿Cuál es el objetivo?—

—Una pieza en el museo… desde que mi hermano se fue hace unos cuantos años, no se realizaba algún golpe de esta magnitud, por lo que no se lo esperaran…—dijo para sacar un folleto de su bolsa y mostrársela a Tetsuhiro…

Así que eso vale millones para ese francés… parece insignificante…— reía al ver el objeto…

No te burles… tiene un valor histórico inimaginable— sonreía ante aquello… —Mañana iremos a echar un vistazo y ver qué podemos hacer…— llegaban al departamento y se despojaban de todas sus maletas…

En menos de quince días ese chico temeroso demostraba el don que tenía, fácilmente podía distraer a las personas y despojarles de sus pertenencias, era bastante habilidoso para eso, esa aura de tranquilidad que emanaba de él sería la pieza clave para tener éxito ¿Quién sospecharía de alguien como él?

La mañana llegaba y ellos ya se encontraban más que listos como un par de comunes adolescentes se adentraban en el museo, enumeraban rápidamente los guardias que se encontraban durante su recorrido, identificaban las zonas y los puntos en lo que se movían aquellas cámaras de seguridad, observaban cada ventana que se encontraban a su paso, realizaba un escaneo metal de cada pasillo, de cada exposición, tomaban nota de cada cuanto los guardias se rotaban, hasta el más mínimo detalle no era pasado por alto, llegaban a la exposición internacional la cual era en conmemoración a los ingleses, el objeto de su deseo era un pequeño broche que había pertenecido a la corona británica el cual es demasiado valioso aunque se viera insignificante y les pagarían muy bien por eso.

La persona que les había contratado estaba feliz, el poder dar ese tipo de golpes le agradaba, su amada colección de antigüedades crecería y eso significaba mucho para él, hace años atrás mientras el hermano de Sora se encontraba en la ciudad era él quien se encargaba de cumplir sus caprichos esquivaba siempre a los policías los cuales cada vez quedaban más perdidoso en ridículo al ver lo poco que podían recoger de pruebas, pero desde que este se fue al extranjero su colección había dejado de crecer, conocer de nuevo cuenta que Sora como hermana de quien era su ladrón favorito, podía satisfacer sus caprichos no se negó ante aquello y rápidamente les pedía lo primero que tanto deseaba.

Se encontraban sentados en una cafetería situada al frente del museo, sacaban libretas y comenzaban a escribir…

Creo que sería perfecto hacerlo durante el día…— susurraba mientras hacia un esquema general de los pasillos… — ¿qué tienes Sora?—  levantaba su vista para mirarle, esta le quitaba lo que había realizado en la libreta y comenzaba a realizar círculos…

Cada cinco minutos las cámaras se giran y crean un punto ciego… justo… aquí… te dije que ya no tienen una estricta seguridad— señalaba un punto y sonreía…

Entonces que te parece si para mañana hacemos ese trabajo… sé que vamos a hacer— ambos se cruzaban de brazos y comenzaron a idear el plan a seguir…

Mañana vienen excursiones de colegios, será muy interesante…—salían de aquel lugar con rumbo a buscar lo que necesitarían para el siguiente día…

Pensar que lo que se hace es malo o no, no tiene sentido a estas alturas, las razones por lo que él lo hacía eran más que suficientes, pensar que muchas personas son juzgadas mal precisamente por optar por ese camino no era bueno, si en algún momento llegara a ser atrapado no se negaría a las acusaciones, no había comenzado para satisfacer sus deseos carnales, no lo hacía por poder, lo hacía para cuidar y proteger lo único importante en su vida, y estaba con la fiel convicción que no se avergonzaría por ello.

Después de una tarde donde habían buscado todo lo que iban a utilizar se encaminaban otra vez desde temprano al museo, esta vez separados, vestidos completamente distintos a un día anterior, Tetsuhiro iba con una camisa de botones manga tres cuartos color azul, un jeans en color ocre, unos tenis azul oscuro, un gorro negro el cual solo cubría la mitad de su cabeza, una mochila algo mediana negra la cual la llevaba solo colgada de un lado, un libreta algo grande y un lápiz que llevaba sobre su oreja parecía un simple estudiante de artes que estaba en busca de una tarea para su clase, Sora por otro lado llegaba puesto una blusa bastante holgada color blanca, con un falda jeans azul, medias negras, tenis negros y bolso sobre su espalda, llevaba el cabello en una trenza y se había colocado mechas de varios colores, ambos tenían una misión y fuera como fuera la debían cumplir.

Entraban cada quien por su lado, Tetsuhiro rápidamente se movía por los pasillos y paraba en una exposición habría la libreta en sus manos tomaba el lápiz y comenzaba aparentemente a dibujar lo que veía frente a sus ojos, no muy lejos de la exhibición que tenía lo que buscaban, Sora por otro lado esperaba pacientemente el primer grupo de estudiantes para colarse entre ellos, su misión provocar en ellos el elemento que les ayudaría a robar lo que querían.

Después de poder colarse en un grupo, los chicos que iban ahí comenzaban a acercarse a Sora y tratar de entablar una plática con ella, al principio se negaba, pero era parte de su plan hacer eso al principio, poco después de risas, cuentos fallidos y bromas de mal gusto esta comenzaba a reírse y coquetear con ellos…

Entonces si ¿estás sola?— preguntaba uno mientras se acercaba cada más a ella…

Oh… si nadie pudo acompañarme hoy… y yo quería hacer una travesura…— exponía en fingida tristeza

¿Qué?— exponía uno

— ¿Podemos ayudar?— preguntaba otro… ella comenzó a reír y negaba con las manos ante la insistencia de los demás, paraba inmediatamente en el pasillo al preciso momento en que las cámaras cambiaban su dirección y les veía rápidamente…

Activen la alarma de incendio…— expuso quedamente, ante los ojos de asombro de los cuatro chicos que le seguían, se miraban unos a otros y uno de ellos rápidamente se acercaba a la pared y bajaba la palanca…

Por otro lado Tetsuhiro levantaba su mirada y observa como Sora había llegado justo al punto ciego que dejaban las cámaras, se movía despacio con rumbo a la exhibición inglesa esperando la señal para tomar aquello entre sus manos abría su mochila y comenzaba a guardar la libreta y el lápiz apenas la cerraba cuando la señal de ponerse en acción se escuchaba en sus oídos.

Unos cuantos segundos bastaron para que en todo el lugar se escuchara una alarma y los altavoces llamando a la calma, los chicos rápidamente tomaban la mano de Sora y salían corriendo buscando la salida mientras ella rápidamente volteaba a mirar en dirección de la exhibición y veía como Tetsuhiro pasaba rápidamente por el centro donde estaba colocado el broche y en un abrir y cerrar de ojos y aprovechando el alboroto realizado lo tomaba y guardaba en su mochila, agarraba del brazo a una señora de edad avanzada y le ayudaba a salir de ahí…

Los guardias de seguridad estaban más pendientes de cómo sacar a todos que habían perdido de vista las exposiciones una vez afuera Tetsuhiro se quitaba el gorro y se movía entre la gente lejos de ahí, por otro lado Sora reía divertida con el grupo de chicos causantes de la farsa alarma y se despedía de ellos para irse por otro camino, ambos cruzaban calles hasta que llegaron a ponerse frente a frente al acercarse entre sí apenas se tocaron por los hombros y se iban en direcciones contrarias.

Dos horas más tarde Tetsuhiro llegaba al departamento, al entrar veía a Sora jugar con el broche en sus manos

No lo vayas a perder…— le susurraba mientras dejaba caer la mochila…

¿La ropa?— preguntaba la chica al verle…

En algún contenedor de basura…— le respondía mientras se sentaba y encendía el televisor…

Lo hicimos bien…— decía mientras se sentaba a la par de Tetsuhiro y veían lo que pasaba en las noticias, mientras ambos sonreían en entera satisfacción.

  

   ++S~~*~~M++

 

Por otro lado en el museo se había llamado a la policía a los varios minutos de haber evacuado a todos los visitantes y percatarse que todo había sido una farsa alarma y hasta revisar cada pasillo se dieron cuenta que algo faltaba, por lo que les llamaban para que llegaran a investigar.

Ya habían acordonado todo alrededor mientras buscaban algún indicio que les mostrara que había pasado, se realizaban los interrogatorios requeridos a todo el personal, mientras trataban de contener a la prensa que cada vez trataba de acercarse más y averiguar lo que pasaba, uno entre los policías se acerca a un joven de cabellos largos recogidos en una coleta, vestido todo de negro y con una larga gabardina y le pedía que le acompañase…

Ya se interrogo a todos los guardias, no reportan ningún sospechoso alguno…— decía mientras lo encaminaba al lugar donde se encontraba el broche robado…

Les vieron la cara y ustedes bola de idiotas no pudieron hacer nada…— murmuraba mientras sacaba de su gabardina un par de guantes se ajustaba las gafas y comenzaba a revisar todo ese lugar…

Él era un reconocido detectiveun total genio en su área, era el orgullo de la policía pues a su temprana edad ya había resuelto muchos casos de robo o de algún crimen, él tenía un sexto sentido para esas cosas y su inteligencia se basaba en examinar el lugar de los hechos, buscar pistas y ver lo obvio donde nadie podía ver, estaba molesto por ver como un grupo de ineptos no podían encontrar alguna pista que les llevara a sospechar de alguien, pero a la misma vez se encontraba ansioso por enfrentarse a tan curioso caso.

Ese era el comienzo de una persecución sin precedentes, el comienzo de una nueva vida para todos los que estuvieren involucrados con ese grupo de chicos.

Notas finales:

Esperando que esto fuera de su agrado y que cualquier comentario bueno o malo a la orden todo sea por seguir mejorando…

Muchas gracias y un saludo enorme a usted si usted que se tomó el tiempo para leer esto.

Y pues si soy de pocas palabras n.n…

Hasta la próxima~ Bye~


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