Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mundo Artemis por kuraitsukiyume

[Reviews - 83]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Kyriu Zero, joven de 19 años, piel blanca y lechosa de textura sedosa, ojos de brillantes amatistas, largas pestañas rizadas de forma natural, rostro fino, de labios rosa pálidos que se antojaba besar a cualquiera, mejillas aun vírgenes de sonrojo alguno, hebras platinadas que llegaban hasta la mitad de la espalda cayendo en cascada y siempre danzando al compás de la briza.

Miraba con pensamientos idos hacia arriba, en un cielo nocturno estrellado y hermoso a lo lejos un bello e iluminado planeta de color azul y verde; sus esbeltas y lampiñas piernas eran levemente cubiertas por un kimono vaporoso en tono azul pastel -no dejando mas que pecado en la imaginación del hombre que lo viera-, se mantenía sentado en la pasarela exterior de aquella inmensa mansión parecida más a un gran castillo hecho solo de mármol, la luz se reflejaba en el amplio y cristalino lago artificial ocupado por un par de coloridos peces.

-Es hermoso

-No tanto como tu

Le dijo una voz más grave y elegante, la figura era oculta por la sombras y solo dejaban apreciar los hombros anchos, la altura notable y una sonrisa enigmática que parecía relucir.

-Mañana será momento de regresar

El desconocido tomo el hombro del amatista y le ayudo a levantarse tomándole suavemente de una mano y con la otra sosteniéndole la cadera.

-Tengo miedo

-No pasara nada, estaré ahí para ti.

Zero le sonrió, le cedió un beso en la mejilla y se encamino al interior del recinto, su madre, era conocida como Tsuki Hime, diosa de la luna, y era verdad, ellos Vivian en una pacífica y desarrollada ciudad inmensa en la luna, alejada de las personas comunes o que no eran merecedoras de ver el resplandor de esta, era una utopía que se mantenía gracias a las perlas que salían de la cascada amatista, o al menos esta era la leyenda que por el momento ningún ciudadano había confirmado.

Zero tenía un protector, al que consideraba su hermano, e incluso podía tener la dicha de bromear y hacerlo pasar como su gemelo, este era ichiru Hio, hijo de la hermana de la reina, Shikuza Hio.

A pesar de lo que significaba el poder, en ellas no había resentimiento alguno y por lo tanto entre los primos de igual forma reinaba la paz.

Para cualquier persona que viviera en la tierra, los seres lunares eran ángeles, para otros dioses, seres supremos y así variaban, algunos los consideraban simples iguales, pero existían los temerosos, los envidiosos, aquellos que deseaban el poder, la felicidad, y el territorio que mantenían.

Regresando al principio, Zero caminaba a un lado de su acompañante, hasta encontrarse al pie de las escaleras a Ichiru quien frunció el ceño.

-Sabes que no puedes salir solo.

-Él está conmigo

-No puedes depender siempre de el

El hombre miro a los chicos con una sonrisa, divertido y alegre de ver la vitalidad en ambos.

El por qué era peligroso para la familia real salir era sabida, no solo existían humanos y “ángeles”, también estaban las bestias que se alimentaban de sangre, los vampiros, seres de ojos rojos, afilados incisivos y habilidades superiores en algunos aspectos, no todos eran salvajes y agresivos, muchos aprendieron a convivir con humanos y gente de la luna.

-Ichiru, no hay peligro mi coronación ira bien

-Eso espero Zero, algo me preocupa

-Zero, Ichiru.... me retirare, y hare que todo salga bien esta noche ichiru, protegeré a Zero con mi vida.

El mayor se retiró y ambos platinados se observaron para soltar algo de aire y darse unas sonrisas tranquilas.

La noche que debió ser especial, detono dentro de la historia durante siglos convirtiéndose después en leyendas y rumores.

Zero había sido arreglado con un perfecto y blanco kimono, de tela que caía en gracia pero se pegaba debidamente a cada curva de su cuerpo, un velo que tapaba la mitad de su rostro, un collar de perlas y unas esclavas de oro, ichiru igual vestía un kimono de telas mas sueltas y menos detalles ademas de menos estorbos como lo eran las joyas según el lo veía, tanto Tsuki Hime como Shikuza mantenían un hermoso vestido de colores pasteles bordados en oro y plata, corsee que les daba a las mujeres perfecta figura, el cuadro era el más perfecto y hermoso, la fiesta fue pacífica, los guardias estaban al tanto de la seguridad junto a “ese” hombre que vigilaba a la distancia y en su puesto la seguridad de Zero.

Pero de un momento a otro la pelea estallo, vampiros irrumpieron, en el castillo durante la fiesta y en la ciudad, provenientes del portal que unía a la tierra y a la luna.

Guerreros daban batalla, vampiros perecían al igual que la gente de la luna, Zero se encontraba desconcertado en medio de tantas peleas, muertes y cuerpos, ichiru ayudaba en la pelea teniendo algo más de experiencia, Shikuza usaba sus poderes y la reina creaba lentamente un campo para alejar a todo vampiro enemigo.

No se dio cuenta, ni ella ni nadie, el hombre, el vampiro que guiaba aquella redada, buscaba la sangre de la familia real y con ello también la muerte de los integrantes.

-Tu! Como te atreves, romper la alianza que manteníamos

-Oh reina, de que alianza hablas, yo buscaba acercarme y tener poder, por ello permití que mi engendro se acercara a tu hijo, pero no pensé que les ayudaría durante esta batalla

Denoto con asco mirando como protegía a Zero

-Pero eso es lo de menos, este día perderán todo.

Sin contemplación se abalanzo, logrando perforar el pecho de la reina y causando parálisis en el resto, aun mas en Zero que ante su dilatada mirada veía morir el cuerpo de su madre.

-Cof cof, antes que busques salirte con la tuya....

Tsuki Hime resplandecía, como la luna misma mientras todos observaban aquello olvidando por un momento cualquier signo de batalla.

-Que cualquier persona de la luna que en este momento viva sea convertido en mármol, que duerman siglos o años, que el tiempo no les haga daño, que la ciudad se oculte hasta el regreso de su legítimo heredero, que mi sangre ahora se vuelva tu veneno, que de ella se creen armas que traerán extinción a tu reino.

Ante la mirada incrédula de todos, se cumplió lo dicho, las personas de la luna se volvieron de mármol duro y frió, pero no tenían expresiones de dolor, la ciudad perdió brillo quedando como si fueran ruinas abandonadas por el tiempo, la sangre de la reina que no pudo ser ingerida se volvió en metal líquido que vien no tardo en desaparecer ante la mirada incrédula y furiosa del traicionero vampiro, Shikuza que vio la valiente decisión de su hermana no se quedó atrás, sin las personas de la luna, el equilibrio seria roto, y por ello todo debería ser recompuesto.

Antes que la furia del vampiro estallara, rezo de igual forma.

-Que el alma del heredero renazca, que con ella valla acompañada la de mi sangre, que por error de uno no paguen el resto, que la historia cambie, cierra el portal que unía a dos mundos, exilia de aquí a los impuros.

Shikuza de igual manera brillo, cada vampiro se volvió ceniza, incluso aquel que hasta el final protegió sujetando la mano de Zero, el cual con ichiru brillaron y desaparecieron sin dejar rastro.

Por otro lado en la tierra todo era diferente, los que ignoraban lo que sucedía en la luna solo captaron una diferencia, el astro nocturno se oscureció quedando un opaco brillo y un soso y blanco color, y de un momento a otro entre un limitado grupo humano que a pesar de la falta de fuerza y sus inútiles armas buscaban acabar con los vampiros descontrolados, apareció una luz, de ella una hermosa mujer que en vez de espantarlos les relajo con su presencia, y que de ella en unos cortes que se hizo salió un espeso líquido que caía al suelo volviéndose sólido.

Cuando desapareció miraron intrigados ese color plata ahora sólido.

-Es metal

-¿Metal?

-Y si... si es de un ángel, acaso no, nos lo encomendó para crear algo

-Seguramente escucho nuestro lamento y apoya nuestra causa, contra los demonios que son los vampiros.

De esa noche, pasaron dos o más siglos, se perdió el conocimiento de la ciudad de la luna, la organización de cazadores de vampiros se acrecentó y como armas creadas de aquel metal que en su inicio debió ser sangre.

La sociedad cambio, ahora solo existían humanos y vampiros, donde antes el portal ahora una mansión rodeada de un gran bosque que sin dueña quedo olvidada y siendo un edifico más abandonado.

Los vampiros se organizaron, ahora eran una comunidad, habían guerras, y habitual mente las luchas terminaban con pérdidas de ambos lados.

Era 2020 Rido kuran puro y de nobleza además de un vampiro que se hizo conocer como el enemigo público de sangres puras, Cross quien era un cazador apodado el vampiro sin colmillos había creado un colegio con la idea de que se iniciara la existencia de paz entre vampiros y humanos, haciéndoles convivir en un ámbito neutral y escolar con ciertas reglas y limitaciones, Haruka y Juri kuran, hermanos y esposos hijos de Kaname kuran un sangre pura, ahora en espera de una niña que llamaran yuki.

Rouse y Seiji grandes cazadores y futuros padres de lo que lamentablemente parece gemelos, piensan esto ya que no tiene esperanza que la dichosa y conocida maldición permita a sus dos hijos nacer.

En un bosque de sakuras, una mirada de un tono champagne danzante en la oscuridad, con movimientos ondulatorios del kimono blanco sonreía, con voz tararean te recitando la misma frase feliz.

-Es tiempo, la historia se está moviendo.

La mujer era..... Shikuza Hio vampira sangre pura, que mantenía su alma y recuerdos antiguos que habían despertado después de veinte años, su alma se había envuelto en un cuerpo y una nueva vida aunque ahora algo inmortal, como vampira, ella lo sabía, la vida daba vueltas curiosas, renacer como la especie que había acabado contigo una vez, pero por su hermana no guardaría rencor contra todos, simplemente contra ese hombre que había traicionado la confianza de la familia.

Y del cual no dudaba que si obtenía sus memorias no dudaría en intentar de nuevo tomar el control.

-Por eso debo ir por mis pequeños.

La silueta se perdió tras esa frase entre una extraña e improvisada ráfaga de sakuras en medio de la noche, sin testigos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).