La tensión era palpable en la amplia oficina, en ella resaltaba la presencia de un par de hombres jóvenes, estos no pasaban de los 17 años y su semblante estaba oscurecido ante las palabras de su director y jefe.
-Usted debe estar bromeando ¿cierto?-el mayor de ambos miro con desconcierto al hombre frente a ellos- ¡dígame que es una broma!
-Me temo que no es asi-respondió- ustedes fueron elegidos directamente por el consejo para que tomen este caso y sus padres dieron su autorización, no puedo hacer mucho chicos, después de todo su perfil es realmente llamativo, jamás han fallado una misión.
-¡Me niego rotundamente!-al fin el menor hablo, sin sorprender a alguien con su respuesta- ¡mi arduo entrenamiento en la academia no fue para esto!
-lo sé, lo sé y lo lamento pero no se puede hacer nada Naruto-kun, Deidara-chan pero no tenemos otra opción- el rubio hizo silencio junto a su hermano- ustedes son los más jóvenes en todo el lugar además por la neutralidad que aún tienen sus físicos hace más fácil su infiltración.
-ya veo- susurro Deidara dándole la razón al hombre que se encontraba deprimido ante tan absurda situación- ¿pero quiero saber por qué se hace necesario que tengamos que travestirnos para esto?
-Actualmente existe un problemática de grado mundial a raíz de la venta masiva de una droga llamada “blue bird” y lamentablemente Japón es el foco infeccioso, tras meses de una fuerte investigación se descubrió que la yakuza japonesa fue la encargada de la creación y venta de la droga pero dentro de miles de clanes que solo conviven en Tokio aún no se ha podido especificar cuál es el responsable- narro el hombre con semblante serio.
-sí, es muy malo, pero ¿dónde entramos nosotros?-Naruto estaba impaciente por conocer una razón válida para que él tenga que vestirse de chica.
-a eso quería llegar antes de tu interrupción, aunque no sabemos con certeza que clan es el responsable logramos encontrar el lugar exacto donde se distribuye al resto del país-el hombre saco un folder de color blanco entregándolo al mayor de los rubios, este lo leyó con detenimiento.
-Konoha High School- leyó sorprendido Deidara- asi que el lugar es un prestigiosa escuela de Tokio, no sé por qué no me sorprende, pero si este es el caso ¿porque no simplemente vamos con alumnos varones?
-¡Cierto! ¿Para qué tanto problema?-se quejó Naruto
-hay radica el problema Deidara-chan, la droga solo es manejada por mujeres, alumnas de todas las edades dentro de la elite que frecuenta esta prestigiosa institución, por lo cual deben infiltrarse y ganar la confianza de sus compañeras y de una u otra manera llegaran al responsable- explico
-si ese es el caso…-antes de que Deidara aceptara tomar el caso su jefe interrumpió
-antes debo aclararles algo- ambos rubios pusieron atención- esta institución es algo particular aparte de la ya mencionada problemática, en ese lugar las alumnos son comprometidos entre ellos ya que como supondrán todos son de apellidos de alta alcurnia y las familias aprovechan esto para casar a sus hijos de manera inmediata con el mejor partido, sé que ese tipo de actitudes codiciosas y egoístas son arcaicas pero ustedes no pueden ser una excepción a esa regla.
-¿Qué está queriendo decir?- preguntó con algo de terror Naruto.
-con sus nuevas identidades se sumaras compromisos arreglados para ambos, no deben preocuparse ya cumplida la misión estos serán rotos y volverán a su realidad cotidiana.
-¿se podría saber quiénes son ellos? –
-claro que si Deidara-chan, el consejo los escogió por que al igual que ustedes también están a cargo de esta misión y tienen vuestras edades, la única diferencia es que ellos son Japoneses y ustedes americanos, por ahora no puedo especificar nombres pero si puedo adelantarles que son pertenecientes a uno de los clanes más poderosos de oriente, el clan Uchiha.
-podría dejar el “Kun” y el “chan”, es irritante, no estamos en Japón-
-pero si ustedes son de familia japonesa, además se oye tierno- comento burlón el jefe
-bueno, eso nos alivia un poco-soltó Deidara para volver a la conversación principal.
-algo más, los jóvenes no tienen conocimiento de que en realidad son hombres, aun que vamos a cooperar con la justicia japonesa no podemos confiar en ellos, deben tener sumo cuidado con ellos en sus horas de convivencia pre-marital-
-¿pre-marital?-Naruto se estaba cansando, ellos no podían hacer más que preguntas acerca del caso como un par de estúpidos.
-como prometidos deben convivir para mantener apariencias, sin más pueden retirarse, mañana a primera hora sale su vuelo a Tokio-
-espere un segundo, y si no aceptábamos el caso que sucedería con ese vuelo-
-sé que no se negarías, llevan en las venas la justicia como sus padres- ambos se levantaron y se despidieron- ¡mándenle mis saludos a Minato y a Kushina!
-asi lo haremos
Un tanto cabreados los hermanos Namikaze se dirigieron a su hogar, Deidara manejaba su auto, su mirada parecía concentrada en el camino pero en realidad divagaba en nostálgicos recuerdos.
“-Deidara prométeme que volverás a Japón- el en ese entonces pequeño rubio volteo a ver su amigo que lo miraba con semblante neutro pero que en el ébano de sus oscuros ojos se podía observar la tristeza.
-claro que volveré no me quedare para siempre con ese poco de gente estirada que vive en el extranjero, entonces podre ser tu esposa- el rubito no dude en soltar esas llamativas palabras al que consideraba su mejor amigo y amor eterno… esa fue la última que se hablaron, ya que al día siguiente su familia tuvo que huir del país para nunca volver”
-pronto nos volveremos a ver, cueste lo que me cueste y cumpliré nuestra promesa-susurro de manera inconsciente el mayor.
-hermano ¿con quién hablas?-pregunto curioso Naruto pero Deidara negó.
-¡con nadie Naruto-kun!-
-¿tú también vas con ese cuento del “Kun” y el “chan”? ¡Qué molestia!-Deidara no pudo evitar reír ante la expresión mosqueada de su hermanito
-deberás acostúmbrate, en Japón tratar a una persona simple y llanamente por su nombre puede llegar a ser una gran ofensa-
-esto será una completa molestia, espero que por lo menos tengamos un equipo decente con el que trabajar-
-sí, yo también espero eso- respondió mientras en su mente resonaba el apellido de su prometido “Uchiha”, acaso podría ser el…