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Me muero por besarte por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

 Personajes de Gravitation pertenen a Maki Murakami

 


Advertencias: NO hay final feliz

                  NO habrá continuación

                  *Evan es el nombre de Harry Potter en este Xover

 
 
Me muero por besarte
 
 
 
Lo perdí. Lo perdí... fui tan tonto, tan engreído y arrogante como para dar por sentado su 'amor'. Tantas veces escuché sus promesas: que nunca me dejaría, que me sacaría de mi obscuridad, que no importa lo que sucediese... siempre estaría a mi lado. Y las cumplió, hasta cierto tiempo, no le reprocharé, yo fui quien lo alejó poco a poco... yo fui quien le obligó a desistir de sus promesas. Fui un idiota.
 
Y a causa de mi estupidez, él se ha ido, él se fue con alguien más... se fue con alguien que le prometía todo el amor que se merecía.
 
 
Pido por tus besos,
Por tu ingrata sonrisa,
Por tus bellas caricias,
Eres tu mi alegría.
 
 
Creí que así estaría mejor, creí que una vez que se alejara... con el tiempo volvería. Me equivoqué. Él se fue, lo obligué a irse, y no ha vuelto. No tendría por qué. A mi lado solo habría sufrimiento, eso lo sé, yo no sé amar, ya lo comprobé en el periodo de tiempo que estuvimos juntos.
 
Él se empeñó en cumplir su promesa, se esmeró por seguir amándome, fui yo quien le complicó las cosas. Fue mi desprecio y mis constantes ataques hacia su vocación, hacia su talento, mi frialdad con él... mi nula muestra de cariño y aceptación. Fui yo quien lo obligó a dejarme.
 
 
Pido que no me falles,
Que nunca te me vallas,
Y que nunca te olvides,
Que soy yo quien te ama.
 
 
Él se fue, se fue y no dio señales de querer volver, en su mirada no hay arrepentimiento... tan solo felicidad. Mi querido Shuichi, mi bola de pelos color rosa, mi niñato ruidoso... el chico con gran energía vital, dueño de un inusual color rosa en sus sedosos cabellos, tesorero de unos hermosos ojos amatistas; grandes, expresivos... hipnotizantes. Todo esto me perteneció un día, todo esto además del alma y el corazón de Shuichi. Y eso me aterró.
 
Temí que mi obscuridad lo consumiera, temí que mi compañía y lo poco que le expresaba de afecto sería suficiente para marchitarlo. Lo alejé, lo alejé y alguien más está a su lado ahora, alguien que le trata como merece, alguien que le da amor y otras cosas que jamás sabré entender. Y lo sigo extrañando.
 
 
Que soy yo quien te espera,
Que soy yo quien te llora,
Que soy yo quien te anhela,
Los minutos y horas
 
 
Pasaron los años luego que se fue con Evan: un joven así que conocí en un remoto lugar de Londres, lo convencí de venir a Japón, le presenté a Thoma, le dieron un contrato y no dudó en aclararme que si no cuidaba de Shuichi, si lo hacía feliz, no dudaría en quitármelo. No puedo decir que sentí traición, en realidad nunca fuimos amigos y lo que hice por él fue por mi propia cuenta, él ni siquiera soñaba con la fama, y siempre fue directo.
 
Shuichi está en buenas manos, Evan siempre vela por él, siempre lo hace su prioridad, lo alienta y hace lo posible por siempre provocar una sonrisa en Shuichi. Y a pesar de ello, sigo esperando cada tarde a que Shuichi llegue tocando a mi puerta.
 
 
Me muero por besarte,
Dormirme en tu boca,
Me muero por decirte 
que el mundo se equivoca,
 
 
Pese a los años transcurridos, pese a que él estuvo en otros brazos, pese a... pese a la noticia de su boda... pese al pequeño niño que ha anunciado como hijo suyo y de Evan. Me sentí morir, creí que la poca razón que me quedaba luego de su partida se quebraba... ese niño, ese niño de piel blanquecina al igual que Shuichi, con ojos esmeralda similares a Evan, con el cabello color rosa al igual que Shuichi. 
 
Tuvieron surte de encontrar un niño con facciones similares a ellos dos, o tal vez tuvieron ayuda de alguna mujer, una que 'prestó' su don de dar vida... es extraño... ese niño en verdad se parece a ellos, casi como si hubiera nacido de Shuichi. Que tonto, es imposible.
 
 
Me muero por besarte,
Dormirme en tu boca,
Me muero por decirte 
que el mundo se equivoca,
Que se equivoca, que se equivoca.
 
 
Evan y Shuichi desaparecieron de la vista pública por cinco años, en ese tiempo nadie supo absolutamente nada de ellos, sin noticias de Shuichi en los medios mi esperanza se vio alterada, brillaba al pensar que pronto volvería a mi lado y también me mataba al creer que Evan pudo habérselo llevado a un lugar lejano donde jamás podría volver a verlo.
 
Y así, tal como desaparecieron, un día todos los medios hablaban del regreso de la pareja de artistas, iniciaron las noticias de un anillo en la mano izquierda de Shuichi, se dio a conocer la exclusiva de su boda; siguieron las fotografías de la pareja en compañía de un pequeño niño, lo presentaron como su hijo y no dijeron más.
 
 
Pido por tu ausencia,
Que me hace extrañarte,
Que me hace soñarte,
Cuando mas me haces falta,
 
 
Shuichi reinició su carrera como cantante, siguió con Bad Luck, Evan tan solo se le veía acompañándolo al igual que el niño. Volver a escuchar a Shuichi, su voz, esa energía que contagia cada que sube a un escenario... me recordaron esas sensaciones confusas que llegué a tener a su lado. Los recuerdos me enloqueces y a veces me cuesta diferenciar entre los recuerdos y la realidad... aunque es duro, despertar de un sueño en que Shuichi estaba en mis brazos sólo para encontrar una cama vacía, ya ni yo duerno en ella.
 
Ahora lo miro en televisión, no hay manera que me pueda acercar a él... sigo esperando que se él quien venga a mi búsqueda. Pero, por lo que veo, la felicidad que irradia, la mirada llena de cariño y amor hacia Evan y el niño que siempre los acompaña, sé que Shuichi no volverá.
 
 
Pido por la mañana,
Que a mi lado despiertes,
Enredado en la cama,
Hay como me haces falta.
 
 
Pensando en él, pensando en el Shuichi que un día me perteneció en cuerpo y alma, escribí una canción. Una canción para él, para que sea su voz quien la cante, para que sea él quien le impregne el sentimiento a la canción. Le pedía Thoma que se la diera, que lo convenciera de cantarla, que se la de como un regalo de uno de sus numerosos fans. Después de todo, eso es lo que soy para él, un fan más.
 
Mi pequeño plan funcionó. Shuichi cantará la canción que escribí tan solo para él. Cantará esas letras que salieron de un lugar recóndito en mi.
 
 
Que soy yo quien te espera,
Que soy yo quien te llora,
Que soy yo quien te anhela,
Los minutos y horas
 
 
Fue perfecto. En uno de los conciertos en la ciudad, Shuichi cantó esa canción dedicada a nuestro pasado... pero, él la cantó siempre mirando de soslayo a Evan, a su esposo y a su hijo, John. Shuichi dedicaba esa canción a su actual pareja, a su esposo. No creí poder soportarlo más. La canción que escribí para él, tan solo para él, ahora es dedicada a alguien más.
 
Sigo maldiciendo mi decisión de obligarlo a irse. Sigo maldiciendo mi cobardía de ser feliz con él. Sigo maldiciendo mis acciones que le obligaron a alejarse. Sigo maldiciendo... mis sentimientos que no se ponen de acuerdo. Esa mirada feliz le sienta bien. Pero no soy yo quien la provoca.
 
 
Me muero por besarte,
Dormirme en tu boca,
Me muero por decirte 
que el mundo se equivoca,
 
 
Al parecer, todos aquellos que le dijeron que yo no le convenía, que lo lastimaría, que lo dejaría atrás... siempre tuvieron razón. No fui digno de él, sise hubiera quedado conmigo, seguramente ya no sería ni la sombra de lo que ahora es. Tan resplandeciente, tan hermso... tan lejos de mi. Tan enamorado de alguien más.
 
Él será feliz con Evan, con su hijo John, con su familia amorosa perfecta para él... y yo me quedaré con el arrepentimiento de no haber querido luchar por él.
 
 
Me muero por besarte,
Dormirme en tu boca,
Me muero por decirte 
que el mundo se equivoca,
Que se equivoca, que se equivoca.
 
 
 
 
Fin.
Notas finales:

Gracias por leer.

 


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