La risa de Sehun era baja y divertida cuando dio voz a los sentimientos alegres que fluían a través de él. Dejó a la música suave que sonaba en la sala llenar su cuerpo, dando un sexy y sensual movimiento conforme balanceaba las caderas en un círculo lento. Cada gesto era fluido e impecable, como si sólo hubiera nacido para bailar. Se movia de firma ligera, como si hubiera creado la capacidad de transmitir lo que estaba sintiendo con cada movimiento de su cuerpo. Adoraba bailar. Los movimientos simples dejaban libres a las emociones que lo afligían muy frecuentemente. Bailar le permitía moverse en su propia mente, donde ninguna otra persona existía y podría aprovechar la vida y todo lo que ella tenía para ofrecer.
Corrientes de aire caliente pasaban a lo largo de su piel, haciéndolo híper consciente de todo a su alrededor, y esa vez, sabía que estaba siendo vigilado. Simplemente no le importaba. Baekhyun, Kris y Taeyeon se habían acostumbrado hace mucho tiempo a Sehun perdiéndose en la música. El resto de la manada en la casa alfa viendolo balancear el cuerpo de un lado al otro, parecían estar un poco sorprendidos. Las terminaciones nerviosas de Sehun comenzaban a venir a la vida, sabía que por lo menos uno de los hombres que lo observaba lo quería.
El deseo resonaba en el aire a lo largo de su piel. Inclinó un poco la cabeza y miró a través de los hilos de cabello que caían sobre su rostro, en busca de quién lo estaba observando. No bailaba para llamar la atención, pero de vez en cuando, era bueno saber que la había conseguido. A todo el mundo le gustaba sentirse querido y él no era diferente, no importa cuánto fingía que no. Barrió la sala con una mirada de evaluación. Cuando balanceó los brazos al aire con una nota particularmente alta de música, sus sentidos fueron a dar directo a un par de ojos color ámbar dorado devorándolo, Luhan.
Casi gimió de placer. El hombre era uno de los tres hermanos que Baekhyun había contratado para la seguridad después que Tao fuera atacado y secuestrado por un ex miembro de su manada. Estaba algo sorprendido por la cantidad de lujuria saliendo de él. Ya había sentido a otros deseándolo, pero nunca con ese nivel intenso de hambre. Era casi demasiado. Casi.
Sabía que puso un extra en sus movimientos, un poco más de sensualidad. No podía evitarlo. Había deseado a Luhan desde el momento en que puso los ojos sobre los tres lindos hermanos. Las notas de la música – Beast of Burden – de los Rolling Stones llenó el aire. Cerró los ojos moviendose como la lenta y sensual música. Balanceó las caderas hacia enfrente y atrás, moviendo las manos sobre el pecho y la garganta, enseguida, por encima de su cabeza, mientras imaginaba las palabras de la música que venían a la vida sobre él. La letra decían que sólo quería alguien a quien amar y era así como se sentía.
Quería a alguien que viera que era más que el hermano más joven del beta Kris, quien tenía un coraje más grande que la vida, y que era alguien más aparte del hermano de la ferozmente posesiva y a veces psicótica Taeyeon y más que un amigo del poderoso alfa Byun Baekhyun, y que descubriera al verdadero él.
Sehun.
Queria a Kris, Taeyeon y Baek con todo su corazón, pero los tres podian perjudicar su vida amorosa, y lo hacían frecuentemente. Eran muy protectores, al mismo tiempo que era maravilloso, también era sofocante. Sehun había encontrado a muchos hombres que le interesaban. Y realmente lo habia tenido difícil tratando de conseguir un poco de tiempo sólo con ellos. Uno de sus hermanos o Baekhyun estaban siempre vigilando, intentando descubrir si el tipo en el que se interesaba era bueno y suficiente para él.
Estaban plenamente conscientes de lo que Sehun podía hacer con su mente, las cosas que sentía y de las cosas que podía ver. Realmente nunca les había explicado porque no estaba seguro si sabían, pero lo sabían de cualquier manera. Ser capaz de ver cosas antes de que pasaran no fue exactamente algo que pudiera esconder de ellos, aunque trato de hacerlo. No era una habilidad que quisiera exponer al mundo, especialmente al mundo cambiaforma. Prefería su libertad, muchas gracias. Había visto lo que le sucedía a otros con habilidades semejantes, y no era bonito. Si no eran cazados o ejecutados, eran considerados aberraciones de la naturaleza, y todavía peor, eran tomados por el Consejo de Ancianos y mantenidos virtualmente como prisioneros para uso personal del mismo. Ninguna opción parecía buena para él, asi que mantuvo sus habilidades escondidas y prácticamente fingió que no existían, excepto en situaciones terribles cuando sintió que Baekhyun o Kris necesitaban saber alguna cosa.
No estaba seguro de que Luhan fuera el hombre correcto para él, pero ciertamente quería una oportunidad de descubrirlo. El aire de peligro que parecía envolver a los tres hermanos lo dejo helado, pero no lo suficiente como para impedir que soñara con los brazos fuertes del bonito ejecutor envolviéndose en torno de él y dándole el placer que sabía que podía. A pesar de la naturaleza predadora tan inherente en Luhan, Sehun podía ver una sensualidad a la espera de ser aprovechada, y él quería ser el suertudo que la descubriera. Diablos, fantasiaba sobre eso todas las noches.
Luhan tenía una fuerza increíble que lo atrajo en un nível profundamente de alma. Él exhalaba masculinidad con sus atrayentes ojos dorado ámbar, sus rasgos firmes, y la confianza en sus hombros largos. Su perfil hablaba de poder y de naturaleza salvaje que aplastaría cualquier cosa que lo amenazara a él o aquellos a los que amaba, y también tenía un conjunto terco de su barbilla que prometía horas de desafíos para el lobo de Sehun. El lobo en el interior de él gruñó en acuerdo, haciendolo sonreír para sí mismo. Aparentemente, estaban de acuerdo sobre su atracción hacia el sexy hombre. Ambos querían a Luhan. Pero también necesitaban ser cautelosos. Podía sentir el poder mal controlado dentro de Luhan cada vez que entraba en una sala. El aire alrededor de él parecía abrirse solo para dejarlo pasar. El ejecutor de élite tenía un aire de autoridad sobre él que exigía obediencia inmediata de todos en su presencia. Hasta en una sala llena, su aura era fuerte, eclipsando a todos los otros en la sala. Pero también había un aire de soledad sobre su figura, que hablaba de lo solo que se sentía en aquella sala llena. Lo que hizo a su corazón doler por él.
Inclinando la cabeza hacia atrás y a un lado, miró a Luhan por el rabillo del ojo. Él no podía ayudar, pero se preguntó si Luhan sabía que estaba siendo vigilado. En verdad estaba intentando esconder su gesto, pero nunca fue muy bueno en esconder las cosas. La sala entera, probablemente, sabía que estaba observandolo. La polla dura en su pantalón estaba gritando su interés. No había nada que pudiera hacer al respecto tampoco. Estaba seguro que había estado duro, desde que Luhan y sus hermanos habían llegado a la reservacion.
Le había dado una mirada y cayó derretido en el suelo. El corazón de Sehun comenzó a tronar en su pecho cuando Luhan se levantó y se dirigió hacia él. Mirando hacia arriba, cuando se aproximó, pasó los ojos sobre él. Luhan siguió adelante con un propósito, sólo parando cuando estaba enfrente suyo, inclinandose cerca de su rostro.
—¿Pasa algo malo Luhan?— Preguntó vacilante, su necesidad de bailar olvidada, dio un pequeño paso medido más cerca del guerrero. La furia y amargura quemaban intensamente en los ojos del ejecutor, era ardiente y confuso.
—¿Actúas como una prostituta para todos o la honra era sólo para unos pocos privilegiados?— La dura voz de Luhan resonó en el oído de Sehun enviando una onda de choque y vergüenza irradiando por todo su cuerpo.
Sus ojos se agrandaron. —N— noo… yo…
Vio los caninos afilados cuando Luhan enrolló su labio superior hacia atrás y gruñó. —Te rebajas con esta exposición.— Sus ojos tenían una intención severa cuando miró a Sehun y enseguida se alejó caminando a la puerta del frente con rabia en sus pasos.
Tomando una respiración profunda e inestable, dio un paso atrás. Tenía que explicarle a Luhan lo que estaba pasando, porqué bailaba del modo en que lo hacía. No estaba haciendo eso para mostrarse a sí mismo, él tenía que bailar. Si no lo hacía, se volvería loco. Un fuerte agarre en su brazo lo hizo parar.
—¿A dónde diablos crees que vas?— Preguntó Suho entre dientes, su tono amenazador de interrogatorio como si estuviera retándolo a desafiarlo. —Mi hermano no necesita de ti persiguiéndolo. Necesita mantener su atención en su deber, no en ti.
—¡Suelta a mi hermano ahora!— Gruño Kris. Su voz era baja y ronca, llena de aviso. La promesa de retribución era clara en los ojos del beta. Si Suho no lo soltaba, Sehun no tenía duda de que habría una pelea. Él no podía permitir eso.
—¡Deténganse!— Gritó cuando sacó su brazo fuera del agarre de Suho y levantó las dos manos el aire. Sus ojos brillaban entre los dos hombres furiosos. —¿Qué diablos pasa con ustedes? Están discutiendo por nada.
—¿Nada?— Estalló Suho. —Vi la manera en que mirabas a mi hermano, y no puedes decirme que no es nada.
Sehun cruzó los brazos sobre el pecho y miró al hombre mayor. Suho no era mucho más grande que él, ni tan grande como Luhan.
—Lo que pase o deje de pasar entre Luhan y yo no es de tu maldito asunto Suho.
—Es mi negocio.— Suho golpeó su propio pecho con el dedo. —Si interfiere en las responsabildades de Luhan.
—Yo nunca me metería en las responsabilidades de Luhan.— Aseguro con voz firme. Dios, ¿Cuando se había vuelto todo tan equivocado? Él sólo estaba bailando, sólo eso. Estaba completamente vestido. Ni siquiera había bailado desnudo, que era como realmente prefería bailar. Eso sólo hacía cuando estaba solo.
—Ya lo haces.— Estalló Suho nuevamente. —Tu sola presencia está interfiriendo en las obligaciones de Luhan. Su concentración no está dónde necesita estar.— La repulsión en los ojos castaños oscuros de Suho pasó sobre su cuerpo e hizo a la piel de Sehun sentir escalofríos. —Está en ti.
Balanceó la cabeza en consternación. Él podría no ser un guerrero como Suho y sus hermanos, pero sabía lo que significaba cuando no se ponía atención en sus funciones. La mente dividida llevaba a las personas a que se lastimasen o a morir. De lo poco que sabía sobre Luhan, su deber era todo para él. Al intentar seducirlo hacia su cama, Sehun le estaba impidiendo cumplir con su deber. Su deseo hacia él, acabaría con Luhan herido o muerto y traería la ira de Suho sobre él cuando alguien se lastimara.
—Lo siento mucho.— Bajó los ojos de la mirada crítica de Suho. —Eso no va a pasar de nuevo.
Antes que alguien pudiera decir otra palabra, giró sobre sus pasos y salió de la sala, corriendo a las escaleras hacia su cuarto. Golpeó la puerta y se lanzó en su cama. Sus dedos apretados cuando los puso en su boca. Su respiración agitada, mientras intentaba contener las lágrimas que amenazaban rasgar su garganta. La había jodido y ahora Luhan estaba cabreado con él. Diablos, era más que sólo rabia. Luhan pensó que Sehun era una callejera. Deseó poder comprender por que Luhan no lo entendia, pero estaría mintiéndose a sí mismo y Sehun nunca intentaba mentirse a sí mismo.
Había intentado seducir a Luhan, sabía eso. Todo el mundo sabía eso. Y ahora, todo el mundo sabría que lo había rechazado. Había sido claro desde la mirada en el rostro de Luhan que estaba sublevado con la exhibición de Sehun. Él mismo lo había dicho con odio de sus palabras.
—Creo que no voy a bailar para Luhan nunca más.— Suspiró y se giró de espaldas para mirar el techo. Sabía que no podía impedirse bailar. Era una parte de él.
Ciertamente no estaría balanceando las caderas con esperanza de poder atrapar el interés de alguien. Sería difícil sofocar la necesidad de dejar la música fluir a través de su cuerpo cuándo y dónde estuviera, pero podría hacerlo. Llamó la atención lo suficiente sobre sí mismo. No necesitaba nada más. A veces era realmente una mierda ser quien era.
Kris era como una tempestad en movimiento. Llamaba la atención donde quiera que fuera y glorificó la fuerza que fluía a través de su cuerpo. Taeyeon podía hacer que hasta el hombre más fuerte temblara en sus zapatos con una sola mirada. Baekhyun era el lobo más fuerte nacido de los últimos cien años. Podía lanzar las personas alrededor con un dedo.
Y entonces estaba Sehun.
Su cabeza estaba jodida porque podía ver cosas que otros no podían, cosas que no pasaban en colores vivos, completos, y con detalles enfermos. A lo largo de los años había aprendido a controlar su habilidad y en la mayoría de las veces podía desconectarse. Pero hubo tiempos en los que no podía, y en aquellos momentos pagó por eso, de una forma de otra. Normalmente, era sólo un dolor de cabeza, pero a veces era peor, dependiendo de las visiones que veía.
Mierda, que infierno sangriento. Sólo quería ser un lobo normal. No quería tener la capacidad de a veces, ver el futuro. Concedido, era el futuro que estaba inmediatamente delante de su frente, algo que podría ser alterado por las acciones de una persona, pero era el futuro y no siempre era un rayo de sol. Alguna de las cosas que vio podrían ser totalmente repulsivas. La parte más frustrante era que no podía ver nada sobre su propio futuro. No tenía idea de a quién estaba destinado a amar o emparejarse. No sabía cuándo iba morir. Y ciertamente no sabía si iba a ser capaz de obtener el perdón de Luhan por lo que había hecho.
Todo lo que tenía que ver con él mismo fue directamente oscurecido de sus visiones. Una pena que no todo fue así. Podría no haber vivido mucho en su vida, pero había visto más de lo que jamás deseó. Sabía que algo había pasado con otras manadas de lobos y el Consejo. Sólo no sabía que era. Sus visiones no eran siempre claras para él, hasta que pasaban. Él podía ver algo, pero eso no quería decir que podía colocarlo en cualquier contexto que entendiera o que consiguiera explicarlo para alguien. Esa capacidad estúpida no vino con un manual de instrucciones. Y desde que Kris y Baekhyun no quisieron que nadie supiera que tenía ese poder, no podía pedir consejos sobre el asunto. Sehun era una especie de, por cuenta propia. Eso no era una novedad.
Parece que siempre estaba solo, observando como los otros conocían a sus compañeros y creaban sus pequeñas familias. Sehun estaba contento por Baekhyun y Kris. Finalmente encontraron a sus compañeros y estaban muy felices, era casi vomitante. Sabía que su hermana también estaría tan feliz como ellos, suponiendo que pudiera aprender a controlar su temperamento y comprometerse con el lobo destinado a ella cuando lo conociera. Hasta ahora, todavía no había sucedido. Igual eso dejó a Sehun del lado de afuera, mirando en un lugar que odiaba, pero que se fue tornando tan familiar que estaba comenzando a sentirse en casa. Si eso no fuera jodido, Sehun no sabía lo que era.