Un fuerte pitido penetró en mis oídos, acompañado de un pinchazo intenso en mi cabeza que se expandía desde la frente hasta la parte trasera. Me llevé las manos a la cara y golpeé repetidas veces mi móvil hasta que la alarma cesó. Abrí los ojos despacio, el dolor era insoportable... Me pregunté a mi misma dónde me encontraba, aquella no era mi habitación de Blackwell, ni siquiera estaba segura de que estuviese en dicho centro: ningún grito de compañeros; ningún timbre que indicase el inicio de las clases...nada, sólo algún pájaro cerca de la ventana de aquel cuarto. Miré el suelo de la habitación, simplemente mi chaqueta marrón que tanto me gustaba, mis pantalones vaqueros, mi camiseta con...¿una calavera punk? No, eso no era mío. Me giré en la cómoda e inmesa cama y me encontré de cara con un bulto bajo las sábanas, dicho ser se movió unos cm, dejando ver unos cortos mechones de pelo azul. Me tumbé boca arriba y me llevé la mano a la cabeza, no recordada qué hacía en casa de Chloe, ni como había acabado allí.
-Chloe, despierta.- murmuré en un tono lo suficiente fuerte como para que me escuchase ella y no David, el cual estaba abajo hablando por teléfono.
Al ver que no se inmutó lo más mínimo agarré las mantas y tiré de ellas, destapándola. Ella sólo se quejó con pereza y se acurrucó en sí misma. Me incorporé muy despacio para que el dolor fuera lo más leve posible y busqúe mi vandolera, sacando de ella la cámara. Me tumbé sobre Chloe, pude oír como sonreía, yo respondí de la misma manera y nos saqué una foto. No terminé de pensar en las fatales consecuencias de mis actos, ya que cuando el flash se hizo notar ambas nos echamos las manos a los ojos.
-Ugh...Maxine, voy a destruir esa maldita cosa.- al fin su voz ronca mañanera se hizo notar.- ¿Qué hora es?.-
-Son las siete y media, tengo el despertador puesto para no llegar tarde a clase.-
-¿Las siete y media de la mañana?.- se incorporó y me miró con cierto odio.- Dios, Max, ¿quieres matarme?.-
Reí sin poder evitarlo y me llevé la mano a la boca para que no se notara demasiado.
-Lo siento, no sabía que me quedaría en tu casa anoche.-
Negó sonriendo y se levantó de la cama, sólo llevaba esa camiseta larga negra que le quedaba tan bien, levantó las persianas y abrió la ventana, el cielo se tornaba en un color naranja, pero aún no había salido el sol.
-Creo que yo tampoco lo sabía, de haberlo sabido me hubiese asegurado de que no sonaran alarmas tan jodidamente temprano.- se apoyó en la ventana, mirando hacia fuera y de brazos cruzados.
Me levanté poco después de que respondiera y cogí mi ropa, la cual estaba fría por haber perrmanecido en el suelo. Vi unas cuantas botellas de vodka tiradas en el piso, estaban vacías, no quedaba ni una gota en su interior. Dios, ¿yo había bebido la noche anterior con Chloe?
Recuerdo estar en su casa el día anterior ya que me quería contar que Joyce y David habían vuelto, no le hacía mucha ilusión así que decidió comprar unas botellas para, según ella, olvidar un poco el tema. También sé que me ofreció y...no estaba malo, así que bebí unos cuantos vasos. Sé que con cada trago yo reía más y más por cosas que. si ahora las pienso, no tenían tanta gracia.
Miré de reojo a Chloe y me acerqué a ella para mirar también el amanecer.
-¿Que pasó anoche? Dime que no hice demasiadas tonerías.-la miré, temiendo su respuesta, era la primera vez que bebía hasta ese punto.
-Solo recuerdo comenzar a beber juntas y reirnos de tonterías, hablar del pasado, convertinos en filósofas por unos mintuos con cuestiones de la vida y...despertarme con el flash de una cámara.- me miró sonriendo y fue a su armario para coger unas zapatillas de andar por casa.- Deja de preocuparte y vamos a desayunar, estoy hambrienta.-
Bajamos juntas las escaleras hasta la cocina, allí estaba David, tomando unas tostadas con café.
-Buenos días, señoritas.- su voz era tan seria y firme como de costumbre.
Chloe simplemente decidió ignorarlo e ir a hacerse su desayuno, yo me agarré un brazo y saludé como mejor pude, intentando disimular mi gran resaca. David terminó rápido, antes incluso de que nosotras acabasemos nuestro desayuno.
-Joyce quiere hablar contigo, Chloe, anoche hicisteis demasiado ruido arriba y se fue a trabajar con tan solo tres horas de sueño.- la voz del padrastro de Chloe se notaba con enfado, cosa que hizo que no dijese nada.
-Puedo hacer con mi vida lo que me de la gana, ¿vale? Max solo vino de visita, se hizo tarde y se quedó a dormir.- ella tampoco se mostraba muy amistosa con David, la situación no era muy cómoda para mi, sabía de sobra como acababan sus conversaciones.
-Ya basta, deja de hablarme así, tienes que tratarme con respeto. Apestas a alcohol, Chloe. Anoche os fuisteis en tu furgoneta a las doce de la noche y no volvisteis hasta las dos, ¿has conducido borracha?.- David poco a poco se fue enfadando más, su tono era más y más alto- Tienes que dejar tu vida de mierda y madurar, así no llegarás a nada nunca, sólo eres un estorbo para Joyce, y para mi.-
Chloe frunció el ceño y se puso de cara a su padrastro.
-Cállate, no sabes nada de mi vida, no eres nadie para opinar, yo no soy un estorbo para ella, soy su hija pero ¿Y tú? Un estúpido militar retirado que solo sirve para obsesionarse y dudar de todos.- aquello se había convertido en una discusión a gritos, cosa que mi dolor de cabeza no agradecía.
Él simplemente alzó su mano abierta para darle una bofetada a Chloe, en ese momento solo pensé en ponerme delante de ella, David me miró y segundos después miró a su hijastra, bajando lentamente la mano.
-Tengo que trabajar, no tengo tiempo para discutir contigo, Chloe...Por cierto, ve al baño, tienes un moratón en el cuello, espero no enterarme de que te peleaste anoche.- tras decir eso cogió sus llaves y se fue.
Miré el cuello de mi mejor amiga, tenía una marca morada en uno de los lados de la zona. Chloe fue al baño rapidamente, diciéndome que la esperase abajo. Me senté en el sofá poniendo el desayuno de ambas en la mesa y encendiendo la tele. ¿Nos metimos en algún lio? No recordaba haber salido de su casa.
Cuando finalmente volvió, se sentó a mi lado y cogió un puñado de cereales, recostándose en el sofá.
-¿Y bien? ¿Es muy grande?.- di un sorbo a mi café.
-No, ni siquera me duele, si no llega a ser por mi mierdastro no me hubiera dado cuenta.- se tocó el cuello y me miró.- ¿Tu estás bien? ¿Te duele algo?.-
Negué mientras seguía desayunando, preocupada por no recordar nada de lo ocurrido la noche anterior. Aquel día no iría a clases, aunque el profesor Jefferson luego me pediría más de una explicación.
-¿Nos besaríamos anoche, Max?.- tras preguntar eso yo me puse roja, y muy nerviosa, ¿a qué venía esa pregunta?, ella soltó una carcajada y me abrazó, pasando su brazo por encima de mis hombros.- Es solo una broma.-
Le quité el pelo para mirar su sospechoso moratón y lo toqué con la yema de los dedos. Chloe reaccionó con un leve temblor a causa de un escalofrío.
-¿Qué haces, Max? Ya te dije que no me duele, no es nada malo.-
-No, Chloe, no es eso, ¿y si tienes razón? Es muy extraño que si te golpeaste no te duela ni un poco.-
-¿Que quieres decir? ¿Sigues borracha?.-
-Chloe, tenemos que saber que pasó anoche, ¿no te parece raro que nos fuesemos de tu casa a las tantas de la madrugada?, David dijo que hicimos ruido ayer, ¿Qu-que es lo que pasó?.- me llevé la mano a la cabeza, pensé demasiado en muy poco tiempo, mi resaca aún se estaba recuperando.
De golpe recordé que esa noche saqué algunas fotos antes de emborracharnos, me levanté y subí corriendo las escaleras hasta su habitación. Había algunas fotos tiradas en el suelo, tal vez algunas me daban alguna pista de lo que ocurrió. Poco después llegó Chloe, la cual se sentó a mi lado y comenzó a coger también fotos.
-Parece que estuvimos en el vertedero.- dijo mostrándome la foto, en ella salíamos mirando las estrellas, sonriendo, y se notaba que estábamos borrachas, la foto estaba mal encuadrada y movida, era horrible para mi ver esa imagen, ¿como pude sacar una foto tan mala?.- También estuvimos en la playa, caray, Max, somos unas aventureras.- Chloe sonrió y me pasó la foto, pero tampoco nos terminaba de dar la respuesta que buscábamos, aunque, al fondo de la foto estaba la carabana de Frank.
-Vamos a ver a Frank, el nos puede decir que pasó.-
-Espera, Max. Mira.- me pasó una foto bastante distinta a las anteriores, en ella ambas estábamos en la cama de Chloe, al parecer la foto la sacó ella. Nuestras mejillas estaban sonrojadas, probablemente por el consumo excesivo de alcohol aunque...a decir verdad estábamos bastante pegadas. Yo estaba, al parecer, tumbada casi encima de Chloe, con mi cabeza en su hombro, de cara a su cuello, y ella simplemente sonreía para la foto.
-Dios, ¿qué hemos hecho?.- miré a la peliazul y me vestí rapidamente.- Vamos a esa playa, hay que hablar con Frank.-
-En el caso de que hayamos tenido tanta cercania como en esa foto, ¿te arrepentirías, Maxine? Me encantaría acordarme si es así.-
-¡Chloe!.-
Continuará.