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Dejaste ver tu corazon por Aphrodita

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Dejaste ver tu corazón

 

 

Aphrodita

 

 

  Hola Gadya, hola todos. Bien mi cielo: Feliz cumple atrasado, feliz primer añito, feliz todo jajajaja! Espero que te guste, yo disfrute haciéndolo sufrir a Shiryu y dejándolo mal parado a mí adorado ponny *_*.

 

 

One Shoot / Lemon:

 

 

CAPITULO 1: “Ser sincero con los sentimientos, no es algo fácil”...

 

 

  Santuario de Athena, Nueva Orden. Si bien los Santos Dorados que lucharon, no hacia muchos años, en la Guerra Santa contra Hades habían sido revividos por su Diosa, estos recibieron el permiso de abandonar sus puestos y dedicarse a una vida más normal.
  Desde ya que todos los que pudieron irse del Santuario así lo hicieron, sin embargo, por una necesidad, Saga debió permanecer en su puesto... La Casa de Géminis aun no poseía dueño, pues si bien el gemelo lo era, también era Patriarca.
  Todos los Santos Dorados novatos, eran muy jóvenes para ocupar el puesto de Patriarca, por eso sin mas opciones el peliazul que en antaño había librado una batalla contra su Diosa ocupando ese mismo puesto, era hoy en día Patriarca... Ironías de la vida: Quien había traicionado a la Orden por alcanzar ese poder, en ese momento lo ocupaba por mera decisión de Saori.
  Nunca se supo si Saga estaba realmente de acuerdo, si envidiaba a sus demás compañeros por la vida que llevaban, o si odiaba su destino, lo cierto es que jamas se quejo, y jamas reprocho nada, ni siquiera cuando su Diosa le impuso un niño para que entrenase y ocupase el cargo de Géminis.
Luego de cinco años, algunos Santos tuvieron que demostrar su capacidad para ocupar el puesto vacante de cada casa, quedando en el siguiente orden:

 

Aries: Kiki.
Tauro: Geki.
Géminis: Saga.
Cáncer: Nachi.
Leo: Ikki.
Virgo: Shun.
Libra: Shiryu.
Escorpio: Jabu.
Sagitario: Seiya.
Capricornio: Ban.
Acuario: Hyoga.
Piscis: Marin, la única mujer en la Orden.

 

  Al principio, cuando la mayoría tuvo que entrenar en Grecia para ganarse la Armadura de Oro, era todo puro revuelo y nerviosismo, y cuando la ceremonia se llevó a cabo, a mas de uno se le hizo extraño verse envestidos con sus respectivos mantos, así como ver a sus compañeros. Con el correr de los años, gracias a las reuniones que el Patriarca Saga solicitaba para tratar temas referidos a la Orden, y así como Misiones otorgadas por él mismo, se les hizo costumbre verse con el ropaje Dorado.
  Luego de dos años viviendo en el Santuario, los Santos ya se sentían como en casa, yendo de un lado al otro, visitando a sus compañeros de armas y viviendo la misma vida que había vivido los anteriores Santos Dorados. Atrás había quedado la Mansión Kido, Japón y sus costumbres. El único que realmente se sintió cómodo desde un principio, obvio que fue Kiki, quien con sus quince años, había vivido la mayor parte en la Casa de Aries junto a su Maestro Muu.
  Kiki había crecido ¡Y demonios que lo había hecho! Era todo un hombre a pesar de su corta edad, su cabellera de fuego que había crecido notablemente sin llegar a los hombros, lo convertía en un adonis Griego... Su belleza era masculina sin dudas, y muy cautivamente, mas de uno supo que a medida que transcurrieran los años, ese chiquillo se volvería endiabladamente más bello, sumado a la experiencia, seria una combinación sin dudas exquisitas.
  Pero Kiki, como todo adolescente solo buscaba diversión, pasar la vida, y vivirla lo mejor posible antes de que una Guerra terminase con el ocio volviéndolo inevitablemente responsable. Siempre había sido un niño revoltoso, la diferencia era que ahora ya no era mas un niño, su cuerpo lo demostraba... Y sus travesuras eran de otro nivel. Mas de uno se quedaba observando al más pequeño del Santuario con ojos impuros y lujuriosos, miradas que no pasaban desapercibidas para el joven Aries.
  Shiryu era quien siempre lo salvaba de sus líos y embrollos, Libra era una especie de hermano mayor, siempre cuidándolo y aconsejándole, como si ese fuese su deber, como si alguien superior le hubiese impuesto esa condición. Lo cierto era que para el pelilargo, Kiki era mucho mas que un amigo, era como el hermano menor que nunca pudo tener. Y Dioses, que Aries odiaba saber y sentir eso... ¿Qué mas quería Kiki que cortar ese lazo que lo distanciaba de ese hombre? Un lazo de hermanos que no le favorecía para nada y quizás eso explicaba su comportamiento tan descuidado y despreocupado en la Orden, una manera de llamarle la atención a Shiryu y demostrarle que ya no era un niño, que había crecido y que era tan deseable como cualquier otro. Los actos libidinosos de Aries, Shiryu no los tomo como esperaba Kiki, como un llamado de atención, sino simplemente como las travesuras de un adolescente... A los quince años, las hormonas siempre mandan... Pero a veces Aries se pasaba de la raya y era ahí cuando Shiryu ocupaba ese papel de niisan que nadie le había otorgado y que tanto molestaba a Kiki.
  Subiendo las escalinatas que conducían a los Templos Superiores, Shiryu negaba con su cabeza convenciéndose que lo mejor era no inmiscuirse, bastante se había enojado Aries la ultima vez se involucro, como para volver a meter la “Cuchara”, pero... Los nuevos rumores, de verdad que lo preocuparon, pues una cosa era acostarse con muchachas y muchachas del pueblo, una muy distinta era con un compañero de Armas... Si Saga llegaba a enterarse de ello... Bueno no, Saga no era Shion, y conociéndolo a Géminis lo mas probable era que celebrase tal acto. Pero ¿Tenia que ser Geki? O sea, ¿Qué le había visto?... Libra atravesó su propio Templo y siguió camino con esa idea en su cabeza ¿Qué buscaba conseguir Kiki con su acto? ¿Qué lo echasen de la Orden? Si bien eran conocidas las relaciones entre Santos, estas eran bajo un completo silencio común y nunca salían a la luz por mas obvia que fuese la unión. Pero Kiki era aun muy pequeño, no tenía experiencia en esas cosas, en ocultar lo necesario... Siempre la boca se le iba, y terminaba hablando de más.
  Shiryu intento alejar a su pequeño amigo de su mente y lo consiguió cuando, llegando al Templo de Sagitario, vio algo que termino por crisparle los nervios al siempre tranquilo y centrado Libra... Seiya hablaba animadamente con su vecino, o mejor dicho: Coqueteaba con Ban sin descaro. Como cual padre, Shiryu se acerco como un tornado a su amigo y sacándolo de un brazo lo arrastro rumbo a los Templos inferiores... Sagitario supo que lo mejor era esperar a que la furia menguara en el ex Dragón, también supo que no estaba en posición de reprochar nada pero aun así, tampoco iba a dar por perdida esa pelea el ex Pegasus.
  En un santiamén atravesaron Escorpio y llegaron al Templo de Libra, recién en dicho lugar Shiryu soltó aquel brazo que aferraba como si fuese un enemigo:

 

--¡¿Qué te sucede?!... –Increpo Seiya con el mejor tono de inocencia que le pudo salir.
--¿¡Que me sucede!? ¿¡Que me sucedes!? ¿¡Dices!?... –Exploto Libra con las manos en su cintura y una mirada inquisidora --¡¿Crees que soy idiota?! ¿¡Que no me doy cuenta!?
  Alguien ingresó al Octavo Templo, pero ninguno de los dos involucrados en la discusión notaron ese detalle.
--¡Solo estaba hablando! ¡Dioses!... –Exclamo Sagitario indignado –Te estas volviendo muy paranoico con ese tema...
--¡Te parece, maldición!... –El pelilargo no iba a dejarlo pasar así como así --¡¿Hablando?! ¡¿A ti te parece que coquetear con alguien es lo mismo que hablar?!...

 

  Kiki, de espaldas al Ex –Dragón negó con su cabeza al escuchar parte de la discusión, siempre era igual, y siempre terminaba igual... Con una reconciliación, para después volver a lo mismo... Era un círculo continuo de nunca acabar.

 

--Shiryu...
--Además dime... ¡¿Por qué vas tan seguido al Templo de Saga?!... –Al ver que su niño iba a acotar algo, Shiryu se le adelanto --¡¡Y no me vengas con eso de que es el Patriarca!! ¡¡¡Porque ninguna reunión se hace por la noche y menos en el Templo de Géminis!!!...
--Shiryu... –Volvió el morocho a llamar la atención de su hombre, mirando sobre su hombro pudo ver la sonrisa lastimosa de Aries y su porte desgarbado –Kiki...

 

  Libra volteo confundido al escuchar ese nombre y efectivamente, el muchacho estaba de pie en su Templo con las cejas arqueadas y una sonrisa burlesca en su rostro. El pelilargo bajo los humos, y tranquilizándose pronuncio:

 

--Hola Kiki...
--Perdón si interrumpo... –Dijo el pelirrojo rascándose la punta de la nariz sutilmente.
--No... Para nada... –Se adelanto el Ex Pegasus exclamando con efusividad y alegría, el joven había sido su salvavidas en un momento tan delicado como ese, pues no supo que contestarle a su amante sobre sus visitas nocturnas al gemelo.
--Si quieren... No tengo problema... –Pronuncio Kiki señalando al aire la puerta –Vuelvo mas tarde...
--No hace falta Kiki... Seiya ya se iba... –Espeto el ex Dragón con tono firme, tan firme que Seiya no tuvo mas alternativas que saludar y dejar a los dos amigos dialogando solos.

 

  Aries, como de costumbre, se dejo caer en el sillón de manera desordenada, Shiryu se acomodo en el sillón de enfrente luego de alcanzarle una taza de te, comenzaron a dialogar como buenos amigos que eran, pero como siempre, el lemuriano quiso volver la conversación mas adulta, demostrarle al otro que ya no era un niño:

 

--Si... A pesar de lo que digan... El grandote tiene lo suyo... –El pelirrojo arqueo sus cejas fugazmente, por supuesto se refería a Geki, su vecino.
  Libra nada acoto, se limito a reír despacio por la picardía del muchacho.
--Es bastante brusco.. Pero a mi me gusta así... A veces, claro... –Continuo Kiki observando las reacciones de su amigo, esperando ver algún atisbo de celos o algo. –Al otro día me dolía todo el cuerpo... No era para menos, me dio como si fuese la ultima vez, encima la tiene así... –Hizo un gesto raro con sus manos.
  El pelilargo, reaccionando intento desviar el tema:
--Kiki... Por favor... –Suplico avergonzado al ver la despreocupación del menor.
--¡¿Qué tiene de malo?!... –Pregunto Aries riendo –Todo el mundo lo hace... Y sino lo hacen ¡Deberían!... No saben lo que se pierden...

 

  El ex Dragón sonrió nuevamente tomando un sorbo de su vaso, se quedo observando a ese joven adolescente que sin mas hablaba de sus aventuras amorosas como quien comenta una entretenida excursión. Ni siquiera él, a esa edad vivía la vida de aquella forma y mucho menos consideraba el sexo como un estilo de vida, o una filosofía, era cierto que las hormonas mandaban, pero de ahí a hacerles caso todo el tiempo, a veces el lemuriano exageraba con ese tema.
  El pelirrojo bajo su vista nervioso y se dedico a revolver su te, la mirada insistente del otro se le había clavado muy profundo en su ser ¿Que pensaría Shiryu de él? ¿Lo seguiría viendo como un crío? ¿Sentiría algún tipo de celo?. Decidido, Kiki continuo hablando despreocupadamente.

 

--¿Y sabes quien no se queda atrás?...
--No... ¿Quién?... –Pregunto Libra mas que nada por complacer al otro, no imagino con lo que se venia.
--La virgen... No tiene nada de virgen... –Aries rompió a reír tirando su cuerpo hacia atrás –No se si Acuario tuvo algo que ver en ello... ¡Pero Dioses que manera de coger!... –Exploto jocoso.
--¿Q-Que?... –El pelilargo dejo el vaso de jugo antes de atragantarse.
--Shun... Con su carita de ángel no engaña a nadie... Si, te comprendo... –Dijo el lemuriano al ver el rostro del otro –A mi también me sorprendió...

 

  El japonés se puso de pie conteniendo la furia, el no solía explotar con facilidad, las cosas no solían hacerle perder la compostura, pero todo tiene un limite... Y por Zeus, por momentos el pelirrojo odiaba esa pasividad y tranquilidad en el otro, solo lo veía desbordarse cuando algo involucraba al estúpido de Seiya... Si, Kiki odiaba con todo su ser a Sagitario, aunque odiar es un sentimiento muy fuerte, pero rayaba esa idea.

 

--¿Qué sucede?... –Pregunto Aries, no pudo ver el rostro de su amigo ya que se encontraba detrás del sillón, a sus espaldas.

 

 El lemuriano sonrió victorioso, nunca supo los motivos verdaderos, pero desde hacia dos años que la relación de Shiryu con Shun no era para nada buena... Quizás había acertado y dado en el blanco, quizás Libra ahora si se retorcería de celos. El pelirrojo no supo lo que causo en el pelilargo, no supo que removió en su interior recuerdos dormidos y dolorosos que eran preferibles dejarlos así.

 

--Kiki... –Pronuncio el japonés –Ya es tarde... Ve a tu Templo...

 

  Kiki bajo su vista nuevamente, una tristeza lo inundo por completo, observando el líquido negro que bailaba en la taza llego a la conclusión de que a Shiryu no le importaba... No le importaba saber con quien se acostaba o con quien dejaba de hacerlo.
  Aries prácticamente sin probar su te y sin saludar, se puso de pie y se retiro con el corazón en un puño. Tomó la reacción pasiva de Libra como una despreocupación, dejando en claro que nunca le importo y que nunca le importaría nada de él... Lejos de eso el pelilargo se alarmo... ¿Se alarmo o solo era una excusa para poder ir y decirle a Virgo en el rostro lo que se tuvo guardado durante dos años? Sin pensarlo demasiado, el japonés busco serenarse, recuperar el aire que escaseaba en sus pulmones a causa de la bronca, y se encamino con paso firme y decidido hasta el Templo del peliverde.

 

 

;;;;;;

 

 

  Cuando Shiryu llego al sexto Templo del Santuario ingreso con paso firme y seguro, como un huracán, ni siquiera busco hacerse notar, tampoco hizo falta, ya que sus pasos rebotaron en la Casa de Virgo alertando a su dueño.

  Shun se puso de pie y salió de la cocina... Ni un millón de años hubiese esperado semejante visita, por el porte y el rostro de Libra, este no fue precisamente a visitarlo en son de amistad.
  Sin tapujos el pelilargo soltó increpándole con un dedo:

 

--Quizás a ti no te importe... Pero a mi sí...
--¿De que hablas?... –El peliverde lejos de molestarse o enojarse intento descifrar las palabras de su compañero de armas.
--Sabes perfectamente de que hablo... ¡De Kiki!... –Exploto el ex Dragón a lo ultimo manteniendo su erguida postura –Él es un crío... Un adolescente hormonal e impulsivo... No sabe controlarse y eso será la causa de su expulsión...
--Shiryu... –Habló el ex Andrómeda interrumpiendo las palabras del otro –Por empezar... Kiki no es tan crío como tu crees... –Una sonrisa cálida se instalo en su rostro, supo en su interior que el fin de Shiryu fue siempre cuidar del revoltoso Kiki sin darse cuenta que este había dejado de ser un niño.
--¡No importa si lo es o no!... No deja de ser un adolescente...
--¿Y con eso?... –Con sus palabras, Shun busco llegar a la raíz del problema sin querer causar la ira del otro.
--¡Se meterá en problemas! ¡Se le ira la lengua y hablaras de mas!... –Libra intento contenerse, comenzaba a salirse de sus cabales
--No deberías preocuparte por el Patriarca... –La sonrisa de Virgo en ese momento fue sarcástica –Saga no es Shion...
--Solo te advierto una cosa Shun... –El pelilargo mantuvo una distancia prudencial, no quiso perder la poca cordura y abalanzarse sobre el peliverde para molerlo a golpes --A Kiki lo llegan a echar de la Orden por tu culpa y lo pagaras muy caro... –Dio la vuelta para marcharse de aquel Templo, ya había dicho todo lo que quiso decirle, en parte.
--¡Shiryu!... –Llamo el ex Andrómeda con voz firme --¿Qué tengo que hacer? ¡¿Dime?!... –Exigió a lo ultimo...
--¿Eh?... –Se desconcertó Shiryu dando la vuelta para observar extrañado a su antiguo amigo.
--¿Qué tengo que hacer para que me perdones?... –Explico Shun con la voz un tanto quebrada, por mas que quiso disimularlo todos esos años, la falta de Libra se hizo sentir en su vida --¿Qué tengo que hacer para que entiendas que?... Que... Yo no lo sabia...
--¡¿No lo sabias?! ¡Ja! Shun... No me hagas reír... –El ex Dragón comprendió a la perfección las palabras del menor. --¿Me vas a decir que no sabias lo que pasaba entre nosotros?...
--¡Pues, sí!... –Admitió Virgo dolido --¡Pero nunca supe!... ¡Dioses!... No me imagine que lo de ustedes era tan serio... No imagine que tu... Que tú lo querías tanto...
--Te acostaste con el hombre que amaba... A mis espaldas... Y eras mi mejor amigo Shun... Entiéndeme... Me llevara tiempo perdonar algo así... – Dicho eso, sin mas, Libra se fue del Templo ahogando un llanto.

 

  ¿Cuánto tiempo mas tendría que esperar? Se pregunto el peliverde. Ya había aguardado por ese perdón dos agonizantes años... ¿Tanto costaba recuperar la amistad del pelilargo?... Es difícil perdonar a quien amamos, ya que las cosas nos duelen el doble cuando vienen de quien menos las esperamos... Pero si lo había perdonado a Seiya ¿Por qué no a Shun?. De alguna retorcida manera, el ex Dragón busco enojarse con Virgo, echándole por completo la culpa, quizás para no aceptar que el error fue de Sagitario, o quizás para no ver la realidad: Que el peliverde no fue la única victima del engaño del menor de los Kido.

 

 

::::::

 

 

  Al otro día, apenas se levanto, Shiryu no había desayunado aun que un joven pelirrojo irrumpió en su Templo hecho una furia.
  Kiki, primero indignado por la reacción pasiva del otro, termino por explotar cuando se entero de la visita de Libra a Shun ¿¡Quien, con un demonio, se creyó ese pelilargo para inmiscuirse de esa forma en su vida personal!? ¿¡QUIÉN!?.

 

--¿Kiki?... –Susurro el ex Dragón aun dormido, de pie en su cocina, con el torso desnudo.
  Aries intento no quedarse con cara de idiota observando los pectorales marcados de aquel ser que hacia tiempo le quitaba el aire y el sueño, hasta inclusive, por momentos, las ganas de vivir.
--¿¡Conque derecho fuiste al Templo de Virgo!? ¿¡Conque derecho te interpones en mi camino!?

 

  Shiryu abrió sus ojos como plato, si bien escuchaba su compañero le estaba reprochando pero ¿Qué?... ¿El hecho de ir al Templo de Shun? ¿El hecho de hablar con él? ¿O el hecho de hacer todo a sus espaldas?.

 

--Perdón si mi actitud te molesto... –Fue lo único que pudo decir Libra acomodando un poco las ideas en su revuelta cabeza.
--¡¡¿Perdón?!!... ¿¡¡¡Perdón es lo único que me dices!!!?... –Ahora si, el lemuriano estaba que hervía.
--¿Cuál es el problema Kiki? Explícate... –Aunque el pelilargo no solía perder la paciencia con facilidad, la conversación lo estaba poniendo un tanto... Sensible.
--¡Primero actúas como un idiota! ¡Nunca te importa un carajo lo que hago y dejo de hacer! ¡Y solo por que es Shun, fuiste y hablaste con él!... –Kiki de pie, increpo a su amigo de manera efusiva y gestual --¡¿QUIEN TE NOMBRÓ MI PADRE?!... –Odiaba que se adueñase de ese rol que nunca nadie le otorgo.
--Kiki... Primero... –Numeró el mayor harto de los reproches del otro –No intento ocupar ningún rol en tu vida...

 

  “Chocolate por la noticia” Pensó Aries tranquilizándose un poco, aquella frase se le calo profundo en los huesos, desde ya que Shiryu le había demostrado un millón de veces que no tenía la intención de ser parte de su vida, pero ¿¡Se lo tuvo que decir!? Bastante era con vivir eso cada día a flor de piel, como para escucharlo de la boca del mismo Libra.

 

--Segundo... –Continuo el japonés elevando su voz, demostrando un poco de autoridad –Quizás si... Me metí en tus asuntos... Pero por que me preocupo por ti...
--¿¡Te preocupas por mi!?... –El lemuriano soltó una risa irónica.
--Si... Me preocupo... –Reafirmo el ex Dragón serio y muy molesto.
--Pues déjame decirte que a veces lo disimulas muy bien... –Dijo el pelirrojo sarcásticamente –O te comportas como un idiota ignorándome olímpicamente... O haces estas cosas que no entiendo...
  Bien... Era la segunda vez que Kiki llamaba a Shiryu “Idiota”, y eso no paso desapercibido para el aludido... Aries jamás insultó a Libra, ya sea por respeto o lo que fuese, pero no era habitual en él.
--Te equivocas... Siempre me preocupo por ti... Pero tu lo has dicho antes: No soy tu padre y por ende no puedo cambiar las cosas... Pero si a ti no te digo nada y no te reto, es para que no te enojes conmigo...
--¡Mira lo bien que te ha salido!...
--Fui a hablar con Shun... –Interrumpió el ex Dragón con voz firme –Por que él es el adulto... Él esta actuando mal... Tu solo eres un adolescente que intenta vivir su vida... Sin preocupaciones y libre... Pero él no, él sabe las consecuencias que puede acarrear en la Orden, algo de estas magnitudes...

 

  Una sorpresiva lagrima amarga de angustia y soledad, surco el rostro fino y aterciopelado del lemuriano... Si las palabras anteriores le habían abierto una herida en su corazón, estas nuevas de Shiryu fueron como agua salada en la misma herida... ¡Dioses! Aparentemente, la imagen de Libra, sobre el pelirrojo, no cambiaria ni en cien años... Ni por mas amantes que este ultimo tuviese, ni por mas aventuras que le contase a su amigo. Kiki lo comprendió... El era solo eso: Un adolescente enamorado de un hombre que solo lo veía como a un hermano menor. ¡Bha! Un hombre, el pelilargo contaba con solo 21 años, pero aparentemente, esa corta diferencia era suficiente para abrir una brecha entre ambos.
  El japonés se quedo de piedra al ver las lagrimas bañar el rostro compungido del mas joven, se acerco a él despacio, con la intención de estrecharlo entre sus brazos y consolarlo, nunca quiso hacer ni decir nada que lo lastimase... Sin embargo, al ver este acercamiento, Aries dio un paso hacia atrás evitando la reconfortante caricia.

 

--No... –Susurro el lemuriano con la voz quebrada.
--Kiki... Yo... Lo siento... No se que dije, perdón... –Dijo el ex Dragón dolido por la distancia del otro y extrañado por la reacción.
--Una vez mas me demuestras lo idiota que eres... –Dijo el pelirrojo con un atisbo de enojo en sus palabras.
--¿Por qué me dices eso?... –Ya era la tercera vez que lo llamaba así.
--Porque lo eres... Nunca te das cuenta de nada... –Kiki siguió dando pasos hacia atrás a medida que su compañero se acercaba –Eres un idiota y un cornudo que nunca se da cuenta de nada... –Reafirmo nuevamente, ahora si, lleno de furia –¡Estas con un tipo que no te valora!... ¡¡Que no sabe el hombre que tiene a su lado!!...
--Kiki... –Shiryu intento defender a su indefendible amante, pero el otro no se lo permitió.
--Te engaña... En tus propias narices y tu no haces nada... Que poca autoestima te tienes Shiryu... Nunca lo espere de ti... –Aries trago saliva al ver que las palabras le costaban salir, intento regular su entrecortada respiración y con la manga de su camiseta limpio violentamente sus lagrimas.
--Eso ya lo se... No necesito que un crío venga a decírmelo, no soy tan idiota... –Las palabras del lemuriano tuvieron un efecto desconocido hasta para el mismo Libra.
--Tu eres tan idiota... –Continuo el pelirrojo hiriente, lanzando una risa irónica –Que cree realmente que Seiya sube para encontrarse con el Patriarca....
--Kiki ¡Basta!... –Pidió el pelilargo conteniendo sus puños, cerrando sus ojos y contando hasta diez, apretó tan fuerte que por poco sus dedos se le clavan en la palma de la mano.
--Pero nunca llega... Siempre encuentra algo mas entretenido en el ultimo Templo... Y no Shiryu... –Dijo Kiki con tono sarcástico –No va a verla a Marin por entrenamiento... O ¿Quien sabe? quizás si... Quizás Piscis le este dando algunas clases especiales a su antiguo discípulo... No me extraña, siendo la única mujer...

 

  El ex Dragón abrió sus ojos lentamente al escuchar esas palabras, porque una cosa era el estúpido de Ban, su mejor amigo Shun y hasta el Patriarca Saga, pero una muy distinta era verse engañado por una mujer, sobre todo a Marin quien se había ganado su respeto.
  Aries noto la reacción de su compañero y en ese momento, tarde, se arrepintió de sus palabras... Tan enojado e insultado que se sintió, que no reparo en el daño de sus acusaciones. Un ruido los trajo de vuelta a la realidad, bruscamente voltearon la mirada hacia la puerta, debajo del marco de la misma, Seiya freno sus pasos al ver la extraña situación.
  El lemuriano seco nuevamente las lagrimas y como un torbellino paso por esa puerta empujando con fastidio a Sagitario, Shiryu negó con su cabeza y luego de dirigir su vista hacia su hombre quien no comprendió los motivos de tal arrebato en el pelirrojo, se contento con mirar el suelo y masajearse la nuca ¿Valía la pena explotar una vez mas y pedirle explicaciones al morocho, para escuchar excusas y palabras vacías de arrepentimiento? Sin dudas, el ex Pegasus era un caso perdido y ni ganas tuvo Libra de discutir con él, bastante había tenido con ese adolescente impulsivo. Al fin y al cabo si, comprobó el pelilargo, era un completo idiota y un cornudo sin remedio ¿¡Que mas daba!?.

 

 

______

 

 

  Shiryu esperó alguna reacción por parte de su amante, o alguna pedido de explicación de lo sucedido esa mañana con Kiki, pero lejos de eso, Seiya permaneció ese día y los siguientes en un estado de mutismo que alarmo al otro.
  Sagitario se comportaba de manera muy extraña, pensativo y silencioso, mas servicial que de costumbre y mas cariñoso y dispuesto ¿Qué estaba pasando allí? Se pregunto Libra consternado, lo mejor era no saber: La curiosidad mató al gato... En este caso Shiryu mató al Pegasus. Y ni tanto, porque ya estaba curado de espanto (Como suele decirse) Por el pequeño de los Kido.
  Fue una tarde gris y fría, donde Sagitario exploto sin poder contener mas la angustia, entre lagrimas y sollozos, sentados en las escalinatas de Libra le confeso a su amante un engaño con su vecino Escorpio... Automáticamente el pelilargo soltó el abrazo y lo distancio fríamente de su cuerpo.

 

--P-Perdón... Perdóname Shiryu... –Suplico Seiya sin contener sus lagrimas, a esa altura ya ni vergüenza le daba llorar, prácticamente se había vuelto un experto en conseguir el perdón a base de lagrimas, una manera de dar lastima.
--¿¡Y me lo dices así!?... –Exploto Shiryu respirando con dificultad, era en esos momentos donde realmente tenia unas irremediables ganas de romperle a Sagitario la cabeza contra la columna de su Templo, otra cosa a la que el morocho estaba acostumbrado ¿Cuántas veces su cabeza se estrello en batalla? Así quedo el pobre.
--Te juro... Que de haber estado sobrio, no lo hubiese hecho... –Iluso el ex Pegasus al creer que esa era una buena manera de explicar lo acontecido.
--¡Encima con Jabu! ¡¡Ni un poco de respeto me tienes!!... –Libra reparo en las palabras de su amante y acoto --¡Fue en el cumpleaños de Geki! ¡¿Verdad?!... ¿¡¡Verdad!!?... –Al ver que el otro solo se limitaba a llorar lo tomo de los brazos y lo sacudió --¡Dime por lo menos!...
--¡¡Si!!... ¡¡Si!!... –Respondió Seiya ocultando su mirada --¡Fue en el cumpleaños de Geki!...
--Claro ¿No?... –Recordó el pelilargo, soltando los brazos de su niño, se puso de pie para observarlo desde arriba con desprecio –Cuando desapareciste de la fiesta, no fuiste a dormir porque te sentías mal, como me dijiste... ¡Estabas revolcándote con Jabu!...
--Shiryu yo...
--Basura... –Escupió el ex Dragón las palabras con desprecio, para continuar con cinismo –Cuéntame ¿¡Que tal la pasaste!? ¡¿Te lo metió en la boca, como tanto te gusta, te la dio por atrás, de espaldas y de pie?! ¡Por que a ti te encanta así!...
--Shiryu... ¡Ya basta!... –Comenzaba a ser ofensivo, además lo estaba asustando, Shiryu no era para nada cínico, eso era algo normal y cotidiano en Ikki pero no en Libra.
--¡¿Dónde te cogió?!... –Lejos de escuchar el pedido de su amante, el pelilargo continuo aun con mas efusividad --¿¡Donde!?... ¡Dime, basura!... ¿¡En tu Templo!? ¡¿En el suyo?!... ¿¡O EN EL MIO!?...
--En su Templo... –Respondió Sagitario con un dejo de idiotez, creyó que era lo mejor, quizás si le respondía algo, lo que fuese, pero algo y pronto, su hombre dejase de lado esa postura cínica que comenzaba a atormentarlo.
--Vete... No quiero ni olerte cerca... –Espeto el ex Dragón un poco mas calmo e ingresando en su Templo dejo a un supuesto destruido Kido sentando en las escalinatas de su Casa.

 

  El morocho busco componerse, y una vez mas tranquilo ingreso al Templo de Libra en busca de su amante predilecto, lo hallo de espaldas, en el baño, con el grifo del agua fría abierto y quizás llorando. El ex Pegasus, teniendo en cuenta el peligro que representaba para su vida semejante acto, tomo por detrás a Shiryu, abrazando su cintura y depositando unos cálidos besos en su cuello.
  Libra soltó un suspiro de resignación y se observo a través del espejo, con los ojos un tanto rojos y en esa situación deplorable, se sintió el ser mas patético de la historia.
  El pelilargo se dejo vencer, volteo para estrechar en sus brazos a su incorregible niño y beso su boca con tanta pasión y con tanto enojo que un hilillo bien merecido de sangre corrió por los labios de Seiya.

 

 

\\\

 

 

  Shiryu sintió un gran vacío en su corazón, lamentó que la discusión con Kiki lo halla distanciado de él... A causa de su estupidez, Libra lo único que había conseguido era el enojo de Aries, pero lejos de eso, el lemuriano solo necesito acomodar sus sentimientos y serenarse un poco... Por mas que quisiese, y por mas intentos que hizo, jamás pudo y jamás podría distanciarse del pelilargo... Aunque eso le pesara.
  Costó la reconciliación definitiva entre estos dos amigos, pero para alegría de ambas partes, lograron volver a ser los mismos que antes, siempre y cuando mantuvieran una condición impuesta por el otro ...Por su lado el pelirrojo le exigió a su compañero que dejara de ser tan idiota con respecto a Seiya; mientras que el ex Dragón le exigió a Kiki que siempre fuera sincero y directo con él, que no se guardase nada... Aries esbozo una sonrisa nerviosa al escuchar esas palabras ¿Hasta que punto debería ser sincero y directo con el hombre que amaba en secreto?.

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