Wo Bist du?
Se sentó en aquella banca del jardín estudiantil suspirando por lo bajo, dirigió su mirada a su entorno viendo a diferentes compañeros suyos salir del instituto, unos con sus padres y otros en grupo seguramente a pasar el fin de semana entre amigos.
Se estiro un poco y saco uno de sus libros para leer, él no era el tipo más sociable del mundo, eso y su manera de expresarse nunca le ayudaban en nada haciendo en su entorno muchos mal entendidos.
Sinceramente hubiese preferido una educación en casa pero su madre se reusó a ello alegando de que era bueno que compartiera con otros, que ella cuando había asistido al instituto… bla bla bla, estaba harto de las historias de su juventud, claro eso nunca se lo diría ni a ella ni a nadie así que se limitaba a sonreírle levemente cuando se ponía tan emocionada por ello.
La única cosa que al parecer le emocionaba y le hacía feliz.
Su padre simplemente decidió que él ya era suficientemente grande para tomar sus propias decisiones en ese aspecto y que él estaría de acuerdo con lo que eligiera.
¿No hace falta decir que eligió verdad? Adoraba a su madre como para negarle un pequeño capricho, estaba seguro que su padre igual.
-hey!
Sintió como movían sus cabellos caobas y miro molesto a aquella persona, cabellos blancos ondulados caían elegantemente hasta los hombros y ojos azules divertidos a su enojo.
-Adler
Le saludo de mala gana mientras este se sentaba a su lado, detestaba a aquel tipejo era más alto que él y por mucho, más fuerte.
Era todo lo contrario a su persona y por eso lo detestaba… Bueno decir que lo detestaba era mentira, en realidad envidiaba ciertas cosas que el ojiazul tenía y que él no podía tener, como su familia.
-hey!! Tierra llamando a Derian
Le miro algo molesto porque chasqueaba sus dedos cerca de su cara, le dio un manotazo
-que?!
Escucho la risa del otro
-que mi padre me llamo, dijo que tu padre le había pedido que te llevase también porque no podría venir a por ti así que “ho! Señor de los ceños fruncidos” vas a estar en mi casa
-bien!
Se enfrasco de nuevo en su lectura, o al menos eso intento, le incomodaba la presencia del otro y no podía concentrarse.
La familia de Adler eran solo su tío Zero y Rido Kuran, eran una pareja rara debía admitir, pero se entendían y en su hogar nunca se sintió incomodo como en el suyo propio.
Sus padres hace mucho tiempo no compartían con él al estar tan ocupados en sus actividades, y aunque pensaran que él siempre vivía en su mundo si notaba como entre ellos ya no había más que aquel cariño fraterno que deben tenerse los hermanos.
Se preguntaba a veces, solo en su habitación, si su madre no pensaría todas las noches en su tío Zero, en que talvez no debió dejarle ir.
Sintió una fragancia deliciosa y suspiro, luego unos brazos rodeándole y reacciono.
-Adler!!!
Escucho la risa del otro y comenzó el forcejeo, el maldito demonio tenía esa manía de acorralarle cuando estaba distraído, como esa de amedrentar a quien se le acercara.
-quieres comportarte por favor?
-cuando me he comportado?
Escucho el claxon de un auto y como Adler se separaba de él, suspiro en alivio aunque extrañamente sintió frío.
-te salvo la campana “señorito quiero fingir que no quiero que me toques”
Se sonrojo y tomo sus cosas dirigiéndose al auto de su tío molesto mientras Adler se la pasaba de lo lindo tras él riendo.
-buenas tardes tío
Saludo subiéndose al coche y Adler tras él
-Adler que le hiciste a Derian esta vez?
Vio como él peliplata a su lado dramatizaba como si aquello era una ofensa, suspiro y miro por la ventanilla no quería oír el “dime que te diré de esos dos” en realidad eran padre e hijo? Como podía más bien parecer que pelearan como perros por territorio?
Eso le dio una leve punzada en el pecho, él no sabía que era compartir en si con un padre así que no podía opinar exactamente si aquel comportamiento entre el peliplata ojiazul y el bicolor castaño era normal, eso y esa punzada en el pecho le molestaban.
Llegaron a la casa de sus tíos y se dirigieron al salón a saludar a su tío Zero. Vio el beso amoroso, aun entre sus sarcasmos habituales, entre sus tíos y como Adler los separaba para decir que era su turno de “tener a su papá” causando risas en su tío Zero y un gruñido en su tío bicolor.
Suspiro sintiéndose repentinamente cansado y con aquella molestia en el pecho creciendo, finjio una sonrisa al sentir la mirada interrogativa de su tío ojiamatista sobre él.
-Derian te sientes bien?
Le abrazo susurrando un leve “si”
Sabía que su tío le quería como si fuese otro hijo, es decir fuera del presumido, vanidoso y coqueto Adler.
Se dirigió a la habitación que le asignaban cada que llegaba a ese hogar, uno que no tenía e envidiaba, porque todo lo que sentía debía ser envidia.
Aquellos hermosos amatistas miraron a aquel pelicastaño subir a su habitación y suspiro, definitivamente les daría su merecida paliza a Yuki y a Kaname.
¿A dónde era que había guardado su bloody rose?
Respingo al sentir un apretón en su retaguardia y miro ceñudo al causante
-no te metas
Suspiro y se abrazó a su esposo
-donde está mi bloody rose?
Escucho aquella risa cómplice y se besaron, ¿para qué iban a negar que a ambos les molestaba la actitud actual de Yuki y Kaname? Además, ambos sabían que si alguien los ponía en su lugar era él.
Se separaron mientras Rido se dirigía a buscar aquella arma, estaba más que seguro que por el brillo de aquellos ojos bicolor que por otra cosa.
Sonrió y se dirigió a la sala, se sentó junto a su hijo y le golpeo en la cabeza
-que!!!
Sonrió de manera amenazante a “su retoño” y este solo rodo los ojos
-que sea rápido papá
-porque molestas tanto a Derian?
Lo vio sonreír igual a su padre bicolor y supo que no le contestaría nada
-sabes muy bien…
-lo se, lo se… no lo hago por dañarlo
Le vio estirarse y levantarse
-parte de que nadie le hable es tu culpa Adler!!!
Le escucho suspirar
-lo se papá
Le vio arquear una ceja como él solía hacerlo y negó, ¿Por qué solo había sacado las cosas del demonio de ambos?
Sintió un beso en su mejilla y como aquel demonio, ahora más alto que él, se retiraba
-rido kuran!!!
Caminaba por el pasillo en dirección a su habitación sonriendo
Bien! En realidad no mentía en cuanto que no hacia las cosas para lastimar a Derian, es solo que él era malditamente observador.
Derian sentía algo por él y bueno, solo quería darle el empujón necesario para que lo notara, ya luego se encargaría del resto.
Después de todo él era Adler Kuran Kiryuu y en ninguna pequeña parte de su ser corría sangre derrotista.
-Ich liebe dich...Als du mich geliebt hast, Als du mich noch geliebt hast Die schönen Mädchen sind nicht schön Die warmen Hände sind so kalt Alle Uhren bleiben stehen Lachen ist nicht mehr gesund und bald Such ich dich hinter dem Licht …Wo bist du? So allein will ich nicht sein Wo bist du?
Tarareo fragmentadamente aquella canción mientras se dirigía a su alcoba pensando alegremente en lo poco que faltaba para que Derian cayera en sus brazos.