Condiciones de Sangre por Kuroshi Mei

 
 
Era otra común mañana en el reino de Aaa.
 
 
Era otro día de preocupación para Gumball, que aunque miraba desde la ventana del castillo a sus dulces y felices ciudadanos, sus preocupaciones seguían siendo las mismas.
 
Había pasado los últimos años queriendo encontrar la fórmula perfecta para crear aquél ser capaz de gobernar a la dulce gente cuando él no estuviera, sin embargo cada intento no era lo suficientemente bueno, estaba claro que el conde Limónagrio no era el apropiado para el trono y sus quimeras Tormento y Goliad debían seguir manteniendo el equilibrio entre ellos, en cuanto a sus bots… Ellos necesitaban mantenimiento y cualquiera podría sabotearlos.
 
—Ah… Y si le agrego un poco de esto...— decía mientras seguía mezclando ingredientes y modificaba una poción creada a partir de un libro mágico y como no creía en eso, lo traducía científicamente, sin embargo al combinar aquella sustancia había ocasionado una pequeña explosión en su laboratorio.—se quitó los guantes de protección y la bata que solía usar y los aventó con frustración
 
—¡Hey! Su majestad debería tener más cuidado con sus invitados.— apareció Marshall dejando su invisibilidad y dejando caer las prendas que le habían caído a el al suelo
 
—¿Por qué? Yo no te invité.— le respondió el príncipe sin voltear a verlo a lo que Marshall levantó una ceja
 
—¿Desde hace cuánto sabes qué estoy aquí?— le preguntó de forma curiosa mientras flotaba lentamente hacia él
 
—Una hora, quizá dos.— le respondió sin ganas llevando las manos a su cara para frotarse los ojos
 
—¿Y sabías que es aburridísimo observar tus experimentos fallidos durante horas?— le comentó de manera burlona
 
—Marshall… Tu fuiste el que decidió venir y quedarse ahí por horas.
 
—Bueno, sí, tienes razón pero también es aburrido estar una eternidad en casa tocando un bajo infernal.— sonrío un poco y giro los ojos como si fuera obvio
 
Gumball giró la vista por primera vez y su respiración se cortó de manera silenciosa ¿era cosa de vampiros? No lo sabía.
 
—Supongo… Pero tampoco vienes mucho a mi dulce reino ¿Y bien? ¿Qué haces por aquí?
 
—¡Majestad¡ ¿Eso fue un reproche?— le dijo terminando la frase con un coqueto siseo y Gumball sonrió divertido.—Disculpe usted, vendré a visitarlo más a menudo, sin embargo…— Marshall hizo una pausa.— en realidad Fionna me pidió ayuda con algo, así que mi presencia aquí sólo fue para saludarte, Bubba.
 
Le guiñó un ojo y flotó hasta la ventana sentándose en ella.
 
—Acércate.— le dijo Marshall de manera casi siniestra
 
—No quiero.— le respondió el príncipe haciendo un mohín
 
—No seas infantil y acércate o iré por ti de todas formas.— Gumball hizo lo que le pidió y cruzó los brazos, Marshall lo tomó por el pecho y lo alzó en el aire saliendo con él del palacio, el príncipe palideció.
 
—M-Marshall s-suéltame.— le dijo sin pensarlo, en autodefensa
 
—¿Seguro? Bueno.— el rey vampiro sonrió de manera divertida, sabía que Gumball no podría decir más debido al terror, así que casi lentamente abrió su mano, dejando que el príncipe se le escapara de las manos.
 
—¡AHHH!— y justo antes de caer al piso, cerró los ojos para después sentir como se elevaba lentamente y se aferró a él, se aferró al frío cuello de Marshall.— Eres un idiota, un idiota…
 
Gumball respiraba fuerte cuando el y Marshall llegaron al marco de la ventana, iba a reclamarle, pero sintió la nariz del mayor sobre su cuello, le rozaba ¿con ternura? Se le tensaron los músculos y le soltó, al separase notó que lo miraba seriamente.
 
El vampiro le sentó en el marco donde el había estado sentado minutos antes.
 
—Pones en peligro a tu gente.— el príncipe lo miró confundido, asustado y enojado. 
 
Marshall suspiró.
 
— No deberías buscar la inmortalidad, y aún así lo haces, has creado cosas terribles en esa búsqueda y aunque eres inteligente, aun no te das cuenta o quizá no quieras hacerlo...—
 
—¿A qué quieres llegar?— le interrumpió pues la paciencia no era su mejor virtud
 
—Si sigues buscando la inmortalidad con la ciencia, crearás cosas cada vez más horribles y si haces avances, sólo eso serán, como lo han sido estos 800 años, pero algún día morirás, tú cuerpo no soportará más el peso de la vida y lo sabes
 
—Marshall... Yo… Encontraré la forma.
 
—No lo harás, no lo has hecho en todo este tiempo.— Y nuevamente tenía razón, pero como el mismo había dicho, como príncipe y como persona había cosas que no quería ver, otras que había decidido ignorar y otras simplemente olvidar
 
—Debo hacerlo, mis ciudadanos…
 
—Te lo digo porque lo siento, tu sangre, tu jarabe de cereza pronto se resistirá a seguir fluyendo.— le dijo mirando hacia otro lado
 
—¿Cuanto tiempo?
 
—Unos años… Quizá más, quizá menos.
 
—Oh my glob— el príncipe se llevó una mano a la boca
 
—Sólo quiero recordarte, que aún puedes pensar en la opción que te di desde el principio, si tu deseo realmente es vivir por siempre… Un rey puedo romper algunas reglas de su reino.— Marshall lo miraba y le transmitía sensaciones, estaba preocupado... Estaba desesperado, igual que el
 
—Yo...— Gumball comenzaba a sentirse débil
 
—Lo pensarás, justo como cuando te lo pregunté la primera vez, cuando salíamos. 
 
Gumball, el tiempo corre.— quedó en silencio unos segundos y esbozó una débil sonrisa
 
—Así que si su majestad me disculpa, debo irme, tengo una cita con una bella chica, pero no te pongas celoso, Bubba, volveré pronto— Y mirándolo aún con intensidad, desapareció
 
Gumball sabía que el tiempo se le acababa, conocía las limitaciones de la dulce gente, sabía que su tiempo llegaba a su límite, sabía que Marshall podía darle aquello que buscaba, pero debía pagarle de alguna manera… Y esas especificaciones el Rey vampiro se las había dejado claras desde que habían tocado el tema.
 
¿Era el momento de reconsiderarlas? ¿Era la mejor opción?
 
El príncipe debía comenzar a recordar algunas cosas que habían quedado unos cientos de años atrás, y sabía que con eso sus sentimientos, que aunque no habían desaparecido habían estado distantes, regresarían con mas fuerza, atraídos por un curioso ser llegado de la Nocheósfera.
 
Podría con eso. 
 
Podría seguir tomando decisiones buenas.
 
Podría seguir pensando en mas cosas que sólo... Marshall.
 
 
¿Cierto?