Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Derechos de propiedad 2 por Mayumi

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: No tengo nada que decir, solo que espero que os guste y que si no habéis leído "Derechos de propiedad" os animéis a ello

Basado en Naruto

Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto

 

Derechos de propiedad 2

 

Entreabro los ojos, demasiado adormilado aún para ver con claridad. Pero el roce de unas manos acariciando con delicadeza mis cabellos me hace saber que tú, de nuevo, no has podido dormir, demasiado preocupado por mi, demasiado temeroso para bajar la guardia.

-¿Estás despierto?- pregunto, mientras me esfuerzo en que mis ojos se acostumbren a la escasa luz para verte con más claridad.

-Aha…

-Naru-baka, no me voy a ir a ninguna parte- te aseguro, dibujando una ligera sonrisa, intentando tranquilizarte. Mi mano te coge de la barbilla y te atraigo hasta mí, para besarte con ternura.

De nuevo he logrado, sin pretenderlo, que se te escapen un par de lágrimas, que recojo con mis labios mientras resbalan por tus mejillas, impidiendo que continúen deslizándose. No se como lograr que confíes en mí, que me creas cuando te digo que me quedaré siempre a tu lado, que no te abandonaré.

Te rodeo con mis brazos, y tú lloras con tu rostro enterrado en mi hombro, me suplicas que me quede junto a ti.

De mis labios se escapa un suspiro. ¿Por qué querría irme? Junto a ti he descubierto la paz, la felicidad, el amor, todas las cosas hermosas del mundo. Me haces sentir la persona más importante de tu vida en cada momento, sonríes tan enamorado como el primer día cada vez que me ves, tiemblas de emoción cada vez que estás entre mis brazos. Debería estar loco para pensar en dejarte, ni siquiera mi pasado o un simple demonio podría lograr que no te amase.

Seco tus lágrimas con mis manos, sin saber porque no consigo que entiendas mis sentimientos. Nunca he sido bueno expresándolos, pero me esfuerzo para hacerlos llegar hasta ti, para que sepas que también tú eres todo cuanto deseo en esta vida.

Te beso de nuevo. Tal vez mis actos logren transmitir lo que mis palabras no pueden. Me devuelves el beso con avidez, con desesperación, mientras tus manos buscan ansiosas el contacto de mi piel. Casi siempre me respondes desesperado, como si fuese la última vez. Me separó de ti y te tumbo, logrando que hagas un puchero, pero yo decido ignorarlo. Quiero tomármelo con calma, quiero disfrutar de ti. Adoro el modo en que suspiras y jadeas, esperando mis caricias, reclamándome más y más.

Pongo un dedo sobre tus labios cuando empiezas a protestar, pidiéndote un silencio que se que no me vas a negar. Nunca me niegas nada. Como dijiste el día que empezamos nuestra vida en pareja, eres mío, siempre me dejas hacer todo cuanto quiero.

Ay, el día que empezamos a salir… Mientras mis manos te desnudan y mis labios recorren con lentitud tu cuerpo, no puedo evitar recordarlo con cariño.

Llevaba tiempo intentando decidirme a dar el primer paso, pero a la hora de la verdad me faltaban las fuerzas. En el pueblo, todos decían que estabas enamorado de mí, pero tú nunca me habías dicho nada. Muchas veces me sorprendía a mi mismo preguntándome si sería verdad, hasta que ya no pude negarme que deseaba que lo fuera.

Teníamos acordado que tú eras el primero en entrar en el baño por las mañanas, mientras yo preparaba el desayuno. Tu ramen- en realidad todo lo que cocinas- nunca me ha parecido demasiado saludable, así que prefería preparar las comidas yo. Aquella mañana te habías dormido, por lo que cuando yo entré a ducharme tu todavía estabas allí, secándote con la toalla, aún empapado. Me recordaste a un gatito mojado.

-Ya me iba- gritaste, y saliste del baño con tantas prisas que me atropellaste por el camino. Siempre te ponías muy nervioso cuando te veía desnudo, aunque hacía tiempo que vivíamos juntos.

Mientras me duchaba, mi corazón latía a mil por hora, recordando lo atractivo que estabas con el agua goteando por tu cuerpo y las mejillas sonrosadas. No podía dejar pasar otro día más. De camino al entrenamiento, me prometí a mí mismo que antes de que fuésemos a dormir te habría confesado mis sentimientos.

Kakashi nos explicó que teníamos un ejercicio conjunto con los otros equipos. De hecho, era un enfrentamiento. Nos enseñó una bolsa con varios objetos. Todos los grupos teníamos una llena de cosas parecidas. El objetivo era robar un objeto de cada uno de los equipos, sin que un grupo de caza que formaban algunos senseis nos detectara. Sakura dijo que ella protegería nuestra bolsa, así nosotros nos encargaríamos de robar con más tranquilidad.

-Sasuke, deja que el mejor te enseñe como se hace- me picaste, esfumándote de inmediato.

Sonreí. Siempre has sido como un niño pequeño, siempre retándome, tratando de superarme en cualquier absurda competición. Me encanta esa vitalidad desbordante que posees, se contagia y fuerza a los demás a sobrepasarse a si mismos una y otra vez.

Me adelanté y te esperé en la rama de un árbol. Pensaba proponerte que trabajásemos en equipo, pues no sabíamos como se habrían organizado los otros grupos y podíamos vernos envueltos en un uno contra tres.

Supe que no te habías dado cuenta de mi presencia cuando, al saltar a la rama en que estaba yo, me miraste azorado y diste un paso atrás. Desgraciadamente, no había más espacio tras de ti, así que tuve que cazarte al aire y alzarte para dejarte de nuevo en el árbol. Iba a decirte algo cuando escuché un ruido. Si se trataba de algún profe nos descalificarían, así que, sin darme cuenta de lo que hacía, te apreté contra mí, intentando fundirnos con el árbol para pasar desapercibidos, agudizando el oído e intentando identificar si era una amenaza.

Cuando el autor del ruido se alejó me di cuenta de que habías recostado tu cabeza en mi hombro. Tenías los ojos cerrados y una expresión de completa felicidad, por lo que no me atreví a decir nada. Parecías tan contento…

De nuevo, mi corazón se aceleró tanto, que pensé que podrías escuchar con claridad el retumbar de mis latidos. Inspiré el agradable aroma de tus cabellos, sentí la calidez de tu cuerpo, anhelé que tus labios y los míos se uniesen por fin ¡Como te deseaba! ¡Como te deseo aún! Tu simple proximidad me hace vibrar de excitación. Tuve que echar mano de toda mi fuerza de voluntad para recordarme que estábamos en medio de una misión.

-Ey, dobe, ¿piensas quedarte así mucho rato?- pregunté. No tenía intención de ser desagradable, es que no sabía dirigirme a ti de otro modo- Hace rato que se han ido.

Me miraste azorado y desapareciste. Pensé que era mejor dejarte solo, seguro que estabas confuso, y encontrarnos de nuevo a solas solo lograría que acabáramos peleando. Teníamos una forma curiosa de expresar nuestro amor, siempre a golpes el uno contra el otro.

Cuando llegué al punto de reunión con el resto del grupo ya estabais todos. Kakashi nos dijo que no lo habíamos hecho mal y nos sorprendió explicándonos que se iban a celebrar unas olimpiadas ninja para fomentar las buenas relaciones entre aldeas y países. Unas olimpiadas en las que se participaría por parejas. Aquello me pareció ideal.

 

*************************************

 

Mi boca ha llegado lentamente hasta tu erección, que envuelvo con suavidad, humedeciéndola, haciéndote temblar, logrando que tus jadeos se vuelvan entrecortados, haciéndote rogar por mis caricias. No puedo negar que me complace de una manera un tanto perversa el control total que tengo sobre ti, el control que me entregaste aquel día.

Tú estabas recogiendo la mesa mientras yo repasaba la lista de la compra que habías hecho. Para no perder costumbres, solo habías apuntado los ingredientes para preparar ramen, así que tuve que añadir un montón de cosas. Me armé de valor. Tenía que ser en ese mismo día o acabaría volviéndome loco. Tenerte tan cerca y que no fueses para mí me estaba trastocando.

-Esas olimpiadas ninja son una estupidez- dije, mientras añadía la leche a la lista- Pero me voy a apuntar- me pareció muy divertida la forma en que tus ojos se agrandaron por la impresión- Contigo- añadí en un susurro.

-Yo… yo… dije a Sakura que iría con ella- tartamudeaste nervioso.

En ese momento algo rugió en mi interior, reclamando que eras mío. No iba a permitir que participases ni con Sakura ni con nadie que no fuese yo. Te clavé una mirada que seguro que estaba cargada de celos. ¡No podía imaginarte con otro! Entonces, percatándome del rotulador que sostenía en mi mano, tuve una idea.

-Irás conmigo- insistí. Salvé la distancia que nos separaba de un salto y me sentí mucho más tranquilo al ver como enrojecían tus mejillas- No puedes ir con otro. Eres mío.

Diste torpemente un paso atrás, apartándote de mí, pero tropezaste y caíste. Me coloqué sobre ti, inmovilizando tu cintura con mis piernas. Cuando trataste de revolverte, atrapé tus manos con una de las mías y las sostuve con firmeza contra el suelo, por encima de tu cabeza.

-Miiiooo- susurré, escribiendo esas tres letras en tu frente con el rotulador, proclamando por fin aquello que hacía tanto tiempo que sentía, mi deseo de que fueses exclusivamente para mí.

Levanté tu camiseta y escribí en tu estómago “Propiedad de Sasuke”.

-No juegues conmigo- exigiste, enfadado.

Jamás había actuado tan en serio.

-No estoy jugando, boku no kitsune-chan- te dije con sinceridad.

(N/A: Traducción aproximada de boku no kitsune-chan = mi zorrito)

Tu cuerpo había dejado de intentar escapar de mí. Contuve el aliento, mientras mi corazón se aceleraba más si cabía. Mi respiración se volvió casi un jadeo ansioso. Finalmente besé tu cuello, resiguiendo la curvatura del hombro, mordiéndolo con suficiente fuerza para dejarte la marca de mis dientes. Necesitaba que todo el mundo tuviese claro que eras solo para mí, que no podían acercarse a ti. Entendí entonces, por tu enamorada forma de mirarme, que siempre había sido así. Liberé tus manos para poder sentirlas sobre mi cuerpo. Tu mano se acercó a mi mejilla, temblorosa, sin atreverse a tocarme. La apreté con fuerza, sintiendo que aquel contacto era real. Por fin, nuestras bocas se buscaron ansiosas, necesitando aquel primer beso, entregándonos a él como si nos fuese la vida en ello.

Me aparté de ti.

-Ven- exigí, al tiempo que me dirigía a mi dormitorio. Podía sentir tus pasos tras de mí, no necesitaba volverme para saber que me seguías. Sonreí. Ya nada podría separarnos.

Me detuve en el marco de la puerta, sin poder aguantar más tiempo sin sentir tu dulce contacto, que me embriagaba y me hacía enloquecer. Besándote, te llevé hasta la cama, quitándote la camiseta que me impedía sentir la calidez de tu piel, dejándome caer sobre las sábanas, arrastrándote conmigo. Pero en esa posición no podía mimarte como deseaba, por lo que te volteé, colocándome sobre ti, besando cada milímetro de tu piel, jugando contigo, disfrutando con cada uno de los gemidos que escapaban de tu garganta. Cuando iba a quitarte aquellos pantalones que tanto me estorbaban, me di cuenta de que en ningún momento me había molestado en preguntar que era lo que tú deseabas.

-¿Puedo?- Pregunté asustado, con voz trémula. Me aterrorizaba que me dijeses que no. No se que es lo que habría hecho.

-Sasuke-baka, soy tuyo, puedes hacer conmigo lo que quieras- respondiste entre risas.

No creo que sea posible explicar con palabras el alivio que sentí, la calma que me dieron aquellas palabras, simplemente puedo decir que necesitaba más de ti, tus besos, tu cuerpo, que nos fundiéramos en uno solo.

 

Como me pasa ahora, como me pasa siempre. No puedo imaginarme una vida que no sea a tu lado, no pasa un segundo que no ansíe estar contigo, un instante en que no te desee con locura. Mis dedos se deslizan por tu espalda lentamente, acariciando tus nalgas con delicadeza. Sonríes, como siempre esa sonrisa tan enamorada, esa sonrisa tan sincera, esa sonrisa que me demuestra que solo me necesitas a mí para ser feliz. Esa sonrisa que me hace sentir la persona más afortunada de este mundo.

Es cierto que no soy muy bueno con las palabras, pero creo que con mis actos te demuestro cada día y cada noche cuanto te amo.

 

*************************************

 

Mayumi al habla

Antes que nada, quiero dar las gracias a Maria, que ha sido quien me ha dado la idea de escribir también esta historia desde la perspectiva de Sasuke. Así que a Maria le dedico el fanfic, porque sin ella no existiría.

¡Por fin he llegado al final! He de confesar que me ha costado un montón escribir como vive su relación Sasuke, y él no me ha ayudado demasiado. Por si os interesa, Sasuke está escondido debajo de la mesa y rojo como un tomate.

Sasuke: (gritando desde debajo de la mesa) ¡No es verdad!

Mayumi: No mientas, Sasu-chan.

Sasuke: Pues no vuelvas a hablar de mis sentimientos.

Mayumi: (sonrisa perversa) Espera que me de por escribir un fic largo de vosotros.

(Sasuke suspira resignado, empezando a hacerse a la idea de esto es sólo el principio)

Sasuke: Tienes suerte de que te tenga cariño.

(Mayumi pone una exagerada sonrisa de niña buena)

Bueno, espero que os haya gustado esta segunda parte del fic, que puede entenderse perfectamente sinhaber leído la otra. He intentado que no sea tan romántico porque Sasu-chan es más frío, aunque también está muy enamorado, así que no lo veo claro, espero haber conseguido que se refleje bien su carácter.

Agradeceré que os toméis un minuto para dejarme review sobre si lo he logrado o no, y sobre cualquier otra cosa que queráis. Besitos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).