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Puertas adentro. por Raes

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Notas del fanfic:

  We are yoooung, wild and free (?)

  Este es un proyecto raro entre dos escritoras:

  aome91 y quien les escribe here. XD!

  Estará dividido en unos pares de capítulos (por llamarlos de alguna manera) de aproximadamente 1000 palabras cada uno.

  ¿En qué consta? 
  Se plantea la idea básica del fic, una empieza la historia y la otra lo sigue. No sabemos en dónde vamos a terminar pero es emocionante porque no tengo ni la más pálida idea de lo que ella pueda escribir, ajajaja. Así que acá les dejamos nuestra amorfidad.

  Cada cap. está escrito por una de nosotras.

Notas del capitulo:

Espero lo disfruten ♥

 

            – Maldición... Sal de una vez…

 

  Youngjae caminaba de lado a lado, desesperado, rezando internamente por que el agua se calentara en algún instante. Pero era imposible, llevaba haciendo lo mismo los últimos quince minutos y nada parecía dar indicios de que las cosas pasarían como se lo esperaba.

  Pasaban la una de la mañana, su compañero de habitación dormía cómoda y tranquilamente debajo de su doble capa de mantas tibias, y Youngjae aún seguía luchando con la ducha.

 

  De no ser porque se quedaron jugando entre los seis, tal vez eso no hubiera sucedido. Youngjae pensaba que era demasiado tarde como para ir a ‘reclamar’ a recepción por la ausencia -o falla- de agua caliente o calefón. En realidad no era tarde, siendo un hotel, siempre va a haber alguien al servicio de los huéspedes, pero al chico simplemente no le daba la cara como para salir a esa hora a reclamar algo como eso.

 

            – Si tan sólo me hubiera duchado antes del vuelo…

 

  Volvió a murmurar cerrando la canilla del lavamanos y comprobando por décima vez que el agua estaba fría, por no decir helada. Pispió por la puerta entre abierta del baño y se aseguró que Jongup, su tranquilo compañero, aún seguía descansando ajeno a su desesperante situación. El agua que corría por el grifo, era fría, el agua que caía por la ducha, era fría, el ambiente del cuarto, era frío, nada ayudaba.

  Necesitaba bañarse, necesitaba agua caliente para relajarse, necesitaba otro dormitorio.

  Tomó su abrigo y sin hacer demasiado ruido, salió de la habitación con su cambio de ropa en las manos. Tenía dos opciones, encaminar hacia el dormitorio de sus hyungs, Yongguk y Himchan, o recurrir al de JunHong y Daehyun. Su cuerpo tiritó siquiera al pensar en la segunda opción. Daehyun venía comportándose extraño, estaba casi ensimismado a él siempre y cuando una cámara no anduviera cerca. Si Youngjae interrumpía su sueño pidiéndole un favor como el de usar la ducha, seguramente le reclamaría algo a cambio luego, y no se sentía seguro de si podría cumplirlo. Uno, porque Daehyun estaba mimoso, y dos, porque no sabía si sería capaz de negarse. Cerró la puerta de su habitación y recurrió a su primera opción.

 

            – Sólo espero que no estén dormidos…

 

  Pasó las puertas contiguas a su dormitorio hasta alcanzar la de sus compañeros, frenó sus pasos enfrente de la puerta y la golpeó suavemente esperando que alguien la abriese enseguida. Diez segundos, veinte, treinta… Nadie salió. Otros diez, veinte… Más golpes. Diez… Suspiró frustrado. Regresó sobre sus pasos más cansado que antes, pero con la misma necesidad de un baño caliente.

  ¿Debería dormirse así?

  Tenían actividades desde temprano, no podía empezar el día sin asease primero. Entonces, la idea de utilizar la ducha de sus otros dos compañeros no fue tan descabellada. Si Daehyun se cobraba el favor, tendría que cumplirlo, tan simple como eso.

  ¿Y si le pedía que le lave la ropa?

  ¿Y si le pedía dinero?

  ¿Y si le pedía más skinship?

  ¿Y si…?

  El cuerpo de Youngjae tembló al plantearse la última pregunta. No supo si por el frío o por lo que pensó: ¿Realmente era tan malo hacer fanservice con Daehyun? El chico tenía su encanto, no lo negaba, pero cuando se le venía encima ya sea físicamente o con palabras, Youngjae se defendía serio o con alguna frase tajante. Inclusive llegó a pensar que su personalidad encajaba con la de un tsundere, porque, en el fondo, no quería tratarlo mal. Entonces, ¿por qué lo hacía?

 

  Recién cuando estuvo a pocos metros de la puerta de su habitación, notó que alguien alto y con abrigo largo y encapuchado, lo esperaba recostado en la pared con la cabeza agachada.

 

            – ¿JunHong? –Preguntó confundido Youngjae deteniéndose.

            – Hyung… –bisbiseó el maknae somnoliento levantando su cabeza para poder mirarlo. Su apariencia era claramente de sueño, con suerte tenía los ojos abiertos.

            – ¿Qué haces aquí? Deberías estar durmiendo. –Le reclamó el mayor de ambos.

            – No puedo dormir.

            – ¿Por qué?

            – Daehyun hyung está con la lámpara prendida y utilizando su celular. No puedo dormir con luz… –Zelo bostezó ampliamente cubriéndose con una mano la boca y estiró su cuerpo apartándose de la pared.

 

  ¿Daehyun estaba despierto?

  Youngjae lo pensó, si iba en ese preciso momento hacia la habitación del maknae, se encontraría con un despierto y muy consciente Daehyun, por ende utilizar la ducha de su dormitorio no sería molestia alguna. Tal vez podría salir airoso.

 

            – ¿Puedo dormir con ustedes? –Preguntó JunHong volviendo a recostarse en la pared– Si te molesta le puedo pedir espacio a Jongup, supongo que él no…

            – Sí, no hay problema. –Se apresuró Youngjae a responder– Si quieres puedes dormir en mi cama. Cambiaremos de habitación. –El maknae sonrió levemente y esperó a que su compañero abriera la puerta.

 

  Después de tomar unas cuantas ropas extras y sumarlas a las de dormir, Youngjae dejó a los maknaes tranquilos -o sólo uno porque el otro seguía en su sueño- y partió hacia su futura habitación.

  No estaba mal el panorama. No molestaba a nadie.

  Llegaría, le contaría que JunHong huyó de allí porque no lo dejaba dormir por tener las luces encendidas, que cambiaron de habitación, le mentiría diciéndole que se estaba por duchar, se bañaría con agua caliente, y luego dormiría plácidamente… en otra cama pero al fin limpio. Todo era perfecto dentro de su magnífica mente.

 

    Ya podía sentir el vapor de agua colmando todo el cuarto del baño, empañando los vidrios, los azulejos, relajando su cuerpo por completo.

 

            – Espero que no estés durmiendo, Daehyun.

 

  Youngjae se aproximó a la puerta de su nueva habitación e intentó golpear, pero en cuanto dio su primer toque, la puerta cedió abriéndose. Entrecerró los ojos pero aún así avanzó. JunHong no había mentido, se notaba enseguida las luces encendidas y un sonido -claramente de juego- acompañar la claridad. Cerró la puerta detrás de sí y apareció delante de Daehyun que, tras notar a su nuevo compañero de habitación, le sonrió desde su cama elevando una ceja.

 

  El cuerpo de Youngjae tembló al ver esa expresión y enmudeció antes de poder darle una explicación a su repentina aparición.

 

            – ¿Qué pasa, Jae? –Preguntó Daehyun utilizando su acento satoori. La voz le salió más grave de lo habitual y al menor presente se le hizo difícil tragar– ¿Tienes frío?


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