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Bonanza por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Los personajes de "Kyo Kara Maou " pertenecen a Temari Matsumoto y a Tomo Takabayashi

 

 

Huésped en casa propia

 

 

 

Al fin tuve un poco de tiempo para regresar a la Tierra, no me mal entiendan, en verdad me gusta Shin Makoku y no tiene que ver con que yo sea el Rey, no, Shin Makoku tiene su propia magia que captura el corazón desde la primera visita… y, al fin, después de algunos años tengo el tiempo suficiente para ir por una temporada a visitar a mi familia.

Pero, no estaba preparado para lo que encontré. Pareciera que pasaron décadas, estoy consciente que el tiempo entre dimensiones no es el mismo, pero, verlo, comprobarlo… no es lo mismo. Mis padres, ¿Cuándo envejecieron tanto? Sus cabellos están más blancos, sus rostros están tapizados de líneas de expresión, sus movimientos son más lentos y siento que tienen dudas en reconocerme.

 

Nada aquí es similar 
desconozco a todos los demás 
las caras y las casas desiguales.

 

Tal vez, en un par de años terrestres, ellos en verdad no podrán reconocerme. Me miran con ternura, con el amor de padres por su hijo pero, cuando se distraen, cuando parecen olvidar que aquí estoy, en sus ojos hay duda, hay precaución, se ponen alerta como si fuera a atacarlos… como si fuera a dañarlos.

Shori no está, aún no ha llegado, sus responsabilidades como Maoh de la Tierra aún no le dan el espacio para venir a verme aunque me aseguró que vendrá lo más pronto posible… creo que si no fuera por su secretaria él ya se habría fugado, pese a lo mayor que se ve, muy parecido a papá, sigue teniendo su ‘complejo de hermano’. Las cosas sí que han cambiado.


Desconfiados me ven,
me preguntan con duda;
"¿Eres tú? ya no estoy seguro".

Aún en casa, en esa casa donde crecí, en el umbral que atestiguó mis llegadas de la escuela: tarde por perderme en el camino de regreso, con prisas por temor a la obscuridad de la noche, con raspones y golpes provocados por el entrenamiento del equipo de beisbol, con mi uniforme oficial del equipo escolar; con lágrimas contenidas, con sonrisas, con gritos, con cansancio, con sonrojos por vergüenza… es umbral tan querido y silenciosos, me es desconocido.

Me siento extraño, me siento más como un invitado que en mi casa, siento que ya no pertenezco más. ¿En verdad, tanto tiempo ha pasado? No es justo, no me di cuenta, ¿En qué momento pasó? ¿Por qué mi propia casa, la casa de mis padres, se siente fría y ajena?


Ya llegue al lugar que pensaba era mi morada,

 pero creo que no voy a desempacar, ya no es mi hogar;

Reflexionando en la parte trasera del jardín, noté el calor sofocante, es esa estación del año que los estudiantes añoran tanto. Es esa estación del año que en mi niñez disfrutaba con entusiasmo, en campamentos, en ligas de mi deporte favorito, esa estación en la que disfrutaba el dormir hasta tarde y que un helado era el paraíso.

Todo parece tan lejano, nítido pero lejano.

El tiempo que puedo estar aquí… cada vez siento que sería mejor acortarlo. Extraño Shin Makoku, extraño mi reino, extraño a Conrad, extraño a Greta, extraño a… Wolfram. Los extraño a todos. Quizá, es hora de irme… a casa.


El verano llego,
casi al mismo tiempo que yo
ahora solo pienso en el invierno.

La calidez que recordaba de esta casa, ya no está, ya no es para mí. La protección se ha desvanecido para mí. El confort no es posible, no para mí. Mis padres siguen olvidando que yo soy… yo, el que los años no se presenten en mí, que aún siga luciendo de dieciocho cuando tengo muchos más años les tiene confundidos, lo olvidan, los confundo en su propia edad. Lo que tanto extrañaba… ya no lo siento más.

Al contrario, cada vez pienso más en Shin Makoku y en toda la gente que allá me espera.


Para mí aquí no hay más,
la riquera ya la deje atrás,
mejor voy de regreso a ella.

Con la decisión de volver al que ahora era mi mundo, compartí una última comida con mis padres, compartimos anécdotas de cuando era niño todavía, reímos por los recuerdos, los momentos extremadamente graciosos nos sacaron algunas lágrimas; les pregunté sobre sus planes, les pregunté sobre su salud, les pregunté si reconsideraron ir conmigo a Shin Makoku, les dije que… posiblemente, no podría volver durante un tiempo.

Ellos están al tanto del flujo del tiempo entre dimensiones, así que entendieron, quizá, la próxima vez que regrese… ellos ya no estén.


Ya llegue al lugar que pensaba era mi morada,

 pero creo que no voy a desempacar, ya no es mi hogar;

Me sentí horrible, prácticamente les estaba diciendo que no los volvería a ver. Pero, lo que sus rostros demostraron, una mezcla entre entendimiento y agradecimiento, la aceptación… me confesaron que eso es algo que ellos mismos me iban a pedir. Dijeron que, estaban orgullosos de mí, que estaban agradecidos por haber sido su hijo y haber crecido para ser un buen Rey… pero, que sería mejor para todos si yo ya no fuera a visitarlos.

Hablamos más… nos despedimos… me abrazaron como cuando se despide a un hijo que parte a un lugar desconocido y lejano… mi madre me dio un beso en la frente… mi padre me dio la mano y un abrazo como el que se les da a un hijo cuando se le reconoce que ha crecido como un hombre de bien… no faltaron las lágrimas, les di a cada uno un beso en la frente, les dije lo mucho que los amaba y, miré por última vez la casa de mis padres.


ya llegue al lugar que quiero amor sincero, pero,

creo que ya no sigue siendo igual, no es mi hogar.

Pasé mi vista sobre la mesa en la cocina, el comedor, la sala, los pasillos de la casa con olor a madera… vi la puerta de mi cuarto, vi la puerta del cuarto de Shori y pensé que saldría en cualquier momento a hacer una de sus escenas… vi la puerta del cuarto de mis padres y pensé en esas veces que cuando era niño y tenía pesadillas corría hacia esa puerta en busca de protección… pensé, que tal vez esta era la última vez que vería esa puerta que significó mucho para mí.


¡Hey, hey!
dejo aquí mi alma
mi bonanza se acabó
lo siento corazón

 

Volví a ver a mis padres… a mamá… a papá… les dije adiós y entré al baño. La tina estaba llena, me sumergí en el agua y me dejé arrastras lejos de la casa de mis padres, lejos de ellos, hacia mi hogar.

 

¡Hey, hey!
dejo aquí mi alma
mi bonanza se acabó
lo siento corazón

 

Resurgí en la piscina del baño del castillo… me quedé ahí, sumergido en mi soledad, esa soledad que causa cualquier despedida. Lloré un rato, me sumergí en mi tristeza, y luego sentí que un par de cálidos brazos me envolvían. Ese aroma lo conocía, ese embriagante aroma le pertenecía a Wolfram.

 

(¡Hey, hey!
dejo aquí mi alma
mi bonanza se acabó)
lo siento corazón

 

Levanté mi mirada y ahí estaba él. Mostrándome su apoyo incondicional. Me susurró que Murata lo envió, le dijo que probablemente necesitaba compañía. Sonreí, el Gran Sabio siempre al pendiente de mi estado de ánimo, mi amigo. Y Wolf, siempre ahí, silencioso esperando a que le hable para que luego él diga todo un repertorio de un montón de cosas que casi no le pongo atención… pero, mientras, mientras quiero sentir el calor que este hermoso demonio de fuego me ofrece sin condiciones, embriagándome con su aroma, sintiendo su confort.

 

(¡Hey, hey!
dejo aquí mi alma
mi bonanza se acabó)
lo siento corazón, ya me voy.

 

Tan solo susurré un ‘estoy en casa’ y puedo jurar que escuché un ‘bienvenido’ de parte de Wolf.

 

 

 

Fin.

Notas finales:

Gracias por leer.


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