Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

An entire month with you (& ur luv) por BombayLove

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Charlando en casa de Ryuhei, él decide, junto con su pareja, ir hasta Akihabara sólo para ponerse un par de trajes de cosplay.

Día 09: Saliendo con amigos.

¿Es necesario leer el capítulo anterior?: Nop.

El brillante sol se alzaba en el cielo, al mismo tiempo que Shota salía de su hogar desde hacía aproximadamente cinco años, cuando la familia Yasuda había llegado al orfanato para encontrarlo a él y hacerle un cálido lugar a su lado.

— ¡Mamá! ¡Me voy! — Exclamó, puertas adentro.

— ¡De acuerdo! ¡Cuídate!

El muchacho sonrió, antes de agarrar su bicicleta e ir donde siempre se encontraba con sus antiguos amigos, sus antiguos compañeros en el orfanato.

Poco a poco, cada uno fue siendo adoptado, no sin antes prometerse entre ellos que jamás perderían el contacto, sin importar lo que el destino les deparara.

El lugar de encuentro era una pequeña plaza en la prefectura de al lado. Ya que no quedaba tan lejos como para ir en tren, pero tampoco tan cerca para ir caminando, decidió usar la bicicleta de su hermana mayor, quien se la prestaba siempre y cuando, la trajera sana y salva.

Esa siempre era su condición, desde hace cinco años.

Pero este año en particular era uno bastante especial, ya que uno de sus mejores amigos (en realidad, todo el grupo lo era, o al menos eso era lo que les hacía creer al resto) regresaba de estar dos años en Europa.

Su mejor amigo.

Ryuhei había sido adoptado por una familia japonesa, pero por asuntos laborales, debieron mudarse a Francia, donde aprendió el idioma. A diferencia de la familia de Shota, Ryuhei era hijo único. La razón por la cual fue adoptado fue por la incapacidad de sus adoptantes de tener un niño propio.

Pero, apenas cumplió la mayoría de edad, cuando recibió una llamada de felicitaciones por parte de Shota, le advirtió que aunque sea unos pocos días, pero iría a verlo en la reunión anual, sea como sea.

 

A diferencia del resto de sus amigos, Ryuhei llegó a lo último, corriendo, aún con un incómodo traje de saco y corbata.

— ¡Wow! ¡Miren, chicos! Ya tenemos un abogado para cualquier inconveniente que tengamos — Dijo Ryo, sentado sobre los respaldos de uno de los bancos de la plaza, en referencia al recién llegado, quien le sonrió de lado.

— Veo que todavía tu sentido del humor no ha cambiado, ¿no, Ryo-chan? — Le dijo Ryuhei —. ¿Cómo están?

— Hambrientos — Dijo Tadayoshi, sobándose el estómago.

— Tú siempre tienes hambre — Reconoció Shingo.

— Pero, ¿no es extraño teniendo en cuenta que vive en un restorán? — Preguntó Subaru.

— Sí, en el de la familia de Ryo — Dijo You, ocasionando que el dúo se mirara y se sonriera.

— Técnicamente, el restorán pertenece a ambas familias — Reconoció Ryo.

— Yo adhiero a la propuesta de Okura — Dijo Ryuhei —. ¿Tú qué dices, Sho-chan?

— Por mí está bien — Reconoció el aludido, con una sonrisa.

— ¡Muy bien! ¡Sho-chan ha hablado! — Exclamó Ryo, con ambos brazos en alto —. ¡A comer, se ha dicho!

Pasaron la tarde de una forma maravillosa, extraordinaria, olvidándose de todos los momentos malos vividos en el orfanato y sólo recordando lo bueno, lo que estaban viviendo actualmente y de lo que esperaban hacer en el futuro. Como solía suceder entre ellos, siempre iban separándose mientras caminaban por una avenida hacia el norte. Siempre eran Ryo y Tadayoshi los primeros en irse. Shota dedujo el lugar adónde terminarían su caminata, debido a que múltiples veces los había visto besándose de refilón. Le gustaba que el grupo siguiera unido o, al menos, dos de sus integrantes, y que nunca olvidaran su origen, ni el lugar donde se conocieron los siete.

Delante de Ryuhei y él, los tres mayores, Shingo, Subaru y You, hablaban de cosas que no lograba escuchar del todo, ya que a diferencia suya, ellos caminaban dando grandes zancadas.

— ¿Cómo estuvo el viaje? — Le preguntó Shota.

— Bien. La verdad es que me la pasé durmiendo.

— ¿Y eso por qué? Debe ser hermoso ver las nubes desde allá arriba.

— Es que no pude dormir la noche anterior pensando que venía a verlos.

— ¿Cuánto te quedas?

— Hasta mañana.

— ¿¿En serio??

— Tengo que estudiar — Reconoció el aludido —. Me dejaron venir con la condición que me volviera lo más pronto posible. Es más, apenas les dije a mis padres que vendría a visitarlos, mi padre ya mandó a sacar mis pasajes de ida y vuelta.

— Guau… Aún cuando eres mayor de edad tus padres no te dejan en paz…

— En Francia, hace dos años que soy mayor de edad…

— ¡¿Ehh…?! ¿En serio?

— Sí. Pero quise hacer las cosas bien, sin apresurarme. Preferí quedarme hasta que en Japón también fuera considerado un adulto, por las dudas — A medida que Ryuhei hablaba, Shota fue disminuyendo sus marcha, hasta quedarse de pie, quieto, a unos pocos metros detrás del aludido —. ¿Sho-chan?

— Es decir que…, ¿yo no te importé? — Susurró.

— ¿Qué? — Le preguntó Ryuhei, con una sonrisa, acercándose a él —. No te oí.

— Que yo no te importo — Volvió a susurrar el más bajo, levantando su vista.

— Claro que me importas, Sho-chan — Reconoció Ryuhei.

— Entonces, ¿por qué no viniste antes? ¿Por qué me dejaste solo?

— Ya hablamos de esto, Sho-chan… Te dije que era imposible venir más seguido ahora que estoy en la universidad…

— Pero…

— Sé que nuestras charlas por video llamadas van a dejar de ser suficientes, pero quiero que sepas que el tiempo que pasamos charlando es demasiado importante para mí — Le dijo, acariciando sus cabellos y atrayéndolo a él para abrazarlo —. Sho-chan…, tu familia te ama. Nunca lo olvides — El aludido levantó la cabeza para decirle algo, pero Ryuhei lo calló posando uno de sus dedos sobre sus labios —. Tampoco olvides que yo también lo hago. Estuve una semana entera siendo un manojo de nervios pensando en el día de hoy, en el día en que, aunque sean unas horas, estaría junto a ti. Nunca olvides cuánto te amo — Shota no pudo evitar que un par de lágrimas cayeran de sus ojos, aferrándose al saco de Ryuhei, ahogó todo el llanto y, por un breve instante, su mundo se achicaba hasta centrarse sólo en la calidez de aquel abrazo, en los sentimientos que una vez más, Ryuhei le hacía sentir. Un amor tan hermoso que no habían palabras para lograr describirlo —. Je t'aime.

— ¿Qué? — Preguntó Shota,  levantando un poco la cabeza para mirarlo.

— Aprende francés y lo entenderás — Bromeó Ryuhei, sin aflojar el agarre de sus brazos alrededor del cuerpo del más bajo.

Notas finales:

¡Gracias por leer! ♥ ^3^ *chu~*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).