Tainted Love
Por Katsumi Kurosawa
Versión original TopRi
Capítulo 0
Un grito desgarrador sale de mi boca y es inmediatamente ahogado por la almohada blanca sobre la que poco antes mi cabeza había descansado.
Abro los ojos con horror.
Me penetran.
Hay un pene abriéndose paso entre mis nalgas y profanando mi ano.
Quiero mover las manos para dos cosas: levantarme o darle un manotazo a quien, aprovechándose de que había tomado pastillas para dormir, está tras de mí empujando las caderas para embestirme. Sin embargo, no puedo hacerlo, mis manos están siendo agarradas sobre mi cabeza por un par de manos que se me hacían muy conocidas.
Miro el carísimo rolex dorado en la muñeca de esas manos enormes y gruesas.
Ese que yo mismo le había regalado en su cumpleaños el año pasado.
─ ¡Hyung! ─grito levantando la cabeza tanto como puedo e intentando girarme.
Una risa ebria llega a mis oídos, tan cerca que su aliento mueve mis cabellos. Me embiste duro y suelto un quejido obsceno encorvándome hacia atrás.
¿Qué ha sido eso? ¿Lo he disfrutado? Cálmate SeungRi, puedes estar soñando… esta puede ser una pesadilla… pero esta pesadilla se SIENTE demasiado…
Trato de liberarme, pero Seunghyun tiene mucha fuerza y cubre perfectamente mis puntos fuertes. ¿Para qué coño he practicado jiujitsu? Para que hyung me meta la polla y no pueda hacer nada.
Gimo y gimo.
Pataleo y lloriqueo.
Uno a ciencia cierta no sabría si estoy sufriendo o disfrutando. Es porque ni siquiera yo lo sé.
Estoy siendo follado. Follado por uno de mis mejores amigos… por uno de mis únicos amigos cercanos, no de esos miles que tengo en cada esquina.
No sé si esto me gusta o no, sobre todo porque entre lloriqueos le ruego que se detenga, pero muerdo mi labio inferior deseando que empuje más duro su miembro dentro de mí.
Quiero mover las caderas hacia atrás para ir hacia su embestida y hacerla más profunda pero mi orgullo me detiene. Mañana, cuando despierte, recordará que me violó y se sentiría de la mierda.
Porque mierda. Todo ha empezado como violación, aunque en este momento gimo como japonesa y hasta saliva sale de mi boca debido a lo mucho que después del dolor hijo de puta, estoy disfrutando aquel pene incrustado en mí.
No sé cómo mierda he llegado a esto.
Hoy simplemente me dispuse a dormir bien, largo y tendido. De esos pocos días en la gira en los que nos permitieron descansar largas horas y yo iba a tomarlas.
Desgraciadamente me había acostumbrado a dormir periodos cortos e incómodos en todos lados, en camas de masajes, en aviones, en sillas, en mesas.
Ahora cuando intentaba dormir en una cama simplemente me despertaba cada dos por tres pensando que hyung me filmaba o tomaba fotos para subirlas a Instagram.
Por eso tomé unas pastillas para dormir…
Si hubiera pornstagram… seguro hyung lo tendría en este momento lleno de fotos de mí durmiendo, de mi siendo desnudado, videos de mi virgen ano siendo profanado por su enorme falo… videos de mi cara dolorida/complacida. ¿Cuáles serían los hashtags? #SeungRiTieneLoQueSeMerece #DándoleAlMaknae #assdestruction #GimeComoJaponesa #LaFolladaDeSuVida #YouLike
Ugh..
NO.
SÉ.
POR QUÉ MIERDA…
ESTOY PENSANDO EN ESTO.
Carajo, SeungRi eres un imbécil subnormal.
Mi cabeza está clavada en la almohada y mis gemidos no paran, incluso alcanzo a ver el reloj digital en mi mesita de noche marcando las cuatro y media de la mañana.
Siento el sudor bajando por mi espalda, ahora toma mis manos y me obliga a ponerme en cuatro.
Qué cómico me debo verme con la cabeza enterrada en la almohada mientras mi trasero se eleva contra mi voluntad al encuentro con su polla.
Su dura, larga y gruesa polla, la puta madre… me está cogiendo duro y la mierda, me ENCANTA.
Me encanta brusco.
Me encanta duro.
Me encanta que muerda mi hombro y se ría de ese modo enfermo y su aliento etílico me llegue. Me encanta que chupe zonas de mi espalda, aunque coño, eso dejará marcas mañana.
Jiyong-hyung va a verlas… y una mierda me va a interrogar y tendré qué decirle que su amor platónico me asaltó en la noche y me cogió como campeón y ay se enojará conmigo preguntándome cómo carajo un ebrio pudo cogerme así.
Ni yo mismo lo sé.
Me gustan las dulces, húmedas y cálidas vaginas. Soy macho, me enloquecen las vaginas, no los penes… no… no los penes y LA PUTA MADRE HYUNG HAZLO MÁS RÁPIDO… Reviéntame, descárgate en mí, coño… sólo así moriré en paz.
Su olor al Bleu de Chanel mezclado con sudor y vino, inundan mis fosas nasales haciendo que mi erección se retuerza.
No me suelta en ningún momento. Qué bueno, porque de soltarme seguro yo habría apretado las sábanas por el gozo y le habría entregado totalmente el culo empujándome hacia él.
Cierro los ojos gimoteando. Tengo ahora mis manos tomadas con una sola suya enorme y la otra asegura mi cadera para que las penetraciones fueran más profundas.
Muerdo mi labio más fuerte. No podía permitir que un “Sí… así…” saliera de mi boca.
Siento mi pene bambolearse a la velocidad de sus caderas ondularse. Es por eso precisamente que el hormigueo conocido se apodere de mis testículos y mi gemido dolorido desaparezca para que los gritos de zorra en celo den a entender que estoy por venirme.
Hyung gruñe con esa voz grave y suculenta.
Quiero vivir oyendo el gruñido de hyung cogiéndome por el resto de mi vida…
Me suelta.
Por puro drama yo hago un ademán de querer escapar, pero él se aferra a mis caderas y básicamente me taladra.
Me aferro a las sábanas gritando.
¿Dónde están los demás? Yo estaba muy mal así que me regresé a las dos de la mañana de esa fiesta. ¿A caso no han regresado?
Claro que no…
Ya habrían venido a interrumpirnos.
Seguro Ji-hyung habría abierto la puerta para detener a Seunghyun-hyung a guantazos y no habría podido contener el llanto.
Mis nalgas no estarían haciendo ese obsceno sonido contra su cadera mientras clava sus dedos en las mías. Seguro tendré moretones como berenjenas mañana.
Su mano se cierra jalando mis cabellos rubios platinados haciendo mi cabeza girarse hacia él.
Todo mi cuerpo se contorsiona dolorosa pero deliciosamente haciendo que mis ojos llenos de lágrimas de todo, dolor, placer, horror, deleite, les vean a los suyos.
Tiene esa sonrisa demoniaca que nadie ha visto. De eso estoy seguro.
Él sabe que lo que hace está mal.
Él sabe que está obligándome a satisfacerlo.
Pero en este momento le importa una mierda. Está apunto de venirse y quiere ver mi cara cuando me rellene como un pavo en navidad.
Hago otro ademán para escapar y él empuja mi omóplato para clavar mi pecho contra el colchón y yo me aturdo.
Mi cabeza había rebotado contra mi colchón dejándome una sensación de cosquilleo en la nariz que no me permitía orientarme.
Él lo sabe y lo aprovecha para girarme.
Está desnudo.
Está riquísimo, con toda su puta madre, está riquísimo como un puto helado de Häegen Dasz. Soy un fiel admirador de los cuerpos masculinos porque tomo ejemplos a seguir para construir el mío.
Pero a Hyung… a hyung lo veo de otro modo.
Aturdido paseo mis ojos por su abdomen sin tomar en cuenta que mis piernas fueron a dar a sus hombros y ouch. De nuevo mete su pene dentro de mí, con la diferencia de que ahora puedo ver su cara llena de gozo cuando lo mete y saca.
Cuando con la cadera hace círculos enloqueciéndome.
Trato de zafarme.
No sé por qué sigo jugando a ser la víctima de un maniático sexual. Trato de arrastrarme lejos de él, pero no me deja.
Él sólo ríe y su preciosa sonrisa se ve interrumpida a ratos por gestos de placer. Bien podría patearle la cabeza, pero no tengo fuerza para ello.
Lágrimas de placer se escapan de mis ojos, pero no quiero que las vea así que volteo la cara, casi sollozando.
Muerde uno de mis tobillos y se lleva uno de mis pies a la boca. Le veo sorprendido, como lame mis dedos y mordisquea mi planta.
Se ve como un maniático sexual, en definitiva. Esos ojos de por sí intimidantes, de por sí penetrantes, de por sí peligrosos, se ven ahora como si el mismo diablo estuviese disfrutando de mi cuerpo.
Veo mi pene rebotar contra mi abdomen mientras él asegura mi cadera con sus manos. Me vendré. Lo sé.
Gimo, grito, me retuerzo.
Mi abdomen se humedece. Del modo más patético, acabo de venirme sobre mi vientre y me he quedado demasiado débil para seguir peleando.
Me quedo quieto. Como sin vida.
Sólo observo a Seung con esos enormes ojos malévolos recorrerme lujuriosamente. Se muerde el labio, ladea la cabeza, se saborea, me disfruta.
Disfruta mi culo, joder.
Se inclina hacia adelante quedando cerca de mi rostro y me dobla haciéndome jadear. Vuelve a taladrarme, pero ahora ve mi cara recibiendo su polla.
Como cierro los ojos, abro la boca y dejo mi saliva escapar y abro los ojos de nuevo para saber si lo que estoy viviendo es real o no.
Y lo escucho.
Un aullido ronco.
Humedad. Calor.
Se ha venido dentro de mí el muy hijo deputa y por lo que sentí, ni siquiera usó condón. Sé que, aunque es discreto, se ha acostado con un millar de personas, nadie se le resiste a ese rostro, a ese cuerpo.
Se ríe y gime satisfecho a la vez.
Se desploma a mi lado. Me arrastra a un abrazo posesivo y yo temblando de miedo y satisfacción por tal orgasmo, no respondo.
Su semen caliente sale de mi entrada. Es mucho…
¿Qué carajo ha pasado? Choi Seunghyun me ha follado. ¿Cómo lo ha hecho, coño? ¿Cómo carajo me he dejado? ¿Hay excusa?
La cara de Jiyong-hyung viene a mi cabeza una y otra vez. Ya lo imagino diciéndome que soy un gran hijo de puta porque me acosté con su amor prohibido.
Mis ojos se llenan de lágrimas instantáneamente. Hyung no me creerá que Seunghyun-hyung lo hizo a la fuerza.
Y en realidad es una mentira, lo he gozado.
Entre el horror y el miedo… lo he gozado.
Me he corrido mientras me penetraba.
Soy una mierda…
Lloro. Ya son las siete de la mañana y sigo llorando hasta que el sueño me noquea y muero en vida.
─ DIOS, NO ─aquella queja ha hecho que mi cabeza duela mucho. Abro los ojos, yo también había bebido anoche y eso me hace pensar que estaba muy imbécil cuando pensé en tomar una pastilla para dormir habiendo bebido.
Seunghyun está hincado a mi lado, sosteniendo una punta de mis sábanas blancas. Una que muestra específicamente una mancha de sangre.
Sus ojos están llenos de lágrimas.
─No fue un sueño… maldita sea no fue un sueño… ─repite una y otra vez. Yo jalo el trozo que él sostenía para cubrirme más el cuerpo.
Me ha entrado una estúpida sensación de odio.
Se arrepiente.
Se arrepiente de haberme follado.
Y eso me enfurece, así que fingiré que me ha hecho mucho daño. Aunque con el dolor que cruza mi cadera haciéndome gimotear, le queda perfectamente claro.
─Dios, SeungRi, Dios… Dios… ─repetía buscando sus ropas. Están en el piso de mi alcoba. Se las pone desorientado y luego se voltea hacia mí con aquel gesto de espanto y arrepentimiento.
Por favor no te disculpes…
─Lo lamento…
No, no lo sientas…
─En verdad lo siento… yo… no sé lo que me pasó…
No… no te vayas…
─Yo… ─y se da la vuelta para salir de mi habitación.
Hijo de mil putas, mal parido.
Creo que nunca había pensado en tener sexo homosexual. Al menos no en serio, por lo que esta situación es totalmente chocante para mí.
El hombre que más masculinidad despide en BIGBANG, me ha follado como un loco y se ha arrepentido.
Me levanto con delicadeza.
Duele. Y no sé qué es lo que más me duele, si el trasero o el alma. Voy al baño y jalo una toalla.
Me meto a la ducha y abro la llave para sentir como el sudor, semen y sangre se van de mi cuerpo con el agua.
¿Cómo superaré esto…?
─Riri… ¡A desayunar! ─la voz de Youngbae-hyung se escucha alegre tras mi puerta, toca tres veces. Ahora irá a la puerta de Seunghyun-hyung a hacer lo mismo─ Top-hyung ¡El desayuno está listo!
¿Qué hora es? Carajo… No quiero bajar a desayunar con ellos. Con él…
Mientras me visto veo el reloj. Casi la una de la tarde… con razón hyung nos llama a desayunar.
Todos enfiestados llegaron tarde.
Nadie pudo detener nuestro encuentro…
Ni siquiera yo…