-¡Papi, papi! ¡Vamos!
-¡Ya es hora, papi! ¡Se van a acabar los dulces!
Kid miró a su marido vestir a sus pequeños, uno de Spiderman y al otro de un mounstro que no conocia realmente, algo asi como una cosa rara con la cara de huevo y que usaba un traje negro. Si pudiera, él le preguntaria, pero le era imposible.
Estaba muerto.
Durante esas cortas noches, la superstición de toda la humanidad cobraba tal fuerza que los espiritus, muy distinto de un alma, tenian permitido hacer presencia, ya fuera una simple energia que visitaba a sus seres queridos o un ente que hiciera contacto con los vivos.
Kid preferia lo primero, seria muy duro que su marido le viese de nuevo cuando hace apenas unos años que habia muerto, ademas, así podia observar en silencio a su familia. Disfrutando de las dulces risas del pequeño Alexander y las conversasiones sinsentido de Dark Star. Ambos pequeños tenian un poco de cada uno y eso le sacaba siempre una sonrisa, ambos eran casi tan egolatras como su padre, el cabello ligeramente menos descontrolado y más oscuro, los ojos dorados que su estrella tanto le habia alagado...
Claro que también tenian sus propias manias, al mayor le gustaba ordenar las cosas por colores y su hermano preferia encerrarse a (intentar) leer en vez de entrenar con su padre y hermano, pero en esas fechas festivas todo quedaba de lado. Incluso Star se habia pintado la cara de Joker para sacar a los niños a por dulces y Kid los seguia, viendo como otros entes hacian lo mismo, era tierno ver a parejas de ancianos o alguno de los padres seguir a los pequeños, cuidando sus pasos.
Cuando alguno de sus niños se cansaba Black Star lo subia un rato a sus hombros y parecia que eso recargara sus baterias biologicas pues enseguida seguian corriendo tras sus amigos, puerta tras puerta. No era muy tarde cuando volvieron a casa, su estrella habia aprendido a ser un padre responsable que mandaba a los pequeños a dormir temprano, claro que esa noche el limite se extendia un poco.
Empezaron a repartir los dulces entre bromas y risas hasta tarde, cuando su padre les envio a cepillarse los dientes. Entonces Kid y Black Star se quedaron callados cuando su hijo mayor hizo un comentario que logro sacarles una sonrisa nostalgica
-Papá, todo el día me ha seguido un señor raro, se parece al chico de tus fotos. Me agrada
-Si Dark Star, creo que es Kid, es buena persona asi que ¿porque no le saludas de mi parte cuando le vuelvas a ver?- El pequeño asintio y se dio la vuelta
-Mi papá dice que eres buena persona y quiere que te salude. Hola- Kid miró un poco sorprendido a su hijo y se agacho a su altura
-Hola pequeño, porque no vas con tu hermanito ¿eh? Debe estar asustado solo en el cuarto. Yo hablare con tu padre.
El nene asintió de nuevo y se despidió de su padre, dejando solos al ente y al hombre. De a poco Kid fue volviéndose más y más visible, sosteniendose el brazo miro triste a su marido el cual le devolvió la mirada, dio un par de pasos vacilantes y extendió la mano para acariciar su mejilla con cariño. Kid sostuvo su mano, sintiéndose felíz tras mucho tiempo, disfrutando el calor contrastante de la piel humana contra su energía inestable.
-Kiddo... Mi Kiddo.- lo miró con amor y se acerco más -Estás aquí ¿cómo...?
Kid le miró a los ojos, incapaz de hablar, de decirle cuanto le extrañaba, cuanto ansiaba cada año poder ver a sus niños y a su estrella.
-¿Por qué no me respondes? Hablaste con Dark Star ¿no? También puedes hablar conmigo ¿no?
Kid nego con la cabeza, si estuviese vivo las lagrimas ya correrían por su rostro.
-¿Por qué? Quiero... Quiero oirte. Ha pasado tanto tiempo... Lo necesito, amor.
Suspiró y señalo tras él, intentando que le comprendiese. Star asintió suponiendo que se referia a su pequeño, entonces Kid formo una sombra de un alma y señalo el mantel blanco inmaculado de la mesa.
-Es ¿por su alma? Un alma pura ¿cierto? Pero entonces ¿Como es que Alexy no ha dicho nada? Se habría asustado y escondido tras su hermano.
Su marido volvió a sonreirle tristemente y señalo sus lineas sanzu. El pequeño Dark Star era una parte de si mismo, un fragmento, su conexión era tan fuerte que podia hablarle sin problema porque era como hablar consigo mismo, ademas el niño podia ver los entes que otros no podian. Pero alguien como su marido no podia hacerlo, no era un alma pura y tampoco tenia un pie constantemente en el otro lado. Aunque abriera la boca y le dijera todo lo que queria, su marido no podría oirlo.
-Porque es un shinigami? Entonces yo no puedo oirte nunca más. Pero puedo tocarte ¿o solo es una ilusión?
El ente nego con la cabeza y quito la mano de Star de su mejilla para ponerla en si cintura y poner el sus manos en su nuca. Lentamente se acerco a su rostro y le beso tiernamente.
-No me puedes hablar, pero si besar ¿sabes? Creo que eso no esta tan mal.
Se tomarón su tiempo para seguir dandose cortos besos y miradas profundas, hasta que se dieron cuenta de que la ultima noche de las animas estaba terminando, las manos de Star comenzarón a verse tras la traslucida piel y dejo de sentir el tierno cuerpo de Kid, el cual solo se separó algo reticente.
Sabia que no debia haber hecho eso, ahora Star pensaria que, almenos, cada año volverian a verse pero eso no era posible, el chico no podia seguir atado a su recuerdo, debía vivir ¡Vivir plenamente! ¡por él, por sus hijos, por el recuerdo de Kid!
Sabia que su rostro estaba lleno de pesar mientras se desvanecía, y sabia que su marido lo notaba.
-Tranquilo Kiddo, todo estara bien.
Y esa simple frase fue su despedida. Era un nuevo día y Kid no podia permanecer entre los vivos, se desvaneció con una ultima sonrisa, confiando en verlos desde el inframundo y volver a estar con ellos el proximo año.