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El Heredero por moskafleur

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Notas del fanfic:

https://youtu.be/NKcncKnQcDU

(POV Mihawk)

 

Hubo una época, no hace mucho tiempo, en que vivíamos en un mundo encantado de elegantes palacios y grandes fiestas. Corría el año 1916 y Koshiro era el Zar de la Rusia imperial.

Cuando llegué al gran salón de baile, el joven Zoro se resistía a los intentos de su hermana de sacarlo a bailar. Como futuro Zar, debía dar ejemplo, pero siempre había sido un cabezota. Kuina acabó desistiendo y bailó con su padre.

Celebrábamos el tricentenario de gobierno de nuestra familia, los Roronoa. Y esa noche no había estrella que brillara más fuerte que la de mi sobrino Zoro. A pesar de su poco interés en temas sociales, todas las miradas se centraban en él. Después de todo, era quien había sacado los genes más fuertes.

La familia dinastía de los Roronoa siempre se había caracterizado por tener el cabello de color verde. Él lo había heredado de su madre a pesar de que ésta se casó con Koshiro. Kuina, sin embargo, no había adoptado tal tonalidad cromática. Esto influyó en que no fuese la favorita para heredar el trono. Por aquel entonces, Zoro tan sólo tenía 11 años, y Kuina 8.

Mi sobrino Zoro me rogó que no regresara a Japón. Decía poder conectar únicamente conmigo a nivel familiar. Así que encargué un presente para él, para que la separación resultara más fácil.

- ¿Para mi? ¿Es una caja de música?

 

(POV Sanji)

 

Por fín había logrado esquivar al guarda. Siempre había querido ver el gran salón de baile en su momento de esplendor. Como ayudante del chef y criado en mis ratos libres, no se me permitía la entrada, pero esta noche había logrado mi objetivo. Aquellas lujosas lámparas de araña iluminaban la sala, haciendo que las joyas que portaban los presentes se iluminasen y pareciese un baile de estrellas. Y las mujeres de la corte… eran tan hermosas. Cuando fuese mayor, me casaría con una mujer así, si es que podía decidirme por una en concreto.

Oh, y ahí estaba ella. La princesa, Kuina. Era preciosa, algo pequeña para mí, pero ambos íbamos a crecer. Aunque… yo jamás podría aspirar a alguien como ella. Era alguien de la realeza y yo un simple criado.

Por otro lado, el mendrugo de su hermano debía olerse algo porque siempre que nuestras miradas se cruzaban saltaban chispas. Si me pillaba intentando hablar con ella, me mataría.

- ¡Sanji, pequeño mequetrefe, si te pillan te matan! – Zeff, el chef apareció tras una cortina y le agarró por la cintura, llevándoselo como un saco de patatas - ¿Acaso eres idiota? ¡Tu lugar está en la cocina!

 

(POV general)

 

- Mira, Zoro – dijo mientras abría la pequeña caja con una llave dorada en forma de espada. La melodía de una canción de cuna que solían cantar en el seno de esa familia comenzó a sonar, y Zoro esbozó una pequeña sonrisa – Puedes oírla cada noche antes de acostarte y así sentirte menos solo. Cuando seas mayor, volveré a buscarte y en Japón te entrenaré en el arte de la espada, pero sólo si creo que estás preparado para entonces, por lo que debes trabajar duro.

- Lo haré. Seré el mejor espadachín del mundo.

- Lee lo que está escrito

- "Juntos en Japón", más te vale, tío.

La música seguía sonando, y Kuina, que no andaba muy lejos en aquel momento, la oyó y se acercó a los dos varones. Cuando se encontró lo suficientemente cerca, comenzó a cantar.

"Piensa en mí, siempre así, haz que el sueño recuerde. Tú vendrás junto a mí cuando llegue diciembre…"

 

(POV Mihawk)

 

Pero no llegaríamos nunca a estar juntos en Japón, pues una oscura sombra había caído sobre la casa de los Roronoa. Se llamaba Kurohige. Creímos que era un hombre sabio, alguien que instruiría a los jóvenes de palacio, que inspiraría a éstos. Pero era un farsante, ávido de poder y peligroso.

Aquel hombre se hizo camino entre los nobles hasta llegar a Koshiro, conforme las luces iban perdiendo su brillo y el hermoso palacio quedaba en las sombras.

- ¿Cómo osas volver a Palacio?

- Pero, yo siempre he sido su confidente.

- ¿Confidente?¿Confidente? ¡Eres un traidor! ¡Largo!

- ¿Cree que puede proscribir al gran Kurohige? ¡Por los oscuros poderes que oculto en mí, yo le maldigo a usted con un conjuro! ¡Recuerde mis palabras: Usted y su familia morirán antes de 15 días! ¡No descansaré hasta ver que la dinastía de los Roronoa muere para siempre! – con estas palabras, hizo uso de sus poderes para hacer caer una de las grandes lámparas de araña y desapareció en una explosión de sombras oscuras.

 

(POV general)

 

Consumido por su odio hacia Koshiro y su estirpe, Kurohige vendió su alma a cambio del poder suficiente para destruirles.

- Iros, cumplid con nuestro oscuro propósito y sellar el destino del Zar y de su familia… ahora y para siempre - susurraba con odio en sus labios mientras soltaba demonios de sombra creados para la destrucción.

A partir de ese momento, la chispa de infelicidad que existía que existía en el país fue abanicada hasta convertirse en una llama que pronto destruiría sus vidas para siempre.

Una muchedumbre furiosa consiguió entrar en el recinto palacial, y destruyó todo lo que encontraba a su paso.

La nobleza intentaba escapar, pero todas las entradas de palacio estaban cubiertas para entonces. Mihawk intentó poner a salvo a sus sobrinos mientras Koshiro corría a socorrer a su esposa que yacía en sus aposentos.

- ¡No encuentro la caja de música! – gritó Zoro

- ¡Zoro, deja eso! – respondió Mihawk. Pero ya era tarde, Zoro había echado a correr en dirección a su habitación - ¡Vuelve aquí! – y corrió tras él, seguido de la pequeña Kuina.

Por mucho que Zoro buscó y revolvió, no encontró por ninguna parte la dichosa caja, hasta que por casualidad se le ocurrió mirar en la casita de muñecas de su hermana.

Justo en ese momento, Mihawk y ésta aparecían por la puerta y la cerraban tras de sí. Estaban atrapados y aterrorizados.

Una pequeña puerta secreta se abrió en la pared y un muchacho rubio con una ceja rizada salió de ella.

- ¡Por aquí, por los aposentos de los criados! – les decía mientras los empujaba dentro

Pero a Zoro se le cayó la caja de música casi a los pies de la puerta - ¡No!¡ Mi caja de música!

- ¡Corre, idiota, corre! – respondió Sanji cerrándole la puertecita en las narices, para luego recoger la caja y guardársela en el bolsillo.

Pero no le dio tiempo a esconderse o escapar. Una turba de gente irrumpió en la habitación y le noquearon con un arma, dejándolo caer inconsciente mientras la masacre se llevaba a cabo.

 

(POV Mihawk)

 

- ¡Tío! – gritaba Kuina mientras escapaban atravesando un río congelado

- ¡No os separéis de mi!

De repente, Kurohige saltó desde el pequeño puente que unía ambos lados de la ciudad y cayó tras ellos, agarrando el vestido de Kuina en el proceso y haciéndola caer.

- ¡Jamás escaparéis con vida! ¡Muerte a los Roronoa!

Pero esas serían sus últimas palabras. El hielo que estaba bajo sus pies se resquebrajó y comenzó a ceder por su peso. Su pesado cuerpo no tenía ninguna oportunidad contra una fina capa de hielo. Desafortunadamente, Kuina tampoco la tuvo. Se hundió con él, al ser agarrada por el villano en un intento desesperado por salir de las gélidas aguas. Los esfuerzos de Zoro y Mihawk por sacarla fueron inútiles y se hundió ante ellos mientras pataleaba y gritaba.

Zoro se quedó paralizado y sintió sus ojos arder pero no podía permitirse llorar ni un minuto, pues los rebeldes andaban cerca y tenían que salir de allí.

Con la esperanza de salir rápido de la ciudad, decidieron que coger el tren era lo más viable, pero todo el mundo había pensado en esa posibilidad, y casi todos los trenes ya estaban llenos o habían partido. Sin embargo, encontraron uno en el que poder colarse.

Mihawk intentó subir a Zoro primero, pero el peso del niño hacía que su velocidad al correr disminuyese y jamás podía alcanzar el vagón, por lo que optó por subir él en primer lugar y después tirar del muchacho. Pero una vez él estuvo subido, Zoro se fue rezagando y no conseguía alcanzar su mano. El pánico inundó al chico y acabó tropezando, con tan mala suerte que se golpeó con las vías al caer y quedó inconsciente mientras el tren seguía su camino. Mihawk fue incapaz siquiera de ver dónde había caído el joven por culpa de la cantidad de gente que había.

 

(POV Mihawk)

 

Tantas vidas fueron destrozadas esa noche. Lo que siempre había existido, desapareció para siempre. Y a mis sobrinos, a Zoro, no volví a verlo nunca más.

Notas finales:

Se agradecen los reviews :)


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