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Tirado en la bañera por CWC

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Notas del fanfic:

Holaaaaaa ^^

Me paso por aquí para dejaros este OneShot del adorable ChanBaek <3

Espero que os guste :D

           -¿Estás preparado?- pregunté con felicidad dirigiéndome a mis compañeros de piso- yo estoy de los nervios- informé con rapidez adelantándome a sus comentarios.

            -Si no me lio con alguien hoy me voy a deprimir- soltó Kyungsoo mientras que se iba abrochando, botón por botón, la camisa.

            -Seguro que pillamos, ¿verdad, Luhan?- el nombrado asintió concentrado completamente en la luminosa pantalla de su móvil.

            -¿Estás bien?- Luhan volvió a mover su cabeza dando una respuesta afirmativa- te noto pensativo- se cuestionó Kyungsoo algo sorprendido por la extraña actitud del mayor.

            -Estoy ideando un plan. Necesito emborrachar a Sehun para acostarme con él- su expresión feliz cambió al instante por una triste, para continuar hablando- pero en internet no viene nada.

            -Estás loco- solté con resignación arreglándome los salvajes pelos del flequillo que caían sobre mi frente.  

No pasaron ni cinco minutos para que el timbre de nuestro piso se escuchara por cada una de las habitaciones. Chen y su cariñoso novio, Xiu Min, pasaron a recogernos en su nuevo coche de estudiante. Gracias a nuestra amistad la pareja se ofreció a llevarnos a los tres a esa animada fiesta a la que asistirían todos los del campus universitario.

Había tanta gente en aquella casa que nos costó hasta el simple hecho de poder entrar por la puerta. Los cinco nos fuimos chocando con la mayoría de los asistentes de esa esperada y deseada fiesta. Algunos ya iban borrachos, otros simplemente se mantenían abrazados románticamente y, la mayoría de la gente, ya habían empezado a devorar bocas, como si les llevara la vida en ello.

Antes de juntarnos con el resto de nuestro grupo de amigos, los cinco nos dedicamos un brindis, asegurando, con la voz muy firme, que esa noche lo íbamos a pasar en grande. Al bajar aquel fuerte líquido por mi garganta sentí todo mi interior arder, sin embargo, eso no me hizo cuestionarme repetir con Kyungsoo un segundo trago.

Por culpa del cargado ambiente del lugar acabamos perdiendo al peligro de Luhan. No nos entretuvimos en buscarlo, seguro que había corrido desesperado al ver a su querido Sehun.

El alcohol y lo animado que estaba todo me hicieron cometer la tontería de presentarme, con dos besos en la mejilla, a Kris y a Suho. Seguro que quedé como un completo idiota al hacer eso a los dos hijos de mis profesores de matemáticas y física. Aun así, en ese momento me importó poco lo que ninguno de los allí presentes pudiera pensar de mí.

Seguí con lo mío sintiendo el ritmo de la música junto a D.O. Ambos nos habíamos dirigido al salón, donde se había simulado una pista de baile con la música verdaderamente alta. Chen y Xiu Min se habían perdido minutos atrás, en realidad se habían dirigido a por bebidas, pero en ningún momento regresaron.

            -Jongin me está tocando el culo- susurró mi querido amigo después de un rato moviéndonos lo más seductoramente posible.

            -Ya sabes, diviértete- bromeé giñándole el ojo.

Tras aquella información decidí apartarme de allí para darles más espacio. Me bebí otra copa mientras que pensaba lo que podía hacer después de perder a Kyungsoo. Eché un ligero vistazo a la fiesta, eran las tres de la mañana y la probabilidad de que encontrara a alguien se veía bastante difícil, más bien, imposible.

Me moví por la casa sin rumbo, dejándome llevar por los grupos que me iban empujando. Subí las escaleras bebiéndome una cerveza, que uno de mis compañeros de clase me había tendido al verme. Me dirigí al baño deseando que no hubiera nadie dentro, no podía esperar.

Una vez en el interior de aquellas cuatro paredes, tomé asiento, suspirando, repitiéndome mentalmente lo mal que me encontraría al día siguiente si seguía bebiendo. Empecé a acariciar mi miembro, adentrando mi mano por debajo de mis bóxers. Al estar en completa soledad me permití soltar algún que otro gemido.

            -Siento cortarte el rollo, pero si sigues gritando tanto vas a conseguir que me ponga- miré a todos lados asustado, no me había percatado de la presencia de nadie más en el baño.

            -Lo siento ... -contesté avergonzado. Aquel chico me estaba observando tirado sobre la bañera.

            -No te preocupes, puedes seguir. Voy tan pedo que seguramente mañana ni me acuerde de esto- me sonaba su cara, pero no llegaba a identificarle- solo estoy aquí por si me vuelven a entrar ganas de vomitar.

            -Estás pálido- ambos nos echamos a reír, aunque la situación no era nada graciosa.

            -Me gustan tus ojos, te sienta bien el delineador.

            -Gracias. Tú estás desperdiciando tu cuerpo metido en esa bañera. Estás buenísimo.

            -¿Cuánto te pongo?- se interesó incorporándose ligeramente.

            -¿99%?- dudé haciéndome el pensativo.

            -¿Y ese 1%?

            -Las manchas de vómito que tienes en la camisa- se me escapó una carcajada.

            -Eso lo puedo arreglar- aseguró deshaciéndose de la camisa- ¿y así? ¿Cuánto me das?

            -¿99'5%?- me mordí el labio inferior, aquel chico era terriblemente sexy.

            -Lo pones difícil- me dedicó una sonrisa seductora, se echó el pelo para atrás y empezó a desabrocharse los pantalones- espera, esto no es del todo justo- me animó con la mirada- venga anda.

            -Si quieres verme desnudo ven y me quitas la ropa- posiblemente aquellas palabras cargadas de seguridad, fueran causadas por culpa de la cantidad de alcohol que circulaba por mis vasos sanguíneos. Sin duda, habiendo estado en mis cinco sentidos, no hubiera sido capaz de decir eso.

            -Como quieras- se levantó tambaleándose, saliendo de la vacía bañera.

Se deshizo de mi camisa con facilidad, apenas le dedicó unos segundos. Al pegarse a mí, noté como su torso emitía un calor reconfortante, además de sorprenderme al sentir como su miembro chocaba con el mío.

Toda esta extraña situación parecía sacada de una película porno. Nos besamos, después de un ligero silencio que nos cautivó dentro de aquel pequeño cuarto de baño. Sus labios devoraron los míos mientras que mi cuerpo era pegado bruscamente contra la pared.

            -No creo que haya una habitación libre- me acarició salvajemente el trasero, aprovechando mi inesperado comentario para morder mi cuello y dejar algunas notables marcas rojas.

            -Da igual- clavé ligeramente mis dientes en su oreja, me encontraba completamente ido, en las nubes.

Con decisión llevé mi mano a sus pantalones. Ya estaban desabrochados, por lo que únicamente tuve que bajarlos. Al descender mi cuerpo, mi vista quedó frente a su bóxer de cuadros. En ese instante sentí la necesidad de deshacerme de esa fina tela decorada que cubría su animado miembro. Al tocar la zona y dejar al descubierto mis intenciones, aquel chico se agachó clavando su mirada en mis ojos.

            -Vas muy rápido, guapetón- me sonrió.

Aquella sonrisa había conseguido que mi ánimo, y mis ganas de tener más contacto con él, aumentaran. Devoré sus labios, no podía entender como estaba tan relajado con el subidón que yo llevaba encima. Su lengua recorrió cada centímetro de mi boca, mientras que sus agradables manos delineaban el contorno de mi cintura.

            -¿Te quieres venir a mi casa?- propuso mientras que toda su atención se centraba en mis sensibles pezones.

            -¡Claro!- solté con felicidad, dando pequeños saltitos mentales de la emoción.

            -Tengo que avisar a mis compañeros de piso- se echó el flequillo para atrás- no tengo ni idea de dónde he dejado las llaves- soltó una absurda carcajada que no tardó en contagiar.

Salimos del baño y bajamos las transitadas escaleras en tanto que nos comíamos la boca con aún más intensidad que antes. Nos detuvimos al llegar a la planta baja, en donde el ambiente se había quedado bastante más relajado, aunque sin dejar de haber una cantidad agobiante de personas.

Después de dos minutos parados, intentando localizar a nuestros amigos, aquel chico alto cogió mi mano arrastrándome por todo el salón hacia un numeroso grupo de bastantes chicos, que iban mucho más borrachos que él. Le pidió las llaves a uno de ellos, además de soltar, con tono amenazante, que no quería que nadie pasara por la casa.

Al conseguir aquellos pequeños trozos de metal una repentina prisa nos invadió a ambos. Salimos de aquella ruidosa casa buscando el coche en el que nos iríamos. Al pasar por la puerta principal, me pareció ver a Kyungsoo sentado en el poyete de la ventana. Estaba probando los deseados labios de Jongin, ambos con los pantalones algo bajados y con su cuerpo encima del otro, tan juntos que parecían estar pegados con pegamento. No quería interrumpir su sensual momento, por lo que aproveché el trayecto en aquel vehículo desconocido para enviarles un mensaje informativo, tanto a él, como a Luhan.

            -Pensaba que esta noche no iba a pillar nada- bromeé una vez aparcamos el coche a espaldas de su edificio.

            -Estoy de suerte- salimos volviendo a recuperar todo ese contacto perdido.

Subimos por el ascensor deseando llegar para mandar toda la ropa directa al suelo. Me dejé llevar completamente por él, siguiendo sus pasos a través del estrecho pasillo, llegando al dormitorio en segundos.

            -Por fin- comentó desabrochándose de nuevo la camisa.

Los dos nos acomodamos en la cama, repartiendo caricias por el cuerpo del otro mientras que nuestra ropa acababa esparcida por todo el cuarto. Una vez desnudos, aquel chico se posicionó encima de mí. Una ligera luz procedente de la ventana, causada por una farola que a esas horas iluminaba la calle, dejó ver con mayor claridad su rostro. Su expresión de deseo, sus perfectos cabellos rizados y sus labios rojos me hicieron desearle aún más.

            -Por cierto, soy Chanyeol- se presentó fugazmente inclinándose para poner su cara cercana a mi contento miembro.

            -Baekhyun ... ahmm- gemí notando su curiosa lengua buscando mi zona de más placer.

Jugó con su lengua y con su boca, sonriéndome con picardía. Me estaba haciendo gemir como loco, sabía perfectamente dónde sentía mayor excitación.

            -¡Para! ¡Para!- grité ordenando que se detuviera, si hubiera seguido un segundo más me hubiera acabado corriendo en su boca- ahora me toca a mí- solté tras un ligero suspiro que me consiguió relajar momentáneamente.

Imité lo que él me había hecho, aunque dándole mi toque personal. Después de tanto tiempo sin poder disfrutar un acto así con nadie, me divertí enormemente haciéndole sufrir mientras mi lengua recorría gustosa cada centímetro de su miembro.

Aunque insistió varias veces en que parara, hice caso omiso a sus palabras. Se corrió en mi boca, aun intentando apartarme poco segundos antes. Ante aquel inesperado gesto su sorpresa fue tal que aquello consiguió animarle todavía más a seguir. Corrió a buscar mi boca, adentrando su lengua y mordiéndome el labio cada vez que parábamos por la falta de aire.

            -Creo que tengo lubricante- comentó como si se le hubiera escapado el pensamiento- Tao me lo regaló, seguro que lo puse en el baño- soltó levantándose de la cama, dedicándome un rápido beso antes de salir veloz de la habitación.

Durante ese pequeño instante en el que me quedé completamente solo, mis ojos se ocuparon de admirar cada rincón de su cuarto. Por cómo íbamos, ni siquiera me había dado cuenta de la guitarra que tenía apoyada en el armario, ni de los peluches tan adorables de Rilakkuma que tenía repartidos por el cuarto.

En cuanto volvió, me enseñó orgulloso aquel bote azul de lubricante. Se acercó a mí con entusiasmo, dedicándome un gustoso y desesperado beso que parecía haber estado deseando desde el momento en el que salió por la puerta.

Me acomodó en la cama dejándome tumbado, con la cabeza apoyada en su almohada. Empezó el recorrido repartiendo besos por mis labios, bajó centrándose en mi cuello, en mi pecho, en mi barriga, en mi cintura y, por supuesto, en mi zona más íntima. Se cubrió los dedos de lubricante mientras retomaba aquel trayecto, de mi boca a mi miembro.

Antes de empezar a prepararme me dedicó una mirada de duda, en donde sus ojos reflejaban la pregunta de si le daba permiso. Con seguridad asentí sabiendo que lo mejor iba a llegar muy pronto. Metió lentamente uno de sus dedos, sacándome un pequeño gemido cargado de deseo. No tardó mucho en meter un segundo, subiendo rápidamente la temperatura de todo mi cuerpo.

Nos estuvimos besando mientras él me preparaba, metiendo y sacando sus largos dedos de mi interior. Aunque me hubiera encantado seguir así quería más, por lo que no tardé en avisarle de que ya estaba más que listo.

Al entrar por completo su miembro dolió. Era un dolor desagradable, pero que, como bien sabía, no tardaría en desaparecer. Mientras me acostumbraba, no hizo ningún movimiento, excepto juntar sus manos con las mías y soltar un sensual gemido justo en mi oído.

Poco a poco, mi cintura fue animándose a imitar la sensación que iban a producir sus embestidas. No obstante, aquel intento, no fue más que una mala copia en comparación con las embestidas tan completamente placenteras que hizo. Lo hacía tan malditamente bien que no pude más que gemir y tirar cohetes mentales por haber pillado a tal experto.

La habitación, y posiblemente todo el piso, se llenó de gemidos descontrolados de ambas partes, además de gritos pidiendo más y acusadores sonidos producidos por los muelles de la cama. Por supuesto, también aparecieron algunas risas, acompañadas de nuestras agotadas voces gritando nuestros recién conocidos nombres.

Aquella noche volvimos a repetir aquello tras media hora tumbados juntos, abrazados, envueltos en los brazos del otro. Por la mañana, nada más despertarnos, volvimos a la carga otra vez. Y, minutos antes de despedirnos, después de haber intercambiado nuestros números de teléfono, nos lo acabamos montando en la ducha mientras que nos bañábamos.

Fue un día raro e inusual, unas horas apasionadas envueltas en gemidos y placer, una situación para conocerse algo extraña, pero sin duda, para nosotros, de lo más especial.

Notas finales:

¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado?

El ChanBaek sacando su lado pervertido XD

Dije en mi página de facebook, que estaba preparando una sorpresa navideña. Siento los días de retraso, pero aquí os dejo mi pequeña recompensa por haber tardado tanto en actualizar ''Sois mi vida''

Os dejo por aquí la página de facebook https://www.facebook.com/Fanfic-CWC-1390195777889007

Espero que os haya gustado^^

Comenten sus opiniones, por fiii <3

Un súper abrazoooooooooooooooooooo

Os quieroooooooooooooooooooo <3


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