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Propósitos de año nuevo por YumeRyusaki

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Notas del fanfic:

Reciclando...

Propósitos de año nuevo
Yume Ryusaki


—¿Qué escribes?

—Cosas —Reita cierra la libreta y gira para mirar a Kai antes de añadir con aire misterioso—: Cosas importantes, Yutaka.

Y es lo único que Reita va a decirle, Kai no insiste más y se regresa a seguir trabajando en su portátil.
Reita ha estado muy silencioso en los últimos días, y Kai no puede evitar sospechar que trama algo. Quizás al despertar encontrará su batería nuevamente al revés o quizás le faltará algún tambor. Uruha defiende la idea de que Reita está madurando, pero no hay manera de que Kai pueda creer algo como eso. Ha montado una rigurosa vigilancia al bajista, pero lo único que Reita hace es pensar mucho y escribir a ratos. A veces le mira y suspira, como si Kai fuera un mal necesario.

—Si fueran a regalarte algo, ¿qué te gustaría?

Reita pregunta en voz baja aprovechando que los chicos se han dormido. No los culpa, el concierto ha sido especialmente agotador; quizá es que la edad después de todo también le está pasando factura y ya no rinde como antes. Aunque Reita se niega a aceptarlo.

Como la respuesta tarda, voltea a donde el baterista cabecea. Kai se pasa las manos por el rostro, tratando de alejar el cansancio. No es un hombre millonario, pero lo que gana definitivamente es más que suficiente como para conseguir por su cuenta todo lo que se le antoje. Kai no puede pensar en un algo que pueda querer, así que mientras piensa, un cartel de publicidad aparece en su campo de visión.

—Un cuerpo que pueda procesar bien el colesterol malo —responde. Aunque es obvio que eso no es posible a menos que se cuide adecuadamente. También ayudaría mucho dejar de comer las golosinas de Reita, incluso si eso significa decir adiós a las adorables rabietas que el bajista monta. Sonríe sintiéndose más despierto.

—Cosas posibles, Yutaka.

Kai se sorprende cuando, en lugar de burlarse de él por su deseo imposible, Reita resopla molesto. Al parecer el bajista hablaba en serio respecto a lo del regalo. Pensar que Reita está pensando con tanta seriedad en un presente para él, le hace sentir lo suficientemente animado como para esconder una sonrisa y decir:

—Bien, me gustaría que Akira empezara a comer sus verduras.

Reita sonríe y no responde. Tal vez es más fácil que Kai en el próximo chequeo médico esté más saludable que el resto a que Reita coma adecuadamente sus verduras sin chistar un poco.

En lo que restó del camino, Reita estuvo muy pensativo, anotando y rallando cosas. Y así, otro día se va.

 

—¿Irás a ver a tu familia?

—No, pasé la Navidad con mamá y dijo que quería ir a las aguas termales con la abuela para año nuevo. No importa como lo veas, sería raro que fuera con ellas.

—Sí, porque ya estás viejo, Kai —Reita rió de buena gana con su chiste. Por supuesto que un hombre de treinta y tantos acompañando a su madre y abuela a las aguas termales no era especialmente idóneo. Pero quizás Reita olvidaba que él era mayor que Kai por algunos meses y había llevado a su madre a bailar. Aunque la vergüenza en realidad la había pasado la señora por lo mal bailarín que su hijo era. Kai afortunadamente apenas pudo morderse la lengua a tiempo para no recordarle un sinfín de anécdotas vergonzosas con las cuales callarle.

—¿Entonces está bien que estemos juntos en año nuevo?

Afortunadamente a tiempo. No había manera de que Kai rechazara eso.

A cinco minutos de ser 2016, Reita le tendió su libreta de apuntes a Kai. Eran sus propósitos de año nuevo que durante días había ido enlistado. Curiosamente, la mayoría estaban tachados, incluyendo lo de comer verduras. Kai levantó la mirada y se encontró con la cara abochornada del bajista. Quizá era su eterna benevolencia para con Reita, pero Kai encontraba más valor en proponerse dos o tres cosas y cumplirlas, que prometer cincuenta cosas de las que después no se iba ni a acordar.

—Este parece difícil —señaló en la libreta. Reita estiró el cuello y leyó.

—Pero lo haré —sonrió—, compondré tanto que Ruki y Uruha estarán celosos.

—También lo creo.

—¿Tú no te has propuesto nada?

No, no lo había hecho. Después de tantos años, Kai había aprendido que se propusiera o no las cosas, él debía hacerlas.

—Bueno, hay un montón de cosas que me gustaría hacer, pero es posible que se me olviden o que no tenga tiempo para cumplirlas. Así que he decidido que hay solo una cosa que me gustaría hacer para este año y para los que siguen.

—¿Qué es? —Los propósitos de año nuevo deberían de ser personales, pero si ellos eran una pareja, estaba bien compartirlos.

Con contados segundos para que acabara el año, Kai respondió a la curiosidad de Reita con una cadenciosa y dulce caricia en los labios.

“Pasar más tiempo contigo.”

 

Notas finales:

Solo esto se me ocurrió para decir a todo el mundo que me lee ¡Feliz año nuevo!


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