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La Magia de la Navidad por Lure89

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Notas del fanfic:

Steve x Tony. Un short fic con tematica Navideña. XD

Notas del capitulo:

Bueno! Es el segundo fanfic que escribo que me inspira una página de facebook!

Gracias a: "Stony you gaveme a home" (pagina de facebook) por las cosas hermosas que pone todos los días e inspiran a escribir.

Es mi primer Stony y con temática Navideña! ojalá les guste!

La magia de la Navidad

 

En el medio de la sala se encontraba un gran árbol de pino decorado. Era tan alto y tan amplio que llamaba la atención a todos los que pasaban. El mismo tenía muchos adornos, luces, guirnaldas y debajo de este había diversos regalos envueltos.

Parado frente a uno de los símbolos más importantes de la navidad estaba Steve Rogers admirando la belleza del mismo con mirada nostálgica.

 

—Hey Cap, ¿todo bien?

 

El playboy con barba en forma de candado se le acercó al rubio que estaba distraído y posó su mano en su hombro para llamarle la atención. El otro dio un sobresalto del susto distrayéndolo de sus pensamientos.

 

—Relájate Steve, te prometo que ya no voy a insistirte más. Me doy por vencido. Así que tranquilo, ¿sí?

 

Tony había confesado sus sentimientos al Capitán América hacía más de un mes y al no tener respuesta se había vuelto un poco cargoso, molestándolo en todo momento preguntándole una y otra vez. Lo único que obtenía era una cara roja y un pequeño tartamudeo por parte del hombre de traje a rayas rojas y azules. Steve simplemente le esquivaba el tema cada vez que se lo preguntaba.

 

—N-no, yo…

 

—¿Te gusta la navidad Cap? —interrumpió al de ojos azules.

 

—Claro que sí. ¿A ti no? —preguntó extrañado.

 

—Me da igual, para mí es como cualquier otra fecha.

 

—¿Hablas en serio? No lo puedes ver como cualquier otra fecha, el espíritu de la navidad está en todos lados. La música, la decoración, los árboles de pino, el abrir regalos, la ilusión de los niños por Santa Claus, no puedes negar que estas fechas tienen magia —explicaba emocionado.

 

—Bueno, si… digamos que no eran muy festivos en mi hogar. Mis padres siempre trabajaban en navidad y supe desde niño que Santa Claus no existía, así que… por casa no hubo tal magia-. Chasqueó la lengua divertido.

 

—Ah… lo siento-. Bajó su rostro apenado al pensar en la triste infancia del moreno.

 

—Hey, al menos me llenaban con muchos regalos, no fue tan malo-. Trató de reconfortarlo al ver su rostro afligido. Realmente para él no era la gran cosa—. Y dime… Si pudieras elegir cualquier cosa que desearas… ¿qué te gustaría recibir de regalo? Lo que sea —intentó cambiar de tema.

 

—No lo sé… tengo algo en mente pero no es fácil de conseguir. No al menos con dinero-. Sonrió nervioso por lo que pensaba.

 

—Qué lástima, me hubiera gustado complacerte con algún presente. Bueno… si esta noche no tienes nada planeado, estás invitado a la fiesta que organizo todos los años para noche buena. Varios de los vengadores asistirán-. Le guiñó un ojo divertido.

 

—Bien, gracias… lo pensaré-. Desvió su vista tratando de ocultar su descontento.

 

 

Apartamento de Steve. 21hs.

 

 

Steve había puesto a cocinar un pollo al horno y se había dispuesto ciertas películas que le habían recomendado cerca de su DVD, listo a poner una para pasar la noche. De un momento a otro el timbre de su departamento sonó y se acercó hasta su puerta para abrirla.

 

—¡To-tony! ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendido al ver al playboy parado elegantemente vestido en su puerta.

 

—Vine a traerte tu regalo… ¿No piensas salir? —comentó viéndolo vestido con ropa de entrecasa.

 

—No, la verdad prefiero estar tranquilo en casa viendo algunas películas. No estoy de ánimos como para salir-. Apartó su vista nervioso, la hermosa figura del millonario lo había hecho sonrojar.

 

—Bueno, entonces abre mi regalo ahora-. Le extendió un objeto torpemente envuelto con papel de regalo.

 

Steve lo recibió con una sonrisa al notar que el presente había sido envuelto por el moreno y no pudo evitar sentir una alegría en su pecho que lo desbordaba.

 

—Gracias… no hacía falta Tony, yo no tengo nada para darte-. Le hizo señas al mayor para permitirle entrar.

 

—Descuida, no necesito nada Cap. Vamos, ya abre tu regalo —insistió emocionado entrando al departamento.

 

—Debería esperar a que sea navidad para abrirlo-. Lo apoyó en el suelo junto a su pequeño árbol de navidad.

 

—Si te vas a quedar solo en casa al menos disfruta del regalo-. Lo levantó del piso y se lo volvió a poner en sus manos.

 

Steve miró dudoso el paquete y sin dar más vueltas lo abrió. Era un casco extraño que no parecía que pudiera funcionar como protección pero todo indicaba que debía usarse en la cabeza.

 

—Debes sentarte y ponértelo-. Le hizo señas en su cabeza confirmando las sospechas del rubio.

 

Steve tomó una silla y se colocó el artefacto en la cabeza, parte del mismo cubrió sus ojos dejando todo en negro. De repente se vio metido en un gran salón vestido elegantemente. Podía distinguir mesas y sillas a su alrededor, muchas personas bailando recordando a las fiestas de su época y todo estaba decorado con motivo navideño. Al instante aparece Tony vestido con un traje diferente al que estaba en su casa y se le acerca con una sonrisa.

 

—¿Qué, qué es esto Tony? —preguntaba admirado al ver todo a su alrededor.

 

Es realidad virtual. Estamos en tu época Cap.

 

—¿Mi época…? ¿Pero tú estás aquí conmigo?-. Abrió grande sus ojos al escuchar la música empezar a sonar de fondo.

 

Probablemente ya me fui a la fiesta. Solo soy un programa de bienvenida.

 

—Increíble… se ve tan real. Pero… ¿por qué mi época? —preguntó extrañado.

 

Estuve averiguando y bueno… quise cumplir tu deseo, así que este es mi regalo de navidad. Instalé un programa… para explicártelo sencillamente es como un videojuego, los personajes son creaciones del programa pero la personalidad y la forma física las arma tu cabeza. Lo que ves acá es parte de tu conciencia. Solo durará un poco más de una hora y luego dejará de funcionar. Está diseñado así apropósito porque podría resultar peligroso. Al vivir en una realidad que no es la nuestra podría gustarnos más vivir en la fantasía que en el mundo real. Por eso solo durará por corto tiempo. Así que sin más rodeos… espero que disfrutes tu primer baile. Feliz navidad Steve-. Y la figura del moreno comenzó a desaparecer.

 

—¡Ah! ¡Espera Tony!-. Trató de detenerlo pero recordó que era parte del programa.

 

Hola Steve. ¿Listo para tu primer baile?-. Una mujer pelirroja se apareció con un vestido despampanante.

 

El rubio se dio media vuelta y abrió grande sus ojos al ver a la sargento Peggy. La única mujer que había amado en aquella época. Acercándose a ella, asintió y tomó su mano. Los dos se encaminaron hacia el centro de la pista y comenzaron a bailar.

Steve no podía creer lo que estaba viviendo, todo era tan real; podía sentirse realmente en su pasado. Sonrió feliz por unos instantes pero pasado un tiempo su sonrisa se fue desvaneciendo hasta que su rostro se contrajo por completo.

 

—Sabes… por mucho tiempo soñé con esto. Deseaba volver al pasado y lo que más anhelaba era el estar contigo así… bailando. Pero…-. Bajó su vista apenado.

 

¿Pero…? —preguntó la Sargento.

 

—Pero…-. Steve trataba de buscar las palabras correctas.

 

Ya no es lo que más deseas, ¿cierto? Puedo notarlo-. Le sonrió la mujer dulcemente.

 

—Ya no. Cuando Tony me preguntó en la sala que era lo que deseaba de regalo… pensaba en él. Quería poder tener el coraje de confesarle que yo siento lo mismo por él, que también me gusta y corresponderle sus sentimientos. Un deseo que no se puede conseguir con dinero. Pero al no expresarle lo que siento realmente, malinterpretó todo-. Hizo una mueca angustiado.

 

Entiendo… Voy a darte un consejo… no siempre se nos presentan segundas oportunidades Steve. Si realmente lo quieres, no desperdicies tu oportunidad con la fantasía del pasado.

 

Steve se había quedado realmente pensativo y se sonrojó al admitir sus sentimientos. ¿Por qué se había demorado tanto? Era verdad que lo amaba, pero su miedo lo había paralizado todo este tiempo. Que tonto había sido por tratar de ocultar lo que sentía, al fin y al cabo era cuestión de tiempo que la verdad saliera a la luz.

 

La mujer siguió hablando sacando de los pensamientos al rubio.

 

Además… te recuerdo que él te dijo que no te molestaría más. Se dio por vencido Steve, ya no te buscará más. Y en esa fiesta… muchas mujeres van a coquetear con él. No se va a quedar toda la vida esperándote —le recordó la mujer.

 

—¡E-es verdad! ¡Necesito hablar con él! Tengo que confesarle lo que siento-. Soltó el agarre de la sargento que solo le sonreía.

 

Con mucho esfuerzo el hombre de ojos azules se retiró el artefacto que tenía en la cabeza y volvió a la realidad. En seguida tomó su celular y marcó el teléfono de Tony mientras agarraba su chaqueta y salía por la puerta de su departamento a la calle. El celular sonaba una y otra vez y ya se estaba impacientando hasta que escuchó la voz del moreno.

 

Hey Cap, ¿todo bien con tu regalo? No pensé que llamaras tan pronto. ¿Te gustó?-. Tony iba manejando su convertible y hablaba por el manos libres.

 

—Tony… ¿Dónde estás?-. Subió a su motocicleta y la arrancó.

 

Estoy viajando a Brasil, hace mucho frío acá en Norte América… ¿Qué pregunta es esa Cap? Estoy manejando hasta mi fiesta —respondió socarronamente por la pregunta.

 

—Quédate donde estás y no te muevas. Voy a ir a tu encuentro. Pásame tu ubicación precisa-. Respiró tranquilo al saber que todavía estaba en camino y que lo podía alcanzar.

 

… ¿Está todo bien? —preguntó extrañado y frenó su auto al instante preocupado por cómo le hablaba el otro.

 

—Sí, necesito hablar contigo. Por favor… espérame —pidió en un susurro.

 

 

Steve emprendió la marcha y aceleró a toda velocidad siguiendo la señal del GPS que le indicaba la posición en donde estaba Tony. No había pasado mucho tiempo desde que el millonario había salido de su departamento dirigiéndose a la fiesta, así que afortunadamente estaba cerca. En tan solo quince minutos lo alcanzó con facilidad.

 

Tony estaba afuera del auto esperándolo apoyado sobre el mismo y con las manos en los bolsillos. Sentía frío pero no le importaba, estaba inquieto por la actitud del menor, así que impaciente decidió aguardar a su llegada mirando el camino. Al ver aproximarse la motocicleta del rubio se irguió hasta acercársele. Steve descendió de la moto y observó como el cuerpo del mayor temblaba de frío.

 

—Debiste esperarme dentro del auto —le recriminó serio.

 

—No me jodas Steve, me pusiste nervioso con tu repentina llamada. ¿Qué sucede?-. Ya no se aguantaba tanto misterio.

 

—Esto es lo que sucede-. Y acercando su mano a la nuca del moreno lo besó.

 

El beso fue inesperado por parte de Tony. Se paralizó un instante de la sorpresa pero reaccionando al segundo correspondió al mismo. Ambas bocas jugaban deseosas por el contacto del otro en un primer baile de sus lenguas. El calor que les hacía falta fue rápidamente suplantado por el ardor que comenzaban a sentir en sus cuerpos de la excitación. A penas si podían respirar de lo intenso del acto, pero no les importaba, solo querían permanecer unidos y no separarse.

 

—Steve… no entiendo —trató de articular apenas se apartó de su labio.

 

—Lamento haber demorado mi respuesta Tony… no te des por vencido, no me borres de tu cabeza. Yo siento lo mismo por ti… me gustas-. Se sonrojó al instante al decir lo que sentía pero no desvió su mirada de los ojos del moreno.

 

—Vaya… así que Santa Claus si existe. Me trajo al novio que pedí de regalo. Creo que estoy empezando a sentir la magia en la navidad-. Sonrió el playboy divertido.

 

—Bueno, me alegro que lo veas de esa forma-. Steve solo sonrió y de nueva cuentas reclamó la boca del moreno estando seguro que no deseaba nada más.

Notas finales:

Muchas gracias por leer. Si no se dieron cuenta use la ilusion que le hizo ver Scarlet Witch en Avengers Age of Ultron al Capitán con el recuerdo de su epoca jejeje para sacar el "deseo" que Tony cree que tiene Steve.

Bueno, los invito a pasar a chusmear mi otro fic de SupermanxBatman!

Muchos saludos!!!


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