-Señor si no se levanta llegara tarde a la junta de Los Vengadores- Aviso la IA, por tercera vez.
-Cancela todas mis citas y eventos, quiero seguir durmiendo- Dijo el magnate somnoliento, harto por los continuos avisos de Jarvis.
-Usted me aviso con antelación que denegara esa orden- Stark bufó y vio con cuidado a su alrededor, solo había una palabra que describiera eso "Desastre". Una botella de vino descansaba vacía y rota a un lado de la televisión, un cuadro- Horrible para el gusto del magnate- Se hallaba destrozado y cubierto de distintos licores, y un lindo sofá blanco de cuero, se encontraba destrozado, al parecer por acto de una navaja.
-Por Dios qué hice anoche- Balbuceó el castaño, Jarvis con presteza contesto su incógnita.
-Anoche tuvo un ataque de ansiedad señor- Hizo una pausa- ¿Quiere que llame a limpieza?
-Sí, que limpien todo y re abastezcan mi bar por favor- Dictó el hombre de hierro.
Con una pereza formidable el castaño se levanto de la cama, cuidadoso para no pisar algún cristal, tomo dirección a su armario, todo una vestimenta típica de él, y quedo listo en poco tiempo.
Camino lentamente a la terraza, esta era hermosa a los ojos del millonario, un borde delimitado por un simple cristal, era lo único que lo separaba de el y esa peligrosa caída. Dio unos pasos al frente posando sus manos en el cristal, recargándose levemente en este. Asomando su cuerpo, aprecio la vista era, sin lugar a dudas hermosa. Una pequeña brisa fría impacto débilmente en su rostro, el castaño se sentía en paz, algo raro en el, ya que su modo de vida era muy azorado. Su mente reproducía los recuerdos como una película. Stark se deprimió, al darse cuenta de los pocos eventos satisfactorios que había en ella, mientras que los eventos infortunados proliferaban en su vida, ¿A caso sería así siempre? Esa idea le aterraba, y deprimía, no permitidora eso, "Antes muerto que seguir viviendo así" Pensó afligido.
Una fugaz idea se poso en su mente "Jump?" (¿Saltar?).
-Señor- La ya conocida voz de Jarvis interrumpió sus pensamientos melancólicos- Me temo que esta muy cerca del borde, por favor de unos pasos hacía atrás- Stark escucho la petición de la IA, pero inmerso en sus pensamientos decidió ignorarla- Señor, ¿Quiere que llame a la señorita Potts?- Pregunto con mesura Jarvis.
-No- Soltó por fin el magnate- No llames a nadie, desactiva las llamada y los mensajes- Anuncio sereno el castaño, dudoso si Jarvis acataría la orden.
-Me temo que mi protocoló me lo impide, si no se aleja del barandal, me voy a ver obligado a llamar a las autoridades pertinentes, o en este caso la señorita Potts- Ya cansado de la insistencia de Jarvis, Stark se alejo del barandal con un bufido.
El castaño camino un poco inquieto por su comportamiento, ¿Qué había echo? No pensaba de verdad en el suicidio ¿O si?, movió con un poco de brusquedad su cabeza, ahuyentando- O al menos eso intento- Esos pensamientos.
Rápidamente se pudo el traje Iron Man, y emprendió marcha a los cuarteles de SHIELD, donde se reunían Los Vengadores. En el camino su mente era un lío, todo rondaba al rededor de la pregunta que se había echo "Jump?", porque, por favor el lo tenia todo, dinero, fama, prestigio, mujeres. Por qué pensaría en algo como el suicidio.
El señor Tony Stark podría parecer la persona más feliz del mundo ¿No?, porque lo tiene todo. Pero en el fondo no tiene nada, nada lo complace, siempre busca más y más, necesita algo que llene el vació. Pero qué puede ser, ya lo intento con todo y en el fondo sigue siendo infeliz, sigue estando vació, y solo, muy solo.
Se detiene en seco, si sigue pensando así tendrá otro ataque de ansiedad, y eso es lo que menos desea.
Tiene una debate mental de qué hacer, ir a la junta de Los Vengadores o dar marcha atrás y devolverse a sus aposentos. Con un pensamiento poco sensato se dirige como originalmente planeo a las instalaciones de SHIELD.
Para su traje en las instalaciones SHIELD, su manera de entrar llaman la atención a todos los presentes. La mente del millonario se reconfortaba, al fin y al cabo le encantaba ser el centro de atención. Camino de forma vistosa, hasta llegar a la entrada del cuartel, donde se dirigió directamente a la mesa de junta, todos los presentes voltearon y ahí empezó lo feo.
-¿Por qué tan tarde Stark? Llevamos media hora esperándote, qué te crees, no tenemos todo tu tiempo- Espetó furioso el Capitán América.
-Es verdad, tengo una misión en unas horas- Agrego Natasha
-Stark eres muy irresponsable, tienes que llegar a la hora indicada, deja ese comportamiento de "Yo soy el mejor" y contribuye más al equipo, cambia para mejor- Declaro Fury con su imponente voz.
Todos hicieron los mismos comentarios, diciendo como la actitud del hombre de hierro era incorrecta, comentaron todos sus defectos, haciendo menos al pobre castaño- Que a veces sufría de baja autoestima- Tony se sentía muy mal consigo mismo. Percibiendo que en cualquier momento sufriría un ataque de ansiedad soltó un grito para que todos callasen sus comentarios.Todos enmudecieron y el silencio inundo la habitación.
Una gran desesperación se adueño del castaño, un sentimiento que conocía muy bien. Ese horrible sentimiento de ahogo, de opresión, desespero, que lastimosamente tenía que soportar. "Cálmate, respira, no hagas nada estúpido, recupera el control, no dejes que esto te derrumbe" Se repetía en sus adentro el millonario.
En un desesperado intento de huir empujo a sus colegas, que conscientes de la situación intentaban ayudar al castaño. Activando el traje salio con gran presteza de las instalaciones. Volaba con torpeza pues su situación actual no estaba en condiciones de manejar algo tan complejo como el traje Iron Man.
-Señor no es prudente que use el traje Iron Man en su estado- Alerto Jarvis-
Un vuelo que dejaba mucho que desear a la seguridad, concluyo cuando el millonario aterrizo en su torre, de manera torpe se quito es traje. Dejándolo desprotegido.
-¿Quiere que llame a la señorita Potts?- Cuestiono la IA.
Harto y cargado de emociones Stark respondió a la IA- ¡¡¡No, no llames a la señorita Potts!!!-
Una idea paso por la mente desesperada del castaño, velozmente entro a su habitación, la cual por suerte- O desgracia- Del castaño seguía igual a como la había dejado, se dirigió a su no tan lindo sofá, buscando el objeto en cuestión. Un gran bufido salio de si al no encontrarlo.
-Jarvis, ¿Dónde deje mi maldita navaja?- Soltó exasperado.
-Me temo que en su situación actual lo mejor sería alejarlo de objetos punzo-cortantes señor- Contesto la IA. Insatisfecho por su respuesta continuo con la búsqueda, movió todo, uso toda su fuerza, e incluso desgarro más el pobre sofá hasta que al fin la encontró.
La descabellada idea se hacia real.
Tomo la navaja y con agilidad llego a su baño, no pensó dos veces lo que iba hacer, y al borde de un llanto desesperado, levanto su camiseta. Paso el filo por su piel desnuda, apretando levemente sintió el ardor en su piel, y una nueva forma de desahogo se abrió en su mente, el dolor se diluía al menos el emocional, ya que su piel sufría de una gran afición, los movimientos eran lentos, las heridas profundas, sus manos tiemblan y sus ojos liberan pequeñas lagrimas. ¿Por qué el dolor lo hacía sentir vivo? ¿Por qué lo libera de la ansiedad? El movimiento era lento, en linea recta, varios hilos de sangre se estaban dejando ver, el millonario soltó un suspiro pesado.
Jarvis hacia todo tipo de preguntas, el castaño las ignoraba, estaba muy adentrado en sus pensamientos.
Sufría, sufría mucho, pero por alguna razón, ese dolor era lo distraía de cierto. Pasando la ansiedad poco a poco fue tomando más consciencia de sus acciones, aterrorizado alejo la navaja de su cuerpo. Se miro rápidamente en el espejo, su abdomen horrible, esos cortes finos liberaban pequeños canales se sangre que se conectaban con unos más grandes. la aglomeración de tanta sangre creaban pequeñas gotas, que inevitablemente llegaban a su pantalón.
Alarmado busco algo para asearse, busco en su baño algo que le sirviera, no tenia nada, ni unas gazas, impaciente tomo una camiseta nueva, que apenas la habían lavado, sin más remedio, quito la sangre de su abdomen, manchando toda su camiseta.
En ese momento se arrepintió, se arrepintió mucho de lo que había echo, se sentía muy avergonzado, ¿Cómo es que había llegado tan bajo?, sus ataques de ansiedad jamas eran tan fuertes, y nunca terminaban así, si bien admitía que más de una vez había golpeado con fuerza la pared, nunca se había auto-lesionado, al menos de esa manera. Se miro con asco y vergüenza, bajo la cabeza, su abdomen seguía ensangrentado.
Una ducha sería lo más sensato, sin dudarlo se encamino a su baño, cuidadosamente se despojo se su vestimenta, pues los movimientos bruscos, lastiman su abdomen, ya desnudo metió un pie debajo de la corriente de agua, midiendo si la temperatura era la adecuada, una acción poco tonta, poso todo su cuerpo bajo la corriente de agua, movió su cabeza permitiendo que el agua pasara por su espalda, relajándose un poco. El agua hacia contacto con la sangre no tan fresca, limpiando toda la extensión de su abdomen, el castaño no podía dejar se sentirse mal consigo mismo, se sentía avergonzado, sucio, vació, asqueado, y principalmente se sentía solo.
Enfocándose específicamente en el aseo de su abdomen el joven multimillonario salio de la ducha limpio y desinfectado.
Camino cuidadoso por su habitación, pidiendo a Jarvis que alistara el traje, pero el sosegado Jarvis dio una respuesta insatisfactoria para el castaño- Me temo que las lesiones que presenta podrían empeorar al usar el traje Iron Man señor-
-¿A caso pedí tu opinión?- Dijo colérico el castaño.
-Mi protocolo dicta que lo informe de su estado actual señor- Manifestó sereno, el "Mayordomo"
-Alista el traje- Dictó y dio esa conversación por concluida.
-Señor...- El castaño interrumpió a la IA iracundo, ya cansado de la actitud de Jarvis- Si vuelves a decirme lo mismo juro que te desactivo- Advirtió irritado-
-No es eso señor, el Capitán América lo visita, ¿Quiere que lo deje entrar?- Interrogo Jarvis.
-Capi-paleta eh- Musito el castaño, dudoso de qué hacer- Déjalo pasar- Concluyo.
Se vistió con celeridad, y emprendió camino a la estancia, donde- Como pensaba- Estaba el famoso Capi-paleta, esperándolo, con un paso ladino Stark se acerco a el rubio, sin pronunciar palabra alguna. La expresión del ojiazul le encantaba al castaño, aunque ahora a diferencia de otra veces, su expresión no era molesta, o juguetona, se encontraba cabizbajo jugando con sus manos, evidentemente nervioso. Una mueca gano lugar en el rostro de el magnate. Sin querer su comportamiento pícaro cambio a un semblante serió.
-¿Pasa algo que no sepa?- Gruño molesto el castaño, la actitud de el rubio, no le gustaba para nada.
-Sí, digo no, bueno, yo... Yo quería saber si, ya sabes, tu, si tu estabas bien- Soltó como nervioso- Nos preocupamos por ti, ya sabes, por lo que paso en la junta, no debí ser tan cruel contigo- Dijo como perro regañado.
-Sí, no debiste- Comento melancólico el castaño, no quería recordar las cosas hirientes que le habían dicho.
-¿Es-Estas bien? No fue mi intención ser malo contigo- Sonaba arrepentido, el castaño lo miro dudoso, no sabía qué hacer, contarle la verdad no le era tentador, pero mentir no era de su agrado.
-Estoy bien- Comento falsamente, falsedad que el rubio pareció no notar.
-Me alegra, todos nos quedamos preocupados, sabemos lo que eres capaz de hacer cuando tienes un ataque de ansiedad- Declaro el rubio, a Stark pareció no gustarle su comentario, ¿Por qué lo toman? No es un niño para que lo estén cuidando, puede cuidarse solo. Estuvo a punto de expresar su descontento. Pero la placida voz de Jarvis interrumpió su charla.
-Señor veo pertinente que avise a el joven Rogers de sus recientes acciones autolesivas- Inoportuno como siempre, Jarvis lanza ese comentario, poniendo sumamente nervioso al joven millonario.
-¿Qué conductas?- Cuestiono el rubio claramente disgustado.
-Lo admito golpeé la pared por desesperación ¿Contento?- Recito nervioso el castaño, sintió un nudo en el estomago ¿Si lo descubre? ¿Si Jarvis le comenta lo que en realidad paso? Quiso morir al pensar eso, se balanceo nervioso esperando la respuesta del rubio.
-Esta bien, pensé que era algo peor- Articulo Steve con una expresión más calmada.
-Sí- Río nerviosamente- Sabes tengo hambre, ¿Te apetece comer algo conmigo?- Pregunto en un intento desesperado de cambiar de tema, el rubio sonrío, y con esa misma sonrisa asintió.