Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

War with you heart [Long Fic] por nessie31

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

-Nombre del fic: War with you heart

-Pareja principal del fic: Ace x Sabo

-Nombre del escritora: Nessie31

-Parejas preferidas: AcexSabo, Marco x Ace, ZoSan

 

Para concurso de Fanfics, 3er Aniversario de LPF

Notas del capitulo:

Este fic a sido por diversion propia despues de un inesperado de inspiracion, nada propio para navidad pero bueno hice lo que pude, esta hecho especialmente para el concurso del LPF. Ojala lo disfruten quedo demasiado resumido a mi plan original , asi que espero no se haya pasado algun dato imprtante.


Ojala sea de su agrado, aceptare gustora todo comentario o sugerencia.


Disfruten de la lectura !~

War with you heart [Long Fic]

 

Sumarry: En 1940 la homosexualidad era condenada en todos los frentes, las grandes religiones lo consideraban pecaminoso e inmoral, los psiquiatras un trastorno mental que necesitaba ser tratado y casi todos los estados tenían leyes que dictaban penas que concluían a prisión. Un Marine profesa su amor hacia  un Oficial del Ejercito Japones a pesar del peligro que se cernía sobre ellos. 

 

 

Sabo POV

 

Cuando vio a Shanks entrar a la sala tras tocar la puerta, supo que algo estaba pasando, Shanks nunca toca la puerta, aquel famoso piloto Americano nos dedicó una leve mirada de cautela antes de sonreír.

—Parece que ya estas listo para partir Luffy— Comento con su habitual tono alegre sin moverse aun delante de la puerta.

—¡Claro que si Shanks! Mi equipo me espera , debo ir a reunirme con ellos — Luffy brincoteo a mi lado, negué ligeramente entregándole su mochila con el equipaje necesario para unos días de viaje antes de que Luffy tuviera que parar en algún pueblo por provisiones. —Prometo que les enviare cartas cada que aterrice en un nuevo punto.

—Bien eso me alegraría mucho Luffy pero antes de que te marches —  dijo alzando la mano tomando el pomo de la puerta abriéndola ligeramente con su sonrisa menos estable — alguien vino a verlos. — miro el pelirrojo detrás suyo haciendo un ligero asentimiento dejando abierta la puerta.

 

Mi sangre se helo al ver al hombre que iba entrando a la habitación, lo vi quitarse su sombrero blanco que hacia juego con su traje del mismo tono y su camisa de un llamativo morado, él hizo una ligera inclinación a modo de agradecimiento hacia Shanks.

 

—Los dejare hablar solo— dijo en un tono calmado el pelirrojo, Shanks, saliendo de la sala dándonos un momento de privacidad. El silencio reino, incluso Luffy se encontraba inusualmente callado, el ruido de su mochila cayendo al suelo fue lo que me saco de mi estupor. Mire a Luffy el cual hacia un ligero puchero al tiempo que sus ojos se llenaban de lagrimas intentando contener el llanto.

—Para ser un militar que se encarga de hacer las estrategias, eres alguien muy fácil y predecible al encontrar, Sabo— Lo vi avanzar hacia nosotros, instintivamente pose mi mano en el hombro de Luffy dándole un suave apretón — Descuiden, no he dejado que nadie sepa de su paradero, están a salvo, yoi.

—Marco — al fin pude encontrar mi voz, di un paso hacia el tendiéndole la mano, por supuesto que el rubio la estrecho regalándonos una amistosa sonrisa — ha sido un tiempo — inusualmente mi voz iba perdiendo intensidad cada que pronunciaba una palabra.

—… Dos años y 7 meses, yoi — La sonrisa del rubio decayó— Sé que no ha sido fácil, para nadie, han sido tiempos muy difíciles y desafortunados, yoi — Lo vi adentrar su mano a su saco y de ahí saco un sobre que lucía bastante bien cuidado, solté a Luffy por la curiosidad tomando el sobre cuando se me fue ofrecido con la diestra.

 

Mire el sello de cera con la insignia de la flota de Edward Newgate, alce el rostro sorprendido ante la realización de la carta, el sello oficial tenia un color de acuerdo a el remitente y este sello era de un llamativo naranja. Ace.

 

—Esto… Esto es… pero él — no pude evitar que mi voz se quebrara, el aire me hizo falta y las lágrimas sentía que podían derramarse en cualquier momento, la carta fue arrebatada de mis manos , ahora Luffy la inspeccionaba con una asombrosa sonrisa en sus labios.

—La última vez que lo vi, me hizo prometerle que se las entregaría, yoi— Dijo con una suave sonrisa contra sus labios pero una marcada sombra de tristeza contra sus ojos. —He cumplido mi promesa, así que al fin sus deseos han llegado a ustedes, yoi.

 

El sonido de papel rasgándose hizo que girara de inmediato hacia Luffy, él ya había abierto torpemente el sobre sacado tres hojas de esta, las desdoblo apretándolas entre sus manos arrugándolas de manera pavorosa.

 

—Luffy espera no vay…— mi pequeño mejor amigo a quien consideraba como un hermano extendió dos de las hojas hacia mi mientras se dejaba caer en el sofá individual a su izquierda comenzando a gimotear el nombre de Ace al leer lo que parecía ser la parte de su carta.

 

Mira la carta sin leer realmente su contenido, Marco hozo en irrumpir este intimo momento tomando asiento en otro sillón esperando a que leyéramos la carta, en silencio camine pasando derecho de Luffy , yendo a la venta detrás suyo , dándole la espalda tanto a mi hermano y a Marco, me detuve frente a la ventana alzando las hojas de la carta , atreviéndome al fin a concentrarme en la desastrosa letra de Ace, tantos buenos recuerdo que traía hacia mi.

 

“Sabo, o debería empezar con algo más condescendiente como, ¿Mi querido Sabo?...”

 

[Hace 14 años]

 

En Japón existe una pequeña ciudad llamada Goa que esta rodeada de un vasto bosque que a su vez colinda con el mar, es una ciudad hermosa donde más de su 70% de su población es gente adinerada, personas de la clase alta. Fue aquí donde surgió su primer encuentro.

Su primer encuentro no fue más que una casual y mordaz presentación de un niño pecoso bohemio, maleducado, ruidoso, un poco idiota, un busca pleitos de clase baja con un rubio soñador, amable, inteligente, audaz, simpático, algo precavido y de clase alta. 

Comenzó con una visita de el rubio, Sabo Outlook a su mejor amigo a quien consideraba su hermano menor, Monkey D. Luffy, un niño menor por 3 años, siendo Sabo el mayor con 10 y Luffy de 8. El joven moreno llevaba semanas ocultando algo, algo que el rubio intuía será para un futuro problemas. Había visto un día a el travieso moreno correr más allá del jardín de su propia casa adentrándose al bosque. Como buen hermano mayor autoproclamado se dio a la tarea de ir tras él, siguiéndole por el sinuoso y complicado camino en el bosque, esta sorprendido de lo ágil que era Luffy en aquel terreno. Tras unos largos minutos de recorrer el bosque expectante se detuvo entre los arboles.

Ahí estaba Luffy gritando un nombre que nunca había escuchado.

 

—¡Ace! ¡Ace! — El azabache menor revoloteaba entorno a un muchacho pecoso, naturalmente el rubio había desconfiado solo hasta ver como aquel pecoso con el ceño fruncido y una mueca de pocos amigos, sonreía ampliamente antes de recibir gustoso el abrazo que le daba Luffy. No deslumbro alguna maldad en ese acto.

 

—Shh, Luffy alguien te siguió hasta aquí — Aquel niño pecoso soltó al menor para dar unos pasos al frente protegiendo con su cuerpo a Luffy— ¿Sal de ahí, bastardo? ¿Qué quieres de nosotros? — Al verse descubierto el ojiazul soltó un pesado suspiro saliendo de su escondite detrás del árbol . 

—¡Sabo! — Grito Luffy con alegría — Ace, mira este es mi hermano Sabo, Sabo este es Ace, igual es mi hermano

 

Aquel fue el primer encuentro entre ambos niños, hubo desconfianza, hubo golpes, hubo risas y hubo sonrisas. Este fue el inicio de lo que seria una gran y larga amistad que se fortalecería hasta rebelar el más puro sentimiento en el mundo.

 

[Hace 12 años]

 

El pequeño azabache corría con alegría por la pradera que rodaba aquel acantilado el cual servía de un agradable escondite con una hermosa vista al mar, Luffy perseguía un escarabajo dorado buscando atraparlo, recientemente él, junto a Sabo y Ace habían hecho la promesa de ser hermanos en las buenas y en las malas pero secretamente había dado riendas a un amor puro entre aquel noble rubio y aquel huérfano campesino. Ambos ya hacían sentados al borde del acantilado habían estado hablando de sus planes de ir al mar en busca de aventuras, compartiendo risas y bromas; en un momento sus manso comenzaron a acercarse poco a poco hasta que sus meñiques rozaron, voltearon a verse dedicándose ambos una mirada inocente, el pecoso se sonrojo soltando una maldición bajando la mirada, él rubio rehuyó verle volteando al lado contrario mientras se mordía inocentemente su labio inferior. Aunque eso no evito nada, el moreno acerco más su mano de manera tímida enredando torpemente sus dedos con los del rubio, Sabo sonrió encantado sin rehuir a su contacto, con un gesto dulce tomo totalmente la mano de su mejor amigo y hermano. Ambos tenían una brillante sonrisa contra sus labios juntándose más inconscientemente.

 

[Hace 10 años]

 

Sabo a los 14 años usaba la ropa más humildes que le permitían sus padres debido a su riqueza, lo cual aun así le hacía resaltar como alguien de la nobleza,  iba a la escuela en las mañanas y regresaba a prisa a su mansión bajando corriendo de su carro clásico huyendo a prisa de su chofer, mejor dicho niñero, corriendo a las cocinas de su mansión para preparar un gran almuerzo, algo que ya se había hecho costumbre desde hace unos años.

Sus chefs le ayudaron lo suficiente para que no se le hiciera tarde al rubio, este tomo su bicicleta tras salir y guardar el almuerzo en su mochila. Era un largo trayecto que hacía para encontrar a su mejor amigo en la ciudad, su primera parada era en la relojería donde el amable anciano que la atendía salió a decirle que ese día no había necesitado de la ayuda de Ace, tras agradecer recorrió su siguiente parada, la panadería, Ace tal vez era pésimo cocinando pero ayudaba cargando costales de harina o vendiendo el producto de casa en casa. Ace era huérfano y había vivido en el bosque con unos bandidos, por supuesto que el pecoso debía trabajar y llevar dinero si quería seguir teniendo donde vivir, todo el día trabajaba, no importaba lo pequeño que fuera el trabajo, Ace siempre los aceptaba.

 

Paso preguntando a una florería, a el restaurante-bar de Makino, incluso fue a las costas donde más amaba estar Ace ayudando a los pesqueros o a los barcos mercantes que arribaban pero no había tenido éxito en ninguno. Un tanto cansado bajo de la bicicleta al llegar a la zona minera esperando no encontrarse con su padre ahí.

Recorrió el polvoriento lugar esquivando a los trabajadores que se tomaban unos segundos para mirarle y dar reconocimiento a su presencia, no es como si no fuera típico ver al hijo del dueño de las minas ahí. Sabo miro alrededor admirando vagamente el método de explotación a cielo abierto, lo hacía más por si lograba ver entre los trabajadores a Ace, Sabo salto un montículo de tierra deslizándose por este con agilidad sin importarle en lo mínimo ensuciarse.

 

—¡Ace! — Sabo grito llamando la atención de su mejor amigo, el cual estaba actualmente empujando una carretilla, el pecoso vestía unas bermudas con tirantes que subían hasta sus hombros y una playera blanca, tanto su ropa como su piel estaban sucias, manchadas de tierra y de materiales que el rubio no quería ni pensar. Ace detuvo su caminata y miro alrededor con cautela. —Ven aquí, tomate un descanso— Exclamo el noble tras correr hacia el pecoso.

—Sabo, tu padre podría vernos— se quejó bajando la carretilla el moreno, mientras se quitaba del cinturón un trapo que tenía ahí atado , igual de sucio que el resto de su ropa, y con este se secó el sudor del rosto.

—Deja de preocuparte, escapemos unos minutos, nadie va a notarlo — El rubio uso una de sus mejores sonrisas buscando convencerle— y te traje el almuerzo— esas fueran las palabras mágicas antes de que el pecoso cediera sin queja alguna. Sin soltarle, Sabo se llevó de la mano a su mejor amigo hasta la pequeña área de descanso, solo eran unas tablas bien acomodas para hacer un pequeño techo sobre una cubeta que hacía de silla y una vieja mesa.

 

Como era rutina, Ace se sentó soltando un suspiro aliviado al tener algo de descanso al fin, miraba con aire cansado pero cariñoso a su mejor amigo, el cual ponía su mochila sobre la mesa empezando a sacar las cosas que había traído.

 

—Te traje tu favorito Ace— le tendió un emparedado, lo primero de lo mucho que había traído para el mayor.

—Gracias — inclino su cuerpo hacia adelante en una reverencia a pesar de estar sentado justo antes de tomar su comida y comenzar a devorarla con notable hambre. Sabo saco una botella de agua y uno de sus pañuelos, mojo el pañuelo y sin interrumpir a el pecoso comenzó a limpiarle su rostro— ¿Seguirás haciendo esto cada que vengas? Sabes que no es necesario.

—Y te diré lo mismo de siempre, yo quiero hacerlo y me gusta atenderte — murmuro unos tonos más bajo con una tímida sonrisa en sus labios— Trabajas mucho Ace, déjate consentir al menos unos minutos — le reprocho el noble asegurándose de limpiar toda mancha en las mejillas del mayor asegurándose de quitarle toda suciedad posible. Se la paso así unos largos minutos compartiendo una agradable y amena conversación con el contrario mientras le pasaba más comida, le invitaba o invitaba agua.

Sus risas fueron interrumpidas por una campana, Ace bufo y Sabo entristeció, el pecoso se metió el ultimo pastelillo a la boca tragándolo sin saborearlo, se levantó de la cubeta volteando a ver al ojiazul que ya hacia sentado en el borde de la mesa comenzando a guardar las botellas vacías de agua como al igual los envases donde había traído la comida.

 

—Debo irme, el supervisor checara nuestro avances y será mejor que no estés aquí cuando lo haga— Expreso con un aire indiferente pero era notable su creciente ansiedad, avanzo hasta quedar parado delante de su mejor amigo; tras dar una rápida mirada alrededor se atrevió a tomar las manos de rubio entre las suyas— ve a casa no quiero que te castiguen por mi culpa, mañana iré a cenar con Luffy y Garp, espero poder verte ahí — le dio un apretón a sus manos .

—Ahí te veré entonces— asintió el menor haciendo aquella silenciosa promesa de volver a reunirse. El pecoso sonrió de manera picara, alzo su mano acariciando gentilmente la mejilla del menor, un gesto que solían compartir cada que estaban solos y en un ambiente de lo más prolijeó. Se inclinó hacia adelante hasta capturar los labios ajenos con los suyos. La caricia entre sus labios fue tan inocente y cariñosa provocando un eco entre sus corazones, ambos vibraban de emoción ante aquel dulce roce, ante las promesas silenciosas que surgían por aquel beso.

—Te veré mañana— El pecoso susurro separándose de los labios de Sabo el cual llevaba las yemas de sus dedos contra sus labios encantado por aquel beso. Ni siquiera le dio tiempo a responder, cuando menos lo espero el pecoso ya hacia a una distancia considerable lejos de él.

 

[Hace 9 años]

 

Sabo miraba alrededor desconcertado y precavido mientras Luffy gritaba incoherencias aun lado suyo debido a la emoción. Se encontraban en una de las peores partes de la ciudad, en uno de los peores edificio que habían visto en el lugar, podía escuchar lo que pasaba en el cuarto contiguo, Sabo había recurrido un par de veces a cubrir los oídos de Luffy debido a los gemidos que llegaban a escucharse  e inclusive habían llegado a ver un par de ratas correr a esconderse por el pasillo.

 

Cuando hace unos meses Ace había aparecido fuera del instituto de sus hermanos y les dio la noticia que al fin había podido pagar la primera renta de un departamento y que era oficialmente independiente de su tutora Dadan, Sabo creyó que solo tal vez había conseguido algo mejor que ese deplorable lugar, no lo pensaba por quisquilloso es más lo pensaba indignado ya que a pesar de todo lo que su mejor amigo ,o podría decir novio, sufría al trabajar, de todas las lesiones que había padecido, de todos sus desvelos, sacrificios y cansancio, ese lugar había sido todo lo que había podido conseguir.

—Bien, si vuelven a meterse en problemas solo vengan aquí ¿de acuerdo? Mañana sacare una copia de las llaves de mi departamento para ustedes— Ace estaba radiante de felicidad al mostrar su éxito a sus hermanos, ambos lo habían ido a buscarle al muelle donde había estado ayudando a los recién llegados Marines a desembarcar, por lo que el pecoso no se sorprendió al  verlos ahí buscando un refugio. Últimamente Garp cada que iba de visita buscaba convencer a sus nietos de unirse a la marina. Lamentablemente Sabo tenia otros planes en mente desde que hace unos meses atrás el padre de Luffy había ido de visita, ahora estaba considerando la posibilidad de ser un militar. Y Luffy había conocido a un piloto naval hace dos años , que lo había salvado de ahogarse, ahora él pensaba en ser igual que su ídolo, Shanks . Por lo que solo entre los 3, Ace era el único que parecía estar dispuesto a ser un Marine.

 

Al parecer Garp se había puesto especialmente violento con Sabo y Luffy en su entrenamiento, así que ambos terminaron recurriendo a huir a esconderse con Ace. El cual estaba más que encantado de tenerles a su lado. Ace abrió la rechinante puerta permitiendo a los menores pasar, Luffy entro corriendo exclamando con admiración a pesar que el escaso mobiliario y la poca limpieza del lugar.

 

—Creo que pueden hacerse caber bien los dos en la cama — Dijo el pecoso tras cerrar detrás suyo prendiendo la luz , un muy mala iluminación, ya para ese instante Luffy se había adueñado de la cama durmiéndose en esta de inmediato

—¿Y tu donde vas a dormir? — No tardo en reprochar el rubio mirando alrededor solo viendo la ventana al fondo, una cama a la derecha, un mueble repleto de chatarra, una mesa a la izquierda junto con su silla. Sobre la mesa una vela y los montones de apuntes que Sabo le regalaba a Ace para que pudiera estudiar en casa y finalmente una puerta que daba al baño.

—En el piso por supuesto, no es como si fuera la primera vez — se hundió de hombros quitándose las botas, lanzándolas a algún lugar de la habitación lanzando al mismo lugar su playera que recién iba quitándose—Ahora ve a dormir, mañana tienes que ir a tu escuela esa — el pecoso comento sin voltear a ver a su pareja tomando de su escritorio una libreta, de ahí se fue a sentar a el borde de su ventana para poder leer con ayuda de la luz exterior.

El rubio no tenía las energías para luchar contra la terquedad del mayor por lo que solo comenzó a desvestirse bajo la nada discreta mirada del pecoso hasta quedar en ropa interior, se acercó hasta la cama y procedió a quitarle el calzado a su pequeño hermano, antes de recostarse junto a él.

 

Pudieron pasar un par de horas en las que el pecoso estudiaba o al menos intentaba hacerlo en silencio, en cambio el rubio solo había podido dormir unos instantes, el joven se hallaba inquieto al igual que tenso desde que había llegado al departamento.

 

—Ace— susurro sentándose de apoco en la cama, para lograr visualizar mejor al mayor el cual había soltado una exclamación baja a modo de respuesta— No quiero regresar— susurro levantándose de la cama, pasándose nervioso su diestra por su antebrazo. — No soy feliz haya— murmuro avanzándose hasta parar delante del moreno el cual había dejado de prestar atención a su lectura mirando fijo al ojiazul— Mis padres solo me reprimen, a veces olvidan que existo, tratan mejor al perro que a mí y odio esa vida, odio ser un noble— empezó a hablar de manera atropellada. — No quiero regresar ahí — dijo unas octavas más altas con clara determinación.

—Entonces no lo hagas — el moreno sonrió de manera radiante levantándose de igual modo tomando a su pareja por la nuca para juntar así sus frentes — Quédate— susurro sin dejar de verle con intensidad — Quédate conmigo.

—Siempre — susurro el ojiazul con una mueca de clara felicidad mientras las lagrimas se acumulaban de sus ojos.

 

[Hace 8 años]

 

Aquel exnoble llevaba un año rehuyendo de sus padres para no ser encontrado, había recurrido a hacerse un par de cambios como dejarse crecer el cabello, comenzó a vestirse igual de impropio como Ace, usar el apellido de este, consiguió varios trabajos, tenía un cálido hogar junto a Ace el cual habían arreglado ambos para volverlo lo más acogedor posible , jamás había estado tan feliz como en aquel momento de su vida.

 

La joven pareja había estado haciendo un recorrido por las nevadas calles de la ciudad buscando regalos que pudieran costear para Luffy ahora que se acercaba navidad, la primera navidad que habían acordado los tres en pasar en el departamento de la joven pareja, por lo cual tenían muchos planes para la gran noche.

Su regreso a el departamento se vio interrumpido por una repentina pelea en la nieve, el rubio se escondía detrás de un árbol formando una bola de nieve entre sus manos cubiertas por unos guantes y el moreno estaba caminando alrededor del parque buscando al ojiazul con una bola de nieve entre sus manos.

 

—¡Sabo no podrás esconderte por siempre! —Grito el mayor caminando con cautela por el parque buscando los posibles escondites de su pareja; Sabo rio en voz baja antes de lanzar la bola de nieve contra la rama de un árbol que estaba ubicada sobre Ace, automáticamente al impacto la nieve que ya hacía en esa rama cayó sobre la cabeza de Ace —¡¿Pero que mierda?! — Ace volteo a su izquierda lanzando la bola de nieve a ninguna dirección específica. — ¡Muy gracioso Sabo! — Exclamo claramente irritado agachándose a formar otra bola de nieve.

Sabo se deslizo con sigilo entre los arboles quedando a dos metros de distancia del pecoso el cual lanzaba bolas de nieve a todas direcciones posibles estando hincado en el suelo, el rubio aprovecho que el moreno volteo para lanzar una bola de nieve a la dirección contraria al escuchar ruido que procedía de unas aves.

 

—¡Te tengo! — Sabo salió de su escondite lanzando la bola de nieve justo al tiempo que Ace volteo a verle, la nieve le dio directo al rostro ocasionándole trastabillar cayendo sentado al suelo, el rubio aprovecho lanzándose contra el moreno a abrazarlo ocasionando que callera el pecoso recostado contra la nieve y rubio encima suyo.

—Oh, si es así como te vas a poner cada que ganes, no me quejaría— el pecoso paso de manera picara sus brazos por la cintura del menor pegándole mas a su cuerpo en lo que Sabo le retiraba la nieve restante del rostro a su pareja acercándose a besar la punta de su nariz que comenzaba a ponerse roja por el frio.

—Tu nunca te quejas cuando se trata de estar juntos tan íntimo— susurro al sentir las manos ajenas recorrerle su espalda, poco paso para que sus miradas se encontraran y poco a poco sus rostros se acercaran concluyendo en un cálido beso.  El rubio enredo sus manos en el cabello de su pareja acercando más sus rostros mientras su inicial inocente y amoroso beso comenzaba a subir de tono, Ace hizo rodar sus cuerpos sobre la nieve para lograr quedar entre las piernas de su pareja sin dejar de besarlo, ambos jóvenes comenzaron a recorrer el cuerpo de su pareja sobre la ropa en lo que sus besos húmedos eran acompañados por el erótico vaivén de sus lenguas.

Habían pasado todo ese año compartiendo la cama sin llegar a hacer más que compartir besos subidos de todo, era notable la constante atracción que se tenían pero no habían tenido el valor ni vivido un momento para dejarse llevar como ese, cuando el pecoso se aventuró a besar el pálido cuello de su amado retirándole ligeramente la bufanda algo paso, pudieron ser las hormonas o el estarse conteniendo tanto tiempo pero pronto estaban ambos balanceando sus caderas , tocándose más allá de la ropa escuchándose sobre el ruido del viento sus sutiles jadeos .

 

—Ace…— gimió sutilmente el rubio con la respiración acelerada estando con sus piernas enredadas en la cadera el mayor — Vamos a casa, aquí hace mucho frio — correspondió la sonrisa pícara del mayor relamiéndose los labios de manera sugerente.

—No tienes que repetirlo Sabo— soltó una carcajada el moreno antes de morder el labio inferior del ojiazul para así después incorporarse ayudando a su amado a levantarse.

 

Compartieron picaras miradas y un par de besos antes de tomarse de las manos y comenzar a correr de regreso a su departamento a prisa, debido a la falta de personas en las calles no tuvieron necesidad de soltar sus manos por temor  ser juzgados; pronto llegaron al departamento justo a tiempo para evitar la tormenta de nieve. Exactamente tras cerrar la puerta de el departamento de ambos a sus espaldas fue el interruptor para la pasión.

 

Ambos se abrazaron buscando los labios contrarios regresando a acariciarse estando desenfrenados al retirarse con torpeza sus pesadas ropas para el invierno, comenzaron a desnudarse explorando sin pudor sus cuerpos desnudos por primera vez, Ace empujo lentamente a Sabo guiándolo hasta la cama.

 

El rubio acariaba el pecho de su pareja y Ace las torneadas piernas del contrario al mismo tiempo que desviaba sus labios a los pezones del menor. Sabo comenzaba a quedarse sin aliento, con ganas de seguir y disfrutar, a pesar del frio sus cuerpos ardían ante el contacto ajeno. Susurraban el nombre uno del otro con tanta devoción y anhelo, exploraban sus cuerpos con necesidad buscando marcarlos entre besos y caricias.

En algún punto Sabo tenía entre sus manos su hombría como la del contrario comenzando a masturbar así a ambos mientras pasaba con lascividad su lengua entre los dedos que le había ofrecido el pecoso, el moreno alejo sus dedos para comenzar a preparar de a poco a su pareja susurrando promesas de amor al compás de los nada contenidos gemidos de Sabo.

Ambos se abrazaron con proclividad cuando sus cuerpos comenzaron a fundirse en uno solo, cuando perdieron el aliento ante las innumerables sensaciones que les invadía el hacer el amor por primera vez con la persona que más amaban. Los ahogaos jadeos, los gemidos, el rechinar de la cama reinaban el lugar.

Sus cuerpos se enredaban y rozaban en un sensual vaivén, amándose de manera apasionada donde nadie les veía ni juzgaba, donde se dejaban ver tal cual como eran con la persona que habían elegido, disfrutando de aquel efímero instante donde nada más importaba más que amar y ser amado. Sobre los jirones de la cama se besaron susurrando aquel eterno amor que se profesaban desde niños, comenzando a amarse de forma frenética , como alguien que saciaría una sed terrible. Rodaban en la cama jadeando con gozo una y otra vez hasta quedar tan exhaustos de placer que no podían seguir.

Porque para estos amantes su amor desesperado podría ser un delito pero nunca un pecado, el acto de amor, hecho con amor, tiene una sombra de divinidad. Su conformidad puede estar errada, pero su naturaleza no se altera, y su naturaleza es creadora, comunicativa, espléndida en la entrega...

 

[ 1939- Hace 7 años]

 

El pecoso miraba con preocupación cómo empezaban a llegar a la ciudad los convoy militares, había leído la noticia hace unas semanas en el periódico y no se había preocupado de eso hasta que Garp llego en persona unos días atrás, iban a reclutar a todo hombre o joven en el país, ni él ni sus hermanos estaban libres de ello. Japón estaba en guerra.

—¡Ace! — El pecoso giro ligeramente para poder ver a su hermano menor de solo 14 años correr en un mar de lágrimas hacia él, extendió los brazos el joven de 18 años para poder recibir al menor entre sus brazos. Sus cuerpos chocaron ruidosamente pero no pensaron en soltarse aun. Cerca iban acercándose Sabo y Garp uniformado. El rubio tenía una expresión afligida y sus ojos lucían rojos he hinchados.

—Tienes un par de minutos para despedirte muchacho, estamos apunto de zarpar — Garp miro a su nieto y a ambos jóvenes que se habían vuelto igual parte de su familia con pesar —Suerte también para ti Sabo, cuídate mucho. 

—Usted igual cuídese — musito justo cuando Luffy se bajo de los brazos de su hermano mayor para permitir que Sabo pudiera despedirse de Ace. El pecoso había sido reclutado de inmediato por Garp para tenerlo bajo cuidado y entrenamiento como Marine del Comandante de la Flota Japonesa de Edward Newgate. En cambio Sabo había recibido una carta por parte del líder el ejército Japonés Monkey D Dragon pidiendo formalmente sus servicios en el ejercito y avisándole que cuando Luffy cumpliera los 15 años, lo cual sucedería en un par de meses, igual seria reclutado pero afortunadamente un colega suyo  piloto naval,  Silver Rayleigh se llevaría consigo a el menor para guiarlo en la guerra.

 

Garp se despidió retirándose rumbo a su barco dando un poco de privacidad a los hermanos entre el cúmulo de personas despidiéndose de sus seres queridos.

 

—Luffy tienes que prometerme que serás cuidadoso y no harás ninguna estupidez cuando te recluten, prométeme que nos veremos en la cima —Ace hablo con firmeza limpiando las lagrimas de las mejillas de su hermanito. — Y deja de llorar Luffy, sabes que odio a los llorones — el dolor en la mirada de su hermano lo hizo suspirar— y estas llenando mi uniforme de mocos — bromeo.

—¡Lo hare! Y tú promete que no morirás— Exclamo Luffy ansioso a su respuesta.

—No seas idiota, yo no voy a morir — Luffy rio ligeramente pidiendo disculpas justo cuando Sabo poso su mano en el hombro del moreno menor, Luffy sonrió suavemente dando un paso atrás, dejando que los mayores pudieran despedirse.

—No sé qué decir, sé que no eres alguien muy prudente pero al menos quisiera que procuraras ser más cuidadoso estando haya fuera, espero poder verte haya y poder regañarte por tus imprudencias — Sugirió sonriendo levemente, luchando contra la mueca de tristeza que le acomplejaba. Sabo adentro su mano a los bolsillos de su chaqueta sacando una pequeña caja aterciopelada negra — Quiero que tengas esto

 

El pecoso acepto el obsequio tomando la caja abriéndola con curiosidad, encontrando dentro una brújula-reloj de lo más extraña, las correas de cuero rojo con franjas blancas, el reloj de un llamativo plateado, marcaba los puntos cardinales pero la flecha roja no apuntaba hacia el Norte como debería.

 

—Me dijeron que esta brújula siempre te señalaría donde estoy yo, así podremos volvernos a encontrar más adelante— El moreno sonrió con cariño tras volver a comprobar la brújula, la flecha marcaba al sureste apuntando directamente hacia Sabo.

—Gracias Sabo, esto es un gran regalo — abrazo sin preámbulos a su pareja al escuchar el silbato anunciando la pronta partida de los buques, todos en el muelle pertenecientes a la marina comenzaban a abordar sus buques. Ace sin soltar aun a Sabo le dio un profundo beso contra sus labios — Siempre volveré a ti Sabo, no importa dónde te encuentres, regresare a tu lado siempre— susurro su promesa .

—Y yo siempre esperare a tu regreso Ace — compartieron una significativa mirada antes de que el pecoso jalara del brazo a Luffy y así pudiera abrazar a las dos personas que más amaba en el mundo.

—Cuídense — No quiso despedirse más, tras darle un suave beso en los labios al rubio y un último abrazo a su hermano menor dio media vuelta siguiendo a el resto de marines rumbo a los barcos.  Rumbo a la guerra.

 

 

[ 1941- Noviembre ]

La sala de reunión en medio de un campamento militar había dado inicio desde hace un par de horas, había sido una reunión planeada desde hace unos meses, buques imponentes , reunión de grandes personalidades que componían a la alianza del Eje. Representando a los alemanes , nazis, se hallaba el Comandante de la flota alemana, Sakazuki Akainu, el Comandante de la flota japonesa era Edward Newgate y Comandante de la flota Italiana, Monkey D Garp. La reunión de inicio desde altas horas de la mañana esta finalizo al anochecer.

 

Ace se halaba fuera de la sala de reunión comiendo un aperitivo estando caminando de un lado a otro sin querer alejarse mucho del lugar, junto a él, se encontraba el Almirante Marco leyendo un periódico de manera calmada, cuando los Comandantes empezaron a salir de la sala de reunión Marco dejo el periódico aun lado dando un saludo respetuoso golpeando discretamente al pecoso para que hiciera lo mismo.

 

—Almirante Marco— Saludo uno de los comandantes en particular se detuvo al ver a los hombres que formaban parte de la flota Japonesa y que tenían un claro puesto alto en esta—Oh, pero si tú eres el famoso Vicealmirante, Portgas D Ace ¿No es asi? He escuchado mucho de ti — Aquel hombre de porte firme y frívolo tendió su mano a el joven Vicealmirante que acepto el saludo gustoso.

—Comandante Akainu, es un gran honor conocerlo y un placer saber que me conoce— Dijo por mera educación el pecoso ya que en realidad no era muy aficionado a sus aliados Alemanes.

—Eres un gran Marine, hay muchas historia tuya entre los míos, eres un soldado Japones que lucha de forma valiente para expulsar a los odiados imperialistas blancos que subyugaron a los pueblos asiáticos  durante 200 años, es una guerra de orgullo, al menos solo en Asia , formas parte de aquellos que quieren vencer a los opresores europeos, es imposible no tenerte en la mira, alguien con tu tenacidad e inteligencia es muy reconocido entre los naziz, personalmente creo que eres una raza superior como la mía, espero grande cosas de ti chico, estaré al tanto de tus movimientos.

—Muchas gracias por su confianza Comandante Akinu, no se defraudara de mi, se lo aseguro —Era mentira si alguien decía que Ace no estaba emocionado por el cumplido y francamente halagado. En tan solo 2 años de haber estado en la guerra, había logrado subir muy alto en los puestos de la marina, siendo un Vicealmirante que tenía hasta su propia flota por ende hace unos meses había podido conseguir la trasferencia de su hermano Luffy el cual estaba bajo su cuidado al ser un piloto naval, ahora viajaban prácticamente cerca.

 

El comandante  Sakazuki dio una mirada de suficiencia hacia el Almirante Marco antes de despedirse del pecoso y continuar su camino adelante.

Este había sido el inicio que conduciría a la infamia.

 

 

[1941- Diciembre]

 

Desde que Ace había estado participe en la guerra no había presenciado tan malas notician en esos años, tras la reunión de los comandantes, Ace había tenido una reunión con el Comandante de la flota Edward Newgate, mejor conocido por ellos como Barbablanca u Oyaji para sus más allegados.  Barbablanca había convocado a esa reunión juntando a todos los marines de más alto mando posible y en aquel comité no solo habían estado los Marines presentes igual habían llegado a unirse los altos mandos del ejército.

 

Posiblemente el día habría sido muy malo tras las noticias de que Estados Unidos estaba ofreciendo a Inglaterra tanques y buques, armas que usaban contra Alemania afectando así sus numerosos avances y victorias en la guerra. Como también el que Estados Unidos daba negativas a suplirles materiales como petróleo, metal, entre otros. Se estaba discutiendo la posibilidad de un enemigo más inminentemente. Pero su día no había sido tan malo como debía, entre la gente de altos puestos del ejército se encontraba el Oficial general del ejército, Sabo Outlook estaba ahí.

 Ambos se habían visto a los primeros instantes de entrar a la sala de planificación, en todo momento habían compartido largas miradas y prometedoras sonrisas de manera discreta, 3 años  sin verse, 3 años sin saber uno del otro. Habían escuchado lo indispensable en la reunión, ignorando en esos momentos la clara tensión, preocupación y ausencia de un Vicealmirante, Thatch.

Al momento que el líder del ejército: Monkey D Dragon y el Comandante de la flota: Barbablanca dieron finalizada la reunión, ambos jóvenes de 20 años se escabulleron de sus superiores, compartiendo risas juguetonas en lo que salían corriendo de ahí, no tuvieron que compartir muchas palabras para saber que debían encontrar un lugar lo suficientemente privado. Terminaron entrando a una bodega de medicamentos. El encuentro pudo haber sido más emotivo, pudieron haberse contado todo lo que habían vivido y sufrido para llegar ahí pero eso no paso, la joven pareja prefirió expresarse atreves del cuerpo, queriendo expresar cuento se habían extrañado y necesitado a lo largo de esos años.

 

Se sostuvieron con fiereza, besándose de manera arrebatadora jalando sus ropas de modo desenfrenado y brusco, buscaban contacto de piel contra piel, buscaban recorrer el cuerpo ajeno que amaban acariciar, reconocer y memorizar cada nueva cicatriz que les marcaba.

Se movían de manera sincronizada, sabían dónde y cuándo tocar. Amos desnudos se besaban y acariciaban tan intimo ; Ace tomó de la cadera al rubio alzándolo en el aire lo suficiente hasta que el contrario envolvió sus piernas en la cadera del pecoso, el moreno apoyo al rubio contra la pared junto s la puerta aún lado de los estantes de los medicamentos,  sin soltarlo.

Sus juegos previos no duraron demasiado ni siquiera la preparación para el inicio del sublime acto, pronto el pequeño jugar fue llenado por eroticos gemidos que iban al mismo ritmo que el vaivén de el cuerpo de los amantes . Su entrega fue pasional, histérica y ruidosa.

 

El marine marcaba el pálido cuello del oficial del ejército mientras esté arañaba la espalda de su amante; las estocadas eran raudas y  vigorosas tanto que se escuchaba el claro sonido de sus pieles chocar por el acto. Su unión dolía en lo más profundo del alma pero a la ves avivaba aquella llama que mantenía cada día vivo aquel amor que se profesaban .

El oficial del ejército japonés gemía gustoso el nombre de su amante soltando inusuales blasfemias pidiendo por más al tiempo que el marine le respondía de igual modo con aquel tono voluptuoso y lascivo . Consumando su amor tras años sin verse.

Fuera de aquella bodega un hombre en particular había seguido con sospecha a la joven pareja , se mantuvo cerca al verlos entrar a la bodega, para él fue claro que estaba pasando en el interior, los jadeos, gritos y gemidos eran prueba suficiente. Ese hombre, un marine, sonrío de manera maquiavélica ante la futura obscuridad que traería para el Vicealmirante y el oficial del ejército.

Se alejó de sus escondite rumbo a los cuarteles de comunicación en la base, debía enviar un telegrama urgente.

 

 

[1941-1942]

 

Japón estaba teniendo  un considerable número de victorias en batalla, a Gran Bretaña no podía detener los avances  de los japoneses . Todo parecía ir a favor de ellos solo hasta que Estados Unidos declaró la guerra a el Eje todo por una ofensiva militar sorpresa efectuada por la Armada Imperial Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor (Hawái).

 

------1942------

 

El Vicealmirante Portgas estaba navegando las costas de Malasia recientemente tras su ofensiva, ya estaban bajo el poder Japonés. Aquella mañana a la lejanía vio un par de buques aliados al horizonte identificándose como los buques del Comandante Sakazuki y extrañamente junto a ellos reconoció los buques de otro vicealmirante , Thatch Newgate. Sabía que Thatch había sido el responsable del ataque  a Pearl Harbor, muchos le culpaban de crimen de guerra por aquella acción sin autorización pero Ace no podía juzgar a uno de sus mejores amigos de aquel crimen que estaba haciendo que las victorias que habían estado acumulando fueran detenidas poco a poco por los Estado Unidenses.

 

Ace espero a que los barcos estuvieran lo suficientemente cerca para que pudiera recibir apropiadamente a su superior y a su amigo. Fue una bienvenida incomoda más por la actitud preocupada de Thatch y una bienvenida fría por aquel desconcertante trato rudo que tuvo Ace por parte de aquel comandante Nazi.

 

Los invito a la sala de reuniones para poder hablar los 3 en privado tras la orden de Akainu. Fue ahí donde el infamia se desató .

 

—He venido aquí para negociar contigo un ataque , este será un ataque más  importante entre las batallas del pacifico y quiero que tú lo encabeces, sin informar de ello a tu comandante Barbablanca o al Almirante Phoniex— dijo con frialdad el nazi señalando una una ubicación en un mapa.

—¿El talón de Midway?, eso está ridículamente lejos de aquí Comandante Akainu, me tomaría semanas incluso mesen en llegar ahí, las provisiones igual son de tomar en cuenta, aparte ¿Porque debería hacer esto sin informar a mis superiores? Esto sería una misión suicida, aquí — señaló el mapa— se encuentra una base militar, yo no tengo los suficientes buques y aeronaves para una ataque victorioso en este lugar.— Akainu azoto uno de sus puños contra la mesa, derribando algunos mapas u objetos que Ace mantenía en el lugar, el comandante nazi lucia furioso y muy violento.

—Vas a hacer lo que yo te diga, si mueres ahí valdrá la pena, conseguirás la Victoria y obtendrás un beneficio como el bastardo inútil de tu compañero — Gruño Akainu empujando hacia adelante a Thatch el cual miro entre avergonzado y disgustado hacia el pecoso.— Di lo tuyo Vicealmirante Thatch .

—Haz lo que te dice Ace, es lo mejor para ti — Thatch expresó de manera calmada el pelirrojo tomando una bocanada de aire— Salió bien mi ataque a Pearl Harbor, el plan del Comandante Sakasuki tuvo éxito, al menos hasta que los Americanos decidieron entrar a la guerra pero salve una vida Ac lo que hice fue para salvar la vida de Izo. — Las cosas empezaron a tener sentido para el pecoso, el cual comenzaba a desarrollar un increíble odio hacia el nazi, se preguntaba cómo era posible que su aliado amenazara a uno de sus mejores amigos poniendo la vida de el amante de este en juego.

 

—De seguro ya empiezas a entender el plan ¿no es así?— El nazi saco de entre sus ropas una foto en sepia , la lanzó sobre la mesa pudiendo así el pecoso verla, Sabo estaba ahí, se le veía señalando algún lugar al horizonte claramente dando alguna orden— El oficial del ejército Sabo Outlook , un joven muy prometedor como tú , lamentablemente tuvieron que salir tan repugnantes, fornicando con hombres, tan despreciables , tú me eres útil pero esta puta no— escupió las palabras con un notable asco y desdén.

—¡Dile así nuevamente y no me importa quién seas, te mataré aquí sino sin dudarlo! — Ace espetó totalmente enfadado. Estaba que ardía en el coraje —¡ No te atrevas a hacerle daño !, no sabes de lo que soy capaz de hacer por él — En lo que Ace gritaba otra foto fue lanzada a la mesa.

—Monkey D Luffy, justo ahora está en la mira de uno de mis francotiradores, así que ten cuidado con lo que dices porque este niño podría tener una muerte muy desafortunada, en 5 minutos si no salgo de aquí ileso  — Comentó claramente burlesco el mayor del lugar, por supuesto que ahora el comandante  nazi había desfondado un arma y con esta apuntaba hacia la cabeza del vicealmirante Thatch .— y ese Oficial, puedo asegurarme de llevarlo a un campo de concentración, nadie encontrará así su cuerpo , sus últimos días serán un infierno en ese lugar, me aseguraría que así fuera — hablaba con malicia y burla — o podría desaparecer misteriosamente en batalla y esa perra terminaría con médicos que experimentarían con él para encontrar ese repugnante gen que los hace fornicar con su mismo género, así tu noviecita servirá para que en un futuro se encuentre una cura a esa inmunda enfermedad.

 

—Te atreves a venir aquí amenazando a mi mejor amigo, mi hermano y mi amante, ¿Crees que te dejaré ir como si nada?— El pecoso quiso avanzar en dirección a su mejor amigo pero cada que hacia un movimiento inesperado o el arma se acercaba más a la cabeza de Thatch o lo escuchaba quitarle el seguro al arma.

—Si quieres que los 3 vivan obedecerás mis órdenes, tienes una semana para elegir — con un movimiento del arma Thatch retrocedió dirigiéndose a la salida musitando un silencioso “lo siento”— y si fuera tú me iba apresurando , quién sabe qué cosas podrían pasarle ahora a tu puta esa. — El nazi salió de ahí soltando una burlesca risa dejando solo al joven Vicealmirante completamente conmocionado .

 

 

[1942]

 

No pasaron ni cinco días cuando una carta llego a el cuartel donde estaba el Vicealmirante Ace, sus peores temores se hicieron realidad, la carta la había escrito una enfermera, Koala, la enfermera personal de el líder del ejército y del oficial general, de su amado Sabo. Las manos del pecoso comenzaron a templar, se dejó caer en una silla mientras los marines a su mando se retiraban de apoco para darle privacidad. La frustración e impotencia invadían el cuerpo del moreno, ligeras lágrimas recorrían sus mejillas.

La carta anunciaba un incidente grave que había acontecido en una batalla y Sabo había sido gravemente herido, aparentemente su pareja estaba en el lugar y el momento equivocado, una granada explotó cerca de él pero afortunadamente no lo suficientemente cerca para matarlo. La carta explicaba lo más detalladamente posible la situación actual. Se cree que fue un accidente lo de la grada a debido a que Sabo no estaba muy cerca de los enemigos, la explosión quemo la mitad del cuerpo de el rubio, por el momento la enfermera no creía que Sabo fuera a perder alguna extremidad de su cuerpo, lo que sí, es que había perdido la vista de su ojo izquierdo, la zona izquierda de su rostro había sido quemada, gran parte de hombro y brazo izquierdo también , finalmente parte d esa cintura y cadera igual habían sido dañadas.

Habían transferido a Sabo a una zona en Hong Kong donde tendría los mejores cuidados y médicos a su disposición pero que ahora hasta nuevo aviso, Sabo estaba fuera de combate , no había una fecha estimada para su regreso a la guerra .

 

Tras leer la carta, Ace tomó su decisión, era obvio que no había sido un solo accidente, Akainu estaba cumpliendo sus amenazas, no era ningún idiota así que suponía que Thatch era una especie de rehén, Sabo había sido herido a modo de advertencia y estaba seguro que alguien tan maligno como Sakazuki no tendría piedad ni con su hermano Luffy , tenía que hacer algo para salvarlos. Guardo la carta no sin antes hacer unas anotaciones sobre el papel, dibujaba sobre esta el símbolo nazi y garabateaba algunas frases entre la letra de la enfermera; justo antes de dirigirse de inmediato a buscar a Silver Rayleigh en el buque portaaviones donde estaba Luffy. Asegurándose que su hermano no estuviera en los alrededores, le pidió al mayor hablar en privado.

—Necesito que me hagas un favor Señor Rayleigh, usted a estado cuidando a mi hermano estos años de guerra , lo cual se lo agradezco mucho, ha hecho que el idiota de mi hermano no muera en combate por lo que es en usted al único que le puedo pedir este favor. — Ace habló con clara desesperación poniéndose de rodillas delante del anciano, balo las manos contra el piso y apoyo su frente contra sus manos.— Por favor salva a mis hermanos.

 

—Comandante Portgas, no entiendo a qué se deba tanta formalidad, por ende,  levántate este no es tu modo de resolver las cosas ¿Qué es lo que está pasando? — exclamó con su habitual calma el mentor de Luffy.

—Mis hermanos están en peligro— Ace alzó el rostro antes de aceptar la mano que le tendía Rayleigh para así poder incorporarse — Quiero que tome un avión y vaya hasta Hong Kong a la base militar en busca de mi otro hermano, necesito que se lleven a Sabo cuando él ya pueda moverse y que contacten a un hombre, su nombre es Shanks, Luffy a de saber cómo localizarlo, estoy seguro ese hombre podrá llevarse a mis hermanos a un lugar seguro.

 

—Ace, entiendo lo que me pides y que estés preocupado por tus hermanos pero necesito saber a qué se debe todo esto.— El hombre parecía creerle y se notaba su ahora palpable preocupación.

—Lo único que puedo decirte por tu bien, es que algo malo va a pasar sobretodo algo malo puede pasarle a mis hermanos, estimó que podría tomarles un mes antes de que puedan irse de Hong Kong, si en ese mes no me pongo en contacto con mis hermanos quiero que le des esto a el Almirante Phoniex  — Le tendió la carta al mayor — Marco entenderá todo después de leer eso.— Rayleigh aceptó el sobre asintiendo levemente.

—Si es así, le aconsejo se vaya a despedir de su hermano, haré que Luffy empaque todo hoy a más tardar nos iremos al anochecer — El pecoso no podía sentirse más aliviado al escucharle, para el, primero estaba la seguridad de sus seres amados, no permitiría que nadie más lastimara a Sabo y a Luffy, no mientras él estuviera vivo. — Ten cuidado.

 

 

[1942]

 

Hace unas semanas atrás Ace había visto a su hermano partir hacia Hong Kong, sin saber la verdadera razón de su huida, casi estaba a punto de darse el mes que había establecido con Rayleigh pera que huyeran con ayuda de Shanks, aunque sospechaba que tanto Sabo como Luffy estarían de tercos para irse, la sola idea le ponía intranquilo; mucho más ahora que estaba nuevamente cara a cara con Akainu, menos podía arrepentirse de su decisión al alejar a sus hermanos de ahí.

 

—¿Y bien? Acepté su trato, no ce porque tuvo que venir hasta acá — hablo el pecoso de manera cortante con clara irritación .

—Una sabia decisión , por ello te daré un premio — Sakazuki comentó socarrón  haciendo un ademán a su derecha donde estaba Thatch parado, el pelirrojo con su extravagante copete avanzó hacia Ace parándose ahora a su lado — tienes la vida de tu amigo en tus manos ahora, si cumples tu misión en Midway y sales victorioso ya no tienes nada de qué preocuparte por tu puta y tu hermano — dijo con desdén , aún así no le proporcionaba ninguna seguridad sus palabras .

 

—Soy un hombre de palabra, hiere haya y ganara esa batalla, después de eso no quiero que te vuelvas a acercar a mi, a mi familia o a mis amigos porque puedo asegurarme de delatarte Akainu — Ace se cruzo de brazos un tanto más relajado por tener a salvo a su mejor amigo a su lado — Si no vas a darme algún plan o instrucción específica para esta batalla, te sugiero irte y dejarme el camino libre, aun tengo varias semanas de viaje y una planificación con los pilotos navales, así que largo de mi barco , bastardo.

 

El comandante nazi profirió una risa burlona dando media vuelta sin discutir más, los planes estaban hechos, la batalla estaba próxima, ya no había nada que tratar entre ellos dos.

—Ven conmigo Thatch, vamos a que te revisen mis enfermeras antes de comer algo.

 

—Ace, creí que jamás me libraría de él, me consuela que en un par de meses podré regresar con Izo , a de estar tan preocupado por mi.

—No sólo él, Thatch, todos estábamos precios dos por ti.

 

Ambos Vicealmirantes bajaron de cubierta para ir a la enfermería, dándole la espalda al Comandante nazi, dejando de creerle una amenaza ahora que ya habían concluido sus tratos, un grave error, mientras ambos jóvenes se alejaban, no pudieron ver a un hombre de la tripulación de Ace, acercarse al Comandante Nazi.

 

—Comandante, ¿Cuáles son sus siguientes ordenes? Puedo ir a darles cacería a las golpeas de los Vicealmirantes para que aprendan a no retarlo— sugirió aquel hombre su plan retorcido pero sin fin alguno.

—No, tengo algo mejor para ti Teach —Akainu miró brevemente al hombre que estuvo todo ese tiempo trabajando bajo sus órdenes, al hombre que le entregó tanto a Thatch como a Ace en bandejas de oro pudiendo así usarlos tras amenazarles con la idea de lastimar a sus seres queridos — Cuando sea el momento indicado, mátalos, ya no me son de utilidad al final todos creerán que perecieron en batalla, nadie sospechara nada .

 

—Entendido Comandante, eliminare los obstáculos.

 

 

[1942]

 

Las cosas en su barco habían estado un tanto extrañas las ultimas semanas, estaban a nada de poder llegar a el talón de Midway, tenia planeado lanzar una ofensiva con los aviones mientras los barcos se abrían camino hacia los archipiélagos de Hawaii, no se le hacia muy complicado el plan, al menos era conciso y fácil de seguir. Thatch había estado inquieto desde aquella mañana.

 

—El ambiente ha estado intranquilo desde el amanecer, ni siquiera es la sensación típica de una pelea Ace, ¿Crees que lo logremos? —pregunto nostálgico Thatch en lo que mirában hacia el horizonte , esperando las primeras señales de los barcos enemigos o al menos algún aviso en el radar.

—No, su plan no es para vencer a los Estadounidenses , si llegáramos a ganar solo seria para detener su avance y desbásteselos de sus barcos y aviones — suspiro mirando nuevamente el radar, al inicio lo había asociado a una falla pero en efecto tras varias horas de viaje, el pecoso comprobó que no lo era, desde hace unas millas náuticas el radar marcaba un submarino estando cerca de su barco pero extrañamente aun no eran atacado —Pero quiero ser realista, esa base tiene más aviones que nosotros, dudo que podamos hacer mucho al respecto, nuestro único objetivo será llegar a la costa y de ahí intentar sobrevivir— Más puntos comenzaron a parecer en su radar, automáticamente Thatch tomo la radio comenzando a anunciar la ubicación de los barcos enemigos, exclamando coordenadas ordeno dar el primer paso al ataque.

 

—En ese caso hagámoslos morder el polvo, Ace, tenemos personas que esperan nuestro regreso — Thatch sonrió mirando hacia adelante, ya podían verse los barcos a lo lejos.

—Que el primer grupo de bombarderos salgan— Ace con decisión dio una orden escuchándose esta por el altavoz en el barco, se dieron las señales de luz y el ambiente se agito ante la emoción de la batalla. Se escucharon los primeros cañones estallar y las primeras naves despegaron por el cielo, desde sus posiciones se podía ver la batalla en el cielo, el eco de las metralletas, o de lo cañones sonar reinaban el inicial campo de patalla. Solo hasta que un estallido entre todos los del exterior retumbo, el pecoso quedo momentáneamente sordo.

 

Giro a su izquierda dejando de ver hacia el mar donde los barcos enemigos comenzaban a acercarse y donde sus barcos comenzaban a ser impactados por los ataque enemigos. —¡Thatch! —Su barco se sacudió y Ace vio como Thatch caia al piso de espaldas.

 

—Parece que todos moriremos aquí Vicealmirante Ace, al menos que negocie con su vida, usted tiene demasiada información de la guerra después de todo— Delante del Marine se hallaba uno de sus subordinados con un arma en la mano apuntando ahora hacia el peco del pecoso.

—¡Teach! — El marine de igual modo desfundo su arma apuntando hacia el mayor con un claro desprecio —¿Qué crees que haces traído?.

—Lo que siempre debí haber hecho, Vicealmirante­­— Soltó una siniestra carcajada aquel hombre al mando de un alemán— Siempre haz estorbado en mis avances y cuando creí que el Comandante Akainu te mataría por tus insanas acciones con aquel Oficial del ejército, resulto que te prefirió vivo solo para hacer esta estúpida misión — debido a la plática , Ace estaba con la guardia baja, al mismo tiempo que ocurrió otra sacudida en el barco se escuchó otro disparo. Ace retrocedió súbitamente bajando la vista ante el repentino frio que recorrió su cuerpo, una mancha de sangre comenzaba a extenderse en su abdomen— Al menos podre tener el gusto de matarte lentamente.

 

Teach disparo una tercera vez, el impacto dio directo en la pierna del pecoso ocasionándole trastabillar cayendo de rodillas al piso, un cuarto disparo, Ace cerro los ojos esperando el impacto pero solo escucho el satisfactorio grito de Teach.

 

—Todavía estoy vivo bastardo, tendrás que matarnos a ambos si quieres salir de esta— Thatch ya hacía en el suelo apuntando hacia el traidor, ignorando todos ahí como los barcos que continuaban atacando , ignorando los navíos hundiéndose o los aeroplanos derribados. Si querían sobrevivir tendrían que primero matar al traidor antes de regresar a sobrevir otro combate.

  

[1942]

 

En la batalla de Midway, los japoneses, que habían dispersado sus portaaviones con una simultánea e insensata operación hacia el Norte, se enfrentaron con los norteamericanos, que conocían sus movimientos de manera perfecta. En muy poco tiempo, fueron hundidos cuatro portaaviones en la que fue la primera victoria irreversible de los norteamericanos.

Japón nunca fue capaz de superar el resultado de esta derrota. Sus posibilidades industriales eran infinitamente inferior

Pero lo peor para los japoneses fue la imposibilidad de reemplazar a los pilotos y los aviones desaparecidos.

 

La noticia de los desaparecidos no tardó en llegar a el Comandante de la flota japonesa y por ende Marco estaba al tanto de la situación . Marco por ende había regresado a Hong Kong a avisarle de las noticias tanto a Sabo y a Luffy.

 

—¿Alguna noticia? Hemos esperado un par de meses y no se ha sabido nada — Sabo preguntó al tiempo que Luffy ya hacía a su lado impaciente .

—Ace prometió que vendría a vernos cuando la misión terminara pero de eso hace unos meses y el no ha enviado ni una carta — expresó berrinchudo aunque en realidad estaba han preocupado el mayor .

Marco tomó se acercó hacia la pareja y hermano de su mejor amigo, Sabo tenía una extensa cicatriz que se extendía por su rostro por el lado izquierdo de su cuerpo bajando por su cintura , vestía ya una ropa de civil mientras Luffy aún portaba su uniforme de piloto claro que no había podido ejercer su trabajo hasta el momento.

 

— Necesito que tomen asiento — musitó Marco con un semblante obscuro y decaído, los hermanos supieron de inmediato que algo mal estaba pasando.

—¿Esta herido? ¿Qué tan mal es el accidente ?— Liffy preguntó de inmediato.

—Hace unos meses me llegaron algunas cartas de Ace , parece que fue antes de la Batalla que se llevó en Midway, unos mensajes un tanto inquietantes, yoi  — musitó — tengo algunas indicaciones importantes que seguir , primero que nada Shanks está esperándoles en un vuelo, yoi , todo lo que necesitan está ya empacado , tienen que irse de aquí antes de que las cosas empeoren — Comenzó a hablar de manera seria — Ace no va a volver, no se encontró nada de él tras la batalla— su voz bajo varios tonos expresándose su nostalgia— Realmente lamento su pérdida, nos a dolido a todos y por eso debo cumplir su deseo de sacarlos de aquí chicos, yoi.

 

El mundo se detuvo para Sabo, jamás sintió que su vida podía caerse en pedazos tan pronto, aquel hombre al que amaba aquel hombre que le había prometido regresar a su lado no importaba que , jamás volvería, jamás sabría de el de nuevo. Su pecho dolía, incluso se le hacía difícil respirar, Sabo simplemente no podía calmar su dolor, profirió un grito entre lágrimas.

 

—¡No! ¡No es cierto, Ace no puede estar muerto! ¡Él lo prometió! ¡Prometió no morir!— grito Luffy levantandose de la silla en un mar de lagrimas.— ¡Ace nunca rompería su promesa ! ¡Ace nunca nos abandonaría!

— Luffy, ¡Luffy! Escúchame — Sabo tomó del rostro a su hermano queriendo tener su atención aún aunque ambos lloraran destrozados por la noticia— tenemos que irnos, Ace quería eso, debemos hacerlo Luffy. 

 

[1945 Actualidad]

 

Sabo sostuvo la carta entre sus manos sin poder creer lo que estaba leyendo, su agarre se hacía vacilante, su manos temblaban y las lágrimas recorrían sus mejillas, creyó que antes había llorado todo lo que su cuerpo era capaz de soportar, que inclusive nunca más volvería a llorar pero ahora sentía que podría llegar a llorar aún más que antes.

Él ojiazul alzó el rostro volteando a ver a Marco, totalmente expectante, esperando un respuesta a qtodo lo que estaba leyendo.

—¿Es cierto esto?— No pudo evitar dudar creyendo que todo podría llegar a ser un sueño, un muy buen sueño, después de tres años se enteraba de todo esto.

—Lo es, yoi  — Afirmó Marco sin ningún deje de mentira en su voz

 

“Sabo, o debería empezar con algo más condescendiente como, ¿Mi querido Sabo? 

Nunca he dejado de pensar en ti ¿Lo sabes, no? Cada que miraba el cielo recordaba el color de tus ojos, cada que miraba hacia el sol era como ver el resplandeciente color de tu cabello, incluso ver el mar me recordaba a ti, tú libertino ser , tú manera tan tenaz de afrontar las cosas, todo de ti lo recordaba por casas pequeño detalle.

Tengo tanto que explicarte y en realidad no sé cómo empezar. Supongo que lo haré con lo más básico, fui traicionado y amenazado .

Amenazaron con hacerte daño a ti, a Luffy y aún amigo mío, no tuve otra opción más que seguir las órdenes para asegurar tu vida de cualquier forma conseguí un poco de ayuda para que ustedes fueran a un lugar más seguro.

Durante mi viaje a Midway  fui tomado como rehén , creí que morira . Para este punto Oyaji estaba buscándome y tanto tú como Luffy ya estaban en América a salvo .

 

Finalmente hubo un hombre, un espía Ruso aunque él es un médico  , Trafalgar a estado ayudándome mucho, escapamos en uno de sus submarinos , no puedo decirte con exactitud dónde estoy pero en definitiva solo sé que estoy bien, no puedo volver a ti aún pero Marco te dará mis deseos, pude contactarme con Oyaji hace poco ahora que la guerra a culminado. Pero sólo hasta que mis heridas sean sanadas se me será permitido salir de aquí.

 

Espera un poco más por mi, te encontraré Sabo, tengo la brújula que me guiará a tu ubicación . Espera a que regresare a tus brazos.

Te amo Sabo...”

 

—¡Luffy! Ace volverá a casa.

 

Notas finales:

Finalmente sin más que decir y agradecer que se tomen un tiempo para leer mi fic o inclusive dejar algun comentario me gustaria avisar que pronto tendre listo el siguiente capitulo de Kidnaps my heart.


Buen dia!~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).