"Padre nuestro que estas en el cielo..."
Los efectos del alcohol se estaban haciendo presentes en ellos, la poca cordura que tenían ambos desapareció después de varias copas.
Sus lenguas estaban participando en un beso para nada casto, el beso era demasiado húmedo y caliente. Las manos de Tao fueron quitando la ropa de Sehun, el cual luego lo detuvo.
–Yo puedo hacerlo– su respiración estaba algo agitada por la falta de aire del beso.
–No me importa, esta noche eres mío – le respondió jalándolo de la bufanda.
La bufanda pasó del cuello de Sehun a sus manos, siendo fuertemente apretada, de los labios de su dueño salió un gruñido de queja.
Tao tomó a su presa para besarlo nuevamente pero con más ansia y deseo. Sehun le correspondía el beso haciendo que para ambos aquello fuera como tocar el cielo.
"... Santificado sea tu nombre..."
La ropa estaba ya en el suelo, en ese momento no importaba nada, solo quería sentir a Tao, su fría piel en contacto con la calidez de su piel, su húmedos labios en contacto con los suyos.
La habitación ahora estaba llena de diversas clases de sonidos, los gemidos de placer de Sehun al sentir su miembro en la boca de su compañero chino, y los sonidos inorgánicos que se producía al hacer un movimiento en esa cama.
–Tao– gimió al sentir que estaba por correrse.
"... venga nosotros tu reino..."
–Es mi turno – dijo sacando su miembro de la boca del moreno.
Se acercó al miembro de Tao, rodeándolo con la lengua y recorriéndolo hasta llegar a sus testículos, los besó dulcemente y luego se metió uno a la boca.
Tao observaba con asombro aquella escena, nunca espero que el inocente de Sehun fuera capaz de llegar a hacer eso. A pesar de que sus movimientos eran torpes y similares a los que él le había hecho lo estaba disfrutando muy bien.
Sehun de repente paró sorprendiendo a Tao, soltó un profundo suspiró. Se acostó en la cama y jadeantemente miró a Tao y le dijo:
–Vamos, mételo.
"... hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo..."
– Anda, hazlo estoy a tu voluntad.
Tao lo miro detenidamente, mirando cada trozo de piel blanquecina de Sehun, quería que esa hermosa imagen se le quedara para siempre en la mente, aunque a la mañana siguiente ni se acordaran de cómo llegaron a estar en la misma cama. Después de apreciar aquel virgen cuerpo se sentó a horcajadas en la cintura de Sehun para volverse a besar con locura. De un momento a otro Sehun estaba sentado en las piernas de Tao. Sus caderas comenzaron a moverse adelante y hacia atrás provocando más el miembro de Tao. Por su parte Tao comenzaba a masturbar el miembro de Sehun, se le hacía algo injusto que solo él sintiera placer.
"... danos hoy nuestro pan de cada día..."
– ¿Sabes cómo lubricarte? – le preguntó Tao sin nada de pudor.
Sehun se levantó un poco del regazo de Tao, lo miró sonrojado, sus mejillas estaban tan rojas como las brasas. Asintió un poco con la cabeza y se llevó los dedos su mano izquierda a su boca. Los mantuvo un buen rato en su boca jugueteando con su lengua. Cuando estuvieron lo suficientemente húmedos los sacó de su boca y se los llevó directamente a su entrada. Fue introduciéndolos uno a uno hasta tener 3 dedos dentro de él.
Tao con ver como Sehun se auto-penetraba se excitó más, y sin importar si ya estaba listo Sehun o no, decidió que ya era el momento para comenzar a hacer lo que muchos llamaban amor.
"... perdona nuestras ofensas..."
– ¿Estás listo? – murmuró Tao lamiéndole el cuello.
–No... Realmente – jadeo sacando los dedos de su entrada.
Tao vio su oportunidad y tomó a Sehun por la cadera, lo pegó más a sí. El maknae de exo K entendió a donde iba la situación y tomó el miembro del otro, para facilitar un poco la penetración. Ambos lo hacían con cuidado y lentamente, Sehun no ponía resistencia lo que lo hacía más fácil.
– ¿Estás seguro de esto? – le preguntó Tao.
–Si esto es pecado y disfrutarlo me condenará al infierno, no me importaría pasar el resto de la eternidad en él.
"... como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden..."
Tao sonrió para sus adentros, sabía que eso era lo que quería escuchar.
Cuando estuvo totalmente a dentro de Sehun comenzó a moverse inmediatamente. Sehun soltó un grito ahogado pero lo estaba disfrutando, nunca había sentido una sensación así en su vida. Ni en su fantasía más extrañas logro imaginar eso.
Ambos están en un punto en que tocaban el cielo y el infierno al mismo tiempo.
Como si el destino tratase de jugarles una mala jugarreta hizo que Tao cayera en cuenta de lo que estaba pasando y algo dentro de sí decía que parará porque Sehun era su mejor amigo.
"... no nos dejes caer en tentación..."
No podía evitar dejar de hacer eso, había caído en la tentación y ahora tenía la necesidad de sentir el calor de Sehun contra su frío cuerpo. El cuerpo de Sehun se aferraba más al de Tao, sus dedos estaban enredados en el cabello oscuro de su amigo.
Las embestidas se hicieron más rápidas y el choque de las pieles se hacía más sonoro solo opacados por los gemidos de placer del maknae, en ellos se podía escuchar torpemente como pronunciaba el nombre de Tao.
"... y líbranos del mal"
–Sehun– gimió Tao al sentir como se venía en el interior de su amigo.
El moreno tomó el miembro aun excitado de Sehun y comenzó a masturbarlo frenéticamente hasta que termino corriéndose en su mano.
Eso estuvo mal y ambos lo sabían, sabían que no tenían que haber hecho el amor sin tener el sentimiento. Su deseo de sentirse amados los llevó a hacer algo que cambiaría su amistad.
Y tal vez nada podría ser igual...