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Lo que deseo lo obtengo por Anath97

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Notas del capitulo: Aqui de nuevo con la continuacion *u*
Disculpen incoherencias u orrores ortograficos
Difruten el capitulo

Sanji se levantó temprano al día siguiente con algo de pereza, pero tuvo que quitársela de inmediato puesto que tenía que preparar el desayuno que pronto su capitán pediría, salió de la habitación, se dio un baño y se arregló lo más rápido que pudo. Llegando a la cocina se dispuso a sacar del refrigerador los ingredientes que necesitaría para cocinar, estaba tan concentrado en su labor que no se percató que desde una de las esquinas en la que la luz aún no relumbraba salía Trafalgar Law, acercándose a él lentamente.

Sanji al darse cuenta que alguien se posaba atrás de él se giró rápidamente. -¿Qué carajos se supone que estás haciendo aquí Law-

-Kuroashi-ya acaso no puedo venir a hacerte compañía, mientras preparas el desayuno o tal vez ayudarte un poco- expreso en tono fanfarrón.

-Tal vez, pero eso no significa que te me acerques de la forma en la que lo haces- se molestó tanto, ya que el shichubukai se encontraba a tal solo unos centímetros de él.

Law acerco su mano para tocarle sus mejillas –eres un hombre bastante atractivo Kuroashi-ya, te lo habían dicho, déjame acercarme y créeme que te va a gustar- dijo de forma muy sensual.

Sorprendido Sanji por tal atrevimiento y con una mirada más que furiosa retiró la mano de Law de forma brusca –no me vengas con estupideces Law, no vuelvas a intentar tocarme si no quieres que te rompa toda tu jodida cara- dijo gritando y con una mirada más que furiosa.

-Lo hago porque quiero que tú…-

No pudo terminar su frase ya que en ese momento Zoro entró por la puerta, mirando a los dos hombres que se encontraban en el lugar, uno con una media sonrisa y otro con una clara molestia surcando su rostro. Supo en ese momento que algo estaba pasando.

“Creí que Trafalgar ya había desistido de acercarse a Sanji con lo que vio anoche”, pensó el peliverde –¿Qué demonios estás haciendo aquí?- gritó con enojo.

Sonriendo de más –Solo vine a estar un rato a solas con Kuroashi-ya, algún problema con eso- lo dijo con tono altanero que al espadachín hizo enfadar más de lo que ya estaba, puso su mano en una de sus katanas para poder atacar al Shichibukai pero fue interrumpido con la presencia de sus nakama que empezaron a arribar a la cocina para tomar el desayuno. Por el momento decidió dejar las cosas así, más tarde arreglaría cuentas con el medicucho ese.

Todos terminaron su desayuno tranquilos dejando a Zoro y a Sanji solos en la cocina.

-Qué paso con Law hace un rato, Sanji?- pregunto de forma directa al rubio que se encontraba de espaldas lavando los platos en el fregadero.

- Ya sabes, lo de siempre, nada de lo que tengas que preocuparte, ese estúpido tendrá que dejar de molestar en algún momento- dijo confiado y muy tranquilo.

Sin embargo, Zoro no podía dejar las cosas así y se acercó al cocinero abrazándolo por la cintura y recargando su rostro en el hombro del rubio –Te amo tanto, no sabes cuánto Sanji, no quiero que te alejes de mi lado, por eso te pido que confíes en mí, si necesitas mi ayuda no dudes en pedirla, necesito protegerte de lo que sea y de quien sea- le susurró al oído. De verdad tenia tanto temor de que su rubio cayera en las redes de Trafalgar y le dejará solo, además tenía el presentimiento de que algo se avecinaba y lo debía proteger por el medio que fuese a Sanji.

-Que idiota, no deberías de preocuparte tanto Zoro se cuidarme solo- se dio la vuelta viendo directamente a los ojos del peliverde tomándolo del rostro cuidadosamente con sus dos manos –Zoro, yo también te amo y más de lo que tú crees y créeme lo que te digo, siempre voy a estar a tu lado no voy a dejarte por nadie-, le dijo con dulzura dándole un suave beso en los labios -ahora déjame que tengo que terminar con el tiradero que hicieron los chicos, ve y descansa porque por la noche vas a necesitar de todas tus fuerzas para estar conmigo –dijo de forma sensual a lo que Zoro asintió depositando otro beso en Sanji y dejándole solo. 

Pasando del medio día, Zoro se encontraba entrenando en la cubierta con sus enormes pesas, mientras miraba hacia la puerta de la enfermería, estaba esperando que el Shichibukai saliera para poder hablar con él. Después de un rato Law salió rumbo a la biblioteca, Zoro se dirigió hacia la misma dirección.

Cuando llegó Law se encontraba leyendo un libro de lo más tranquilo sentado en el sillón

-Trafalgar no sé que tramas pero te lo advierto no te acerques al cocinero, te lo digo por tu bien- Law ni siquiera le dirigió la mirada y como este no respondió -Deja en paz a Sanji, espero que lo  hayas captado- Zoro se dispuso a irse abriendo la puerta después de hacer la advertencia.

-Y si no quiero, ¿qué?- dijo en tono fanfarrón.

-Por si no te has dado cuenta el cocinero y yo somos pareja, él es mío y no tienes oportunidad con él- dijo en tono muy serio.

Law rio -en serio, pues yo no veo donde tenga tu nombre o que sea de tu propiedad, así que no molestes porque yo haré lo que se me pegue la gana-.

-Trafalgar…- Zoro gruño molesto y se preparó para atacarlo, pero no pudo hacer más porque en ese momento entro Luffy llevándose al ojigris.

Law solamente lo miro con superioridad “siempre obtengo lo que quiero Roronoa” diciendo eso en su pensamiento.

 

 

 

*************

 

 

Pasaron los días y la tensión que se vivía en la cocina entre Zoro y Law era cada vez más obvia, todos se preguntaban qué era lo que sucedía entre esos dos, solamente Sanji y Robin tenían conocimiento del porque actuaban como actuaban. Y porque Robin, bueno porque ella por ser la más lista de la tripulación se daba cuenta de todas cosas que pasaban en el barco.

Observaba con detalle como el Shichubukai no apartaba la vista del cocinero y su forma de actuar para con él, era muy amable y siempre le hablaba con un tono suave, tranquilo y sensual, pero eso solo ella se había dado cuenta, además observaba como el espadachín se enfadaba cada vez que Law se acercaba a Sanji.

 No quería y sabía que no debía intervenir pero las cosas se estaban poniendo cada vez más preocupantes, porque afectaría la alianza que había entre ellos. Por lo que acabando el desayuno y habiéndose retirado todos a sus respectivas labores y quedándose a solas con el cocinero decidió hablar con él.

-¡Cocinero-san, puedo hablar contigo un momento?-

-Claro mi hermosa dama, en que te puedo servir-

-¿Saber qué es lo que está pasando entre Torao-kun y espadachín-san?- fue muy directa con su pregunta.

Sanji se puso un poco nervioso por la pregunta, pero no tenía que ocultar nada a Robin ya que todos sabían de su relación con Zoro, así que decidió contestar sin rodeos –Si, se lo que está pasando, el estúpido de Law, se la vive acosándome y eso está molestando a Zoro, pero supongo que eso tú ya lo sabias Robin-Chwan-

-Si ya me había dado cuenta y ya me imaginada lo que ocurría, pero quería que me lo confirmarás cocinero san, bien… solamente aléjate de Tarao-kun y no permitas que se te acerque, en cuanto a espadachín-san mantenlo ocupado con cualquier excusa, para no tener un conflicto y que afecte la alianza-Fue lo último que dijo antes de salir de la cocina dejando a Sanji un poco preocupado. Si bien es cierto que no les convenía romper la alianza que había con Trafalgar, también debía pensar en cómo quitárselo de encima, como deseaba en ese momento llegar finalmente a su destino para que esto se terminará de una vez por todas.

 

 

 

**********************

 

 

Trafalgar Law se encontraba sentado en cubierta dando vueltas una y otra vez al mismo asunto: cómo hacer caer a Sanji en sus redes, cuando lo conoció no pensó que le fuera a costar tanto, notaba que era una persona fácil de atrapar, pero esos últimos días se estaba dando cuenta que se estaba cansando de esa situación por más que intentaba acercarse el rubio lo evitaba, salía de su vista en cuanto lo notaba cerca, cuando se encontraba a solas entraba a la cocina y Sanji salía sin decir nada y encima el peliverde siguiéndole los pasos adondequiera que valla “rayos necesito relajarme y dejar las cosas como están, es por mi bien, lo mejor es dejarle en paz, estoy harto que huya de mí”,  pensó, muy en el fondo estaba cansándose y dándose por vencido.

 

 

 

******************

 

 

 

Después de cenar Law fue directamente a cubierta, estuvo un buen rato observando las estrellas y el resplandor de la luna que iluminaba el inmenso mar, reflejando destellos hermosos en sus aguas cristalinas, no pudo evitar suspirar. Minutos después decidió que era momento de ir a descansar. Se dirigía hacia los camarotes de los chicos, pero un sonido lo detuvo proveniente de la cocina, parecía un vaso que había caído al suelo, fue a ver por curiosidad creyendo que era el rubio que se le había caído el objeto por descuido y, porque no, de paso tratar de acercarse a él una vez más “podría ser mi oportunidad” pensó y sonrió de forma maliciosa , pero grande fue su sorpresa al asomarse por la ventanilla, vio a Sanji sobre la mesa de la cocina con la camisa abierta, suspirando y soltando pequeños gemidos, mientras Zoro se encontraba sobre este comiéndolo a besos y acariciándole por todo el cuerpo.

Law quiso dar media vuelta y correr en aquel momento, otra vez sentía esa molestia de no poder ser él quien acariciara esa piel tan blanca, suave y delicada. Pero sus piernas no le respondieron, se perdió en lo que sus ojos observaban, no en el cuerpo del peliverde sino en lo que estaba mostrando el rubio,  veía con detalle como Zoro le retiraba la ropa a Sanji y se centró en contemplar el hermoso cuerpo del  rubio, era tan perfecto, su blanca piel, sus hermosas facciones,  su esbelto y bien formado cuerpo y  sus piernas largas que lo cautivaron en ese momento.

Estaba tan fascinado en contemplar el cuerpo de Sanji totalmente desnudo, que su ensoñación fue interrumpida de un momento a otro cuando el rubio gimió de una forma muy sonora observando como Zoro lo estaba  penetrando poco a poco, no soporto esa escena y se fue aún más molesto de lo que estaba en un principio. “Esto no puede ser, no puede estar pasando, porque no soy yo el que posee tu cuerpo Kuroashi-ya”, siguió su camino hasta el camarote, se recostó en el lugar que le habían otorgado para que descanse no sin antes llegar a una decisión definitiva: “Bien, si eso es lo que quieres está bien Kuroashi-ya, no necesito que sientas algo por mi o tu aprobación para estar cerca de ti, si no eres mío por las buenas entonces atente a las consecuencias”. Fue su último pensamiento antes de quedar profundamente dormido.

Notas finales:

La continuacion saldra a la luz en unos dias, cof, cof, meses, cof cof, ¿reviews?, cof, cof

Gracias por leer n.n


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