"Siempre había escuchado que el amor era ciego, pero nunca pensé fuera cierto, hasta que lo experimente en carne propia".
Los humanos siempre tenían esa agradable idea del cielo perfecto, pero no lo era, los ángeles eran seres fríos que fueron adentrados a un proceso mediante el cual no había modo se negarse a las órdenes, ser esclavos sin voluntad propia daban esa deseada utopía, por ello los ángeles jóvenes intentaban disfrutar todo cuanto pudieran, sabían que en cuanto consiguieran que sus alas crecieran se despedirán que aquello que llamaban felicidad.
-Squalo!, no hagas eso o se enfadaran con nosotros de nuevo- un pequeño ángel rubio se quejaba con su amigo de cabellera plata; ambos se habían infiltrado en el salón celestial desde donde vigilaban a los humanos, una sala amplia con un enorme espejo en el centro donde se podía ver lo que parecía una lista.
-Vooooi no seas miedoso Valentino he entrado aquí Muchas veces además debo mostrarte algo-
Unos días atrás el pequeño albino aburrido había visto a sus profesores entrar en ese sitio y al parecer juzgaban a una familia.
-------------Flash back--------------------
Un joven peli plata había entrado y observado todo, en el espejo se veía una hermosa mansión ardía en llamas se escuchaban gritos por todos lados, el crujir de la madera al ser consumida, pero ahí entre el fuego había un pequeño niño que si imaginaba podía asegurar tendría no más de 10 años, su cabello era negro y su piel morena, pero lo que más le llamo la atención el niño tenía un par de orbes color rojo que brillaban con el fuego que rodeaba su pequeño cuerpo que aun cuando temblaba apartaba los muebles a su paso. Los arcángeles reían ante los intentos de ese pequeño ser que había atrapado su atención; Squalo había sido cautivado por esa fiera determinación que poesía en pequeño, pero ante sus ojos sus superiores dejaron que el fuego consumiera todo y así marcarán el final de una pequeña vida, el albino estaba en shock pero algo en su interior le decía que esperara y así fue, cuando todos se fueron, Squalo salió de su escondite y se acercó al espejo donde aún podía ver el fuego arder, sus manos se posaron en esa plana superficie y sus ojos comenzaron a buscar algo, algún indicio de que estaba vivo, había visto la crueldad de los ángeles ante un ser indefenso, no podía permitirlo. Estuvo varios minutos ahí y no encontraba nada, comenzaba a rendirse, hasta que vio una pequeña sombra que comenzaba a salir de entre unos pedazos de madera, el albino se sintió tan alegre de ver estuviera vivo que una lágrima salió de sus ojos y de momento el espejo brillo y ahí frente a él una suave lluvia se hizo presente, parecía algo bastante raro ya que poco a poco apago el incendio, ese pequeño estaba igual asombrado mirando al cielo, por un instante los ojos del menor y los de Squalo se encontraron y parecía que en verdad estuviera viéndole, ahora podía distinguir unas cuantas cicatrices en ese moreno rostro, se le veía herido, pero ese contacto no duro mucho el espejo se apagó y el pequeño albino tuvo que volver a esconderse y salir antes de que le encontrarán, corrió por los pasillos hasta lograr salir, tenía una gran sonrisa en sus labios, quería verlo deseaba ver de nuevo a ese niño.
-------------Fin del Flash Back------------
-No lo habrás imaginado Squalo?, los Arcángeles son seres muy buenos
-Vooooi no lo imaginé. .he venido cada día desde que vi eso, ese niño es muy fuerte.
-En.. en cualquier caso si los castigaron fue por que hicieron algo muy malo -el rubio estaba tan nervioso y tropezaba con cada cosa a su paso.
- Cállate que así si nos descubrirán!- ambos se acercaron al espejo que inmediatamente se prendió y si Cómo para eso existiera mostró a el pequeño peli negro corriendo un una bolsa de pan en brazos y alguien le perseguía, su ropa ahora era diferente era parecido a una bata y un pantalón que le llegaba a las pantorrillas.
-Es a ese de quien te has obsesionado?- el rubio no podía creerlo no era lo que esperaba.
-Vooooi no me he obsesionado. Simplemente me parece alguien asombroso aun cuando es un niño....su mirada es como la de un león al atacar.
-y....como se llama tu amigo "león ".
Ahora que lo pensaba era cierto, no sabia su nombre y como si supiera comenzó a presionar todo el espejo pero no encontraba nada.
- que haces Squalo?!.
-...pensé había un botón para mostrar nombres o algo así. ..
-no seas id....tontito Squalo...
Justo en ese momento se escuchó la voz del peli negro, un tono firme y bastante fuerte para su edad.
-"mocoso regresa me lo que me robaste!" -el hombre le había acorralado y le señalaba en señal de reproche.
-"a quien llamas mocoso, tengo nombre y es Xanxus!, Xanxus di Vongola".