Radiador Springs el lugar más tranquilo y bonito que pudieras encontrar, o algo así me habían dicho la primera vez que llegue aquí, ahora podía asegurar que así era o eso era.
El punto era que, ahora que había vuelto una vez más de una de mis carreras Radiador Springs ya era bastante conocido mundialmente, no hace mucho que Francesco se fue y eso me aliviaba pero el hecho de que él se fuera no mejoro nada, ahora este pequeño pueblo era visitado casi todos los días. Ninguno de mis amigos tenía tiempo para pedirme (como siempre lo hacían) que les contara todas mis anécdotas en la pista, incluso Mate quien es mi mejor amigo tampoco se había acercado a mí por tantos clientes que ahora se encontraba a nuestro alrededor.
Sally, por un lado estaba disgustado ya que desde que habíamos estado saliendo, ni ella ni yo habíamos progresado mucho en la relación y mucho menos desde que ocurrió el incidente de España. Observe como Holley (novia de Mate y que había decidido quedarse un tiempo para ayudar y estar con Mate) ayudaba a mi amigo con una bandeja, Mate no fue por la siguiente orden sin antes darle un beso rápido en los labios de la agente, estoy seguro que yo había sido el único que había visto aquello, estaba un poco celoso ¿Cómo ellos, una agente siempre ocupada y un mesero pueden tener más contacto como pareja que Sally y yo?
-Rayito, terminaras derramando la bebida- escuche la voz de Sally, se me había olvidado que estaba frente a mí, deje de soplar sobre el popote y enseguida las burbujas que se formaban sobre la bebida, cesaron. –En fin ¿Me estabas escuchando?-
-Lo siento yo…- ¿Cuánto tiempo anduve distraído?
-No importa- me respondió calmante –Entiendo porque estas tan distraído, hace dos días que estas aquí y ya tienes que irte para la próxima gira mundial- Ella tenía razón, estaba más que estresado, en ningún momento podía hablar con mis amigos, y Sally tenía poco tiempo antes de volver a su trabajo al hotel, es por eso que estaba ahora conmigo aprovechando su poco tiempo. Volví acercarme a mi bebida y sin tomarle, sople el popote volviendo a hacer burbujas en la bebida. Sally rio divertida, no deje de hacer burbujas solo alce los ojos para verla.
-Eres muy tierno- me dijo, me separe del popote cuando sus manos tomaron mi rostro, al fin podíamos darnos esa muestra de cariño que no nos habíamos dado después de tiempo, y cuando sentí que sus labios rozaban los míos. Un ruido molesto nos interrumpió.
Molesto para mí, pero agradable para Sally.
Era la voz de Francesco en la televisión, Sally se separó de mí y fijo sus ojos con ese molesto brillo en los ojos para mirar la pantalla del televisor que colgaba casi sobre el techo, mire molesto la pantalla recargando mi rostro en una mano.
Aunque él no estuviera aquí, el siempre arruinaría todo.
Note que se trataba de una entrevista sobre la carrera mundial que iniciaría dentro de dos simples días, lo vi con aquella ropa tan sencilla que no le quitaba su toque elegante, moviendo las manos mientras hablaba, su estúpida sonrisa me molestaba mientras hablaba y pronunciaba el nombre de varios corredores y entonces en medio de tanta parloteo escuche el mío.
-“McQueen es un rival amistoso, tiene talento lo admito y espero con ansias correr de nuevo con él”- dijo para terminar con una sonrisa y seguir con más preguntas por parte del entrevistador, esta situación me parecía un deja vu, solo que esta vez él no se burlaba de mí y Mate no se le ocurriría llamar. Y que ahora si fui elegido para correr.
-No iré- dije para Sally pero ella parecía no escuchar por seguir viendo la televisión –No iré- volví a repetirle y esta vez ella volteo algo sorprendida.
-¿No correrás? ¿Acaso es por Mate?- pregunto refiriéndose el desastre de la última vez, aunque la razón era el tipo que solamente parloteaba en la televisión.-Estoy segura que Mate no volverá a cometer errores-
-No es por Mate- le asegure, realmente no quería que supiera la razón, y solamente me limite a responder –Simplemente no quiero correr, quiero estar contigo- le dije tomando su mano. Aunque ella me miro un poco preocupada.
-No hagas tal cosa por mí, puedo esperar un poco más, y en cuanto vengas de esa gira juro que tendré todo el tiempo para ti- la mire, en su mirada sabía que no estaba mintiendo, suspire, no podía evitar hacer lo que sea por ella.
-De acuerdo- dije no del todo convencido.
-Demuéstrale todo de ti a Francesco- dijo poniéndose de pie, puesto que ya era la hora que se fuera a trabajar, le despedí con la mano y lo único que se me ocurrió hacer ahora estando solo fue soplar nuevamente el popote sobre la bebida.
Esperaba que algo interesante ocurriera durante la gira.