Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Showtime! por EdwardAndLoganx

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

»Has llegado lejos, es bastante extraño«

 

Eren corrió como si su vida dependiera de ello. Su respiración era agitada, tenía un pequeño toque de desesperación. Ignoró cada grito que resonaba detrás de él, se aseguró de que el abrigo no se abriera y sus ropas se viesen. Todo estaba saliendo mal por culpa de Connie. ¿Qué se supone que debe de hacer?

 

Después de un par de minutos, supo que los había perdido. Miró hacía atrás, desaceleró su paso y jadeó. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de una segunda presencia detrás de él hasta que chocó con el individuo. Volteó, claramente asustado. –L-lo siento… N-no lo vi. –El sujeto se le hacía conocido.

 

– ¿Por qué estás huyendo? –Sus manos temblaron con suavidad. Mordió su labio inferior, se estremeció cuando el chico revolvió sus cabellos antes de tomar su mano. –Ven, te llevaré a casa. –Lo jaló hasta que llegaron a una bonita limosina. –Anda, sube.  –Obedeció. Entonces, fue capaz de mirar bien al tipo.

 

Vendajes en los ojos, traje negro, camisa blanca y corbata... ¿Acaso era él? –Usted se me hace conocido… ¿De casualidad, es el vocalista de la banda “No Name”? –El chico soltó una risa ante el lenguaje formal que utilizaba el castaño.

 

–Eso dice, ¿Te gusta? –Asintió. –Me alegra saberlo. Me gusta conocer a mis fans en persona. –Iba a decir algo, pero una canción bastante conocida (se la sabía de memoria) empezó a sonar en el reproductor del cantante. –Oh, veo que también te gusta esa banda, ¿O me equivoco?

 

–N-no es eso… S-simplemente la c-conozco… –-Su piel perdió cualquier rastro de color. Apretó con más fuerza el bolso que traía y su abrigo. El pelinegro sonrió de manera imperceptible. –Dicen que es muy buena… No me consta, pero eso es lo que dicen…

 

No debiste venir a esta casa del terror, ruega porque las puertas se mantengan estables. El reloj sigue avanzando mientras tu rezas por llegar al amanecer, ¿Puedes pasar cinco noches en Freddy’s?

 

–Los “rumores” son verdaderos. La banda es muy buena, son un gran admirador. Mi integrante favorito es Bonnie, el conejito morado. Me encanta como toca la guitarra y su manera de vestir. ¡Me gustaría conocerlo en persona!

 

Ellos nos llaman “cosas del demonio”, culpa del olor putrefacto. ¿Con quién hablas por teléfono? Se supone que estás solo. No estás jugando bien, sólo tenemos que entrar allí. Puedes unirte a la tripulación, tenemos un traje para ti. Contigo podré confiar, no sirve de nada correr y esconderse.

 

–V-vaya… –El pelinegro se sentó a su lado y pasó uno de sus brazos por sus hombros para luego juntar su cuerpo con el suyo. Eren evitó voltear, se sonrojaría si lo hiciera. El aliento ajeno chocaba con su cuello, provocándole escalofríos. El tipo estaba demasiado cerca.

 

–Hagamos un trato, cariño. Si me dices la verdad… Te revelaré mi identidad. –Tragó saliva ruidosamente.

 

– ¿A-a qué verdad se r-refiere? N-no tengo n-nada que decir… –Nada incorrecto, claro.

 

–Mientes. Lo supe desde que te vi corriendo como si tu vida dependiera de ello. Además, cuando mencioné a la banda, apretaste tu maleta y tu abrigo. Es obvio que escondes algo… –Lamió su oreja, ahogó un grito de sorpresa. –Me gustaría saber qué es. Anda, dímelo, ¿Acaso no quieres conocer a la persona que se esconde detrás de este disfraz?

 

Admitía que la oferta era demasiado buena, ¡El vocalista de No Name era su favorito y lo adoraba más a que su propia vida! Pero también había una parte de él que no quería saberlo, manteniéndolo en completo anonimato. Además, estaba poniendo en juego su identidad. ¿Qué se supone que diría? ¿”Hola, soy Bonnie, es un gusto”?

Ya había pasado por la vergonzosa escena frente a sus amigos, ¿Tendría que volver a vivirla frente a uno de los artistas más deseados en todo el mundo? Algo le decía que si decía la verdad todo se vendría abajo. Algo lo hacía sentir muy inseguro.

 

Sólo quiero volver a casa, no quiero estar solo. Por favor, no llores o grites. Nunca saldrás de aquí.

 

–No sé si realmente quiero conocer a la persona que más admiro. Es decir, ¿Qué tal si no es lo que yo espero? Creo… Creo que no estoy dispuesto a decir algo tan importante por una estúpida ilusión. –El pelinegro rió.

 

–Señor Ackerman, hemos llegado.

 

–Bueno, al menos ya sabes mi apellido. –Eren agitó su cabeza. El pelinegro tomó su mano y lo obligó a salir del coche, una bonita casa se hallaba frente a ellos. –Vivo solo, así que no te preocupes por si alguien más te ve. –Y lo jaló dentro.

 

–O-oiga, d-debo volver a mí... –Ackerman interrumpió sus palabras arrebatándole el bolso. Comenzó a subir las escaleras corriendo. Eren entró en pánico y lo siguió. – ¡Oiga, eso es mío! –Fue ignorado, pero tuvo la fortuna de escuchar una preciosa risa. Llegó hasta una amplia habitación ordenada, su maleta se encontraba tirada en una esquina de la habitación.

 

Se acercó con cautela. El pelinegro lo empujó hacia su cama, Eren cayó boca arriba sobre las suaves sábanas. –Dime la verdad, mocoso. –Se posicionó encima de él, aprisionando sus caderas con las rodillas. Los vendajes comenzaron a caer, un iris de color azul grisáceo se dejó ver. Se miraron durante algunos segundos que parecieron eternos para el castaño. –Tienes los labios muy secos y la piel muy pálida.

 

– ¿Qué? –La lengua del pelinegro repasó la zona, humedeciéndolos. Su cuerpo se paralizó y su rostro se pintó de carmín. Ackerman aprovechó ese momento para filtrarse en su boca y juntar sus labios de forma desesperada. Eren se aferró a sus ropas.

 

– ¿Me lo dirás? –Desabrochó con lentitud el abrigo del menor. –Por cierto, me llamo Levi. Es un placer conocerte, Eren. –El mencionado no se opuso, levantó sus manos y jaló las vendas de “Levi”. –Nada mejor que verte en persona, conejito.

 

– ¿C-cómo sabe q-quién soy? –Sus ropas estaban siendo despojadas, pero no se resistía. Levi se inclinó un poco y aspiró el dulce aroma que emanaba su cabello.

 

–Fue en una entrega de premios. Tu banda cantaba “Painted Smile” mientras el público se volvía completamente loco. Me llamó la atención esa reacción y, cuando miré a quienes daban el show, me obsesioné de la persona que tocaba la guitarra. –Suspiró. –Empecé siendo un fan, lo sabía todo sobre cada integrante, pero más sobre ti. No me quedé conforme con tu anonimato, así que contraté a un investigador privado. Los resultados fueron lo mejor, me enamoré de la persona que estaba detrás de una guitarra roja y vestimenta morada. Y, casualmente, te encontré huyendo de tus amigos. Bastante loco, ¿No lo crees?

 

Eren rodó sus ojos, irritado. –Entonces, ¿Por qué querías que lo dijera si ya lo sabías? Eres un estúpido, ¡Nunca me había sentido tan presionado y confundido! Agh, ahora te odio. –Levi soltó una pequeña risita antes de morder y succionar las partes no visibles de su piel, dejando marcas rojizas. Eren gimió. –O-oye, no hagas eso…

 

–Lo siento, cariño, pero es inevitable. Quiero que quede claro que eres mío. Además, estoy dispuesto a que mis sentimientos seas correspondidos.

 

¿Por qué has vuelto aquí? Debiste huir, querido, ruega porque las puertas se mantengan estables. Has llegado lejos, es bastante extraño, ¿Puedes durar cinco noches en Freddy’s?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).