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La Fuerza De Nuestra Atracción por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Oh por Merlin! no puedo creer que este actualizando este fic despues de que pense que no les llamaría la atencion la manera en la que abordé el reto. Mil gracias por todos lo que me mandaron un hermoso rr que me animó a que este capi sea una realidad!! 

muchos arigatos a LRMV, Aylin, Cris, Victoria Dvalos, Alexayaoi23, Giorgiana, Rukia-san, Kritto Droppye, Xyori Nadeshiko, Vane, Sombra, Pattri, Marcy y Madgediangelo!! no saben cuan en deuda estoy con ustedes!!

Portanto como agradecimiento a que tanto me apoyaron y  tambien devido a que este capi quedo algo corto, decidi por hoy darles un 2 x 1 habes que les parece~

A leer se ha dicho!!

Como una sombra apareció en sus aposentos. La luna solo iluminaba la estancia y podía percibir con atención esos preciosos ojos de mercurio mirándolo.

 

Sintió que su ser despertaba y su boca se secaba. La visión de la elegancia entremezclada con un aire de inocencia se deslizaba hacia él sin decir nada. Ese rostro delgado esbozaba una pícara sonrisa como si estuviera por hacer una travesura y se relamió aquellos dulces labios sonrosados que tanto ansiaba mordisquear hasta sangrar.

 

Las delicadas piernas se colocaron a ambos lados de su cuerpo friccionando descaradamente su hombría más que despierta y él no pudo evitar estrechar ese pequeño cuerpo que tembló a su mínimo contacto.

 

Su desnudez casi le hizo aullar de regocijo. Jamás pensó tenerlo así, tan entregado a él con sus brazos ordenado su cuello mientras sus manos se entretenían con su cabello.

 

-Dime Remus… ¿Qué quieres que haga?- murmuró pegando su frente contra la suya –soy todo tuyo… has de mi lo que te plazca…-

 

Con un fuerte golpe en la cabeza contra el frío suelo, despertó.

 

Desorientado buscó donde estaba y al notar que estaba en las tristes cuatro paredes de Grimmauld Place, con su cama siendo un revoltijo de sabanas, cobertores y plumas de almohadas desechas por doquier, pero sin ningún rubio por ningún lado, suspiró dolido al notar que solo fue un sueño más como otras veces atrás.

 

Como si algo le faltara, rebuscó entre sus dedos para después regresar a ver con pesar su pantalón húmedo y solo pudo gruñir exasperado.

 

Mierda…”

 

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Con todos los planes resueltos para su prolongada estadía en Hogwarts, se dedicó a pasar un agradable tiempo con Sirius y Harry.  Este último seguía sin poder creérsela de que ya no estaría con sus tíos y se le veía  tan feliz como nunca en su vida.

 

Remus se sentía en parte alegre por contribuir al bienestar de Harry y ayudaba en los quehaceres en la casa porque con el despreocupado actuar de Sirius, era como si hubiera dos adolescentes en casa en lugar de uno. Casi se sentía como si hubiera regresado a sus años en Hogwarts... Pero por otra parte, notó con tristeza que su libido no se iba con nada del mundo y a cada rato se sentía ansioso y siempre alerta.

 

La última luna llena de verano fue una de las más dolorosas de su vida sin su poción mata lobos (ya que por estar al pendiente de cuando vería a cierto niño rubio, olvidó preparar un poco), pero, aquello no fue lo peor, sino el hecho de que al día siguiente despertó a pocos metros de la fría Malfoy Manor. Aquello no le dejó mejor sabor de boca.

 

“Menos mal que tienen hechizos de protección, porque seguro y hubiera devorado al pequeño heredero…” se dijo revolviendo su castaño cabello.

 

Recogió un poco de la ropa revuelta de Sirus, nuevamente su compañero de habitación y suspiró antes de adentrarse al baño. Se miró al espejo y le hizo una mueca desdeñosa. Necesitaba un buen corte de cabello y bigote con urgencia “un poco más y podría parecer el hermano perdido de Dumbledore” ironizó para sus adentros.

 

 Las mañanas no eran la mejor hora del día para él, pero, sin afán de parecer un invitado mal agradecido, se lavó la cara para poder bajar a desayunar; sin embargo para su desgracia, tenía un asuntillo que atender con su pequeño amigo entre sus piernas por culpa de cierto niño pijo quien insistía sin recato en aparecer en sus más profundos sueños con un apetecible aura de deseo y una comible ansiedad que no le daba abasto para nada más que él.  “Tener fantasías masturbatorias con un chiquillo de 14 es realmente lamentable…”

 

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Bajando recién bañado y rasurado saludo a un jovial Harry que servía la mesa.

 

-¿Harry porque no le pides a Kreacher que lo haga él?- dijo risueño ayudándole con su varita y el chico solo se alzó de hombros.

 

-Ehh… digamos que sigue reacio a aceptar a un mestizo en su sagrada casa y a un traidor de la sangre que es amigo de un licántropo- dijo negando con la cabeza –aparte, a mí no me molesta- contestó sirviendo con cuidado el delicioso huevo con tocineta a un lado que había preparado.

 

-Pero para eso está. Creo que investigaré que podremos hacer para “persuadirlo”- Harry rió y negó con la cabeza.

 

-Si Hermione se entera, creo que arma el dramón de siglo…- sintió un escalofrío trepar por su columna al recordar “P.E.D.D.O” y solo esperaba que su amiga olvidara de una vez por toda todo ese arguende.

 

-Hum, tienes razón… pero dudo que Padfoot aguante mucho sin ponerlo a trabajar como es debido...-

 

-Típico Sirius…- dijeron los dos al mismo tiempo. Pues aunque Sirius era un excelente camarada, no tenía paciencia con la detestable criatura huraña y reacia a obedecer sus órdenes.

 

-Hey, Hey ¿tan temprano y hablando de mí a mis espaldas?- dijo Sirius con una sonrisa de oreja a oreja agitando su cabellera húmeda.

 

-Nada trascendental Paddy- dijo Remus moviendo la mano, restándole importancia. –Harry, ¿ya llegó tu carta para el nuevo año?- el muchacho asintió con alegría ajitando su correspondencia.

 

-¡Sí! Y también me carteé con Mione y Ron para vernos en el callejón Diagon al medio día para comprar nuestros útiles-

 

Su lobo inquieto depredaba en su interior. La perspectiva de ver a su pequeño rubio en el callejón Diagon lo llenaba de  éxtasis. ¿Podría controlarse cuando lo tuviera de frente? No lo sabía, pero quería averiguarlo y de paso enterrarse en ese exquisito y muy peculiar... err… aroma que emanaba.

 

-Perfecto- dijo asintiendo mientras le daba un bocado a su platillo. Los ojos curiosos de Sirius iban de él a Harry y parecía que se traía algo en la boca que le bullía por decirlo. Remus puso los ojos en blanco y prefirió ignorarlo. Sabía que tarde o temprano hablaría porque su amigo jamás se quedaba con las cosas guardadas.

 

-Remsie, ¿se podría saber que era lo que estabas soñado?- el castaño solo rodó los ojos. “y ahí está…” pensó dándole un sorbo a su té verde -parecía estar muy movido tu sueño y fue toooda la noche-

 

Harry rió nervioso. Para él, esas vacaciones habían sido las mejores de su vida, principalmente porque no había Dursley’s a la vista y porque tener a Sirius con él con su jocosa y burbujeante forma de ser era tan reconfortante como nunca lo sintió y tener también a Remus en la casa lo hacía mucho mejor, por fin sentía que pertenecía a una familia y sonrió ampliamente. Aunque las conversaciones con temas picosos nunca faltaban a todas horas, dándole variedad al asunto.

 

-No era la gran cosa- dijo como si nada, terminando el ultimo bocado de crujiente tocineta -Harry tienes buena mano para la cocina-  agradeció con un asentimiento de cabeza.

 

-Muchas gracias Moony, aunque creo que aún me falta aprender más para poder mejorar- Sirius hizo un puchero al ver como estratégicamente desviaba el tema. Oh, no, no lo dejaría ir.

 

-Habrás soñado con mi dulce sobrinito, ¿tal vez?-dijo Sirius pícaro bailoteando sus cejas de ida y venida.

 

-No lo sé, tal vez...-recordó aquellos ojos inyectados de deseo mirándolo solo a él, esas tiernas manos acariciándolo y rogando por más que se tuvo que recordar que tenía un par de ojos mirándolo y carraspeó poniendo su mejor cara de póker -aunque no lo entiendo, porque teniendo semejante adonis en la casa ¿Por qué soñaría con alguien más?...-Los ojos  miel miraron los grises y este solo le sacó la lengua sin creerse mucho el halago.

 

-Ah otro perro con ese hueso, Remsie, que siempre me has dicho que los papazotes como yo no son tu tipo- se hizo el ofendido -vamos Moony, da santo y seña que si tú no tienes diversión, mucho menos yo...-dijo haciendo berrinche que a Harry le resultó muy divertido.

 

-¿Qué quieres que te diga? ¿Cómo se veía? ¿En qué posición estábamos? ¿Si estaba transformado?- el sonrojo imperceptible ocultado por la posición de sus manos frente a su rostro no paso desapercibido para el ojo-miel -y luego dicen que el pervertido es uno- sonrió triunfal cuando Sirius quiso rebatirle –aunque si tanto quieres saber…-

 

-Por favor Remus, no te atrevas a contar lo que soñaste, que recuerda que Malfoy aún es mi compañero y no quiero tener pesadillas, por favor- interrumpió Harry cubriéndose los oídos. Tener al rubio Slytherin como enemigo jurado era la única imagen mental que quería tener en su cabeza, muchas gracias.

 

-Harry, no hay nada más natural que una buena follada, veras cuando tenía tu edad era un tipo bastante más atractivo de lo que soy e la actualidad y ya es decir mucho, pero conocí a esta tía con unas enormes tetas y una boquita que...- Remus carraspeó recogiendo su plato.

 

-Para con eso Siri, que me da nostalgia de recordar que te tiraste a media escuela, la mayoría mujeres...-ironizó y miró que Harry que puso los ojos de plato mientras su labio temblaba sin poder articular palabra -y creo que a Harry le va a dar un vaguido con tanta información nueva...- canturreó alejándose mientras escuchaba como Sirius trataba de lidiar con semejante paquete que le había dejado.

 

“Pero aun así, realmente fue  un buen sueño” se dijo con media sonrisa.

Notas finales:

en unos momentos subo el otro capi!!~


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