Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Derechos de propiedad por Mayumi

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, es un fic bastante romántico  (aviso por si a alguién no le gusta)

También he escrito "Derechos de propiedad 2", que explica la historia desdel punto de viste de Sasuke, así que si os gusta ¡ya sabesi!

Basado en Naruto

Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto

 

Derechos de propiedad

 

 

Teniéndote tendido en la cama, durmiendo tranquilamente junto a mí, puedo sentir que no preciso nada más. Eres mi alegría, mi vida, mi mundo, todo lo que me hace falta para encontrar el paraíso en este lugar en que nos es dado existir.  A veces me cuesta creer que me hayas dado tantos años de felicidad, me cuesta creer que tengas paciencia para seguir junto a mí, me cuesta creer que te merezca. No puedo evitar que una sonrisa enamorada se dibuje en mis labios cada vez que pienso en ti. Mis manos se enredan sin querer en tus cabellos, recorren suavemente tus mejillas, admirando cada pequeño detalle. Mis labios rozan los tuyos, poniendo todo el cuidado del mundo para no despertarte ¿Puede caber tanta felicidad en un solo ser?

Todavía recuerdo cuando, por fin, reconociste lo que sentías por mí. Fue, sin duda, una forma poco convencional. Creo que fue bastante acorde con tu forma de ser. Hacía ya varios meses que te habías mudado a mi casa. Sin pedir permiso, sin dar explicaciones, con esa arrogancia tuya que te hace creer que puedes hacer lo que quieras. Simplemente llegaste con las maletas y te instalaste en una habitación.  Seguro que, cuando entraste por la puerta, mi cara fue todo un poema. ¿Pero como iba a negarme, si eso significaba estar cerca tuyo? Porque, por aquel entonces, ya era un secreto a gritos el hecho de que yo estaba enamorado de ti. Tú nunca me habías dicho nada, pero estaba seguro de que lo sabías. Como también estaba seguro de que no sentías nada por mí.

Ya ni recuerdo la de noches que me desperté sobresaltado y me acerqué en silencio a tu cuarto, espiando desde la puerta tu rostro mientras dormías, deseando rozar con mis manos tu delicada piel. En tus sueños parecías tranquilo, las pesadillas que tanto te habían atormentado habían ido desapareciendo paulatinamente desde que llegaste a mi casa. Me gusta pensar que era porque, conmigo, no te sentías tan solo. Y a pesar de saber eso, yo continuaba pasando noches en vela, temiendo que un día volvieses a desaparecer y te llevases aquel pedacito de felicidad. Lo cierto es que aún paso muchas noches contemplado tu dulce expresión, aún me sorprendo al ver que esta felicidad es real, después de todos estos años, aún pienso que es un maravilloso sueño.

 Aquel día fue bastante extraño. Habíamos estado entrenando por la mañana. Kakashi nos había dicho que se había organizado un ejercicio con los demás equipos. Cada grupo tenía una serie de objetos que proteger, y una serie de objetos que robar. Podíamos organizarnos como quisiéramos, pero si alguno era detectado por el “grupo de caza” formado por algunos profesores, era eliminado. Decidimos que Sakura se encargaría de proteger nuestros tesoros, y tú y yo nos encargaríamos de robar. Yo estaba decidido a demostrar que podía ser tan bueno como tú, así que tan pronto como Kakashi acabó de explicar el curioso ejercicio, desaparecí entre las ramas del bosque.

Salté al siguiente árbol, para encontrarme contigo. No solo te me habías adelantado, si no que, de nuevo, aquella irritante perfección tuya había hecho que pasases desapercibido. Me clavaste una de tus frías miradas, por lo que di, azorado, un paso atrás. Siempre retrocedía ante aquella forma de mirar tan imperturbable, temiendo haberte molestado. Y caí. Tu mano cazó la mía y me alzó, dejándome de nuevo en la rama, mientras yo maldecía una y mil veces.

-Shshsh- ordenaste silencio, e hiciste algo que yo jamás hubiese esperado.

Rodeaste mi cintura y me apretaste contra ti, en un intento de fundirnos a ambos con el árbol. Tu atención estaba puesta en algún lugar perdido del bosque, tratando de identificar el débil sonido que habías percibido. Normalmente hubieses desaparecido al acto, dejándome a mi suerte, sin siquiera advertirme del peligro. Así que recosté mi cabeza en tu hombro, cerré los ojos y disfruté de aquel inesperado regalo, de aquel contacto que tanto ansiaba, de aquel abrazo que me apretaba enérgicamente contra ti.

Quise quedarme así para siempre, tan juntos que podía sentir los latidos de tu corazón retumbando en mi cuerpo, tan cerca que el calor de tu piel me adormecía los sentidos, dejando solo constancia de tu presencia y haciendo que olvidase todo lo demás. Mi imaginación era invadida por mil imágenes en las que tus labios se pegaban ansiosos a los míos.

-Ey, dobe, ¿piensas quedarte así mucho rato?- preguntaste de improvisto, haciendo que mis mejillas ardieran intensamente- Hace rato que se han ido.

Pensé que lo mejor era desaparecer, temiendo que te hubieses enfadado, y no volví a verte hasta que se acabó el entreno. Cuando apareciste de nuevo en el puente donde habíamos quedado en reunirnos con Sakura y Kakashi, mi vista estaba fija en el suelo. No me atrevía a mirarte a los ojos, fui incapaz de articular palabra.

-Lo habéis hecho bastante bien- anunció Kakashi, estudiando un papel con los resultado- Bien, esto ha sido un pequeño anticipo nada más.

Miramos a nuestro sensei sin comprender. Entonces, con una sonrisa, explicó que se había decidido organizar unas olimpiadas ninjas. Podíamos participar si queríamos. Era un pequeño torneo en el que se participaría por parejas, compitiendo dúos de todos los países, con el objetivo de mejorar las relaciones a través de la deportividad.  ¿Parejas? ¿Iba a ser por parejas?

Apenas presté atención a lo que decía. Parejas… Aquella palabra me había hecho perderme en el recuerdo del dulce contacto de tu piel. Pensando que no tendría otra oportunidad de sentir tu cuerpo tan cerca del mío, quería retener aquella sensación tanto como fuese posible. Un golpe de una enojada Sakura me devolvió a la realidad.

 

 

*************************************

 

-Esas olimpiadas ninja son una estupidez- sentenciaste, al tiempo que, rotulador en mano,  escribías algo en la lista de la compra que yo había colgado en la nevera.

Ya suponía que pensarías eso, así que le había preguntado- más bien insistido- a Sakura si quería ser mi pareja en las pruebas. Ella había aceptado a regañadientes, prefería participar contigo. No podía culparla, yo también.

-Pero me voy a apuntar- te miré sorprendido. Mis oídos no podían haber escuchado bien- Contigo- añadiste.

El corazón casi se me sale del pecho de la impresión. ¿Tú, haciendo algo conmigo por voluntad propia? Sin duda, no era un día normal.

-Yo… yo… dije a Sakura que iría con ella- logré murmurar cuando me recuperé del impacto.

Clavaste en mí una mirada inexpresiva que me hizo estremecer. Nunca sabía que esperabas que hiciera.

-Irás conmigo- decidiste, como siempre sin importarte los demás. Salvaste la distancia que nos separaba de un salto y me miraste, de una manera tan intensa, que noté el ardor en mis mejillas- No puedes ir con otro. Eres mío.

En aquellos momentos, mi confusión era tal que di instintivamente un paso hacia atrás. Y caí al suelo, haciendo de nuevo gala de lo torpe que era en tu presencia. Esperé un insulto, una de tus disertaciones sobre mi estupidez, pero ninguna palabra salió de tus labios. Te colocaste sobre mí, apresándome con las piernas. Confundido, traté de apartarte, pero cazaste mis muñecas con la mano izquierda y las aprisionaste contra el suelo, manteniéndolas inmóviles sobre mi cabeza. Cuando te convenciste que no podía librarme de tu agarre, te inclinaste levemente sobre mi rostro.

-Miiiioooo- dijiste con lentitud, mientras escribías aquellas tres letras en mi frente con la mano libre.

Mi corazón latía desbocado, mi respiración se había vuelto más rápida, mi temperatura había aumentado considerablemente ante tu cercanía. No contribuyo para nada a calmarme el hecho de que tu mano derecha levantase mi camiseta y escribiese en mi estómago “Propiedad de Sasuke”

-No juegues conmigo- me enfadé.

Todavía puedo sentir que un escalofrío recorre mi cuerpo cada vez que recuerdo tus sinceras palabras, todavía vibro y me estremezco al pensarlo.

-No estoy jugando, boku no kitsune-chan- susurraste a mi oído.

(N/A: Traducción aproximada de boku no kitsune-chan = mi zorrito)

Te quedaste muy cerca de mí, dejando que tu cálido aliento acariciase mi cuello. De nuevo, no podía saber que querías, cual era la respuesta que buscabas.

Hubo una pausa, un intervalo en el que ninguno dijo ni hizo nada. Tu respiración se agitó, tus ojos me miraron con deseo, tus labios se acercaron a mi cuello y lo rozaron en una caricia. Y yo me sentí morir de felicidad en ese momento. Me es imposible describir el torbellino de emociones que recorrió mi cuerpo. Parecía que miles de mariposas revoloteaban sobre cada milímetro de mi piel, electrizándome con el toque de sus alas. Es algo que todavía me haces sentir cada vez que me besas con dulzura.

En una lenta agonía, tus labios llegaron a mi hombro. Me mordiste, clavaste tus dientes con la suficiente fuerza para hacerme sangrar. Querías dejarme tu marca, sentir que realmente te pertenecía. Y así era. Nunca quise ser de alguien con tanta intensidad. Creo que lo viste en mis ojos, que no reflejaban otra cosa que el deseo de quererte, una súplica de que me dejases amarte. La presión de tu mano se aflojó, dejándome en libertad.

Dirigí una mano temblorosa a tu rostro, las yemas de mis dedos recorrieron tus pómulos sin a penas tocarte. Tenía miedo de que un movimiento demasiado brusco te apartase de mí. Cogiste mi mano y la apretaste contra tus mejillas, cerrando los parpados, queriendo sentir el contacto de mi piel contra tu piel. Cuando de nuevo abriste los ojos, tus pupilas estaban dilatadas por el deseo. Por fin, tus labios buscaron los míos, mi lengua buscó la tuya con necesidad, con desespero, como si aquella fuese a ser la única vez. Mis manos se aferraron a tu espalda, apretándote contra mí, queriendo acercarte más, intentando que ni el aire separase nuestros cuerpos.

Tus labios se apartaron de los míos, te deshiciste de mi abrazo con facilidad.

-Ven- exigiste, al tiempo que te levantabas y te dirigías a tu habitación.

 No te molestaste en comprobar que te seguía, sabías que lo haría, sabías que eras mi dueño. Te detuviste en el marco de la puerta, te volviste hacia mí, me rodeaste con tus brazos, me besaste, me atrajiste hasta la cama, sin perder el contacto con mis labios ni un segundo. Te dejaste caer hacia atrás, sobre las sábanas, arrastrándome contigo. No se en que momento perdimos las camisetas, pero pronto tus manos recorrían mi cuerpo con avidez, deseando explorar cada detalle. Y yo estaba tan extasiado que apenas me podía mover.

Con un ágil movimiento, invertiste nuestras posiciones, quedando encima de mí. Tu boca inició un descendente camino de besos por mi cuerpo, me hizo gemir cuando apresó un pezón, se detuvo a jugar en mi ombligo. Tus manos se pasearon por mi vientre, se detuvieron en el borde del pantalón.

-¿Puedo?- preguntaste, mirándome a los ojos. Creo que es la única vez que te he visto dudar. Creo que tenías miedo a que te dijese que no. Y yo me reí.

-Sasuke-baka, soy tuyo, puedes hacer conmigo lo que quieras- respondí, aún entre risas.

Tus labios me acallaron, tus manos se deshicieron de la ropa que te molestaba. Me regalaste mil caricias, me demostraste que el frío vengador era también capaz de amar. Cuando te introdujiste en mi interior, sentí esa intensa mezcla de placer y dolor de la primera vez. Finalmente, te desplomaste sobre mi pecho, agotado, empapado, inspirando con dificultad. Mis manos se enredaron en tus cabellos, y deseé que ese instante no acabase nunca.

-Naruto, me voy a duchar. Deberíamos descansar, mañana tendremos que trabajar duro.

Por un instante, pensé, presa del pánico, que lo nuestro no había significado nada para ti, que sólo me habías utilizado, que volverías a ser tan distante como antes. Jamás he sido tan feliz por haberme equivocado.

           

-¿Estás despierto?- preguntas, mientras tratas de enfocarme con tu mirada aún soñolienta.

-Aha…

-Naru-baka, no me voy a ir a ninguna parte- me dices, dibujando una ligera sonrisa, sabiendo que el temor a perderte me impide conciliar el sueño, atrayéndome hasta tus labios con ternura.

No se cuantas veces me has repetido esas palabras. Y, como siempre, al escucharlas, no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. ¿Cómo podría ser de otro?

 

 

****************************************

 

 

 

Pessimistic Mayumi al habla, entre paréntesis Inner- and devil- Mayumi

 

Etto… Este es el primer oneshot que escribo (damos gracias a Kami-sama y rogamos porque también sea el último), y encima en primera persona, que no es mi punto fuerte. Y para colmo (no, eso no era poco, había que rematarlo), es un poco empalagoso (casi morimos de tanto amor, puaj, puaj), pero es que me sentía así de pastel (ala, echando piedras sobre tu propio tejado). El lemon, si puede llamarse así, no es muy explícito, pero creo que está bien (increíble, algo que le parece bien)  Bueno, es que esto se me ocurrió un día nada más levantarme, aun estaba medio dormida. El caso es que no quise dejar pasar la idea y este ha sido el resultado (vergüenza, vergüenza).

Bueno, antes de que me lo diga otro me lo digo yo.

Suspiro hondo. Nos sacamos el pesimismo de encima.

Dicho queda, así que para reclamaciones o cualquier otro tipo de comentarios, reviews, please.

Naruto: (emocionadísimo) Ne, ne, Mayu-chan, diles que ganamos las olimpiadas.

Sasuke: Ya lo has hecho tú, Naru-baka (le da un coscorrón) (con cariño, ¿eh?)

Naruto: Y explicales el ataque que le dio a Sakura-chan cuando se enteró de lo nuestro.

Mayumi: ¡¡Síííííí!! ¡Sakura al fondo de un pozo!

Sakura: ¡EH! (Inner Sakura: a esta le voy a acabar partiendo la cara)

Mayumi: Es broma, es broma. (Sakura lo duda, cree firmemente que Mayumi es una sádica, con todas las letras, aunque intente disimularlo) Pero cuando invada Japón y me apodere de todos los derechos de autor de los manga, el SasuNaru será LEY.

Sasuke: Ahora, además de torturar personajes, ¿quieres dominar Japón?

Mayumi: Japón no, ¡EL MUNDO!, jajajajaja (risa diabólica). Tengo cuentas pendientes con Rowling… Mujajaja… ¡Arriba Mayumiland!

Naruto: Mayu-chan, das miedo.

Sasuke: Ya se le volvió a ir… (la cabeza, la cordura, la razón, todas esas cosas) Supongo que es normal, escribiendo con tanta seriedad tiene que explotar por algún lado.

(Sakura le mira con escepticismo, lo último que le parece Mayumi es seria)

Mayumi: (a lo suyo) Mi reinado… os hará… ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LIIIIIIIIBREEEEEEEEEES!!!!!! (por si no se entiende, pone libres)

Sakura tiembla, Naruto llora de miedo y Sasuke siente vergüenza ajena.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).