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Malos despertares. por Stig Al-sayf

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Notas del fanfic:

Sin palabras ante los raros acontesimientos y mi raro experimento de escritura.

Pero de corazón deseandoles un feliz 16 de Enero :D

Notas del capitulo:

Naruto no es mio.

 

El mundo donde no pasa nada.

Al menos era una forma de sentirlo, no hace mucho había vida, hace poco más de unas décadas atrás el mundo apenas conocía el avanzase de la guerra y se aferraba a una paz artificial. Pero ahora era el mundo donde no pasaba nada, al menos así lo veía y sentía Minato. Solo algunas veces si se concentraba lo suficiente podía oír voces y luego de un gran esfuerzo  lograba abrir los ojos y al cabo de unos segundos recordar quien era él y una vez aceptado que su nombre era Minato, tenía la difícil tarea de aceptarse y buscar respuestas.

¿Dónde estaba? ¿Por qué no se podía mover?

A medida que ninguna pregunta tenia respuestas, su cuerpo se sentía arder y sus ojos se adataban  a la tenue luz, podía ver uno que otro rostro sin forma y sombras muy bien definidas.

—Naruto.

Aquel nombre no era más que un gruñido de palabras inentendibles.

— ¿es lo único que dice?

Esa definitivamente era la voz de un hombre aunque su cabello negro y largo hacía confundir su figura.

—sí señor, aunque ya no se altera tan bruscamente. Con tan solo decirle que el niño está bien vuelve a dormir, creo podemos quitarle las correas.

Y quien le respondía era una mujer bastante joven si no se equivocaba.

— ¿y el niño está bien?

— si, a pesar de que el presente un serio cuadro de desnutrición, el niño tiene muy buen aspecto y pese a que no le gustan mucho los adultos se está llevando bien con…

Minato volvió a caer en la inconciencia, a veces le era muy difícil diferenciar donde estaba, cuanto tiempo había estado en la nada y cuánto tiempo había tenido los ojos abiertos  respirando levemente sin ser plenamente consciente de su entorno. A veces se percataba de que alguien le hacía compañía podía jurar que una de esas veces era Naruto y otra veces estaba seguro de que Ese Ser estaba a su lado. En aquellas ocasiones por mucho que se anticipara no sentía el temor consumiéndole, para su alivio y consternación Minato no sentía la oscura y densa niebla cerniéndose sobre su cuerpo, no había caos y muerte. Aquel quien le acompañaba desbordaba un fiero equilibrio no solo de sí mismo sino  de todo en general, la vida y la muerte danzaban en su ser sin causarle aparente dolor, casi podía sentir que aquella presencia quería hacerle sentir tranquilo.

Minato había reunido todas sus fuerzas para abrir los ojos y dirigirle la mirada donde Mil figuras giraban a su alrededor Al más mínimo pardeo de sus ojos. Cuernos, astas, ramas, dientes largos y filosos, garras. Todo se cubría del más denso y oscuro alquitrán que daba paso en ocasiones a la sangre más fresca y roja de los miles de cuerpos devorados que se descomponían en sus expuestas entrañas. De aquella mortandad brotaba vida aunque era fascinante, aquel Ser no dejaba de ser una pesadilla, un monstro, su cazador. Aquel que no hacía mucho le había elegido como presa, haciendo que Minato abandonara su refugio y corriera con pánico en medio de la fría y oscura noche tormentosa. Si, aquella noche nevaba fuertemente y Minato corría con las manos recogidas hacia su pecho.

—Naruto.

Su garganta era un asco, podía saborear la enfermedad y la sangre.

—está bien, esta mañana estuvo a tu lado.

El cazador tenia voz de hombre, de un ser humano y ante tan revelador descubrimiento, Minato escucho una risa cínica.

— ¿y que esperabas?

Minato suspiro y antes de volver a caer en la inconciencia susurro.

—ser devorado por ti.

A partir de aquel momento no volvió abrir los ojos pero sintió que con el paso de las horas su fuerza regresaba y a medida que la vida le reclamaba de nuevo, el dolor le iba despertando. Cuando la última pesadilla le devoro e iba a quitarle la cordura, sufrió un brusco despertar donde de un salto salió de la cama. la ola de dolor que le golpeo proveniente de su hombro izquierdo le provoco nauseas tirándolo al piso para terminar  vomitando de cara al suelo.

— ¡Mierda!—Aquella voz le levanto con sus fuertes brazos y sin problemas alguno le puso de nuevo en la cama. — ¡Kakashi te necesito!

Aquel hombre era inmenso y de cabello largo y  blanco, había marcas rojas en sus ojos señas de que había nacido en un grupo de nómadas y mientras aquel hombre seguía llamando a otra persona, Minato respiraba fuertemente mientras que su vomito chorreaba por un lado de su cara.

—No vuelvas hacer eso, todavía tienes rastros de la infección y si tus puntos se vuelven abrir serás hombre muerto. ¡Kakashi maldita sea trae tu culo de una vez!

Varias luces fueron surgiendo a la par que la cabeza de Minato dejaba de darle vueltas y volvía de a poco a una relativa normalidad.

—solo por cortesía te diré que no hagas nada estúpido o te atare a la cama. —Minato asintió sabiendo que no era el mejor enfermo para cuidar— ahora deja que Kakashi te limpie un poco.

Dirigiendo su mirada hacia la puerta, Minato logro enfocar la escuálida figura de un muchacho de cabello  plateado en puntas, con una cicatriz en uno de sus ojos y una bufanda que le cubría parte del rostro.

— ¿crees que es seguro Jiraiya?

 Había algo de temor en el tono de Kakashi pero antes de notar algo más, volvió a vomitar.

—ciento por ciento seguro y un noventa por ciento asqueroso, ahora deja de ser idiota y ayúdale.

Minato no opuso resistencia a sus buenos pero oscos tratos, era bastante obvio que aquellos dos no eran expertos enfermeros.

“la mayoría de hombres tienen el tacto de un martillo a la tres de la mañana para cuidar de un enfermo”

Si podía recordar aquello ya no estaba tan mal, volvía a estar entre los vivos pero eso no era gran garantía.

—toma un poco de agua. —Jiraiya le ayudo a sentarse con despacio y de la mano temblorosa de Kakashi tomo el vaso—so solo un poco o te te sentara mal.

El hombro izquierdo le latía con fuerza y antes de que las náuseas le atacaran de nuevo, tomo aquella agua de golpe haciendo que la garganta le ardiera pero evitando vomitar.

— ¡te dije que solo un poco!

Ante el pánico de Kakashi. Jiraiya soltó una fuerte risa, mientras Minato pasaba la lengua por sus labios resecos.

—Naruto.

Ya sus voz ya no era un gruñido pero si algo tosca.

— ¿es tu hijo cierto?

Minato fijo su vista en Jiraiya y aunque era fuerte y tenía aspecto de tenerle bajo vigilancia, Minato no se sentía intimidado.

—Naruto

Ante el tono de demanda, Jiraiya se cruzó de brazos con una mirada entre molesta y curiosa.

—está dormido.

Minato asintió, no era lo suyo ser tan dócil ante extraños y mucho menos darle algo de confianza a sus palabras. Pero dado que estaba en un pésimo estado, volvió a costarse con la certeza de que Naruto dormida bien.

— ¿lograras mantenerte consciente al menos una hora?

Un gruñido fue su respuesta, dudaba que el dolor le dejara volver a la inconciencia.

—tomare eso como un sí, ahora si me permites hablaremos unas cuantas cosas mientras Kakashi te trae agua caliente para el baño.

Hubo un pequeño intercambio de miradas entre Kakashi y Jiraiya, a lo último el más joven se fue refunfuñando ante su nueva tarea.

—a estas alturas ya sabes nuestros nombres y dado que una vez despiertas y descubres que has sobrevividos a un disparo, lo mejor es escuchar lo que te dicen.

Minato asintió mientras veía el vendaje que le cubría la herida de bala.

—no es muy común ver gente por aquí en esta época, como sabrás hay dos formas de llegar hasta aquí por donde venias, el camino más seguro se bloquea con la nieve y el otro camino es una trampa mortal porque nadie en sus cinco sentidos caminaría por el rio congelado.

Jiraiya miro a Minato, tal vez esperaba que este le dijera como rayos había llegado hasta ellos pero ni una sola palabra salió del rubio. Resignado Jiraiya prosiguió.

—en fin como cruzaste no es muy importante, debes de saber que no es muy sabio andar de noche pero todo parece indicar que algo te perseguía lo cual no es de locos, si pensamos que por esta zona hay reunidos muchos animales salvajes cosa que no se ve en todas partes.

—fue un lobo.

Jiraiya le miro extrañamente para luego asentir despaciosamente.

—si puede ser y no digo que no te crea. solo que no era yo quien se encontró con todo aquel jaleo, fue Kakashi.

En ese preciso instante Kakashi quien iba entrando con dos cubetas de agua caliente pego un leve salto derramando algo del agua de las cubetas.

—el que me disparo.

Soltando las cubetas, Kakashi alternaba miradas de temor y odio entre Minato y Jiraiya.

— ¡¿Qué le dijiste!?

—yo no le dije nada, él ya lo sabía.

Respondió Jiraiya tranquilamente mientras Kakashi era un lio que temblaba.

—si fui yo, no no…estaba oscuro y y y

—me salvaste la vida, al menos así lo veo yo.

Jiraiya se vio sorprendido y ni hablar de Kakashi quien tenía los ojos bien abiertos Y Minato podía jurar que detrás de esa colorida bufanda su boca también está abierta.

Y pese a que el chico le daba algo de pesar por aquella situación, lo que había dicho hace poco era verdad. Kakashi le había salvado la vida con aquel disparo ya que había logrado, sin saber que el cazador se alejara y no le matara.

—el resto fue suerte supongo,  aquel sonido asusto al lobo que me perseguía. El hombro me duele como un demonio pero no es un punto vital y Naruto está a salvo. mejor no pudo haber salido toda aquella locura ¿cierto?

— ¡si señor!

Respondió Kakashi  con rapidez y gran alivio. Naruto estaba bien pensaron los tres hombres casi por igual y dejaron que el silencio se instaurara.

____

—no somos tus enemigos mucho menos tus captores, y voy hacer lo más sincero que pueda contigo Minato, somos una comunidad de unos doscientas personas, a diferencias de muchos asentamientos logramos subsistir sin tener que depender de comerciar, aunque claro no somos reacios a hacerlo.  Pero en estos tiempos donde hay tantas mentes perturbadas por la sobrevivencia, solemos ser una comunidad un poco cerrada, eres nuestro invitado sobra decir los motivos.

—te dispare y llevas un niño.

Interrumpió Kakashi con cierto tono de humor mientras interrumpía a Jiraiya y veía como Minato tomaba de a poco una infusión para mitigar un poco el dolor. Algo le decía a Minato que mientras estuviera en aquel lugar Kakashi estaría como un perrito faldero a su alrededor motivado por la culpa y muy posiblemente porque también le asignaron que le vigilara. Había muchos rumores sobre aquel lugar que tenían que ver más que todo con su gran abundancia en comida y una gran capacidad para defenderse.

Según había entendido Minato el lugar donde se encontraban era una de las tres casas de vigilancia algo así como puestos fronterizos, aquel era el único en la montaña y tenía por aquella temporada a tres personas en su interior sin contar con dos niños que eran los hijos del tercer ocupante que en aquel momento se encontraba de guardia, aquellos niños que según decía Jiraiya le habían tomado cariño a Naruto y que en ese preciso instante compartían una tibia cama en una de las habitaciones de aquel lugar. Cada tres semanas algunas personas del pueblo subían con provisiones a la montaña, lo cual significaba, si Minato hacia bien las cuentas que dentro de dos semanas subirían no solo provisiones, si no que vendría alguien a ver su progreso.

Todo aquello tenía la pinta de una comunidad pacífica y bien estructurada, que era lo más cercano que Minato había conocido sin tendencia a la tiranía y la ley del más fuerte. ya que según lo había dicho Jiraiya la mayor parte del asentamiento estaba compuesto de mujeres, niños y ancianos.

—pero una vez me recupere lo mejor es que me marche, entiendo.

—oye tampoco somos tan burdos, solo que para quedarte tienes que pasar por la aprobación de un consejo y últimamente andan muy reacios a permitir nuevos habitantes, pero dado que tienes a tu cuidado al peque puede que…

—mi plan original era ir hacia a la gran ciudad y la verdad no he cambiado de idea, me recuperare y seguiré mi camino.

Era un viaje largo y peligroso, pero entre más distancia pusiera entre las tierras del oeste y su persona mejor.

—ten en cuenta que hay que atravesar el mar, sin mencionar que aún hay bases militares activas y peligrosas.

Minato se paró de la cama lentamente ayudado por Kakashi.

—he recorrido un largo camino desde los cementerios  y no estoy diciendo que acabado el mes espero estar en la gran ciudad, sé que tomara tiempo pero si algo me ha mantenido vivo es resistir y continuar.

— ¿eres de los grandes cementerios?

Ante la pregunta de Jiraiya, Minato Asintió sin mucho entusiasmo sintiendo como Kakashi incluso se tensaba bajo su tacto.

—pensé que mis cicatrices me delataban.

Jiraiya hizo un leve bufido y ayudo a Kakashi a llevarle al pequeño cuarto de baño, donde le esperaba una bañera con agua caliente.

—  en este tiempo cualquiera tiene cicatrices pero claro eso explicaría la sevicia con la que parece que te las han hecho. Y para tu información no te descrinaremos por eso, un ejemplo claro es Kakashi.

Minato miro el joven quien le devolvió una mirada tímida y  amable.

—yo viví un tiempo en un cementerio pero no es lo mismo.  A mí me toco sobrevivir allí cuando la guerra ya empezaba hacer un recuerdo y creo que a ti te toco vivir allí parte del final de la guerra, un infierno de proporciones inimaginadas. mis respetos por sobrevivir y salir tan entero Minato.

Minato esbozo una fugas sonrisa a Kakashi ahora no podía evitar sentir cierto empatía con el chico.

—bueno amables enfermeros hasta aquí llegan, yo puedo bañarme solo.

—nos dejaron claras intrusiones de cuidarte y entre ellas está el bañarte.

—NO

Kakashi y Jiraiya suspiraron fuertemente, era su deber seguir las instrucciones pero hasta Minato sabía que no se tenían mucha confianza como enfermeros.

—me pueden ayudar a quitar la ropa y mientras me baño alguno se quedara vigilando, no tomo a mal sus cuidados pero no estoy de ánimo para bañarme con dos tipos después de un disparo.

Jiraiya asintió, le parecía bien la lógica de Minato.

—si es entendible y más si uno de ellos fue el que te disparo.

— ¡Jiraiya!

Grito Kakashi enfadado a lo cual Jiraiya enfundo una gran sonrisa.

—ya deja el drama, iré hacer algo de comer y tu vigila que no se vaya a matar.

Había un buen ambiente entre los tres del cual Minato no se quejaba si lograba un tiempo a solas (algo que en el futuro le sería difícil)  mientras tomaba su primer baño caliente en años, sentía como el hombro aun le dolía mucho pero al menos tenía sus picos de intensidad, el vendaje ya estaba algo mojado pero Jiraiya le había asegurado que más tarde se lo iban a cambiar, así que no había problemas en esa parte. Lentamente Minato fue pensando en cosas sobre su presente, futuro y algo de su pasado tratando de adaptar sus planes a todo lo ocurrido y tratando de convencerse que efectivamente le había atacado un lobo. Aunque solo los había visto en libros, pero no duda de que hubiera algunos en los alrededores. Su mente sabía que no era un lobo pero  por el bien de su estado mental no podía permitirse que monstros y demonios entraran en su mente.

Al terminar de bañarse se tomó su tiempo en salir de la bañera y comenzar a secarse, ya que con un solo brazo era todo más complicado pero no quería sentirse más expuesto pidiendo ayuda, para cuando salió, Kakashi le esperaba con algo de ropa en sus manos.

—pudiste llamarme.

—si quieres verme otra vez desnudo tienes que darme chocolates y jurar que nunca me volverás a disparar.

—te llevaras genial con Jiraiya.

Kakashi le ayudo a sentarse mientras le ponía en las piernas una muda de ropa limpia.

—espero te sirva, los que vivimos aquí variamos mucho en tallas, encontré lo mejor que pude.

—no deberías tomarte tantas molestias pero gracias, su pongo que mis ropas quedaron lamentables.

—el abrigo que era lo único rescatable quedo con un agujero y una que otra marca de garras.

Minato le evaluó con la mirada y pregunto sin poner mucho interés.

— ¿Qué viste esa noche?

Kakashi pasó nerviosamente su peso de un pie a otro.

—estaba muy oscuro, pero  lograba seguir los movimientos por el ruido y cuando oí  el llanto del bebé, de Naruto mi dedo apretó el gatillo, no fue lo más inteligente me deje guiar por mis instintos.

—tus instintos fuero acertados… pero no tu puntería

— ¡basta! Ya Jiraiya se ha burlado lo suficiente de mí.

Ambos hombres rieron durante unos segundos, hasta que Kakashi volvió hablar.

—Jiraiya ya debe de haber preparado algo de comer podemos ir o puedo traerte algo.

Minato estaba cansado pero no se creía capaz de conciliar sueño alguno y pese a que no sentía hambre tal vez si se obligaba comer algo mejoraría más rápido.

Después de vestirse con una ropa que olía a Madera y bosque, camino a paso lento junto a Kakashi. Minato vio ante sí una construcción solida de ladrillo y madera con varios cuartos sin puerta y vacíos, casi al final del pasillo había dos habitaciones una enfrente de la otra, siendo los únicos cuartos con puertas y con la sensación de ser habitados. El espacio más grande de aquel lugar era ocupado con una gran mesa de madera con tan solo cinco sillas, el resto se podía ver arrumado contra una de las esquinas apoyadas contra una pared que hacia la división de aquel gran lugar, para dar paso a lo que Minato suponía como la cocina.

De las pocas sillas, dos estaban ocupadas, en una estaba un niño de tez blanca y cabello negro hasta el cuello algo adormilado ya que descansaba su cabeza contra sus manos y parecía tener la mirada un poco perdida. Y de espaldas a Minato estaba un hombre de amplia espalda, fuertes brazos y de cabello castaño hasta el cuello, aquel era el otro habitante de ese lugar, dada su aura y porte parecía ser que era quien mandaba.

En un instante el extraño hombre dejo de darle la espalda y cuando aquellos ojos negros chocaron con los azules de Minato, el Cazador se presentó ante su presa. Una leve sonrisa cruzo el rostro del cazador quien se paró y con paso resuelto se fue acercando a Minato con toda su energía vibrando y haciendo que este se le secara la garganta y su corazón martillara sin piedad.

—por fin despertaste rubio.

— ¿acaso esperabas lo contrario?

El miedo subía a la superficie pero no era la primera vez que Minato estaba frente a alguien que le quería muerto y aunque le perturbaba lo humano que se veía aquel Ser, Minato no era un estúpido, era un sobreviviente.

— ¿Kakashi nos presentas?

Inmediatamente el joven ajeno a todo intercambio de miradas rompía toda atmósfera intimidante y se hizo entre ellos.

—Minato te presento a Fugaku Uchiha Nuestro jefe de seguridad y buen amigo a tu servicio.

Fugaku gruño y taladro con una mirada nada contenta a Kakashi quien le ignoraba mientras ayudaba a sentar a Minato, el cual había llegado a la rápida conclusión de que por muy tenaz que fuera el cazador. Este no se encontraba en su territorio de caza y tal parecía que aquel hombre, si se le podía denominar de tal forma respetaba los límites. además como garantía estaba la cría del cazador quien le miraba muy curioso, Minato le sonrió sin temor al niño quien le devolvió una tímida sonrisa.

Ahora solo quedaban más preguntas flotando y chocando entre sí,  pero ante todo aquel panorama Minato llego a la conclusión de que el mundo había pasado por el mismísimo infierno y durante ese trayecto algunos demonios se habían quedado entre los humanos reacios a volver a dormir.

— ¿eres el papá de Naruto?

Minato reprimió un temblor al sentir una fuerte  ola de dolor proveniente de su hombro, que aun seguía con el vendaje húmedo haciéndole sentir  el contraste de temperatura con su  caliente piel.

—si ¿y tú eres quien lo ha estado cuidando?

El niño que no podía tener más de once o doce años asintió para luego dirigir la mirada a su padre quien les miraba fijamente, para luego devolverle la mirada a Minato y hablar.

—Me llamo Itachi.

—Minato, mucho gusto y de todo corazón quiero darte las gracias. Naruto no es un niño fácil de lidiar.

—No conoces a mi hermanito Sasuke.

Minato alzo una de sus cejas ante la mención del otro niño.

¿Serían tan peculiares como su padre? ¿Habría más como Fugaku?

Al menos Jiraiya y Kakashi parecían gente medianamente normal y no parecían darse por enterados de que su “Jefe” era algo más que Humano.

— ¡y hoy en la casita de la montaña les  traigo mi especialidad! ¡Guiso de venado!

Jiraiya había aparecido de la nada con una gran olla de guiso hirviendo, la cual comenzó a repartir rápidamente en grandes platos.

—pensé que tu especialidad era no dejar quemar el agua.

Dijo Kakashi siendo ignorado deliberadamente hasta el final en la repartición de la comida.

Minato con cuchara en mano observo aquel guiso líquido, muy líquido con grandes trozos de carne flotando alrededor.  no tardo en levantar la vista con cautela, para ver que no era el único que todavía no había tocado la comida y hasta encontró algo gracioso el gesto de desconfianza que compartían padre e hijo mientras revolvían el guiso sin mucho entusiasmo.

¿Tal vez aquello no entraba en sus dietas?

Pero cuando Minato se llevó la primera cucharada a la boca de aquel guiso; comprendió mejor el gesto de desconfianza de los Uchiha y sin poder evitarlo termino escupiendo y tosiendo.

— ¿salado?

Pregunto Kakashi corriendo su plato lejos de el sin haber recibido respuesta.

—solo lo suficiente para darle un susto de muerte a mi presión.

Fugaku tiro su cuchara  bruscamente, mirando con gran frustración y  disgusto su comida.

—otro guiso para el olvido y no creo que podamos recuperar la carne.

—bueno si somos tan malos (Kakashi también había fracasado culinariamente) cocineros, inténtalo tú. Pero la verdad es que nunca estas contento con ninguna comida incluso te he visto rechazar la comida de Orochimaru, siendo este el que mejor cocina.

Dichas estas palabras Jiraiya dirigió una última mirada Molesta a Fugaku  quien le devolvía incluso una mirada aún más molesta.

—calma, calma. Estamos pareciendo unos idiotas frente a nuestro invitado, solo afrontemos otro día de pan y queso, ahora ayúdenme recoger esto.

Kakashi señalo los platos y la olla y entre los tres hombres marcharon a la cocina. Minato esperaba que no votaran el guiso, ciertamente no era comestible, pero imaginaba que algo se podía hacer para salvarlo.

—perdón si te parecen gruñones, en especial mi papá pero como ninguno aquí sabe cocinar, las comidas son como una batalla que siempre termina con todos comiendo pan con algo, mayormente queso lo cual a lo largo cansa. Las únicas veces que comemos algo decente es cuando alguien del pueblo trae provisiones.

—imagino que el que trae las provisiones es aquel Orochimaru, el mejor cocinero.

—sí, bueno puede que Jiraiya tienda a emocionarse al resaltar las cualidades de Orochimaru  por todo aquello de que son pareja y le defiende mucho, pero dudo que alguien como Orochimaru necesite defensa alguna.

Ante la naturalidad y franqueza del niño en hablar de parejas del mismo sexo, Minato se sentido tentado a interrogarle sobre la costumbres de su comunidad pero desistió al instante entre menos metiera la narices mejor. Al final todos terminaron comiendo en silencio siendo Minato el único que parecía disfrutar del pan suave y queso fresco, lo único molesto era la mirada de Fugaku, quien solo comía pequeños trozos de pan al igual que su hijo.

— ¿puedo ver a Naruto?

Cuando ya no podía comer más y soporta la mirada del cazador  dijo aquello haciendo que Itachi mirase a su padre en una especie de permiso, el cual le fue concebido.

—creo que todavía está dormido junto a mi hermanito pero iré a verles, son muy puntuales para tomar su leche.

Minato sonrió al recordar lo glotón que podía ser su hijo, he intento levantarse pero su hombro ante el mínimo esfuerzo le dejo hecho un lio sudoroso ante el estallido repentino de dolor.

—Jiraiya, Kakashi terminen de comer y pongan  a calentar la leche. Después pueden descansar, la tormenta volverá a recrudecerse dentro de poco lo cual nos dará algo de descanso, yo me encargare de nuestro invitado.

Minato respiro rápido y con fuerza a medida que sentía que uno de los fuertes brazos de Fugaku le rodeaba la cintura y le ayudaba a levantarse, bien podía ser que el mareo fuera por el dolor y no la cercanía de aquel hombre.

— ¿seguro no quieres que yo me encargue de él?  Acabas de terminar turno y…

Kakashi parecía reacio a marcharse aunque le costaba un poco sostenerle la mirada a Fugaku

—Kakashi es a mí a quien le corresponde cambiarle el vendaje, si necesito tu ayuda ya te la pediré.

El joven asintió no muy motivado y marcho hacia la cocina.

— ¿acaso teme que me hagas algo malo?

Susurro Minato clavándole una mirada de desafío al Uchiha.

—si te quisiera matar ya lo habría hecho y no de la forma que piensas, con dejarte morir por la infección o haberte dado una sobredosis en la morfina hubiera bastado.

Todo aquello le fue susurrado al oído. Y pese a que tal cosa hacia que el estómago de Minato se retorciera de forma desagradable se dejó guiar hacia la habitación de Fugaku, mientras maldecía el sentirse a la deriva y tan débil.

— a tu ritmo Minato, y no te preocupes aquí estoy yo por si te sientes demasiado débil.

El Uchiha le hablo con un tono más alto de voz y esa sonrisa altanera.

—te odio.

—créeme es mejor que me odies a que gastes energías en temerme, no muerdo.

____

El grito de alegría de Naruto y verle incluso de mejor semblante de lo que recordaba le hizo olvidar el dolor  que atravesaba. El niño se abrazó con fuerza a su cuello, Minato hundió su nariz en el cabello rubio de su hijo y aspiro aquel olor que apaciguó sus nervios. Naruto era lo único bueno que le había quedado en aquel mundo donde no pasaba nada. Con el tiempo había aceptado que por mucho que su hijo se pareciera a él, este sería muy diferente y que conforme creciera solo le quedaba esperar que fuera más como su madre.

—no sé cuál de ustedes dos fue más problemático al principio, pero a Naruto se le perdona todo con mirarle esa carita de diablillo.

Sin mayor dificultad Naruto acepto pasar a los brazos de Fugaku, lo cual molesto a Minato quien quería seguir abrazando a su hijo y al ver al niño tan relajado en los brazos del otro hombre sintió cierta punzada de celos.

—no te alteres, el niño necesita su leche y tú un cambio de vendajes. Después de eso el tiempo es de ustedes.

A regañadientes Minato se sentó en la cama de Fugaku,  mientras que su hijo se acomodó en la cama de enfrente al lado de otro niño quien le miraba con el ceño fruncido y unos duros ojos negros. Dado el tamaño del niño y que Naruto tenía dos años, Minato pensó que el otro niño tendría aproximadamente unos cuatro años.

—mierda.

Minato soltó aquella palabra entre dientes, al sentir como la tela se desprendía de su lastimada piel y ni una mirada le dirigió a su hombro. Pero por la mueca que hizo Itachi debía estar bastante desagradable.

—la bala no se incrusto mucho, lastimo el hueso pero no lo astilló. Tampoco fue muy complicado sacarte la bala y contener de a poco el sangrado, el problema vino cuando se empezó a infectar. En ese momento no contábamos con mayor cosa para tratarte así que mientras Jiraiya bajaba y volvía con ayuda, la infección fue ganando terreno. Todo esto sonaría horrible si ya no estuvieras mejor, con algo de fiebre pero vivo.

Minato se mordió el interior de la boca para evitar soltar sonidos lastimeros ante la limpieza de su herida, aunque claro también quería evitar gritarle a su atacante, quien irónicamente le estaba tratando con el mayor de los cuidados. Cuando todo aquello termino con su brazo bien vendado, Minato no tardo en volver a caer inconsciente a la cama.

Con pequeños golpecitos en su cara volvió a despertarse, abrió los ojos lentamente para ver como el hijo pequeño de Fugaku le tocaba la cara, desorientado por un leve momento Minato intento sentarse pero se encontraba limitado por su hijo, quien dormía encima de su estómago.

—Sasuke deja dormir.

El niño fue alzado por las manos de Fugaku quien le puso en el suelo, de donde volvió a subirse para terminar encima de su papá con semblante molesto. Este le ignoro y se voltio para el lado de Minato quien estaba listo para salir de aquella cama hasta que sintió como las piernas del otro hombre le aprisionaban las suyas. Frustrado solo pudo hablar.

—ahora dormimos juntos.

Por respuesta Fugaku gruño.

—déjame parar.

—despertaras a tu hijo y se volverá tan inquieto como el mío.

Dicho eso la pequeña cabeza de Sasuke surgió para mirar fijamente a su padre.

—creo que quiere jugar contigo.

—pues será en otro momento, me pase toda la noche de guardia y estoy cansado.

El niño hizo un puchero sin quitar su mirada molesta.

— ¿guardia? ¿No será que estabas cazando?

Fugaku abrió uno de sus ojos para darle una mirada extraña.

— ¿quieres una disculpa?

Minato empezó a pasar una de sus manos por el cabello de Naruto, mientras pensaba en que  todo aquello era muy raro. Pero su vida, la vida en si nunca le había parecido normal. Quería enojarse, asustarse, aceptar esa estúpida disculpa pero solo parecía encontrar raros pensamientos que iban dando forma a un sentimiento de  aceptación por aquel Ser llamado Fugaku Uchiha. Ante eso solo quería gritar ¿pero de que valía gritar en aquel mundo? Nada, nada valía.

Sin esperar respuesta y sin hacer ruido Fugaku se levantó de la cama, dando paso aun frio que Minato no esperaba. El Uchiha tomo en un brazo a su hijo y sin que Minato tuviera ánimos de detenerlo dejo que también tomara a Naruto quien continuo en su placido sueño, fue hacia la cama de los niños donde corrió una gruesa cortina revelando aun dormido Itachi  y dejo a los niños a su lado.

—duerme Sasuke, es hora de la siesta.

El niño no dijo nada y desapareció de la vista de Minato cuando la cortina se volvió a correr, Fugaku volvió y antes de acostarse también acomodo otra cortina alrededor de su cama, lo cual los aisló aún más, haciendo que la imagen del cazador se fuera diluyendo cada vez más.

—pese a las tantas habitaciones de este lugar, esta y la que comparten Kakashi y Jiraiya son las única que logran mantenerse calientes  al estar más cerca de la chimenea, así que es una buena idea que te quedes aquí.

Minato entrecerró los ojos y Fugaku no se molestó en darle importancia.

—puedo dormir con los otros.

—su cuarto no es más grande que el mío, dudo que quepa otra cama y dormir con alguno de ellos es para gente sana y no enferma.

—así que solo quedas tú, que considerado.

Fugaku se encogió de hombros y se acostó completamente haciendo que el agradable calor volviera.

— ¿quieres la disculpa?

— ¿disculpa de qué? De mi mala suerte, de entrar en tu territorio con algo que llamo tu atención.

Fugaku le miro un poco sorprendido para luego sonreír, pero no con esa molesta sonrisa altanera. Era esa clase de sonrisa que le dijo a Minato que había hablado demasiado y estaba atrapado.

—lo supe cuando te vi, eres distinto, tal vez no seas como yo. pero hay algo en ti que me hace sentir que puede ser muy…

La voz del Uchiha se fue apagando y Minato le miro con curiosidad.

—bueno al final ¿para qué entusiasmarse?, en dos semanas te dirán que estas mejor y seguirás tu camino, por eso no haces mayores preguntas sobre nuestra forma de vida, sobre mí y yo tampoco deberías hacerlas.

Esta vez fue el turno de Minato de sorprenderse ante como Fugaku revelaba parte de su actuar  y pensamientos. Minato había viajado lo suficiente para sobrevivir y no crear lazos que llamaran la atención, hacer preguntas era interesarse por algo que podía mantener, esa clase de interés que lograba mucha veces hacer que una persona se quedara en un solo punto y para Minato quedarse parado en aquel trayecto no era conveniente.

Una cobija le cubrió y aquel cuerpo caliente le dio la espalda. Minato trago un nudo en la garganta que no sabía que tenía y hablo, aunque se sintiera que se estuviera condenando no solo a él, sino al resto de personas que le habían ayudado y dado cobijo. Pero si chocar con Fugaku hacia que el mundo volviera a dar señas de ponerse en movimiento el dejaría que le arrastrara la locura, solo deseaba no ser consumido por la espesa niebla.

 ­—vale hazme sentir culpable por algo que no comprendo ni quiero comprender, no soy tú pero tampoco soy normal incluso para esta clase de entorno. Solo he querido vivir lo suficiente para cuidar de Naruto pero siempre estoy contra todos, dejando un rastro de sangre en mi camino y al riesgo de sonar como un maldito personaje trágico de tres al cuarto, no quiero perder la poca conciencia que me queda, esa conciencia que logra que sea el padre de Naruto.

No era ni el principio de su historia, solo eran palabras que sonaban a excusa. pero era la primera vez desde la muerte de Kushina que se permitía hablar en voz alta  sobre sus pensamientos y parte de su rareza. Y ante el solo recuerdo de Kushina, de esa mujer de cabello rojo, Logro que Minato  sintiera su garganta arder y que sus ojos se encharcaran y definitivamente no quería llorar. La primera y última vez que lo había hecho, lloro con todo su ser lleno de rabia y para cuando las lágrimas se habían secado la locura se había consumado en su ser.

—la madre de mis hijos también fue asesinada, pese al poder que poseo no la puede proteger. Fue un tiempo donde casi me convertí en un Ser salvaje, mate por matar.

Una mano áspera apretó la mano de Minato al final de aquellas palabras, donde se daba por finalizado aquel loco momento de confesión, donde a los dos una especie de vía libre daba paso a algo que desconocían. Tardarían bastante en volver hablar de aquellas muertes.

____

Con despacio y delicadeza Minato salió de la cama, no sin antes dejar bien acobijado a Fugaku y cerciorarse de mirar la cama de los niños—que estaba vacía— y salir del cuarto guiándose por los mormullos y pequeñas risas que provenían del comedor; donde Kakashi se encontraba en el suelo jugando con Naruto y Sasuke con diferentes juguetes.

— ¿te despertamos Minato?

Le pregunto Kakashi en cuanto le vio, Minato negó con la cabeza y se fue a sentar junto a Itachi quien escribía en un cuaderno. A los pocos segundos Naruto fue corriendo hacia él, sujetando felizmente un carrito de madera pintado de verde. Sin poderlo cargar Minato le abrazo con su brazo sano y le beso la cabeza.

—venga sigue jugando—Naruto asintió y volvió a jugar, Minato sonrió—lo mío no es dormir mucho.

— ¿te duele? Puedo darte algo para el dolor.

—Kakashi lo abrumas.

Dijo Itachi sin despegar la mirada de su cuaderno, Kakashi por su parte  se sonrojo levemente y luego lanzo un bufido.

—de tal pal palo tal astilla.

Mascullo volviéndose a jugar con los niños. Evitando reír por aquello Minato se paró para dirigirse a la cocina.

—iré por algo de agua.

Al llegar a la cocina, se encontró maravillado por lo bien equipada que estaba. La sola presencia del grifo pese a que no funcionaba porque las cañerías estaba congeladas, era ya de por si un lujo y ni hablar de las grandes hornillas que operaban a propano, los rumores sobre la abundancia de aquel lugar no se equivocaban.

Tardo un poco en dar con un vaso pero cuando por fin lo había hecho estaba más interesado en oler unos pequeños tarros de condimentos y esencias.

— ¿encontró el agua señor Minato?

Evitando saltar del susto, Minato le dirigió una sonrisa apenada al joven.

—no era mi intención husmear.

Itachi se encogió de hombros.

—créame para nosotros también es un misterio lo que hay en esos frasquitos, los cuales son tocados por Orochimaru y su aprendiz Rin.

Dejando el frasquito en su lugar, Minato tomo el vaso y se quedó mirando por todas partes. Itachi sonrió y se dirigió a un gran mueble de acero inoxidable.

—aquí guardamos lo que queremos mantener fresco; como vegetales, frutas, el agua. Lo bueno del clima de la montaña es que no necesitamos gastar energía en refrigerar.

Minato se sirvió el agua mientas Itachi le señalaba la ventana.

—si mira bien vera un cobertizo donde se prepara y se guarda la carne.

 Limpio un poco la congelada ventana y logro ver el mencionado cobertizo.

—papá es el que suele cazar las presas más grandes; como  los venados, Kakashi es bueno poniendo trampas para animales pequeños y Jiraiya le gusta pescar. Del pueblo nos suelen traer el resto a la vez que le enviamos la mayoría de carne.

—wow

Logro decir Minato después de un gran sorbo de agua, debía parecer un idiota pero tales cosas no se veían en aquellos tiempos. El solo hecho de tener agua potable era increíble. En el resto de asentamientos que había conocido toda la comida escaseaba y se manejaba con mano de hierro y corrupción. Era un milagro que aquel lugar no sufriera por los bandidos

“pero si tiene gente armada vigilando y claro tienen a alguien como Fugaku”

Evitando pensar en Fugaku, Minato se dirigió a una de las hornillas donde destapo una gran olla, donde seguía el guiso de venado salado de la mañana y sonriendo se dirigió a Itachi.

— ¿de casualidad tienen papas?

Itachi le miro durante unos segundos para luego asentir.

—aquí entre nos, creó que puedo hacer algo por el guiso pero si fallo, sigue siendo culpa de Jiraiya ¿de acuerdo?

El chico sonrió y asintió entusiasmado.

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Fue solo aspirar un poco de aquel aroma y todo su cuerpo se despertó lleno de ansias, retorciéndose y pidiendo saciar el hambre que le invadía. Sus sentidos palparon cada rincón de la casa mientras salía de la cama. Aquello no provenía de ningún humano cerca, aquel aroma era de la cocción de la carne de venado. Sin molestarse en ponerse los zapatos, Fugaku camino rápidamente hacia el comedor donde fue recibido por una extraña imagen de todos sentados en la mesa a excepción de Minato e Itachi.

—apuesto que a ti también te despertó ese rico olor.

Le dijo Jiraiya, Fugaku no respondió y se dirigió a la cocina; donde vio a su hijo y a Minato sacando platos y cubiertos, mientras en el fondo las hornillas estaban prendidas y con diferentes ollas hirviendo.

—a menos que vengas ayudar puedes quedarte, sino siéntate con el resto.

Fugaku se quedó sin habla y antes de que pudiera pensar asintió y volvió a la mesa donde tomo su lugar.

—papá.

El pequeño Sasuke le extendió los brazos y Fugaku le cargo mientras miraba como Naruto se entretenía dibujando en un pedazo de papel con un lápiz de color negro, por último paso la vista a sus compañeros.

— ¿Qué está pasando?

—a mí no me mires estaba tan dormido como tú.

Comento Jiraiya mientras Kakashi tomaba la palabra.

—fue por agua e Itachi le siguió y de un momento a otro oí risas, ruidos de sartenes y luego ese delicioso aroma apareció y en cuanto puse un pie en la cocina me despidieron.

Fugaku no dijo nada ante la explicación de Kakashi. Su hambre iba en aumento hacía mucho tiempo no añoraba con tanta intensidad una comida casera y caliente.

—ya está listo el guiso ¿Quién quiere ayudar a traer los platos?

Pregunto Itachi, haciendo que los tres adultos se pararan de sus sillas bruscamente decidíos hacer los elegidos en entrar en la cocina. Fugaku tuvo que reprimir un fuerte gruñido cuando con agilidad Kakashi logro llegar de primero.

Aquello era peligroso, aquel rubio sin quererlo aparentemente estaba jugando de nuevo con sus sentidos. ¿Quién rayos le comprendía? Pasaba de estar asustado a desafiante para luego terminar sonriéndole con esa tonta sonrisa que le hacía sentir incómodamente caliente, luego para rematar estaba su aroma y tacto haciéndole llegar a la conclusión de que nunca intentaría cazar a Minato. Su plan se centraría en follarselo.

—papá comida.

Fugaku le dio un beso a Sasuke en la cabeza y lo puso de nuevo en su silla, por ahora su hijo tenía razón, era mejor prestarle atención a la comida. Y mientras esperaba la comida, miraba con extrañeza el dibujo que le mostraba Naruto, de una gran mancha negra que parecía querer salir del papel.

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Minato nunca había recibido tantos halagos por hacer algo medianamente bien y mientras soplaba la sopa de Naruto, vio como todos comían en silencio y parecía gustarles mucho.

—papa.

Le llamo Naruto algo molesto al ver que Minato aún seguía soplando la cuchara.

—lo siento campeón.

Los niños se comieron todo el guiso y arroz de sus platos, Itachi pidió un poco más y el resto fue devorado por los adultos. El solo hecho de que Fugaku hubiera repetido en tres ocasiones le dejaba con una sensación de revoleteo en el estómago, por eso tal vez al final de la comida su plato seguía intacto.

—tienes que comer, por la cocina no te preocupes Kakashi y yo lavaremos todos los platos en forma de agradecimiento por esta rica comida. llevaremos a Naruto con nosotros.

Jiraiya empezó a recoger los platos junto a Kakashi quien seguía alabando la comida.

—es lo mejor que he comido en días, tenías ese talento bien oculto Minato.

—no es ningún talento, solo recordé que las papas absorben la sal.

—Pues joder que buena memoria.

Entre risas Jiraiya y Kakashi marcharon rumbo a la cocina con un alegre Naruto, dejando a Minato con su comida que seguía sin llamarle la atención.

—señor Minato.

Dejando de lado su comida otra vez, Minato miro a Itachi

—solo Minato por favor, mira que ya hemos sido compañeros de cocina y eso  nos pone  en sintonía.

El chico frunció el ceño levemente y miro a su padre quien le hizo un pequeño gesto con la cabeza en una especia de permiso. Haciendo resaltar para Minato las pocas palabras que había entre padre e hijos, pero los muchos gestos que complementaban su comunicación.

—como diga Minato, solo quería darle las gracias por la comida además fue divertido ayudarle, si en el futuro quiere de nuevo mi ayuda estaré a su servicio.

Joder, si Naruto llegaba a manejar tanta cortesía y respeto en el futuro, Minato se daría por bien servido.

—pues para mí también ha sido divertido además cuidas de tu hermanito y de Naruto, lo menos que puedo darte es una comida decente.

Itachi sonrió ampliamente aún era un niño que buscaba la aprobación de sus mayores y Minato se alegró de que Itachi viviera en aquel lugar protegido del resto del mundo.

—ahora mi hermanito también le dará las gracias.

El pequeño se acercó tímidamente y miro a su hermano, para luego darle unas escuetas gracias. Minato le sonrió y le paso una mano por el cabello como hacia cuando Naruto se pasaba de tierno. El niño se puso rígido ante el gesto pero suavizo su mirada. Y justo cuando pensaba que Itachi se marcharía volvió hablar.

—ahora mi padre también le dará las gracias

Fugaku frunció el ceño ante las palabras de su hijo mayor, pero la mirada de Itachi no daba lugar a replicas, así que Fugaku trago saliva y con cierta mirada de timidez hablo.

—vale gracias, gracias por la comida, me gustó mucho Minato.

Fugaku y Minato se miraron fijamente y  un leve rubor les cubrió a ambos.

—no fue nada.

—hum si, mmm come te sentara bien.

—hum sí.

Pese a que seguía sin sentir hambre Minato se comió todo lo que había en su plato, buscando aplacar esa sensación en el estómago.

“no sé qué me inquieta más, si darle de comer o ser su comida”

____

En la casita de la montaña como bien le gustaba llamarle a Jiraiya aquel lugar. después de la cena los niños jugaron, Minato fue testigo presencial de una partida de cartas, donde Jiraiya gano la mayoría de manos y fue acusado de tramposo por Kakashi para luego ver a ambos enfrascarse en una cómica pelea de ingeniosos insultos. Por su parte Fugaku volvió a dormir, no sin antes darle unas pastillas para el dolor y la infección.

Pasaba de las once cuando los niños fueron acostarse, Minato ayudo un poco en la tarea de cambiar a su hijo y cuando cerro las cortina después de decirle las buenas noches a los peques, vio como Fugaku salía del baño medio mojado y abrochándose los pantalones y sin camisa.

—la cama es toda tuya dentro poco iré a mi ronda de la noche, si te siente mal no dudes en despertar a esos idiotas.

Minato asintió y trato de hacerle plante a la intensa mirada del Uchiha.

— ¿Qué?

Pregunto algo hostil Minato, Fugaku vacilo un poco y luego hablo.

—me podrías prestar esa camisa que llevas puesta, es la que utilizo por lo general y…

Minato se sonrojo y se quitó aquella camisa Roja, no sin sentir un breve tirón por la prisa en su hombro y se la tendió a Fugaku.

—no era mi tensión ocupar tu ropa, Kakashi me trajo esta muda y…

—no  hay ningún problema utiliza mi ropa, me gusta tu olor y quiero conservarlo.

Rojo hasta las orejas por aquellas palabras, Minato le miro disgustado.

—eres raro.

—claro que soy raro.

—no en ese sentido, bueno si pero raro en tu forma de actuar conmigo. Un día me quieres matar y luego me hablas de esa forma.

—no te quería matar. La verdad es que nunca había intentado cortejar a alguien en mi otra forma.

Minato hizo una mueca de asombro y luego salió del cuarto, Fugaku le siguió preocupado pero cuando le descubrió en el comedor tratando de contener la risa, no pudo evitar sonreír.

—y el raro soy yo.

Calmado su risa, Minato  miro la puerta y sintió la fuerza del viento.

— ¿no has llegado asentir a gente extraña intentando llegar hasta aquí?

Fugaku negó con la cabeza atento a las siguientes palabras de Minato.

— ¿me lo dirás si lo llegaras a sentir?

—les rajaría la maldita garganta y les devoraría en el instante en que toquen mi territorio.

—se realista Fugaku a mí no me persiguen uno o dos.

Fugaku se encogió de hombros.

—mínimo mandaran a dos o tres idiotas a investigar primero.

Fugaku volvió a su cuarto para terminar de vestirse. Minato por su parte fue a la cocina por algo de agua y mientras tomaba pequeños sorbos miraba por la empañada ventana el cobertizo.

—me voy, trata de descansar.

Minato sintió unos cálidos labios en su mejilla y sin tiempo para poder replicar, escucho la puerta cerrarse y luego una sombra negra de mil formas paso por la ventana y justo antes de perderse entre los árboles, sus miradas volvieron a chocar.

—tú tan hambriento y yo sin hambre alguna.

Minato se marchó a dormir dejando aquellas palabras dando vueltas en la nada.

Notas finales:

Agradeciemtos a ItaDei_SasuNaru fan por ella escribo cada año.

y si esta apenas es la introduccion aun mundo mas complejo, si veo que alguien le interesa un poco intentare escribir un poco mas de este mundo, si no, no estaria mal una entrega por años xD

si hay algun error del formato de edicion se ira corrigiendo pasado los dias.

 

feliz 16 y que viva el FugaMina


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