Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

De confidentes a novios por aiakafuri

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

a los que leen Se feliz. porqué.... nosotros lo seremos, les prometi un KagaTaka....y bueno aquí esta

esperó les gusté

 

Los personajes, manga, anime  de koruko no Basuke no me pertenece.

Notas del capitulo:

Lo prometido es deuda

 

Espero les guste

 

Disfrutenlo

Con 10 minutos de diferencia sonaron dos teléfonos exaltando a sus propietarios. Ambos vieron quien era el destinatario y no pudieron evitar sonreír.

"Tengo algo que importante que decirte. En la cancha de siempre a las 6".

Tras leer el mensaje corrió a tomar ropa limpia y encerró en el baño durante una hora. Al salir, lo hizo con un pantalón corto y playera gris. Tomo su celular y salió rumbo a la cancha.

—¿Será lo que pienso?— se preguntaba entusiasmado. —Shin-chan me dirá que me ama— una hermosa sonrisa adornado sus facciones. Tenía cerca de un enamorado de Midorima Shintarō. As de Shūtokū, y mejor tirador de la generación de los Milagros. Pocas personas lo sabían (toda la generación de los Milagros y sus parejas, menos su Shin-chan) y habían mantenido el secreto, pues no querían entrometerse. Incluso el enano, el emperador de Rakuzan, Akashi Seijūrō lo sabía y lo apoyaba. Todos lo apoyaban a él y a Kagami Taiga, éste último estaba pérdida mente enamorado de la sombra de Seirin, Kuroko Tetsuya.

Iba tan distraído que no notó a alguien, cuando iba a girar hacia la cancha, y chocó contra una dura pared. Eso creía hasta que levantó la vista y vio quien era —Tai-chan— dijo sorprendido.

—Takao ¿Qué haces por esta zona?+dijo sorprendido al verlo allí.

— Voy a ver a Shin-chan— respondió con una sonrisa feliz. Kagami era con quien mejor se llevaba, y era su confidente. Así como él, lo era del pelirrojo.

—¿Le vas a decir?— preguntó nervioso.

—Sí. Hoy será el gran día— dijo decidido —¿Y tú para cuando, Tai-chan?

—También hoy— dijo frotándose la nunca.

—Bueno. Suerte, nos vemos— dijo despidiéndose.

—Si adiós— dijo continuó su camino, pero algo lo molestaba. Se detuvo abrupta mente —¿Por qué me sigues?

—No te estoy siguiendo Tai-chan— dijo con un puchero y el ceño fruncido. Tenía un mal presentimiento.

—Está bien— dijo y continuó su camino. Cuando llegó a la cancha noto que el pelinegro aún lo seguía —¿Me estas siguiendo?— preguntó furioso.

—¿Qué? ¡Claro que no! Yo vengo a ver Shin-chan— dijo con manos en sus caderas.

—Podrían callarse— dijo un tercero.

Eso hizo que ambos voltearán hacia las bancas y notaran a los demás de la generación de los Milagros y sus parejas.

—¿Qué hacen aquí?— preguntaron al unísono.

—Nosotros los mandamos a llamar— dijo Kuroko Tetsuya. Quién llegaba acompañado por el peli verde. Aquello les dejó perplejos a todos.

—¿Qué sucede?— preguntó Daiki.

—Los reunimos para informales que iniciamos una relación. Kuroko y yo estamos saliendo— dijo Shintarō algo sonrojado.

Aquellas palabras rompieron dos corazones. Sentían como cientos de fisuras aparecían en su corazón. La persona que amaba estaba con otra. Un nudo en su garganta se formó.

Nadie decía nada. No se movían. Sabían que esos dos estaban sufriendo, aunque sus caras de asombro no lo demostraban.

—No pienses. No sientas— fue el pensamiento de ambos.

—woooh felicidades Shin-chan— dijo sonriendo lo más que pudo. No podía quebrarse frente a él.

—Cierto. Felicidades— dijo Taiga con una sonrisa. La sonrisa más falsa que había puesto en su vida. Después de mucho tiempo sin llorar, tenía ganas de hacerlo. Se tragó todo. No podía dejar que vieran que lo afectó. Estaba consciente de que los demás sabían sus sentimientos. Así que les miró suplicando que no dijeran nada.

Los demás tras ver la mirada de Kagami, felicitaron a los novios. Aún qué en realidad querían e ir a apoyar a esos dos corazones rotos.

Taiga observó a Takao. A pesar de la sonrisa que mantenía, sus ojos se veían vacíos y llorosos por las lágrimas no derramadas —Sí. Hoy será el gran día— escuchó en su mente. Inhaló y exhaló varias veces. Se aproximó al pelinegro y lo tomó de la mano.

—¿Tai-chan?— preguntó confundido. Vio esa mirada roja, suplicándole algo.

—Vamos— dijo jalándolo —Nos vemos luego. Kazunari y yo tenemos cosas que hacer— dijo en voz alta, y sacó al pelinegro de la cancha.

Los demás veían de forma comprensible la reacción de Kagami. Sabían que ambos se estaban desmoronando con ellos dos presentes.

— ¿Desde cuándo se llaman así?— preguntaron ambos al unísono.

Seijūrō miró atentamente a ambos, y estos parecían molestos. Aquello lo tomó por sorpresa. No podía ser lo que estaba pensando, el sexo previo con Kōki le estaba jugando una broma. —Desde hace tiempo. Nos vemos. Kōki Vamos— dijo viendo que su novio estaba al borde del llanto. El castaño se levantó y siguió a su novio.

El peli verde y el peli celeste sólo fruncieron el ceño.

—¿Creen que debamos dejarlos solos?— susurró Ryōta.

—Por ahora es lo mejor— respondió Tatsuya, sentado en las piernas de Atsushi.

—¿No vamos a jugar?— preguntó Tetsuya recogiendo el balón.

—No. Vamos Atsushi— dijo Tatsuya levantándose.

Atsushi obedeció y miró a ambos —Los aplastaré por...

—¡Atsushi!— gritó Tatsuya. No quería que ese par se entere. El peli morado se dio la vuelta y se marchó.

—Nosotros sí— dijeron ambos con una sonrisa arrogante.

Tetsuya y Shintarō estaban confundidos por la reacción de sus amigos.

——————————————

Abrió la puerta, jaló al pelinegro y cerró con llave. Cuando volteó escuchó a un borroso Takao llorando, sólo se abrazó al pelinegro, éste a su torso y, continuaron llorando como si fuesen la tabla de salvación uno del otro.

Las lágrimas no se detenían por más que quisiera. Sentía los pequeños temblores de Takao y la humedad de las lágrimas en su playera.

Jamás imaginó que las cosas terminarían así. Estaba enamorado de Kuroko desde varios meses, al principió creyó que era una mala jugada de su mente. Pero no, realmente se había enamorado del peli celeste. Hacía cualquier cosa por mantenerlo feliz, aunque eso significase estar con Niguo. Salían a pasear. Iban a cada rato a su restaurante favorito. Al cine, al jugar, buscar libros. Intencionalmente se rozaba con él, adoraba ver sus mejillas sonrojadas. Ahora veía que eso no era nada. Nunca significó algo para el peli celeste. Tenía miedo a verlo en clases y romperse frente a él.

Perdido en sus pensamientos notó que ya había derramado todas las lágrimas, y que Takao estaba profundamente dormido. Miró el reloj de la sala 12:30 am. Trató de pararse (Habían terminado deslizándose por la pared y Takao estaba entre sus piernas) y notó que Takao se aferraba a él. Se impulsó lo más fuerte que pudo, cargo a Takao y se dirigió a su recámara. Jaló la sabana y se metió junto con el pelinegro. Se cubrió y acarició lentamente la espalda de su acompañante.

——————————————————

En Seirin un peli celeste estaba preocupado por su luz. Por primera vez Kagami no había llegado a clases. Le marcaba al celular, sonaba pero no lo atendía, y luego lo mandaba directamente al buzón. Se dirigió al gimnasio e informó a la entrenadora.

Riko estaba furiosa, tras unas veinte llamadas al fin respondió. Puso la alta voz, pues los demás estaban preocupados.

—Bueno...— se escuchó al otro lado una voz adormilada.

—¡Bakagami! ¿Por qué no estás aquí?— grito furiosa.

—¡E—entrenadora! ¿Qué hora es?— dijo alarmado.

—Son las tres y...

—¡Las tres!— gritó.

—¿Tai-chan? ¿Qué sucede?

Todos se quedaron callados. Esa voz la reconocían donde fuera. El peli celeste fruncir su ceño ¿Qué hacían juntos?

—¡Joder! Son más de tres de la tarde— dijo a gritos.

—¿Qué? ¡Me van matar!— escucharon los gritos de Takao —Ouchh me duelen las piernas y la cadera.

—¿Cómo no quieres que duela, si estuvimos varias horas en la misma posición?— los de Seirin se sonrojaron por la sugestiva conversación —¿Dónde carajos deje mi playera?

—No sé. No vi nada más que tú cuerpo— escucharon a Takao.

Tetsuya arrebató el teléfono a la entrenadora y cortó la llamada.

———————————————

Se movían de un lado al otro. Hasta que escuchó el sonido de llamada de su mamá —Lo siento.... Me quede con un amigo.... Tai-chan....olvide avisarte... Lo siento mamá... ¿Ja?.. Ya..... ¿Qué? está bien, le diré a Tai-chan... Bye mamá.

—¿Y?— cuestiono esperando.

—Etto...Verás ayer salí sin mis llaves, y mamá no está. Salió a una junta del trabajo ¿Me puedo quedar?— preguntó bajando la mirada.

—Sí. Toma ropa de los cajones, y meterte a bañar. Pon tú ropa a lavar. Voy a cocinar algo— dijo en tono cansado.

—Gracias, Tai-chan— dijo observado los ojos rojos de Taiga y las ojeras —Me hubiese gustado que fuese un sueño, pero es la realidad— dijo en un susurró.

—Saldremos adelante, Takao— dijo acariciándole la cabeza.

—Kazunari está bien. Sí. Saldremos a delante y superaremos ese amargo Amor— dijo llorando.

—No llores. Anda a bañarte— ordenó y salió de la habitación.

Limpió sus lágrimas y se dirigió a los cajones. Sacó un bóxer que había dejado una de las veces que había visitado la casa del pelirrojo. De otro cajón sacó una playera enorme y pantalón chándal. Se metió al baño, se desvistió y medio directo a la ducha de agua fría. La necesitaba, el agua se llevó sus lágrimas. Hubiese deseado que fuese un sueño, pero no, era real. Midorima tenía una relación con Kuroko. Ahora ambos estaban con el corazón rotó.

Salió de la habitación y fue hacia la cocina mientras trataba de que el pantalón no se le resbalara —ughhhh ¿Por qué eres tan alto?— preguntó.

Taiga volteó y vio que Kazunari trataba de mantener los pantalones en su lugar —pfff jajajajajajaja— se sostuvo el abdomen al doblarse de la risa.

—¡No te rías!— dijo con un puchero. Pero luego se transformó en risas.

—Oh Kami—sama.... Mejor no te lo dejas. La playera te cubre— dijo limpiándose las lágrimas. Término de servir y se sentó.

Kazunari dejó caer el pantalón. Lo dobló y lo dejó en la silla de al lado —Gracias— dijo y comenzaron a comer tranquilamente.

Kazunari lavó los platos en lo que Taiga se bañaba. Maldijo una y otra vez su mala suerte, por culpa de un sartén término con la playera blanca mojada. Cuando se disponía a sentarse en el cómodo sillón, escuchó el timbre. Se dirigió la puerta —¿Qui.... Kuroko?— su voz sonó como un jadeo.

Tetsuya se quedó impactado. Takao Kazunari estaba semi desnudo, con el cabello mojado junto con la playera blanca, mostrando sus pezones.

—Kazu ¿Quién es?— preguntó saliendo en bóxer y con el cabello húmedo. Se quedó impactado al ver al peli celeste allí. Sintió unas ganas de llorar y frunció el ceño para evitarlo —¿Qué pasa Kuroko?

Tetsuya observaba de un lado al otro y sintió una opresión en el pecho —Nada más saber si estabas bien— preguntó con su cara inexpresiva.

—EH? Sii.... Estoy...bien— respondió confundido —¿Quieres pasar?— preguntó rascándose la nuca.

—No. Tengo una cita Midorima-kun—dijo inexpresivo. Se dio la vuelta y se marchó con el ceño fruncido y mordiendo su labio inferior.

Cerró la puerta con fuerza y se dejó caer. El dolor era insoportable. Le dolía saber que Midorima ya estaba con alguien. Más fisuras se hicieron en el corazón. Lágrimas surcaban sus mejillas, y su cuerpo temblaba. Sintió como unos brazos se aferraban a él —Taiga... ¿Por qué duele tanto?

Demoró en responder, comprendía el dolor de Kazunari —Porqué los queremos— respondió entre lágrimas. Llevó al pelinegro al sillón. Encendió la tv y buscó una película de comedia, la necesitaban.

—————————

—Ku.... Roko.... Kuroko— dijo sacándolo de sus pensamientos. Tenía un buen rato hablándole a su novio.

—¿Qué?— dijo sorprendido.

—¿Qué sucede?— preguntó tomándolo de la mano.

—¿Sabías que Kagami-kun y Takao-kun son...pareja?— preguntó.

—¿Qué?— preguntó levantándose de la banca.

—Kagami-kun no fue a la escuela. Cuando le hablamos se escuchó a Takao-kun y.... Fui a ver lo... Quien me abrió fue Takao-kun, estaba semi desnudo. Kagami-kun estaba igual— dijo con el ceño fruncido.

No dijo nada. Era imposible. Takao siempre estaba con él y no le había dicho nada. Se sintió confundido. Esa cita no fue nada tranquila.

————————————

La alarma sonaba y él no quería levantarse. No quería ver lo.

—Kazunari. ¿Ya te levantaste?— escuchó que gritaron.

—Ya— respondió sentándose en la orilla de la cama. Desperezándose, buscó una playera y un bóxer. Entró al baño y se quitó la playera de Taiga. Había estado tan entretenido que perdió la noción del tiempo y salió corriendo a su casa.

Al bajar las escaleras ya llevaban todo, desayuno y salió de la casa. Perdido en sus pensamientos llegó a la escuela. Al notarlo se detuvo, inhaló y exhaló varias veces. Con pasos decididos llegó al salón de clases, a todos les saludaba como siempre, se sorprendió al entrar y no ver al peli verde en su lugar. Se dirigió a su pupitre y tomó asiento. Agradecía que su lugar estaba al oye de la ventana y podía observar la pista de atletismo.

—Takao— dijo fuertemente.

Kazunari se exaltó. La silla se fue de lado y calló al piso —ughh duele....— dijo masaje ando sus caderas. Había metido la mano, por ello, no se golpeó la cara.

—¿Estas bien, Takao-kun?— preguntó una de sus compañeras.

—Creo que si— dijo levantándose. Se levantó y volvió a sentarse. Respiro profundamente y saludo —Hey Shin-chan—dijo con la sonrisa más falsa que pudo.

Esa sonrisa era idéntica a la que le había dado ante ayer —Ta...— el maestro entró al aula, y mejor se dirigió a su asiento.

Se sintió salvado y aliviado. Tenía que hacer lo que le dijo Taiga: Hablarle normalmente y alejarse poco. No podía aferrarse a ese amor no correspondido. Lo único que haría sería hacerse más daño.

Las horas pasaban lentamente, llegó la hora del entrenamiento y se llevó un piñazo por parte de Miyaji Yuya. Tras terminar de bañarse escuchó su celular —Tai-chan— dijo entusiasmado, ganándose la mirada de sus compañeros —Sí. Regular y tú... Ya veo...Hmm entendido... Bye bye Tai-chan.

Shintarō frunció su ceño y esperó a que todos salieran. Takao estaba colocándose el tenis. —¿Desde cuándo llamas a Kagami así?— preguntó molestó.

—Hmmm.... No sé...como medio año— dijo amarrando más agujetas.

—No tienes que llamarlo así— dijo determinado —No tienes derecho a...

—Llamó Tai-chan a Taiga porqué quiero. No me vengas con estupideces, Shin... Midorima— dijo complemente molesto. Odiaba que le dieran que hacer. —Lo llamaré como quiera.

—Has lo que quieras. Yo voy a mi cita con Kuroko— dijo molestó. Tomó sus cosas y salió. Ser llamado así le dolió.

¿Por qué tenía que restregarle en la cara su relación? —No hagas caso— dijo así mismo. Tomó su bolso y salió del gimnasio con lágrimas surcando sus mejillas.

————————————

Los días pasaban lentamente para algunos, y para otros rápido. Cuando menos lo vieron habían pasados 5 meses desde el anunció del noviazgo de Midorima y Kuroko. Para Kazunari las cosas habían cambiado, Midorima y él ya no se llevaba como antes. En cualquier oportunidad la zanahoria, como le llamaba ahora, se la pasaba insultando a Taiga y a él. El amor que le tenía poco a poco había desaparecido, había sido remplazado con enojo y exasperación. Con Taiga todo iba bien... Pero ahora estaba en un dilema y confundido. No sabía cómo, ni cuando, pero se había enamorado de Taiga Kagami. Su bella sonrisa, sus pucheros, sus comidas y más que nada, ese cuerpo bien definido; el cual se moría por tocar, y hacerle tantas caricias... Pero no podía. Era su amigo y estaba enamorado de su sombra.

Para Taiga era algo parecido, había cambiado su rutina radicalmente. Le daba los buenos días o algo por educación, continuaban entrenando juntos. Pero ya no salían como antes. Ahora, prefería invertir su tiempo con Kazunari. Se llevaban bien y se sentía cómodo con el pelinegro.... Pero, más que cómodo, se había atrapado así mismo observando la hermosa sonrisa y su excitante anatomía. Sin duda, se sentía atraído por Kazunari.... Su amigo... Quien estaba enamorado de Midorima. Y, eso le dolía.

—¿Listo Tai-chan?— preguntó Kazunari sonriendo. Esa playera entallada mostraba deliciosamente sus músculos trabajados.

—No sé por qué me deje convencer— comentó viendo el lugar donde estaban.

—No importa. Vamos— dijo sonriendo disimuladamente al ver la sonrisa y los brillos en los ojos de Kazunari.

Se acomodaron en el primer lugar desocupado que encontraron, estaba bastante escondido, rodeados por arbustos y uno que otro árbol cercano. Estaban tan entretenidos colocando la manta y depositando la comida sobre ella, que no vieron que a 20 metros estaba un peli verde y un peli celeste, y los veían atentamente.

Comieron y platicaron tranquilamente, sin preocuparse por nada. Al finalizar de Taiga jurado los refractarios y se acostaron sobre la manta, observando las flores de cerezo.

—Es muy hermoso— comentó Taiga, observando de reojo al pelinegro.

—Sí— respondió sonriendo. Estaba nervioso, había logrado conocer al pelirrojo. Ahora sólo le faltaba confesarse. Estaba consciente de que éste iba a rechazarlo, pero esta vez no se quedará callado. Se levantó, e iba a caminar, pero un pliego del manta se enredó en sus pies provocándole una caída. Por lo que calló encima del pelirrojo. —Lo siento, Tai....—dijo abriendo los ojos y se paralizó. Estaba a horcajadas, la mitad de su cuerpo cubría el del pelirrojo y sus labios estaban a unos milímetros de tocarse.

Sentían su corazón latiendo mil por hora. Así como sus alientos chocando en sus labios. Un leve rubor apareció en ambos.

—Tai....— sus labios fueron capturados. Respondió de forma a tímida al besó. Era su primer besó. Sintió las manos de Taiga recorrer le la espada. Sus labios se movían al compás de los del pelirrojo. Cuando se separaron, ambos estaban completamente sonrosados —¿Por qué?— susurró sin apartar la mirada de esos ojos rojos.

—Porqué me gustas. Me gustas, Kazunari— respondió sin rodeos. Al demonio su amistad, él amaba a Kazunari.

—Taiga— dijo con una hermosa sonrisa. —También me gustas— respondió y besó al pelirrojo. De pronto sintió como lo jalaron de forma brusca, apartándolo de Taiga —¿Qué demonios?— gruño.

—No toques a mi Kagami/Takao— dijeron al unísono.

—Suéltame — gruño y apartó al peli celeste —¿Qué demonios les pasa? y ¿qué es esa tontería de mi Kagami?— se levantó. Jaló al pelinegro y lo abrazó desde atrás para que no los apartaran.

Shintarō y Tetsuya fruncieron el ceño y se molestaron por la cercanía de ambos.

—Cierto ¿Por qué nos separaron?— dijo furioso. Su primer y segundo besó fue arruinado por esos dos —¿Qué se creen para venir y reclamar nos cómo suyos? Ustedes son novios, así que no se entrometan— exigió.

Ambos palidecieron y se miraron —Yo...

—Vamos Taiga— dijo tomando la canasta y el mantel con una mano; y, con la otra tomó a Taiga de la mano. A pasos apresurados se retiraron del hermoso lugar.

Taiga caminaba a pasos agigantados. Estaba molestó, muy molesto con ese par. ¿Qué demonios les había sucedido? ¿Por qué actuaron así? Al llegar a su departamento, abrió la puerta.

Kazunari dejó la canasta en la mesa y comenzó a lavar los trastos. Estaba furioso, un momento hermoso lo habían arruinado.

Taiga observaba lo enojado que estaba Kazunari. Una vez que vio que lavaba el último trasto, se acercó y lo jaló de la cintura para quedar de frente —Kazunari— dijo en un tono muy sensual

Sintió su corazón desbocarse. Sus mejillas se tornaron en un fuerte sonrojó. Mordió su labio para no saltar sobre el pelirrojo.

—No hagas eso— gruño. Besó los carnosos y suaves labios del pelinegro. Poco a poco acercaron sus cuerpos. Taiga deslizaba sus manos en la cintura y cadera de Kazunari.

Kazunari, por su parte, había llevado sus brazos al cuello del más alto y lo atraía hacía él. Sintió como una lengua intentaba abrirse pasó a través de sus labios. Nervioso y excitado le dio acceso a su cavidad —mph~ agh Taii— gimió al sentir el mordiscos en lengua.

Tras varios besos, Taiga decidió parar. Sabía que sin seguían, las cosas no iban a parar tan fácil mente. Junto sus frentes —¿Quieres ser mi novio?— preguntó mirando esos ojos azul platinado.

Una hermosa sonrisa se formó en sus labios. Le robó un pequeño besó al pelirrojo —¡Sí! Taiga.

Besó rápidamente los labios y luego la mejilla —Gracias.

—Estoy feliz— dijo abrazándolo.

—Yo también... De confidentes a novios— dijo respondiendo al abrazo.

—Sí— dijo y se volvieron a besar. Una hermosa sonrisa reflejaba ambos. Al fin estaban con quien amaban.

Fin

 

Notas finales:

¡Gracias por leer; 

Espero les haya gustado.

 

 

besos :*

 

Ai AkaFuri


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).