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La casa de los gritos por Driadel Rumsfeld

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Notas del fanfic:

Awww bueno, nada jaja (?), quería hacer algo para esta noche y pues, se me ocurrió meter a estos tres dentro de un lugar en el que probablemente ninguno de ellos se sintiera cómodo a la larga (aunque Makoto no lo hacía desde el comienzo(?)). Espero les guste~

Notas del capitulo:

Todos queríamos ver a Makoto en este Halloween(?).

Ya saben que los pjs de Free!! y Free!!ES no me pertenecen, yo solo los pongo en situaciones incómodas. (?) jaja.

Fue la peor idea que se le pudo ocurrir y ahora lo estaba comenzando a entender.

Rin había visto el anuncio de una casa del terror que estaría en las cercanías de Iwatobi la noche de Halloween. En general sus amigos no habían asistido nunca a ese tipo de eventos, el tampoco claro está, pero sabía de qué iba y por lo mismo, creía que se lo pasarían bien, o al menos se llevarían un par de sustos. Así que había arreglado para encontrarse en el lugar a las nueve de la noche, solo para evitarse grandes filas de gente. Le había costado un poco el convencer a Haruka de que también fuese, pero Makoto había tenido la gentileza de ayudarlo incluso cuando Rin suponía, que al castaño sería al que menos le debía gustar la idea de ir a ese tipo de lugar. Y al final, los seis se habían encontrado fuera del parque de atracciones, con los disfraces que obligadamente el lugar solicitaba para dejar entrar a sus visitantes por esa noche.

El vampiro Makoto tembló ligeramente en cuanto vio a un macabro payaso haciendo fila delante de él. —Ugh...Rin...¿estás seguro de que debíamos venir esta noche? —El muchacho se apegó al hombro de Haruka, aunque el azabache no dudo en alejarse en cuanto vio algo alejarse no a mucha distancia de donde se encontraban...

—Caballa. —Murmuró Haruka mientras observaba hacia otra dirección. Nagisa y Rei lo miraron desconcertados, pero el otro se tardó unos cuantos segundos más en aclarar... —Un hombre caballa, lo acabo de ver, en esa dirección... —Haruka apuntó hacia un sitio en concreto dentro del parque y todos observaron hacia ese lugar, pero solo Rin -que iba vestido de Freddy Krueger- reaccionó con sorpresa.

—¡Ah! ¡Haru! Encontraste la casa del terror. —Rin anunció con una sonrisa que pronto se expandió, dejando ver su afilada dentadura.

—¿Entonces el hombre caballa es parte de la casa del terror, Rin-chan? —Nagisa -caperucita- observó con sorpresa al pelirrojo, esperando por una respuesta positiva.

—Obviamente debe tratarse solo de otro visitante, Nagisa. —Rei -el brujo- acomodó sus lentillas mientras una expresión de desaprobación cruzaba por su rostro.

—Ah, Rei, que aguafiestas~ —Nagisa se quejó, aunque Rin ya sabía lo que ocurriría si dejaba que la conversación siguiera, por lo que tomó del brazo al hombre lobo Sousuke y comenzó a caminar hacia la casa del terror.

—Oh vamos, vinimos hasta aquí por eso, así que no se echen para atrás ahora. —La mirada de Rin fue en justa dirección hacia Rei, quien tomó aquello como un abierto duelo, por lo que comenzó a caminar también, tras de él Nagisa y más atrás, también le siguieron Haruka y Makoto.

 

—¿Seguro que no te dará miedo? —Rin miró hacia su mejor amigo mientras esperaban su turno para entrar en el lugar.

Como respuesta, el muchacho de orbes turquesa sonrió seguro de lo que iba a hacer. —Si estás buscando que des marcha atrás, estás perdiendo tu tiempo, Rin Rin. Pero...si tienes miedo, es mejor que lo digas ahora.  —El desafío estaba implícito en aquellas palabras.

El resto, solo podía mirar cómo se generaba una aura competitiva entre el hombre lobo y Freddy, pero Makoto no podía entender como era que podían sentir tanta emoción por entrar allí adentro.

—U-uh... —El castaño dudó de que pudiera estar bien el meterse a ese tipo de lugar, sobre todo cuando veía a las personas que salían del mismo sitio.

—Oigan.

—¡...! —Makoto tembló al oír una voz desde un costado de la fila. El hombre que cuidaba la entrada habló hacia el grupo de chicos, explicándoles que debían dividirse en grupos de a tres para entrar.

—¡Ah! ¡Haru-chan! ¡Haru-chan! Tu vienes conmigo y Rei. —Nagisa tomó por el brazo a cada uno de los nombrados, aunque la mirada de insegura de Makoto, pero Rin no se tardó en responder a la decisión del rubio y pronto atrapó una de las manos de Makoto.

—Bien, entonces Makoto se viene con nosotros.

—Ah, pero Rin, y-yo preferiría quedarme aquí afuera a esperarles, jaja. —El castaño ya no tenía la confianza de un principio, y es que su tonto pensamiento de que la casa sería un juego de niños se había desmoronado al ver la entrada oscura al lugar y la reacción de quienes ya habían salido de la atracción.

—¡Oh, por favor, Makoto! No te dejaremos atrás. —Rin atrapó la mano del contrario con firmeza, llevándolo junto con Sousuke, que solo se limitó a mirarlos a ambos. —Además estaremos los tres juntos ¿qué podría salir mal?

Makoto no confiaba en que todo estuviese bien, pero si confiaba en su amigo y solo por eso, decidió ceder, mirando por última vez a Haruka antes de entrar en la casa, con el temblor recorriendo cada parte de su cuerpo.

—Esto será emocionante. —Murmuró Rin al ver los juegos de luces que decoraban el estrecho pasillo, volviendo toda la oscuridad aun más tenebrosa.

—Solo no llores si te asustas, Rin. —Sousuke tomó la delantera, prestando atención a los ruidos de fondo, la música que a ratos parecía hacer vibrar el sitio, mientras una espeluznante niebla comenzaba a colarse por el piso, acariciando sus pies.

—R-Rin... —Makoto caminó más lento que en un principio. Esto no le estaba gustando nada, pero si se daba vuelta, aun podía ver la salida.

—Es demasiado pronto para que te asustes, Mako. —Rin no lo dejaría escapar y por lo mismo, hizo un pequeño movimiento para que el castaño terminase justo en medio de él y Sousuke. —Al menos aquí estarás un poco más protegido. —Aunque eso no parecía tranquilizar mucho al vampiro que ahora asentía.

Los chicos doblaron por el pasillo, siendo recibidos por algunas telarañas y otros pasillos que se abrían hacia los costados, pronto los pasos comenzaron a acercarse, puertas crujían, y cuando menos se lo esperaban, un grito aterrador llegó desde atrás: —¡¡Les arrancaré los huesos!!

Rin apenas se girar para mirar, pero en aquellos segundos que se tomaba, tanto Sousuke como Makoto habían corrido por sus vidas, después de todo, el grito se había escuchado en verdad como si tuviesen a alguien tras de ellos. Rin no esperó ni siquiera al ver al extraño sujeto a un par de metros, ¡le habían dejado solo! Así que siguió el camino en busca del par. —¡Oye! ¡Sousuke!... ¡Hey! —Tomó el primer pasillo que encontró y pronto vio a los chicos detenidos en aquél lugar, aunque ninguno de los dos se giró a verle. —¡Hey! ¿Por qué corrieron de esa manera? —Rin se acercó hasta ellos, aunque le pareció curioso que ni siquiera se dieran vuelta a mirarlo. —Oi, ¿qué les pasa? —Con curiosidad, observó hacia donde ellos también lo hacían y entre las penumbras, pudo ver una figura humana; el sujeto apenas se veía y eso de alguna forma hacía sentir incómodo al pelirrojo.

Una risa siniestra recorrió el lugar, haciendo que se les pusiera la piel de gallina a los tres.

—¿Seguro que fue buena idea venir a este sitio, Rin? —Sousuke ya no se sentía tan seguro de que este lugar fuese divertido, aunque claro está, nunca lo admitiría, o no al menos mientras estuviese Rin allí también.

—Oh, vamos...no me digas que tienes miedo. —Ah, pero en su propia voz debía notarse la inseguridad al mencionar aquello, porque el mismo quizá tampoco estaba muy seguro de sentirse cómodo justo ahora. "Ah, pero esa es la idea de una casa del terror ¿no?" se preguntó el pelirrojo.

 

—¿Por qué las caras largas? —Mencionó la figura perdida entre la oscuridad. —Tal vez debería...¡¡Hacerles una sonrisa!! —Y el ruido de una moto cierra cruzó la habitación,  haciendo que los tres amigos saltaran de asombro, pero la herramienta era real...y estaba en las manos de aquél sujeto que poco a poco parecía volverse más y más visible ¡Se estaba acercando!

Esta vez fueron los tres quienes emprendieron la huída sin detenerse a asegurarse de lo que habían visto, Rin lideraba a la cabeza mientras Makoto intentaba seguirle el paso.

—Oi, ¡date prisa! —Sousuke habló tras del castaño, pero detrás aun sentían el rasposo sonido de la moto cierra. Cruzaron otro pasillo y otro más, hasta que el sonido de pronto pareció apagarse.

Ya para esa altura ninguno de los tres quería seguir por más tiempo allí adentro, la corrida les había hecho agitarse y sus reacciones estaban a flor de piel.

—Busquemos la salida antes de que vuelva a aparecer. —Sousuke no tenía ganas de que un sujeto le corriese nuevamente, pero estaba lejos de imaginarse lo que les deparaba esa casa más adelante.

—E-Espera un momento, Sousuke. —Rin llamó a su mejor amigo con algo de preocupación.

—¿Qué ocurre ahora? —Pero la pregunta fue innecesaria, porque en cuanto vio hacia donde miraba Rin, supo lo que pasaba. Makoto estaba blanco como una hoja de papel. —¿Su alma sigue dentro de su cuerpo? —Preguntó con una ceja alzada, aunque Rin pronto le golpeó en el estómago por decir una idiotez.

—Claro que sí. Oh, ¡hey, Makoto! Si no nos damos prisa esa cosa volverá a seguirnos. —Aunque esa no fue quizá la mejor forma de intentar traer de vuelta al castaño, pero aun así, Makoto volvió a prestarle atención a Rin, aunque con un gesto de espanto reinando sobre su rostro.

—Rin... —Makoto hizo un leve puchero y el pelirrojo no tardó en sonreírle para infundir en él un poco de valor.

Por su lado, Rin pateó a su mejor amigo para que dijese algo que ayudase al otro, aunque Sousuke nunca había sido muy bueno a la hora de dar palabras de ánimo.

—Umm...si, seguro que no nos falta mucho para hallar la salida. —Sousuke intercambió una mirada con el pelirrojo, aunque aquél no parecía satisfecho con lo que había dicho. El azabache suspiró y agregó algo más mientras intentaba sonreír. —Hey, vamos, seguro que ya ha pasado lo peor. Además, no dejaremos que nada te pase.

Y sus palabras consiguieron que Makoto tomara algo de valor, tomando una fuerte bocanada de aire antes de asentir. —Está bien, vamos. —Ya se sentía más tranquilo y tal como había dicho Sousuke, creía que nada podría asustarles más...o eso deseaba creer.

Pronto volvieron a ponerse en movimiento, volviéndose evidente el momento en el que la temperatura cambió, pareciendo bajar un par de grados, eso era raro, pero no algo para asustarse. Sin embargo, entre la negrura del pasillo, un susurro llegó hasta ellos, una voz femenina que les pareció un poco adorable quizá, y de hecho, su risa les hizo sentir tranquilos por un momento, al menos hasta que esa misma risa comenzó a mutar en algo que se oía cada vez más lejos de este mundo, proveniente de una pesadilla en la que ellos tres parecían ir a parar. El pasillo se volvió de un color rojo, las luces que apenas iluminaban el lugar comenzaron a parpadear hasta que casi se volvió imposible mirar.

Bastó un segundo más para que se quedaran a oscuras, pero aunque Makoto pareció dar un ligero saltito de terror en su lugar, los otros dos no se movieron, eso no les alcanzaba para salir corriendo.

Las luces claro que no tardaron en volver, pero para cuando lo hicieron, una muchacha flotaba justo delante de ellos, vestida con un largo traje blanco con salpicaduras de sangre, su sonrisa era siniestra, pero quizá lo más preocupante de todo aquello, fue el hacha que portaba en una de sus manos.

—Tomy~, Tomy~ ¿A qué vamos a jugar esta noche? —Cantó la "muñeca", levantando solo un poco la cabeza para ver hacia los otros tres, mostrándoles el espacio negro y vacío que ocupaba el sitio donde debían estar sus ojos. —Tomy~, Tomy~, hay nuevos amigos esta noche~. —Pero la muñeca levantó la mano que sostenía el hacha mientras una risita macabra escapaba de entre sus labios. Su cuerpo se elevó un poco más y pronto comenzó a moverse hacia adelante. —¡Vengan a jugar con nosotros! —Gritó la muñeca a quienes habían salido corriendo en otra dirección con todo lo que les daban sus piernas.

Pero al cruzar el pasillo, volvieron a escuchar al primer sujeto: —¡¡Les arrancaré los huesos!!

Otra vez doblaron en el siguiente pasillo, solo para encontrarse más adelante con el sujeto de la moto cierra: —¡¡Solo quiero sus piernas!!

Para esa altura, los tres corrían por igual pidiendo por la salida que nunca parecía querer mostrarse.

—Demonios, como esto siga...- —Pero cualquier comentario que pudiera hacer Rin, fue cortado por el grito de horror de Makoto al sentir caer sobre él una mano ensangretada, mismo asunto que hizo que acelerara la marcha, pasando a Sousuke y a Rin. Los gritos los seguían desde atrás y Rin apretó los ojos en lo que apuraba sus pasos ¿Cuantos pasillos podía tener ese maldito lugar?

Su garganta se apretó en un grito al cruzar alrededor de unas cuantas telarañas y por fin, por fin pronto el aire de encierro fue reemplazado por el exterior.

Ahí, delante de ellos y aun esperando por su turno, Rei, Nagisa y Haruka observaban las caras blanquecinas del trío. El rubio no tardó en sacar su teléfono para tomarles una foto.

—Eh~, parece que ha estado divertido, Rei-chan.

No podrían decir lo mismo quienes ahora solo esperaban recuperar el aliento y quitarse la piel de gallina. 

Notas finales:

Espero que les halla gustado y pues, si hay alguna falta, fue de flojera por no darle una segunda revisada =3= pero como siempre (: espero que les guste y si pueden, me dejen su opinión. 

Seguro que estaré haciendo algo para las semanas HaruRin y MakoRin así que atentos <3 

Nos veremos pronto~

¿Dulce o travesura? ;D

 

 Ory~


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