- ¿Otra vez?
-Sí Mamori, de nuevo- Respondió Taka que no pareció ser el único en darse cuenta.
Realmente todos se habían percatado, pero inicialmente trataron de no darle demasiada importancia, después de todo, una persona puede faltar por agotamiento y más ahora, con las materias universitarias y siendo parte del equipo en la primera división, eso puede desgastar a cualquiera. Además, quién puede ser tan idiota para no ir a los entrenamientos teniendo un lugar en donde todos quieren estar.
Fue esa tarde cuando todos realmente se empezaron a preocupar, después del entrenamiento Mamori la manager y Hiruma los mandaron a llamar para explicar algunas jugadas y tácticas para la temporada que estaba a punto de iniciar.
Ikkyu llevaba varios días sin aparecer por el campo para entrenar, pero sí iba a las clases normales y eso les consta a todos que a diario lo veían y hasta hablaban con él. Luego pensaron que estaba practicando alguna táctica individual y después se uniría otra vez para mostrarla, pero ya era demasiado, de todas formas, el que haría (hace) algo así es Agon, pero el cornerback no, nunca.
-Entonces hay que hablar con él y ver si tiene tiempo en su agenda para nosotros- Dijo sarcásticamente Taka sin quitar su característica expresión póker.
-Vamos, posiblemente sólo está cansado, yo no me lo tomaría así- Replicó Yamato.
-Esto le puede costar su posición y no creo ser exagerado, si los de cursos superiores se dan cuenta, pensarán que no se toma en serio al equipo, tiene suerte que no hayamos jugado un partido aún- Banba hablaba de forma sensata como siempre. Akaba y Jumonji acertaron con la cabeza.
-Bueno… Entonces qué…- Mamori no terminó de hablar.
-Kekekeke Desde cuándo le tememos a los “mayores”, si bien ellos conocen al jodido cornerback desde hace un año para no tomarlo en serio, si pudieran echar a alguien por eso, el jodido rasta ya estaría fuera desde hace mucho. Olvídenlo, si ese jodido enano no aparece mañana yo mismo lo traeré a rastras. - Dicho esto, Hiruma fue el primero en irse a los vestidores, después todos le siguieron.
Cuando iban saliendo de la escuela escucharon gritar a Mamori, iba corriendo a ellos moviendo una mano con una hoja en ella, todos se acercaron, entonces ella paró tomo un poco de aire pues estaba exaltada.
-Habla de una vez maldita mánager. - Exigió Hiruma. Todos se quedaron callados esperando la noticia.
- Es… es de Ikkyu… ¡¡Me acaban de entregar una carta, es una solicitud para dejar el equipo!!-
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Ikkyu iba caminando viendo el suelo casi arrastrando sus pies. No iba tan tarde, apenas se estaba poniendo el sol, y aún le faltaba para llegar a su casa, para esto, tenía que pasar cerca de la Universidad de Enma y cuando estaba por pasar la calle escucho una voz que lo sacó de sus pensamientos.
-Ikkyu… ¿Eres tú? - Se acercó Unsui y le tocó el hombro.
-Ahh… Unsui… ¡Hola! – fingió interés.
-Acabo de terminar el entrenamiento y estaba por irme a casa, ¿Quieres que vayamos juntos? - Unsui e Ikkyu no eran tan lejanos, ellos convivieron por mucho tiempo es su antiguo equipo, además era muy amable, todos podían notarlo, tan diferente de su hermano gemelo.
-Sí, está bien- dijo.
Tras seguir su camino, ambos muchachos notaron que el ambiente estaba un poco tenso, aunque no sabían por qué, en especial la actitud jovial de Ikkyu no era la misma de siempre, así que Unsui decidió romper el hielo.
-Y… ¿Cómo te ha ido últimamente? – Obviamente preguntaba acerca del grupo.
-En realidad yo… Decidí dejar el equipo- Dicho esto, ladeó a un lado su cabeza para que Unsui no se diera cuenta de la expresión en su rostro. -Bueno, ellos son el mejor equipo a nivel universidad y, tienen a Taka, podrán arreglárselo sin mí.
- ¡¿Qué?! ¿Es una broma? Es decir, tú amas el fútbol americano, y qué pasa con tu habilidad en jugadas aéreas, que me digas eso no tiene sentido. –
-Bueno, como te dije, ellos tienen a Taka, además yo no he dicho que ya no amo el americano es solo que… Han pasado algunas cosas-
- ¿No es que me meta, pero creo conocerte bien, tuvo que pasar algo verdaderamente grave para que hayas decidido esto, ¿Acaso, tuviste problemas con otros miembros? – Unsui estaba verdaderamente preocupado, no se esperaba algo sí.
- No… Yo… Es otra cosa. – Antes de contradecirse decidió callarse.
Los dos guardaron silencio, hasta notaron que iban caminando más rápido, y al darse cuenta, ya habían llegado a casa de Ikkyu.
-Me tengo que meter rápido Unsui- Cuando giró para llegar a su puerta, sintió como Unsui lo detenía.
-¿Mi hermano lo sabe? - Lo miro de una forma seria y luego lo soltó.
- Aún no, puesto que estoy vivo, aún no, eso creo. – Trató de bromear.
- Lo digo porque, creo que él y tú se llevan bien, mejor dicho, se respetan además siempre está diciendo que solamente tú vales la pena como jugador, ¿Aún piensas que no te necesitarán? Para que mi hermano diga algo así es… -
-Ya no hay nada más que hacer. –
Unsui se quedó pensando un momento y decidió que lo mejor era marcharse. – Me voy Ikkyu, no voy a tratar de convencerte, pero, yo también te aprecio como jugador- Dicho esto se fue caminando tranquilamente.
Ikkyu entró a su casa, vacía, como siempre. Cerró su puerta y se dirigió a su cuarto, dejó sus cosas a un lado y decidió tomarse un baño, sentía muy pesado su cuerpo, justo cuando se estaba quitando la playera sonó su celular, era un mensaje, lo leyó y se quedó frío, se trataba de ellos, de nuevo. Tomó aire y apretó fuertemente el aparato.
-Mierda… ¡Mierda!
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-¡¡Y PORQUÉ MIERDA NADIE ME HABÍA DICHO NADA!! – La silla que hace unos momentos recogió, azotó contra uno de los casilleros haciéndose mil pedazos.
Ya sabían, es más, se les hizo raro que no agarrara a golpes a alguien y prefiriera descargar su furia con una silla, definitivamente se estaba volviendo más comprensivo.
-Y TÚ, JODIDA BASURA, ¿NO ERES EL QUARTERBACK? ¡¿Cómo no te habías dado cuenta?!
-Cierra la boca, no reclames nada cuando te acabas de aparecer- Hiruma se cruzó de brazos y se recargó en la pared cercana a la puerta del salón. Nadie dijo nada, todos permanecieron callados de alguna forma estando de acuerdo con Hiruma pues tenía razón.
Cuando Mamori les avisó se dirigieron a uno de los salones y en ese momento había llegado Agon que esa tarde se estuvo divirtiendo y no precisamente entrenando, según parece para recoger algo que olvidó. Aunque ya era por muy mínimo más cooperativo con el equipo, todavía prefería estar alejado y mantener su espacio. Apenas vio que todos se iban a reunir y aunque no lo quisiera, también tenía que hacerlo porque supuso que se trataba de algo grave por la cara que “esos perdedores” tenían.
Así que cuando le avisaron de las nuevas noticias, estalló, la única persona que consideraba un poco digna se largaba del equipo, así como así. Menos mal que lo más cerca que estaba de él era una silla y sí… Pobre silla.
Agon apresuró su paso en la dirección de Hiruma y todos creyeron que lo iba a golpear, incluso Yamato y Akaba estaban listos para detenerlo, pero se sorprendieron cuando Agon abrió bruscamente la puerta, salió de la habitación y cerró de un portazo que dejó secuelas en el marco. Sí, se dirigía a casa de Ikkyu.
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Terminó de bañarse rápidamente, no podía ignorar el mensaje y tenía que estar ahí lo más pronto posible. Se cambió poniéndose lo primero y más cómodo que encontró, Por último, se colocó bien su chamarra y se destinó a salir. Bajó rápidamente las escaleras, aunque aún le goteaba agua del cabello y cuando abrió la puerta alguien estaba a punto de tocarla, no, más bien, a golpearla.
-Agon-san…