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Grito silenciado. por IamBetterAlone

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Notas del fanfic:

Todos los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto :3

Notas del capitulo:

Espero les guste :D

No podía evitar sentirse así desde que había enviado a esos dos a la misión.
Simplemente sentía que algo iría muy, muy mal.

Se levantó de su asiento, dejando su papeleo incompleto. Su mirada se dirigió a las afueras de la aldea.
-"Deben estar bien... Son ellos después de todo."

Mientras observaba la puerta se abrió.
No se preocupó de darse vuelta, ya sabía quien era y se alegraba un poco.
-Tsunade-sama.
-¿Tienes noticias sobre ellos?
-Aún no... Lo siento. -El sonido que hacían sus zapatos al caminar resonaron en toda la habitación.- Pero seguramente están bien.

La rubia apreció las palabras de su amiga, dándose vuelta para darle un corto abrazo.
-Le dejé el juego en la mesa.

La mujer salió tan rápido como había entrado. Dejando a la Hokage sola nuevamente.
Pronto dirigió su mirada a la mesa. Ahí estaba un boleto de lotería.
-"Seguramente ganaré." -Sonrió nerviosamente.

No quería ganar. Porque cuando lo hacía algo malo estaba por suceder, si es que ya no había pasado.

Raspó el boleto con lentitud.
Moneda.
Moneda.

Frunció el ceño.
Moneda.

Sus manos comenzaron a temblar, tirando el pequeño papel inmediatamente.
Mientras aún temblaba cubrió su boca en un intento de silenciar su grito.

Ahora solo le quedaba esperar que volvieran, sanos.

---

-Tenemos que ir por aquí. -El hombre señaló un camino, evitando una gran montaña.
-No podemos si debemos llegar en dos días. Y lo sabes. -Acercó el mapa.- Debemos ir recto.

Se miraron fijamente por unos segundos.
-Bien, bien. Tú ganas. Iremos recto. -El hombre estaba a punto de guardar el mapa cuando escuchó un ruido.- Mierda. -Susurró.
-No deberían haber enemigos tan lejos del objetivo, no tiene sentido. -Susurró su compañero desenfundando su katana.- Yo iré a ver.

Caminó lentamente, evitando completamente cualquier cosa que pudiera provocar un ruido y como consecuencia alertar al enemigo.

Al acercarse más notó que solo era un ciervo.
-No hay problema, K--

Fijó su vista detrás de su compañero.
Tres hombres vestidos de verde estaban sonriendo ampliamente. Habían colocado bombas.
-¡Kakashi-sensei!
-Sabes que ya no soy tu maestro, deja de llamarme así.

En un intento desesperado de proteger a sus seres queridos saltó, abrazando a su antiguo maestro mientras detonaban las bombas.

Después todo se tornó negro.

---

En las puertas de la aldea se encontraba una chica, esperando pacientemente a dos personas que consideraba familia.
En su mirada se podía notar la preocupación.
-"Si no regresan pronto los golpearé tan fuerte que terminarán en el hospital."

Era obvio que no lo decía en serio, solo era su forma de demostrarse fuerte.

---

Cuando despertó todo a su alrededor estaba destruido.
-Mierda... Debí darme cuenta.

Cuando estaba por levantarse sintió un peso sobre él.
Entonces se le vino a la mente lo peor.
-Seguramente me hirieron...

Abrió un poco mejor los ojos y deseó no haberlo hecho.
Encima de él estaba su compañero y antiguo alumno. En un estado grave.
-¡Maldición!

Se levantó con cuidado de herirlo más, pero al apoyar la pierna cayó bruscamente al piso.
Un pedazo de árbol estaba atravesando parte de ella.

No podía caminar, no podía quitar el tronco de su pierna o moriría desangrado, no podía comunicarse.
¿Podía ser peor?

Y sí lo podía ser, porque pronto comenzó a llover.
-"Hoy he maldecido más de lo normal." -Sonrió levemente mientras volvía a levantarse pese al dolor.- "Tengo que llevarlo pronto a un hospital... O morirá."

Lo tomó en sus brazos, primero cortando todos los grandes pedazos que tenía enterrados por todo su cuerpo para evitar moverlos más de lo necesario y hacerle más daño.
-"Resiste."

---

La lluvia había empeorado y por su herida había perdido bastante sangre.
-"Y-Ya estoy cerca..." -Su vista se estaba nublando y su fuerza disminuía considerablemente.

Para su propio gusto llegó demasiado pronto a su límite, solo faltaban 800 metros para llegar a la aldea.
Pronto cayó al suelo junto con su aún inconsciente compañero.
-"Tendré que pedirle ayuda... A pesar de que esté enfadado."

Con esos pensamientos en mente realizó los sellos para el Kuchiyose no Jutsu, invocando a Pakkun.
-'Te dije que no me invocaras.'
-Sé que lo dijiste, pero no lo hago por mi. Lo hago por él.

El can observó la figura cubierta con ropa de su invocador.
-Por favor, ve a la aldea y pide ayuda. Es muy joven para morir.
-'Lo hago por él, ¿entendido?'

Kakashi solo observó como se alejaba. El sonido de la lluvia lo relajaba...

---

Cuando estaba por irse escuchó ladridos a la distancia.
-"¿Un perro perdido?"

Se quedó esperando que llegara, para por lo menos, ayudarlo a buscar su dueño. Pero cuando estaba cerca notó las características que demostraban que era de Kakashi.
-¡Llegaron! -Con una brillante sonrisa se dirigió al can.
-'¡Sakura!' -Susodicha paró en seco cuando vio que detrás de él no había nadie más.- 'Necesitan ayuda. Urgente.'

Ella asintió.
Sus lágrimas mezclándose con la fuerte lluvia.
-¿Dónde están? -Preguntó mientras iban corriendo.- Y... ¿qué pasó?
-'Están a unos 680 metros de donde estamos ahora. Y realmente no sé que pasó, pero por las heridas... Supongo que fue una explosión.'
-¿Están muy mal?
-'...'
-¿Pakkun?

El resto del camino la kunoichi fue preguntando sobre el estado de su familia, recibiendo como respuesta silencios.
Así fue hasta que llegaron.

---

En el suelo la sangre de su maestro se mezclaba con la lluvia, su mejor amigo y hermano no se podía ver.
-¡Kakashi-sensei!

El hombre estaba sentado contra un árbol, en sus brazos ocultaba algo, y su pierna estaba infectada.
-¡Despierta, Kakashi-sensei!

El hombre lentamente abrió los ojos, sonriendo.
-Y-Ya no soy su maestro, Sa--
-¡No me importa!

La chica había comenzado a llorar mientras retiraba la carga de los brazos del adulto.
-Esta cubierto de sangre...

Kakashi bajó la cabeza.
-No es mía.

Sakura observó mejor.
Una figura conocida llena de sangre.
-¡No!

Un gran pedazo de madera estaba atravesando su cuello.
Temiendo lo peor se acercó a su pecho.
-... Está vivo.

Con esa duda resuelta observó mejor el resto del cuerpo.
Tenía pedazos de madera en todo el cuerpo; siendo los más peligrosos el que estaba en el cuello y otro que estaba en el abdomen.
-Kakashi-sensei, ¿él te protegió?
-... Sí.
-¡Naruto estúpido!

No lo decía por haber protegido a su maestro, realmente lo agradecía. Pero, hacerlo de ese modo, y no haber por lo menos haber intentado un Jutsu...


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