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HOLA SEÑOR AUROR por Polaris

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Notas del fanfic:

Como casí no hay historias de Tomas Riddle como humano, pues me aviento a publicarlo yo. espero sea de su gusto-

Notas del capitulo:

Unico capitulo.

 

espero les gusute

El reloj marcaba media para las dos: y Draco, andaba apurado asando la carne favorita de Harry... En contra de todo lo establecido por las apariencias que la sociedad tenia de ellos, Draco Malfoy era un hombre muy hogareño.

            No hogareños de esos mozalbetes que son unas mamis gallinas con el delantal las veinticuatro horas del día, sino, de los hogareños que tenía un portafolio en la izquierda, mantenía una llamada telefónica a través de la útil chatarra mogul (Cómo le denominaba con ganas) y cepillaba el cabello de sus dos hijos y marido, para no pasar una vergüenza a mitad de una cena de negocios... Si, Draco Malfoy era el esposo que trataba por todos los medios de no morir durante el día por la titánica energía que demandaban de él las tres personas con las que vivía en el Valle de Godric, en la antigua casa Potter... Aunque, por el momento estaban de vacaciones en Londres mogul.

            ¿Una de las muchas cosas que le drenaban?... La preparación de los alimentos.

            Su hogar parecía restaurante. Había un menú distinto para cada uno de los integrantes, según su organismo: todo a pedido de Harry Potter. (Draco se lo esperaba de él mismo, no del estropicio de ser mágico que andaba en los corredores de Howars, buscando perder la cabeza a la mínima de oportunidad)... Harry exigía lo mejor para los suyos... Y cómo él mismo no se quedaba atrás, prefería ser quien se encargara de eso, ningún elfo domestico tocaría a sus hijos... Ese era su privilegio, y no quería compartirlo: suficiente era hacerlo con Harry.

            Draco apenas terminaba de imaginar cómo era que Harry se las ingeniaba cuando le tocaba ser quien les sirviera.... ¡oh! Porque por mas fans que tuviera el niño que vivió, le tocaba preparar las comidas tres veces a la semana, las mismas que le tocaba lavar la ropa... Y todos los demás quehaceres... Harry había decidido vivir sin magia lo mas que se pudiera y Draco lo entendía, después de estar en medio de la guerra, era natural querer alejarse un rato de todo lo que traía malos recuerdos.... Y lastimosamente, la magia era una de ellas.

            Por lo menos, “Milagrosamente” a Harry no le llegaban casos urgentes durante sus idas y venidas de tres horas cada una.... Draco le echaba miradas airadas cada vez Harry negaba usar su influencia.

            Regresando, Draco servia el platillo para su pequeño cachorro de Lobo: para el intolerante a la lactosa de la familia, para el alérgico a la plata, para el delicadito Teddy Lupin, que pronto seria Teddy Potter Malfoy si el Wizermun se apuraba con sus tonterías.

           

-A Tom le falta comer más verduras.- Se dijo Draco mientras servía una guarnición especialmente abundante.

 

            Era desesperante no poder servirles lo mismo.

            Teddy ocupaba de carne y proteínas para ser un Lobo fuerte y sano, que pudiera luchar por su supremacía en la manda... Todo eso sin comer lácteos... Y Tom, ocupaba el hierro de las verduras por la deficiencia en su núcleo mágico... Mejor dicho, para que su débil cuerpo soportara la carga de su núcleo, pero, sin subir de peso, ya que Tom no gustaba del ejercicio cómo si demostraba hacerlo Teddy....

            Draco comenzaba a creer que él nunca fue tan remilgado.

 

-A pesar de ser un niño pillo, como decía Harry.

 

            Draco sintió nostalgia.

            Harry y él nunca fueron los buenos amigos... Menos aun aliados en el mismo bando durante la guerra: de hecho, sino fuera por Severus... Ambos no se hubiesen tratado más allá de los insultos y las maldiciones.

            Lord Voldemort ganaba, Harry perdía.... Severus se moría, y allí, en donde el Lord lo dejó botado, desangrándose... Draco le lloraba, resignado a dejar ir a su padrino. Luego, Potter entraba, galante, oliendo a sudor y tierra, tan desesperado como Draco.

 

-Ustedes - Les dijo Severus - Lo sabes Potter... Draco, él, él, por favor, él no. - Harry no supo que contestarle. - Tómalas... Tómalas... Y por favor, hagan algo diferente. No seas James, no seas Lucius, no sean yo... Sean ustedes.

 

            Harry tuvo que luchar contra Draco para separarlo del cuerpo frió del espía, del hombre más valiente que se conociera. Los desapareció para poder ver los recuerdos de Severus Snape... Para entender al hombre que le quería cómo hijo y entender al hombre, que dio todo cuánto no tenia y poseía, para verlos libres.

 

-Mami - Entró Tom con su carita seria, con la expresión de quien sabe ha hecho lo correcto y va al matadero - Mami - Volvió a llamar a Draco, que ya apagaba el fuego que calentaba la sopa de espárragos y apretaba los ojos fuertemente, borrando el rastro de dolor. Su hijo no podía verle así.- ¿Puedes acompañarme afuera?

 

-Estoy muy ocupado, Tom - Draco le acaricio el pequeño rostro... Draco no dudaba de que algún día, Tom fuera tan apuesto a como era. Su pequeño no se les parecía en nada... Ni a Harry, ni a él, ni a Voldemort. Sencillamente, Tom era un nuevo Tom que brillaba con luz distinta - Estas lleno de tierra - Le medio riño... Pensando, imaginando... De seguro las veces que Tom se llenaba de tierra en el orfanato mogul no era por jugar. - Disfruta, goza todo lo que ahora tienes, Tom.

 

-Mamá - Draco se cuadro risueño. No terminando de entender la razón del porque era a él a quien denominaba madre.

 

-¿Es importante?

 

-Algo.

 

-Explica.

 

-¿Te acuerdas que papá ha dejado afuera el carro, porque el estancamiento lo echo? - Draco asintió. El dueño de la pensión no había querido hacerse responsable del golpe que otro de los clientes les había hecho. Y Harry a su manera le reclamo y Draco, mejor que nadie, sabia del carácter que Harry tenía. El resultado fue que ambos autos mágicos se quedaran estacionados afuera. - Había un hombre rayando el carro.

 

-¿Cual? - Pregunto Draco - Y se dice estacionamiento - Tom le mando una mala mirada. Odiaba que lo corrigiera - ¿El mío? -Pregunto con espanto - ¿El plata?

 

-No, el que papá maneja: el negro - Draco sintió lástima por el desdichado si es que vivía cerca.  Harry le jalaría de su cómoda cama para matarle. Harry amaba su eclipse y ni los niños jugaban cerca de él, estaba prohibido... Así cómo también estaba penado a riesgo de quedarse sin postres por un año, estar jugando quidich cerca de la Harley.- Lo vi, cuando venia a decirte que tengo hambre.

 

-¿Qué más? -Hostigo Draco ignorando la hambrienta barriga.

 

-Usaba una varita de metal muy rara y rayaba la puerta - Draco apunto rápidamente de que se trataba de una ganzúa. No sabría mucho de armatostes moguls, pero, si sabia reconocer las herramientas básicas importantes. Harry aun no entendía cómo es que su esposo sabia reconocer una ganzúa y una calibre 9mm, e ignorar que era un microondas - Y entonces...

 

-¡¡Buenas tardes!! - Gritaron desde la entrada.

 

-Espérame un momento, Tom. Déjame ver quién es el imbécil que no usa el timbre. Y cuidadito con que te escuche usar tal vocabulario - Advirtió.

 

-Tú lo haces.

 

-Te dejare usarlo a los doce - Y fue a la puerta.

 

-¿Por qué me ignora? - Se quejo. - ¡Mami! ¡Mami! Si sé quién es.

 

            Draco detallo al auror que le sonreía momentáneamente sonrojado para luego centrarse en su hijo, cómo si lo que fuera a soltar fuera una imperdonable.  

 

-Señor, necesito llevarme a su hijo - Draco puso su mejor cara de no entender nada. ¿Qué ocupaba un Auror con su hijo, que apenas tenía siete años? - Sé que suena extraño pero, su hijo a mandando a un hospital a un mogol. - Draco se crispo... De todos los que pudieron haber visto eso, tenía que ser precisamente un auror para su mala suerte. - El abogado del señor Ismael a puesto una demanda y una orden de detención infantil. Por ser caso especial... - Draco estaba a punto de himperventilar. ¡Genial! El que Tomas lastimara a un mogol no sonaría nada bien en su expediente... Tomas se le acerco y no pudo más que suspirar - Discúlpeme si le parecí grosero, pero, cuando el niño me dijo que le permitiera venir por su madre... Me imaginaba encontrar a una bella mujer... ¡No me mal interprete, por favor! Es usted muy apuesto, es sólo que me tomo por sorpresa.

 

-Entiendo... ¿Cómo supo que somos magos? Sé que es Auror... Mi esposo es uno- El Auror tuvo la decencia de sonrojarse por poner la mirada en la pareja de uno de sus camaradas - Sé reconocerlos aun cuando están infiltrados en la policía mogol.

 

-Su hijo uso magia... Sin varita - Apunto incrédulo - Magia no accidental. - Draco ahogo una risilla. Ya se veía venir el prodigio que sería Tomas. Después de todo, no se podía esperar menos del que fuera el mago oscuro más talentoso de la ultima era. - Entonces... ¿Su marido esta en casa?

 

-No, ahora mismo le llamaron para cita diplomática, redada ó papaleo: Francamente no le preste atención, ya que no podía decidirme con quien dejaría un momento a los niños, pues tengo un asunto muy importante más tarde.- Draco tosio de manera incomoda... Con esto, tendría que cancelarle a Zabinni y a la comadreja.- Tomas, te dijimos que no atacaras a nadie, que te guardaras hasta que pudiéramos arreglarte las participaciones en los duelos estatales de la asociación deportiva.

 

-Papá no me dice lo mismo - Tom puso su carita de sabelotodo, inflando sus cachetes y arrugando el ceño. Draco no podía evitar comparar a su hijo con Voldemort... Su amo, su amo jamás pudo tener una infancia como la que ahora llevaba - Cuando te volteas, papá me dice que ataque a cualquiera que se te acerque con malas intenciones.- El auror sintió la pesada mirada del niño... Y entendió a que intenciones se refería - Y me pide no dejarme.

 

-Como si te fuera a dejar enfrentar a un fanático remilgado armado y de frente, Tomas Potter no hay que comprometer tu futuro.- Aquello prendió las alarmas del auror, que se dio a la tarea de examinar a sus siguientes presos. Y palideció cuando supo que tenía a Draco Malfoy enfrente... Se golpeo mentalmente por no reconocer el rubio cabello.- ¿Qué? ¿Ahora ya no le parezco tan atractivo? Me mira como si fuera basura, cómo si lo que me mereciera fuera la muerte.

 

-Mortifago - Insistió el hombre al ver que sería confrontado. Tomas estiro su mano y en un raro intento de protección, agarro a Draco como refugio. Tomas entendía dos cosas, cuando le decían Mortifago a su madre, a este le dolía y segundo: por lo general tenían que salir a hechizos de donde fuera que estuvieran. Y a él, a él le trataban peor.- El señor Ismael fue golpeado y hechizado por su cría mortifaga tras intentar robar su coche. Y brutalmente, tengo que aclarar.

 

            El auror, en un arranque de valentía... En una memoria colectiva, escupió al piso al soltar la palabra “cría mortifaga”.

            Tomas tembló. El jurado había dejado dicho que si causaba problemas, le separarían de sus padres... Y no quería, era la primera vez que se sentía bien.

            Draco sintió los espasmos de Tomas... Y quiso matar al auror.

 

-Y el cínico aun pone demanda - Rumio molesto, cubriendo a su hijo con su cuerpo.

 

-Se encuentra en el hospital.

 

-Merecido lo tiene.-El auror se cuadro aun más ancho era, intentando amedrentar al hijo de Lucius Malfoy, el lugarteniente de Lord Voldemort... - Tomas no hizo nada malo, lo contrario a decir verdad - Draco paso rápidamente la vista por la identificación del hombretón - Oficial Cisneros, mi hijo defendió el patrimonio de su padre y antes de que diga algo, Ismael tiene la suerte de que pudo arrastrarse sobre el pavimento para pedir ayuda.

 

-No, mami: al acabar con él - Le corrigió Tomas - Le até los pies con la sogas que papá usa para sus presas - Draco sudó frió. Desde la guerra, Harry se había vuelto un hombre más sereno, calculador y especialista a la hora de conseguir información... Y descubrió que la magia en muchas ocasiones no era tan buena como la usanza de tortura mogol. Sobre todo contra aquellos que lastimaban a sus hijos, sobre todo a Tomas - Y lo jalé con mi bicicleta hasta el crucero de abajo. Fue un buen ejercicio.

 

-Por alguna extraña razón, el remolcar casi cadáveres te hace forjar buen cuerpo... A lo mejor tenga que ver el esfuerzo impreso - Dijo con falsa inocencia. Draco ya sabía de antemano que Tomas no dejaría de tener ciertas tendencias, y Harry y él mismo no ayudaban por extinguirlas. Ya no eran los niños inocentes e ilusionados con bandos puros, con polaridades inexistentes... Ahora sencillamente se enfocaban a sobrevivir a sus acciones, a los ataque de amigos y enemigos... A la censura - ¡Tomas, usa los sacos para fortalecer las piernas! - Dijo de buen humor, tratando de tranquilizar a su hijo, asegurándole que no estaba molesto, que todo estaría bien - ¡Y usted haga su trabajo! - Le grito a Cisneros - El ladrón demando a la victima... ¡Qué ése asuma los riesgos de su oficio!

 

-Al venir por Tomas - Draco estaba cansándose del odio que les dirigían- Me dijo que vivía cerca y que no se iría conmigo sin avisarle; Me explico que ningún extraño debía de sustraerlo del domicilio o habría consecuencias.

 

-Una alarma se hubiera disparado - Le contesto Draco - Tomas no mintió para ganar tiempo... Como usted cree. Tomas le dijo la verdad.. Le a salvado la vida, para mi desgana.- Cisneros palideció - Ya sabe que a la comunidad mágica le a dado grima con Harry por casarse con un Mortifago. - Cisneros asintió - Hemos tenido ataques de todo tipo... Y Harry paranoico y cansado, le a puesto un hechizo a nuestro hijo... De haberlo sacado, la guarnición de elfos que tenemos, le hubieran saltado encima... E inmediatamente, un preocupado y enfurecido héroe mágico aparecería para maldecir sin preguntar nada hasta tener a su hijo de vuelta... ¿Cree que puede enfrentarse a mi marido echo un basilisco?

 

            Cisneros... No supo bien el porqué, pero, simpatizo con su salvador... No sólo por ser la imagen que todos conocían... Sino por verlo humano y mago, usando todo a su alcance para defenderse de los que en una ocasión clamaron su nombre.

 

-Responderemos a la demanda - Tomas sintió alivio al saber que su madre no se molesto con él y que no le había decepcionado - Encontramos buenas las acciones de nuestros hijos. Ha Harry le dará algo al saber que su auto tiene un raspón y a ti Tomas, creo que papá dará su visto bueno para ese campamento en el que insistes en participar con el tío Comadreja.

 

-¡¡Sí!! - Grito entusiasmado.

 

 

-¡¡No!! - El vozarrón de Harry hizo temblar las copas colgadas en la cantina del lovy - ¡Esta muerto! ¡Centros psicológicos! ¿Están locos? Sin ofensa a tu pasión, querido - Se apresuro a aclarar y Draco, quien apenas comenzaba los estudios de psicología, tras sus doctorados en gestiones empresariales, hizo una manía con la mano - Tomas es un niño sano. No ocupa de ningún psicóloco, de nuevo sin ninguna intención de insultarte. - Draco volvió a restarle importancia. - Se mete a robar y todavía espera que paguemos su estadía en el hospital. Yo le daré un buen motivo para que no pueda levantarse de la cama.

 

-Harry, tranquilízate.

 

-¿Tranquilizarme? ¡¿Cómo?! ¡¡A tu hijo le acusan de ser un potencial peligro!! Sugieren que es una amenaza.

 

-Y qué bueno que no saben que fue Lord Voldemort. Si ya dicen que es mala fruta por ser criado por un mortifago, no quiero saber qué pasaría si lo supieran. - Harry bufo, más que molesto por recibir cartas de sus “admiradores” que le pedían separase de Draco y abandonar a la escoria Mortifaga -Tomas es un luchador a miras de ser profesional, ama el duelo de magia y sé nota ya lo bueno que es y es un niño algo mimado - Enumero - No es un terrorista, pero esas cualidades en un niño son de temer. Quienes nos desconocen exageran todo.

 

-Hubiéramos adoptado un libanés en vez de un hijo de mortifago - Draco arqueo su fina ceja rubia - Al menos así, los cabrones no soltarían tanta mierda sin miedo de que Tomas se inmole.

 

-Esas bromas no son graciosas - Le reprendió.

 

-Estoy molesto. Lo último que quiero es ser gracioso.

 

-Lo arreglaras - Aseguro - Tú o yo, cómo sea pero será un adiós a Ismael. -Harry asintió sin realmente ser consciente, en su mente que ya trabajaba en la elaboración de maldiciones, la voz de Draco era ruido musical... - Harry, te digo que Tom tenía miedo.

 

            A Harry se le encendió la mirada... El bonito tono verde kedavra que tanto enamoraba a Draco, le erizo la piel de pasión y confianza: Harry estaba furioso.

 

-Cuando el oficial Cisneros se fue, Tom me pregunto si es que lo devolveríamos. Dijo que no quiere volver, que no lo aceptarían, que ya era muy mayorcito para poder alcanzar una manta que no le deje congelarse... Ya sabes, las mantas son para los más pequeños. Dice que hará lo que sea necesario para no volver porque no podrá ir a una escuela decente en donde los profesores estén tan preocupados por continuar su estilo de vida, que se esfuercen por enseñarles y que les paguen justamente e inmensamente. - Harry lanzo una diminuta risa estruendosa. Sólo su hijo podría pensar en todo eso - Tomas lloró diciéndome que por favor, hablara contigo y te convenciera de aumentar las tareas, bajar la mesada a cambio de conservarnos como padres.

 

-Ismael es hombre muerto.

 

            Harry se enorgullecía de su pequeño; Tomas llevaba ya casi el año viviendo con ellos.

            ¿Cómo?

            Para el enojo de Harry ya habían sido siete años desde que la guerra había terminado, habían sido siete años en los que busco su otra alma, la misma que derroto.. La misma que la magia había puesto en otro contenedor: en el hijo de una familia mortifaga en quiebra, deshonrada y de bajo estatus.

            Cuando las familias mortifagas fueron puestas en juicio, dándose sentencias severas y ligeras, dependiendo de la participación activa que habían tenido dentro del círculo de Voldemort.... Quedaron una inmensa cantidad de niños sangrepuras inocentes de los cargos que se llevaban la vida de sus padres y el wizenzum en un intento por mantener a raya a la sociedad, y a salvo a los niños, crearon una casa de acogida especialmente para los huérfanos sangrepura, mantenida anualmente por el porcentaje que las propiedades quitadas a las familias y a la venta, les proporcionaban.

            Por supuesto, ninguno del bando ganador quería adoptar a una cría de mortifago... La sólo idea era asquerosa, mala... Aquello no podría ser bueno para nadie.

            Mortifagos perdonados o que habían cumplido con su sentencia, intentaban adoptar a sus familiares... Sin éxito, las adopciones eran duramente escudriñadas por los viejos de túnica que tenían la última palabra.

            Así que cuando Harry Potter (que llevaba a su ahijado a comer helado sobre la escoba)... Bajo del cielo, aterrizando en el pateo, deteniendo una pelea entre los mocosos... hecho una furia, los profesores de “Tragadores” no pudieron más que obedecerle cuando les ordeno que le dejaran pasar hasta que encontrara lo que quería... Y aquello era un niño: su alma que estaba viviendo en unas condiciones similares a las que lo llevaron a odiar a los muggles... Si en aquella ocasión, Tom odio a los muggles... ¿Ahora también aprendería a odiar a los magos?.

            Los muggles le hicieron a un lado por ser mago, porque era una época de guerra.

            Los magos estaban haciéndole a un lado por ser hijo de uno de sus seguidores.

            ¿Qué camino le quedaba a Tomas, ya que le estaban traicionando de nuevo?

            Le estaban abandonando.

            La camisa roída... Le gritaba a Harry la verdad de los espantosos rumores que cobijaban a “Tragadores”

            Los moretones le hablaban de dolor innecesario... Le decían que ellos ayudarían de nueva cuenta a llevar al trono a un mago que no tenía razones para ser bueno con el mundo que jamás había sido amable con él.

            Tomas estaba tan delgadito que Harry no pudo evitar recordarse cuando vivía en la alacena.

 

-¿Quién eres? - Le pregunto Tomas sorbiendo la sangre que escurría de su nariz. Escupiéndola de inmediato, sin conseguir mucho pues, apenas lo hiciera, las fosas nasales volvían a estar llenas de líquido rojo.

 

-¡¡Es papa Hady!! - Le respondió Teddy agitando los bracitos.

 

            Tomas asintió sin curiosidad... Bajando la guardia cuando el bonito niño se le acerco hasta tocarle la mano.

 

-¡¡Tas frío!! - Teddy se asombro - Traigo guantes ¿Quieres guantes? Estábamos volando, papa Hady siepe me hace podérmelos... Hace fio arriba. Papa Daco le diñe si no los taigo...

 

-Eres un cachorro de lobo muy hablador - Tomas lo dijo, lo sostuvo... Pero, nada evito que jugara con Teddy, que le dijera los mejores escondites del orfanato, ni tampoco que le cargara cuando se quedó dormido y lo tuviera que llevar con Harry.

 

            Harry no dejaría que su alma se quedara a ser traicionada de nueva cuenta.

            Y Draco que ya era su esposo, después de pegar el grito en el cielo, de maldecir a las putas de merlín y hacer quien sabe que cosas... Acepto que Lord Voldemort no fue el mejor hombre, ni amo... Era excelente mago y cómo todo prodigio, no era comprendido.

            Draco no quería que nadie más viviera lo que él bajo el yugo de un hombre serpiente sádico, que a la menor de las fallas... Te hace olvidar que eres humano y te obliga a desear ser un monstruo para no sentir la carga de las atrocidades que te mantienen con vida.

            No... Definitivamente, él y Harry criarían a un Tomas diferente.

            Y Harry agradecía que Draco no olvidara el miedo a Voldemort, que lo tuviera como un fresco recuerdo de lo que era Tomas... De lo que llegaría a ser Tomas si volvía a sentirse solo.

            Y en ese año, Harry estaba feliz con su decisión... Los viejos del wizazem no tuvieron más que aceptar su capricho con la adopción... Diciéndoles que a la menor de las faltas, el muchacho volvería a “Tragadores”.

            Ese año, Tomas se había encariñado con su nueva familia.... Se encargaba de cuidar de Teddy cuando se convertía en lobo y salía a correr; acompañaba a Draco a hacer las compras y era un excelente guardaespaldas y cocinero; E incluso le ayudaba en el papeleo que se le acumulaba de a montones.

            Habían existido momentos muy duros... La sociedad no aceptaba que su salvador estuviera con tan malas influencias, incluso intentaban abogar en sus discursos por la salud del pequeño Teddy, hijo de un héroe de guerra... Que había logrado sobrevivir dos años tras la derrota de Voldemort y que falleció en el alumbramiento.

            Tomas se esforzaba siempre.

            No hacia enojar a Draco y le cuidaba.

            Ayudaba a Teddy cuando quería.

            Y se exigía para ser el mejor.. Para que ellos no se arrepintieran de adoptarlo... Porque Harry ya lo sabía, Tomas temía decepcionarlos, temía descubrir que la sociedad mágica tuviera razón y él no valiera nada.

            Harry sabía que su hijo se esforzaba por no causar problemas, por cumplir con órdenes, peticiones y hasta expectativas: Tomas trataba desesperadamente por encajar.

            Y nadie le iba ha hacer sentir que su frágil castillo de hojas de limón, no sirvió.

            Su precioso hijo, su niño que estaba próximo a cumplir años... Dormiría tranquilo de nueva cuenta.

            Lo juraba.

 

-Amor - Draco se extraño por la repentina calma de Harry... Imaginaba que su esposo saldría  con su capa de invisibilidad a cazar a Ismael - ¿Qué desea Tomas para septiembre?

 

-Vas a irte para atrás

 

            A Harry le dio otro ataque de risa histérica.

 

            Una semana después de responder a la demanda, de asegurarles a los idiotas del wizazum que Tomas no era un mal chico y que todo estaba bien... Harry apareció en el comedor con una sonrisa franca en el rostro, espantando a Teddy que olió en el aire el peligro, por lo que se fue corriendo a buscar refugio.

            Era extraño ver a Harry feliz entre semana.

 

-Lo has traumado - Río Draco - Ahora Teddy ya sabe lo que sentía al verte de tan buen humor “inexplicablemente” - Y Draco no pudo culparlo. Hacía mucho que Harry no se relajaba, hacia mucho que no era el  mismo santurron... Harry no volvería jamás y eso llegaba a ser, hasta cierto punto: una lástima. - Me hubiera gustado que te conocieran.

 

-¿Pero qué dices? - Harry pretendió no entender a lo que Draco se refería - Mis hijos me conocen.

 

-Conocen al hombre que derroto a Voldemort... Conocen al hijo de puta que se carga a los terroristas, conocen al tierno hombre que dará su vida por ellos pero, no conocen al inocente hombre que creía que las cosas podían solucionarse sin blandir la varita.

 

-Ya hemos hablado de eso, Draco - Draco le sirvió los chuletones picantes y el zumo de naranja. Era mejor no molestar a su esposo, la peleas no eran buenas... Siempre terminaban sudorosos y él, con el culo adolorido.

 

-Tomas anda afuera, estrenando su juguete. - Harry asintió. Feliz de que todo volviera a la tranquilidad.- Creo que deberíamos contratar un seguro que cubra la vida de nuestros vecinos o daños materiales a terceros.

 

-Aun no existe uno así - Apunto. Harry encanto usando magia sin varita, extrajo un plato y cuchara de la alacena, leche del refrigerador y pico un montón de frutas en cuadros pequeños, sirviéndole a Draco un cereal de frutas como él gustaba llamarle - Comé. Hoy tienes una junta importante. - Draco no se sorprendió porque Harry estuviera al tanto de eso... Harry sabía hasta cuantas moscas pululaban en el jardín por día. - Aplicamos para el de daños a terceros.

 

-Esperemos porque no sean tan tremendos como nosotros y no atraigan los problemas.- Harry le miro incrédulamente - Se vale soñar, Harry.

 

-Son nuestros hijos... Si no se meten en problemas ocho veces por mes, tendríamos que preocuparnos.

 

            Ambos rieron.

            No eran normales.

            No después de la guerra.

            Ni querían serlo.

            Por ser unos borregos se vieron arrastrados al odio...

            Se vieron convertidos en sabios... Y aquello significaba perder la inocencia ante el mundo y lo que éste tenía para ofrecer.

 

            Afuera, el oficial Cisneros hacia su ronda acostumbrada en su sector; sus nervios estaban vueltos un asco desde la semana pasada en la que se encontró la sangre del señor Ismael decorando las paredes de su cuarto en el hospital pero sin rastro de él... Más que una uña, grabada con la leyenda: “Oficio: el tuyo y el mío”.

            Nadie le sacaba de la cabeza que los culpables eran los Potter Malfoy... Pero sin pruebas, no era tan tonto de ir contra el salvador del mundo mágico.

            El caso de Ismael se había cerrado.

 

-Hola señor Auror - Saludo Tomas cortésmente, con una réplica exacta de una bereta y un rifle de largo alcance con lentilla incluida, de un tamaño apto para los niños. Cisneros sucumbió a un temblor... Imaginándose sólo la fuerza que ese pequeño doncel tenia para cargar con ambas armas - Acabo de cumplir años y padre me lo regalo. Dijo que después de todo el libanés no iba

a ser necesario. No entendí lo que quiso decir, pero me gusta cómo suena: ellos no necesitan de nadie más que de mí. ¿No tendrá municiones? Ya se me acabaron las salvas.

            

Notas finales:

si han llegado hasta aqui, espero un comentario por favor.

felices fiestas!!!


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