Ya que Amor Yaoi no acepta un fic de menos de 500 palabras, dejo las notas referentes a este capítulo acá.
Realmente, no pude hacerlo más largo ><
Sinopsis: Shota se enoja con Ryuhei porque siempre resulta ganador en cuanto a juegos de video se trata. Pero él encuentra una forma de endulzar su momentáneo amargo carácter.
Notas: Sí, hoy realmente es el día de la frutilla (en Japón) xD
Día 03: Jugando videojuegos o mirando una película.
¿Es necesario leer el capítulo anterior?: No.
-------------------------------------------
— Sí… Así… No pares… No, no, no, no — Ryuhei levantó ambos brazos en alto —. ¡Sí!
— Estoy harto de perder, ¿sabes? — Le recriminó Shota, sentado, igual que el dueño de casa, en el suelo, ambos jugando un partido de fútbol. Suspiró y lanzó el control al suelo.
— No te enojes, Sho-chan — Le pidió el morocho —. Es sólo un juego.
— Te juro que mañana voy a ir con Shin-chan a pedirle consejos para formar mi equipo y ya verás cómo logro ganarte. Claro, para ti es fácil porque ya conoces las reglas del juego, los trucos… No es justo, Maru.
Sin poder detener su risa, Ryuhei se abalanzó sobre él y lo abrazó con ternura, besando luego sus cabellos.
— Ya sé. Espérame aquí, ¿sí?
El morocho se levantó y Shota se sentó contra el sillón, apoyando su cabeza sobre los almohadones. Desde esa perspectiva, simplemente girando un poco su cabeza, vio a Ryuhei regresando con dos platos y una caja de una pastelería.
— ¿Qué es eso?
— Ah… Es que hoy recordé algo y pensé en comprar esto para cuando estemos juntos — Dijo el morocho, sacando de la caja un pequeño pastel con un decorado de frutillas.
— ¿Y esto?
— Feliz día de la frutilla.
— La revancha vas a tenerla de todos modos…
— Cuando gustes. Por ahora, dejemos esto en calma y comamos un poco, ¿te parece?
— No importa la situación, tú siempre vas a tener ganas de comer.
Ryuhei rió sinceramente ante la acotación del pelirrojo antes de servir una generosa porción en cada uno de los platos.
— Toma — Le dijo a Shota, sosteniendo una frutilla con el tenedor y extendiéndosela al aludido.
— ¿Para mí…?
— Sí. A ti te gustan mucho, ¿no?
— Podrían empezar a gustarme ahora — Shota recibió la frutilla en su plato, agradeciéndole a Ryuhei con una reverencia —. Oye, Maru… ¿Me enseñas los trucos para ganarte este juego?
— ¿No era que ibas a ir con Hina?
— ¡Pero quiero ganarte ahora!
— Está bien, está bien, terminemos de comer y te enseño algunos trucos.
— Gracias, prometo esforzarme para ser un digno rival tuyo.
— De nada — Dijo el aludido —. Espero que así sea.
— Toma.
— ¿Mh?
— La frutilla que me prestaste.
— Ah… No lo hice para que me la devolvieras…
— Está bien, el pastel tiene bastantes frutillas.
— Porque yo lo pedí así.
— ¿Y para quien lo pediste?
— Para una persona que es muy especial para mí.
Cuando se miraron, ambos sonrieron, sin saber muy bien por qué.