La música sonaba por todo el glamuroso salón. Vampiros, licántropos y algunos humanos de gran prestigio se paseaban acompañados de bellezas, discutiendo sobre política y economía, otros bailaban al compás de la música. El ambiente era pacifico, la gente se divertía y bebía. Todo parecía anunciar que sería una gloriosa velada.
-¡Carla!-llamo la joven castaña acercándose a su querida hermana.
-¡kuchel! Qué alegría- saludo abrazándola con cariño. Mientras sus esposos se daban un cordial apretón de brazos
-¡te ves maravillosa! Bueno, es de esperar de mi hermana- elogio la mujer licantropa
-jaja, hermana tú no te quedas atrás. ¿y tus hijos? Quiero saludarlos- cuestiono mirando a los lados sin lograr verlos.
-ah, deben estar por algún lado. Ya sabes cómo son estos mocosos
-¿les costó hacer que vinieran?- intervino Grisha introduciéndose en la conversación.
-no tienes idea. Cada vez son más difíciles. Solo obedecen a su madre- respondió Kenny negando la cabeza con cansancio.
-dime kuchel…. ¿les dijiste?- pregunto Carla, en voz baja mirando a los lados
-no, quiero que ustedes estén presentes- la vos de la castaña era despreocupada.
-bueno… nosotros tampoco. Pero sé que aceptaran- comento Carla, bebiendo una copa de sangre fresca, obtenida de humanos que la vendían a las grandes familias vampíricas.
-entiendo… y ellos ¿Dónde están?- cuestiono Kenny sin lograr dar con los donceles.
-… por ahí. Jaja capaz y se encuentran antes de que les demos la noticia- comento ilusionada la líder del clan Ross
-… eso espero.
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En otra parte del salón, cerca de la pista de baile, tres jóvenes licántropos observaban la fiesta con claro aburrimiento. Para ellos todo esto era igual. Solo un puño de vampiros y lobos, conviviendo… nada emocionante.
-tsk, esta mierda de fiesta me está castrando- bramo levi observando con molestia su alrededor.
-sí, ni siquiera están tan buenas las vampiras. Tsk- el rubio dio una calada a su “puro” y devolvió el aire. Por lo menos podía fumar.
-… ¿Por qué no buscan algo de diversión? Hay jóvenes muy lindas- comento Yuri sin mucho interés, tratando de callar las protestas de sus hermanos.
- ni para eso sirven los vampiros. De seguro la han de tener tan abierta que ni se sentirá bien- burlo el mayor de los hermanos. Shizuo al igual que los demás, sabían que los vampiros eran adictos al sexo.
- a la mierda… ya me harte, veré que puedo sacar de esta mierda de lugar- sentencio el azabache antes de marcharse.
-¿y tu Yuri? ¿Qué harás?- cuestiono el rubio mirando cual sería su conquista de esa noche.
-sabes que yo no duermo con cualquiera. Creo que bailare un rato. Los veo en un rato. Nuestra madre nos quiere ver para decirnos algo- recordó el menor, mirando el puesto de comida, con ganas de servirse un poco- primero iré a comer ¿vienes?
-no, yo si me quiero divertir amargado- tras esas palabras Shizuo se marcho dejando solo a su hermano menor.
- ahh.. Nunca aprenden-Yuri podría ser el menor, pero aun así era muy apegado a sus sentimientos. Si algo no le parecía simplemente nada lo haría cambiar de opinión, al igual que él no podría acostarse con alguien sin sentimientos de por medio.
Su estomago rugió, dándole a entender que su hambre se manifestaba.
El moreno, se encamino hasta la mesa del bufet. Se sirvió un pedazo de ternera con puré y comenzó a ingerirlo. Más algo le molestaba en demasía.
No muy lejos de el, un grupo de jóvenes estaban discutiendo por ver quién bailaría con un joven. Aunque desde ahí no veía su rostro, podía apreciar que el chico en cuestión se sentía incomodo.
Ya harto del show. Se levanto de la mesa en la cual comía y con paso firme se acerco al lugar colándose entre los chicos. Quienes molestos trataban de impedirle el pase, pero su fuerza era mayor así que nada podía hacer.
-por favor su excelencia, solo una pista- escucho que pedía uno de los chicos
-¡no! yo soy de nivel más alto. Merezco ser su pareja en esta velada- intervino otro noble.
-por favor. Si yo me lo propongo dejo a sus familias en la calle… soy el indicado para tal belleza- desprecio el tercer y más grande de los jóvenes.
- por favor, yo estoy esperando alguien. No puedo bailar con ninguno- Yuri se detuvo al escuchar la voz del chico por el cual discutían, era como oír la de un ángel… por primera vez en la noche, sintió ansias de ver al propietario de tal melodía.
Cuando por fin logro llegar a delante de los jóvenes, quedando cara a cara con el doncel. Se quedo impactado. Delante del un joven doncel de cabellera rubia, ojos esmeraldas y piel blanca como la nieve lo miraba con un gran sonrojo.
-…Yuri- susurro el rubio desconocido para él.
-¿sí? ¿Me conoces?- el chico abrió un poco mas su boca dejando apreciar sus hermosos colmillos.
-… vampiro- bramo el moreno, con molestia. Desde que tenía conciencia había odiado a los de su especie pero por el bien de los tratados siempre lo callo. Por un momento quiso dar vuelta y marcharse pero la vos del primer sujeto le descoloco.
-¡¿tu quien eres?! Nosotros tenemos más tiempo aquí. Lárgate- bramo el peli café.
-ja… ¿no oyeron? Este hermoso vampiro. Me estaba esperando... ¿Verdad?- la mirada penetrante de Yuri se poso en wólfram quien asintió aun anonado por verlo después de tanto tiempo.
-s-si… vamos- el rubio tomo la mano que el pelinegro le ofrecía y se marcharon a la pista de baile, ante todas las miradas cargadas de odio e ira.
Al llegar ambos jóvenes tomaron el ritmo de la música iniciando un dulce baile. Era la pareja que más atención llamaba cosa que molestaba a los jóvenes pero aun así continuaron.
-lamento lo de antes- se disculpo el rubio- soy
-no me interesa quien seas-le corto Yuri viéndolo con molestia- si te ayude fue por mis principios. No te hagas una idea equivocada…vampiro.
-…- esas palabras le dolieron al doncel quien desvió la mirada
-¿Qué? ¿No dices nada? Oohh ya se. A los de tu especia les gusta llamar así la atención. Jaja debí suponerlo. Lamento arruinar tu conquista
-¡claro que no!- la mirada dolida del menor, por un momento movió algo dentro del moreno, pero su enojo era mayor.
-tsk, ya se fueron… mejor me voy. Que no soporto tu compañía y menos tu olor- sin más el mayor se dio vuelta dejando al rubio en medio de la mista con la mirada acuosa.
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En otro lugar, después de haber dejado a su hermano menor, se dispuso a buscar una compañía para un rato. Algo casual al cabo para eso estaban los vampiros ¿no? solo les importaba tener sexo eran seres asquerosos.
Después de buscar un rato, al ver que todas eran iguales se decidió por una joven de cabellera rojiza, ojos zafiro y un muy corto vestido negro escotado.. Tan típico.
-¿estás sola?- cuestiono besando la mano de la “damisela”
-… depende para que- esta respuesta lo decepciono. Siempre todas eran tan… fáciles. Bastaba con una mirada coqueta y listo. Las tenía en su cama… aburrido.
-para divertirnos- Shizuo pasó una mano por su cintura aspirando su aroma… rosas… nada fuera de lo normal.
-me parece bien, te parece si vamos a una habitación… arriba hay muchas- insinuó la vampiresa en el oído del rubio.
- vam..- sus palabras quedaron suspendidas en la nada… un olor irresistible se impregno en su olfato. Ignorando a la peli roja con la que estaba se encamino en busca de ese afrodisiaco mientras esta le gritaba desde atrás.
-¡púdrete!- fue lo último que escucho de ella. Mas ni le importo. Era como si ese aroma lo estuviera poseyendo.
Después de un rato de búsqueda llego a los jardines traseros. Que eran adornados por fuentes y luces además de grandes árboles. Algo confundido miro a todos lados en busca de la dueña de tan exquisito olor.
-no puedes estar aquí- escucho una voz a sus espaldas, lentamente giro. Topándose con un chico simplemente hermoso. Su cabello era negro como la noche y sus ojos cafeses contrastaban con su blanca piel… pero esos colmillos le quitaron su encanto.
-..- estaba por hablar cuando noto que el chico era quien desprendía ese torturoso aroma, sin pensarlo se abalanzo sobre este sosteniéndolo de las caderas mientras olfateaba su cuello… si era el- maldita pulga, apestas- desprecio mintiendo.
- oohh estoy tan herido. Shizu-chan me odia- dramatizo, tratando de ocultar sus verdaderos sentimientos.
-¡¿Cómo me llamaste?!
-jaja shizu-chan… ¿apoco no mola?- el pelinegro esquivo por inercia una estatua que fue lanzada hacia su persona-¡oye!
-vuélveme a decir así y te mato- sentencio el rubio con odio en su mirar. La verdad era que ese maldito aroma lo estaba enloqueciendo. Tenía unas ganas de violar a esa pulga pero ese vampiro no merecía ni su mirada…aunque- …viéndote bien, no estás tan feos… tal vez podremos divertirnos- ofreció el rubio.
-mmm ¿tú crees?- el moreno se le acerco coquetamente, enroscando sus manos en el cuello del otro.
“siempre igual ¿Qué ninguno tiene decencia? Claro… son vampiros ¿Qué esperaba?” se dijo a sí mismo. Al tratar de besar a su acompañante recibió una navajada que logro esquivar.
-jajajaja enserio creías que lograrías darle a mi trasero así de fácil… ahh shizu-chan~ sigue participando- sin más el moreno desapareció dejando a un muy enojado lobo.
-¡te atrapare maldita pulga!- grito a sabiendas de que este ya no estaba- espera… ¿cómo supo mi nombre?
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Un joven castaño, buscaba a sus hermanos sin éxito alguno. Ya cansado decidió salir a explorar el jardín delantero, siendo este el único lugar que no había buscado.
Al cabo de un rato, donde casi se da por vencido. Eren por fin escucho algo en la choza de la familia. Con algo de miedo pero mucha curiosidad se acerco, mientras más cercas estaba los ruidos se iban intensificando, hasta el punto de lograr reconocerlos… eran… ¡gemidos!
El rostro del castaño se torno rojo, y por un momento quiso regresar, pero su ética le decía quien no era correcto hacer eso en su castillo.
Con ahora molestia, se encamino decidido a la pequeña choza, al llegar necesito respirar. Y prepararse para lo que vería… pero no sabía que nada se le compararía.
-¡hey ustedes!- De un solo golpe abrió el lugar, observando a una joven pareja a media sección de sexo. La joven tenía sus pechos afuera mientras el… el ser al que tanto amaba estaba sobre ella besándole sus atributos. Tuvo que reprimir un grito y sus lágrimas.
-tsk, estas estorbando- bramo levi, molesto de ser interrumpido. Mas la joven al ver de quien se trataba se levanto rápidamente y se marcho dejando a los dos jóvenes en un ambiente incomodo- maldita sea, aun no la cogía.
-… m-me voy- eren quiso irse para llorar su dolor a gusto pero el mayor lo detuvo derribándolo mientras se colocaba sobre este
-¿A dónde mierda crees que vas? Tú me interrumpiste ahora asume tu responsabilidad- ignorando las negaciones del menor, el azabache se apodero del cuello del menor, sus mano acariciaban las piernas del castaño y su cadera se movía frotándose con la pelvis contraria.
-ah n-no, d-dejeme p-por favor ahh- rogaba entre gemidos. Era tan delicioso el placer que le brindaba, pero no quería ser alguien de una noche. Ni siquiera de su amado.
-quieto, no queremos que esto se convierta en violación- ordeno desabotonado la camisa del menor dejando apreciar su hermosa piel. La tentación y lujuria se habían apoderado totalmente de él. Solo atino a manosear cuanto su alcance diera.
-ahh ¡no! l-levi, déjame ir- suplico sintiendo la lengua ajena en sus pezones, humedeciéndolos y mordiéndolos. Si esto seguía así se entregaría a ese ser.
-cállate, ¿Qué? Acaso eres virgen o que- bromeo burlón, pero cayó al ver el gran sonrojo en el rostro contrario- ¿lo eres?- cuestiono incrédulo… eso no podía ser verdad. Un vampiro virgen era imposible. Más que nada porque tenía como 86 años vampíricos.
-¡levi!- la voz de Shizuo lo saco de su trance, el castaño aprovecho para escapar de su agarre e huir de sus garras-¡te estaba buscando! Nuestra madre nos mando llamar- anuncio al entrar en la cabaña. Es decir sus gritos se escuchaban muy notorios.
-tsk, idiota- molesto, sin saber exactamente el motivo, se levanto y siguió a su hermano, mas le valía no volver a ver a ese castaño o terminaría lo que inicio.
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El corazón le dolía tanto que no lo soportaría, las lagrimas caían por sus tiernas mejillas. Solo quería llegar a su alcoba y echarse a llorar.
Eren se detuvo al estar cerca de la entrada su ropa estaba desabrochada, así que la abotono tratando de no mostrar el miedo de su temblor. No le dolía el que levi intentara tomarlo… sino que este lo veía como un a costón, el verlo con aquella mujer lo destrozo, pero quien era él para reclamarle. Después de todo para levi, el era un simple desconocido.
-¿eren? ¿Estás bien?- izaya se acerco al visualizar a su hermano. Al verlo noto que había estado llorando. Este solamente lo abrazo en busca de consuelo.-¡¿Qué paso?!
-h-hermano.. Me odia, el me odia..- con eso entendió de quien hablaba
-busquemos a wólfram, y hablemos- por el semblante del pelinegro podía apreciar que él tampoco estaba feliz, pero sus hermanos eran su prioridad.
Entraron al gran salón, tratando de no levantar sospechas. Al no ver a su hermano preguntaron a su mayordomo quien le informo tristemente que su excelencia se había encerrado en su alcoba y no quería salir.
Ambos donceles corrieron a su cuarto al oír tan cosa. Al llegar encontraron al pequeño wólfram llorando contra el colchón.
-wolf- susurro eren. Abrazándolo- no llores… estamos aquí
- n-no puedo. Sniff me duele el pecho… ¿q-que hice p-para ser odiado?- el rubio se aferraba al cuello del castaño. Ambos derramaban las primeras lágrimas de su futuro tormentoso.
-díganme… ¿los aman de verdad?- los menores asintieron rápidamente sin dudar- ¿se van a rendir tan fácilmente?- nuevamente negaron pero con algo de miedo- chicos… somos fuertes, tenemos confianza… lograremos que ellos nos vuelvan amar… esta vez será la correcta.
-p-pero si ellos nos odian- contraataco eren.
-pues haremos que ese odio se convertirá en el más fuerte amor- respondió el moreno, mientras se desabrochaba la camisa, dejando apreciar su níveo pecho- vengan, aliméntense. Necesitaremos fuerzas,
A los tres jóvenes se les pusieron las pupilas rojas mientras una llama de esperanza se colocaba en sus labios… lucharían por ese amor, aun en contra de ellos mismos.
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En un despacho tres jóvenes se encontraban esperando a que su madre o su tia hablara de ese aviso tan importante que les mencionaron.
-¿y? planean estar todo el día calladas, hablen- ordeno el azabache
-levi, cuidado con ese tono mocoso- reprendió kuchel
-chicos… el asunto es que… mejor diles tu hermana- pidió Carla, después de todo eran sus hijos. Le hubiera gustado que sus hijos estuviera allí, pero el mayordomo les aviso que estaban indispuestos.
- haber… ustedes saben que el clan de mi hermana y el mío, es un importante centro de comercio.- los tres asintieron- últimamente, hay ciertas replicas, nos han exigido una unión más… formal, para que podamos ser un solo clan más fuerte.
-¿y nosotros que tenemos que ver en esto?- cuestiono Shizuo.
-pues… ustedes se casaran con sus primos. Los herederos del clan Ross- sentencio la madre de los jóvenes viendo como estos se quedaban impactados por la noticia
-¡me opongo!- grito Yuri algo alterado- un matrimonio sin amor, solo por un negocio ¡están locos!- era muy raro verlos así.
-estoy de acuerdo con Yuri. No somos ganados, además tenemos pareja ¿se acuerdan?- Shizuo jugó su carta con la esperanza de retractar a su madre.
-ahh, esas muchachas con las cuales cojen, por favor. Ustedes no las aman. De ser así no se acostarían con cuanta mujer se les pasara… bueno a excepción de Yuri- comento Kenny haciendo que Grisha se atragantara ¿Qué clase de nueros eran esos?.
-no, y es mi última palabra. No pasare mi puta vida al lado de un jodido mocoso- sentencio levi.
-… solo será un año. Si en ese tiempo no se enamoran, el compromiso se disolverá- alego Carla, esperando que aceptaran pero estos no cambiaban su opinión.
-¿ellos están de acuerdos con esta locura?- cuestiono Yuri desconfiado.
-¿eh? Ah, ¡sí! Por supuesto. Ayer les avise y aceptaron gustosos- mintió aun no les habían dicho a sus hijos pero sabía que aceptarían.
-¡levi! ¡shizuo! ¡Yuri! ¿Son o no los herederos del grandioso clan “Lycan?- grito molesta kuchel.
-sí pero…
-¡nada! Deben saber cuáles son sus deberes. Ahora esta es mi última palabra… ¡¿les quedo claro?!- los jóvenes asintieron mas asustados que molestos.
-¡ah! Que gusto que aceptaran, seré una suegra moderna, no se preocupen- felicito Carla tocando una campanilla. A los segundos ingreso una sirvienta algo joven- Mariel, llévalos a sus alcobas.
-claro my lady… ¿me acompañan?- a los licántropos no les quedo de otra que seguirla.
Una vez que los jóvenes se marcharan el ambiente se volvió más serio.
-¿estás segura de esto? No los vi muy convencidos- comento Carla sentándose al lado de Grisha.
-son mis hijos… los conozco. Solo dales tiempo.-menciono convencida. Ellos se enamorarían si o si- ahora debemos planear la boda… tiene que ser en una semana.
-lo sé… el tiempo se acaba.
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Por los pasillos de aquel inmenso castillo, solo se escuchaban los pasos del andar. Los tres jóvenes seguían sumisos en sus pensamientos a la sirvienta quien solo los conducía,
¿Qué clase de persona seria su prometido? ¿Por qué aceptaron esta idiotez? ¿serán personas de confiar? Todas estas cosas se preguntaban los Lycan, cuando vieron una pintura de la familia Ross a su costado…
-¡¿Quiénes son ellos?!- cuestión Shizuo antes que sus hermanos.
-ah, son los señores con sus hijos… los jóvenes Ross.. ahh son tan hermosos y codiciados en el reino- informo Mariel
Ahora todo cobrara sentido para ellos. Claro, esos tipos estaban jugando con ellos de lo lindo. Pero si creían que esto se quedaría así.. que equivocado estaban… les harían ver que con los Lycan no se juega
Continuara…