La habitación del era perfecta, pensó Tom. Era espaciosa, con vistas, y bañera. Oliver también debía creer lo mismo porque en cuanto entro en la habitación se quito la ropa y se metió en la ducha. Tom se rió de la situación.
-Olías mal pero tampoco era para que te ducharas tan deprisa.- Oliver río desde la ducha; había dejado la puerta del baño abierta para poder hablar con él.
-¿Vendrás a la fiesta?; puag se me ha metido jabón en la boca. ¡Qué asco!- Las risas de Tom resonaron por la habitación.
-Eso solo te podía pasar a ti. Supongo que si, aunque la verdad estoy cansado.-Oliver entro a la habitación con solo una toalla en la cabeza; completamente desnudo. Los ojos de Tom recorrieron todo el cuerpo de su amigo.
-Todavía te duele la pierna.
-Un poco; pero no te preocupes. Saldré un rato y volveré pronto. ¿De acuerdo?.
-Bien.-Atton comenzó a vestirse lentamente; disfrutando con las miradas que le dedicaba su amigo. Eso no estaba bien. Lo sabía pero, ¿por qué disfrutaba con ello?. Tom por su parte hizo de tripas corazón y se metió en el baño para asearse y cambiarse. No quería que Oliver se diese cuenta de su excitación.
Media hora después todo el equipo se encontraba en el vestíbulo del hotel. Se encaminaron a una discoteca que les habían recomendado otros equipos. No estaba nada mal y todos se lo estaban pasando muy bien incluso Benji y Mark estaban bailando. De pronto Tom comenzó a sentirse mal.
-Oliver, necesito marcharme. Me siento fatal.-Tommy comenzó a marearse, unos fuertes brazos impidieron que cayera al suelo. Sus ojos comenzaron a nublarse, y no pudo reconocer a quien le había ayudado.
Mark sujeto fuerte a Baker. Después le levanto como si fuese una señorita y apoyo la cabeza de su compañero en su pecho. Aspiro su aroma era tan delicioso, tan inocente, tan puro. Por un momento sintió deseos de no soltarle nunca. Benji llamo a un taxi que no tardo en llegar. Le llevaron al hotel y le metieron en la cama. Tras la visita del médico, Oliver comenzó a desnudar a su amigo. Benji y Mark le ayudaron.
-Voy a por su pijama- dijo Oliver.
-Trae también ropa interior-apostilló Benji – Voy a por unas toallas será mejor lavarle. Esta sudado, debe haber tenido algo de fiebre.
Mark miraba el escultórico cuerpo de su amigo, sabía que debía taparle para que no cogiese frío pero no lo podía hacer. Oliver le lanzó una mirada de reproche. Benji salió en ese momento del baño y los observo a los dos.
-No os da vergüenza.- Los dos jóvenes le miraron sorprendidos.- Deberíais miraros en el espejo. Tenéis cara de viciosos. Salid los dos de aquí. Si queréis acostaros con él tendréis que esperar a que este despierto.- Ambos se sonrojaron.
-Jamás le haría daño- Oliver bajo la mirada al piso.- Es mi mejor amigo, ¿Como puedes pensar que le haría daño? – Comenzó a llorar.
Tom abrió los ojos le costó distinguir donde estaba. Se encontró con la visión de Benji con toallas en la puerta del baño, Oliver llorando en frente de la cama y Mark con la mano en el pomo de la puerta.
-Acaso ya me he muerto y no me lo habéis querido decir. – después miro hacía abajo y se dio cuenta de que estaba completamente desnudo.- ¡Ah!, ¿y mi ropa?.
-Tommy, ¡estas bien!, menos mal- Oliver tiró la ropa de su compañero al aire y se lanzó para abrazarle; mientras que un sonrojado Tom intentaba cubrirse. Los otros dos muchachos se reían a carcajadas. De pronto alguien llamó a la puerta Mark la abrió. El príncipe de cristal estaba en la puerta. Miró al interior de la habitación y sus orejas cambiaron de tono al ver la desnudez de su amigo. Intento hablar pero su boca estaba seca. Al final consiguió sacar la fuerza necesaria para no tartamudear, mientras miraba al techo.
-Los muchachos y yo nos preguntábamos como estaba Tom.- Su corazón latía cada vez más deprisa; al final en lugar de sufrir una parada cardiaca por el fútbol la iba a sufrir por ver a un tío desnudo.
-Julián, ¿estas bien?- Ante la pregunta de Mark todos le miraron; lo cual hizo que su cara y sus orejas se volviesen del mismo tono.
-Ja, ja, venías a ver como estaba y al final vamos a tener que pedir el médico para ti.- Las risas inundaron la habitación.
-Es mejor que le dejemos descansar- Benji empujo a Mark y a Ross fuera de la habitación.- Oliver quizás sería mejor que tu también te fueras a otra habitación.
Las miradas asesinas de los tres se clavaron en el Cancerbero de la selección japonesa; pero este les ignoro soberanamente.
-No chicos, por favor no me dejéis solo. Odio estar solo- Benji suspiró resignado, mientras le tiraba los calzoncillos. Oliver aprovecho y se sentó en la cabecera de la cama, haciendo que éste se recostará sobre su pecho. Mark se apoyo contra la cómoda, mientras Julián se colocaba al otro lado de Tom.
-Podríamos jugar a algo.- Sugirió Mark con tono ausente.
-Es una gran idea.- Ross parecía demasiado feliz.- Que tal a… beso, verdad o consecuencia.- Los ojos brillaban con malicia. Y el pequeño Tommy no parecía darse cuenta que él era el objeto del premio. Así que se emocionó, con la idea.
-Yo empiezo-dijo Mark.
-Entonces yo seré el master.- Benji les dejó de piedra, se acabo la diversión.- Bien Mark, beso…verdad o…consecuencia?.- Mark trago saliva antes de contestar.
-¿ Beso?.
-Muy bien. – La sonrisa pícara de Prize le confirmó que se había equivocado.- Besa a Julián en la boca.
-¡Qué!, ¿Por qué a mi?. ¿Qué cosa tan terrible te he hecho para que me hagas esto Benjamín?.
-Llamarme Benjamín.- Contesto con fingido fastidio.-Dios, porque mis padres me pusieron un nombre tan feo. No podían haberme puesto Kevin, o Michael.
-Deja de quejarte Prize, siempre te lo puedes cambiar.
-Si, y tu Lenders puedes empezar a besar a Julián.-Con mucho pesar Mark beso a Julián, dejando a este con cara de asco.
-Esta no te la pienso perdonar…. Nunca.- Amenazó Mark.
-Te toca Julián.- Benji miraba por debajo de su gorra con expresión demoníaca.-¿Qué eliges?.
-Por que me da la sensación de que elija lo que elija me va a pesar.
-Pues porque yo soy el master. Y bien te decides o prefieres que yo lo haga por ti.-La expresión de Benji se hizo aún más sádica.
-Co… consecuencia.- Una vocecita en el interior de Ross no hacía más que repetir “te arrepentirás”.
-Julián, tu eres un chico…, no se como decirlo, muy serio, ¿no?. –La misma voz volvió a hablar a Julián “te lo dije”-. Quiero,… que bajes a recepción… en calzoncillos.
-¡Qué estás loco!.- Este le miraba horrorizado, mientras Mark se secaba las lágrimas.
-Debiste haber elegido beso como yo, es más seguro, ja, ja, ja ,ja.
-¡Tu cállate!.-la mirada de furia que lanzó a Mark cambio a otra de súplica cuando miró a Benji.- Te lo suplico, de rodillas. No me hagas esto, por favor Benji. Imagínate si mis padres se enteran me desheredan.
-Pues tu elegiste el jueguecito.- Le recordó burlonamente Oliver.
Cinco minutos después un tomate, antes conocido como Julián Ross se presentó en recepción, en calzoncillos.
-Vera señorita, iba a darme un baño cuando alguien llamó a la puerta de mi cuarto. Salí para ver quien era y como no vi a nadie me asomé demasiado y la puerta de mi cuarto se cerró, podría darme otra llave, antes de que coja una pulmonía.- La recepcionista le miraba con una mueca divertida.
-Otra broma de novato, ¿eh?. Claro cielo dime el número de habitación.- Apoyados en la barandilla del piso de arriba le observaban el resto de amigos.
-No me lo puedo creer.-Los ojos de Tom se habrían como platos.-Podía haberle dado un ataque al corazón.
-El ataque me va a dar a mi como no deje de reírme.-Masculló entre risas Mark.
-Y yo que pensaba que se rajaría.-Oliver estaba tan sorprendido como Tommy. Prize en cambió solo sonreía.
Quince minutos después todos volvían a estar en la habitación de Oliver y Tom, o la habitación del pánico como la había bautizado al llegar de la recepción Ross.
-Bueno quienes faltan, a si. Oliver, Tom, ¿Quién sigue?, no os preocupéis tengo suficiente imaginación para los dos.
-Yo.-La mirada de Tom denotaba decisión.- Y elijo verdad.
-O Tommy estás perdido.- La critica de Mark fue secundada por Julián y Oliver.
-Bien enano, contesta a esto, si te atreves. ¿Te has acostado alguna vez con un compañero de equipo?.- La respuesta de Tommy no se hizo esperar.
-Si.
-¡Qué!- Los ojos de los otros cuatro muchachos amenazaban con salirse de las órbitas. Oliver fue el primero en preguntar- ¿Con quién?. Es alguien del equipo.
-Lo siento Oli, pero solo tenía obligación de contestar a una pregunta y ya lo he hecho.
-Pero Tom,- esta vez fue Mark quien habló- somos tus colegas dínoslo.- Tom iba a replicar de nuevo cuando alguien llamó a la puerta de su habitación. Benji se levantó para abrirla.
-Hola Mister.
-Hola chicos, venía a ver como se encontraba Tom. ¿Te encuentras mejor?
-Sí, gracias mister; estoy mucho mejor.
-Sabes lo que te vendría bien, descansar un poco. Vengo desfilando a vuestros cuartos, delante mío.
Benji fue el primero en salir de la habitación tras despedirse, seguido de Mark y de Julián. Cuando la puerta se cerró Oliver clavo la mirada en Tom.
-¿Pasa algo Oliver?. Te molesta que sea gay.-Baker bajo la mirada, de repente el suelo era de lo más interesante.
- En absoluto.-Oliver estiró la mano para elevar la barbilla de su mejor amigo.- Solo me sorprende que no me lo hayas dicho antes.- Sin acabar la frase comenzó a desvestirse sin darle importancia a la sexualidad de Tom. Minutos después ambos estaban tumbados en sus respectivas camas, sin poder dormir.
-Callahan.
-¿Has dicho algo Tommy?.- Oliver se recostó en su cama para poder mirarle.
-He dicho Callahan.- Su amigo le miró con extrañeza.
-¿Qué le pasa?.- Tom se giró para mirar directamente a los ojos de Oliver.
- Fue con él. El año pasado en verano vino de vacaciones a Francia me encontré con él. Le enseñé la ciudad. Una noche se quedó a dormir en mi casa, mi padre no estaba y nos dejamos llevar.- Oliver le observaba sin mediar palabra.- No hemos vuelto a mencionar el tema.- Dejo que su cuerpo cayera cansadamente en la cama.
-¿Aún le amas?.- De repente Oliver deseó con todas sus fuerzas no haber preguntado, notaba su garganta seca y sus ojos húmedos, aunque la oscuridad de la noche la ayudó a esconder sus emociones.
-No. Ahora amo a otra persona.- Una dolorosa sonrisa cubrió su rostro.-Lamentablemente es hetero.
-Querrás decir que es idiota para no fijarse en ti.
-No lo se, quizás se lo pregunte.
-Si yo fuera tu lo haría.
-Oliver, ¿eres idiota?
-Oye no hace falta que me insultes solo era una idea.- Se giro mascullando, mientras Tom se levanto de la cama y se dirigió hacía la de Oliver. Se sentó y dio la luz para mirarle a la cara.
-¿Eres idiota?.- Esta vez un escalofrío recorrió la espina dorsal de Atton.
-No, solo un poco lento.- Oliver tomo el cuello de Tom para atraerlo y depositar en su boca un suave beso.
A la mañana siguiente hizo falta que les llamarán doce veces para despertarlos, al parecer el entrenamiento nocturno había sido más duro de lo que pensaba.