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Cójeme, Sebastian por FujoshiDark801

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Notas del fanfic:

Kuroshitsuji ((658;執事), traducido como Mayordomo oscuro, es un manga Shōnen escrito e ilustrado por Yana Toboso. 

 

 

Notas del capitulo:

 "Sus gemidos iban haciéndose más y más calientes, provocando que yo perdiera la cabeza, pero mi límite fue cuando lo oí susurrar mi nombre...." 

Ahí lo tenía. Desnudo y sonrojado en mi cama, apretando las sábanas, retorciéndose de placer al imaginar quién sabe qué cosas. Y no podía apartarme de la puerta, no podía dejar de contemplar esa imagen tan erótica que me ofrecía, ignorando por completo mi presencia, mi bocchan. Pero tampoco podía intervenir, ¿con qué pretexto? Seguro él se avergonzaría y enfadaría muchísimo. No, no puedo. Definitivamente me ahogaré junto con este deseo y este amor que me queman por dentro. Bocchan... Si supiera lo que usted me provoca...Lo mucho que lo aprecio, como me enamoré de su pasión, de sus maneras, de su alma, de todo usted... tal vez ya no me quisiera en su vida.  




Mientras pensaba esto Ciel arrastró una de sus manos y la llevó a su pecho, tocó sus pezones uno por uno y luego se acarició el torso y la cintura.  Parecía que estaba jugando con su cuerpo, como experimentando sensaciones, después de todo estaba en la edad en que las hormonas despiertan. Yo no podía hacer más que estremecerme al ver tan suculenta e inocente (o quizás no) imagen. Luego de probar con su torso, ambas manos bajaron hacia su miembro y lo envolvieron delicadamente. En ese momento mi joven amo dejó escapar un leve pero provocador gemido. Al ver esto apreté mis manos y abrí bien los ojos, nunca había visto a mi amo en ese estado, y ¡era excesivamente sexy! Comencé a sentir calor, un calor sofocante que iba en aumento. Supe que no podía dejar de mirarlo, pero que la situación se ponía peligrosa. 


Espiando con la puerta semiabierta, sin nadie en casa y Ciel pensando que yo también me encontraba ausente, me deleitaba con su erótica masturbación. De pronto, mi bocchan comenzó a suspirar y a gemir: "¡Ahh..mmm...ngh, ahh!" En se momento, creo que perdí la cordura por unos instantes, aún no sé como hice para no abalanzarme hacia él y devorarlo todo, ¡me estaba derritiendo! Sus gemidos iban haciéndose más y más calientes, provocando que yo perdiera la cabeza, pero mi límite fue cuando lo oí susurrar mi nombre...


"¡Ahh...uhmmm...Seb...Sebastian...argh...!"


Mis sentidos demoníacos despertaron, mi cuerpo tembló. ¿Me estaba llamando acaso? ¿Mi bocchan se masturbaba pensando en mí? No podía dejarlo así, si él estaba deseándome, deseando mi cuerpo, deseando que lo haga mío por completo debía actuar al respecto. En ese momento abrí la puerta velozmente y Ciel pegó un salto de la cama. Estaba consternado sin saber qué decir o qué pretexto inventar.


"T-tú, Sebastian, ¿desde cuándo estás aquí? ¿Escuchaste algo?"


Pobrecillo, pensé. Está más sonrojado aún ahora, debo calmarlo. 


-Bocchan, dije que siempre estaría a su lado, ¿lo olvidó? Su alma es mía y yo suyo, como lo marca el contrato... Por favor, siéntase libre de pedirme lo que sea, y de confiarme hasta lo más ínfimo de usted. Yo estaré aquí a su merced hasta el fin de los tiempos. Aunque... ya no quiero contratos ni ataduras que me digan cómo hacer lo que quiero y vengo aguantando estos años-


Y dicho esto me abalancé sobre el pequeño cuerpo de mi amo haciendo que perdiera estabilidad y cayera sobre la cama.


"Qué mierda haces, maldito demonio, acaso te olvidas de que soy tu superio-" lo interrumpí con un ardiente beso que le quitó el aire. Comencé a apretarlo contra la cama, el colchón era firme y provocó que nuestros cuerpos quedasen apretados. El pequeño conde se apartó como pudo de mí, escapando a mis labios que con tanto deseo imploraban los suyos. 


"Ey, maldito, q- qué haces...es, es en serio".


Por supuesto que lo era. Por primera vez había actuado con libertad, por primera vez había hecho caso omiso a mi amo solamente por cumplir mis anhelos interiores, y todo porque estaba seguro de lo que sentía en se momento era más en serio que nunca, todo porque cada vez que lo vestía o desvestía pensaba en mil maneras de devorarlo a besos, porque amo su pasión, su odio y sus momentos de debilidad que vanamente intenta ocultarme.


-Bocchan...Seré brusco al decirlo, Lo estuve observando en silencio mientras usted se complacía a sí mismo, y casi pierdo mis sentidos...Comprendí que es inútil todo lo que pueda hacer para evitar amarlo, usted fue la primer persona que despertó estos sentimientos en mí, no sé si fue su personalidad, su frialdad, su pasión, el sabor de su alma o la forma en que se mueve para conseguir lo que quiere... Hoy acabé de comprender lo que me sucede, y quizás usted no lo entienda pronto pero...¡Bocchan, lo amo!- Sin darme cuenta, mis ojos se habían cerrado al decir esta confesión. Cuando los abrí, esperando una bofetada o algo por el estilo, me sorprendí: Ciel me miraba con sus hermosos ojos azules bien abiertos, con una expresión de confusión y sorpresa.


-¿Todo está bien, amo? Ciel no dijo nada, frunció el seño y giró la cabeza. -Discúlpeme, quizás, nunca debí decir aquello. Por favor, tenga a bien olvidarlo, jamás repetiré semejante cosa. Me disculpo, con su permiso.- Me levanté, acomodando el desorden de las sábanas y me di vuelta para salir de la habitación. Estaba devastado. Mi bocchan se había molestado, seguro todo cambiaría, si me había llamado o no era cosa suya, no tuve por qué meterme... Ahora siquiera merecía tener su ama habiendo roto el contrato de semejante manera. No podía llamarme un buen mayordomo ni un demonio, me había dejado llevar por el am... No pude terminar de pensar aquella idea cuando sentí un tirón en mis ropas.


"Sebastian, ¿dónde crees que vas? ¿Acaso te di permiso de retirarte?"


Miré atónito a mi querido amo. ¡Estaba sonrojado pero seguía con la cabeza a un lado, tironeando de mi saco, reteniéndome. Ohh, es tan lindo pensé, pero no comprendo, ¿qué es lo que debería hacer o decir? Lo miré con mis cejas curvadas hacia abajo- Joven amo...- Sólo eso susurré, y él miró con timidez y vergüenza. 


"V-verás, espero no me estés jugando una broma, dime la verdad, es una orden. ¿Es cierto lo que dijiste?"


-Claro que lo es. Yo no miento. Me he jugado el contrato sólo por un niño y así me tienes...- 


"Estúpido. ¿Quién dijo que eras una molestia?" Se precipitó mi amo, con la cara aún más sonrojada. "Si me estabas viendo, así como estoy ahora, si escuchaste y observaste todo sabrás que te nombré. Por qué te nombraría en una situación así si no siento nada por ti, idiota..."


¿Eh? ¿Ciel acababa de confesarse ante mí? ¿Me estaba aceptando? No tuve tiempo de procesar todo aquello cuando el pequeño saltó y se colgó de mi cuello. En un abrir y cerrar de ojos estaba devorándome la boca, con movimientos un poco torpes e impacientes. En ese instante supe exactamente lo que mi amo quería, lo que mi amo sentía, y lo que yo debía hacer. Ciel estaba desnudo, montado sobre mi cuerpo, comiéndome la boca...Y a pesar de que varias veces había tenido el honor de contemplar ese esbelto cuerpo sin ropa, esta vez era una situación completamente distinta. Todo era demasiado irreal, sin embargo, estaba sucediendo. Era mi oportunidad. 

Notas finales:

¿Cómo fue? 

Sé que tengo mucho que aprender todavía, y a pesar de que me la paso leyendo yaoi >////< escribir este tipo de relatos no es para nada mi especialidad. Pero... tenía tantas ganas de compartirlo con ustedes que no me importó demasiado n.n 

¿Qué hará Sebas-chaaaan? *-* Sólo adelanto que habrá mucho lemon i__i  

Espero que haya gustado, verán, este es el primer fanfic que me atrevo a publicar, si resulta como espero seguiré subiendo otros n.n  


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